Seminario
Lección 120: Isaías 17-23


Lección 120

Isaías 17–23

Introducción

Isaías profetizó que los israelitas serían esparcidos porque se habían olvidado de Dios. También profetizó acerca del estandarte que se alzaría en el comienzo de la última dispensación, que corresponde a la Restauración y al establecimiento de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, y de la función de la Iglesia en el recogimiento del Israel disperso desde muchas naciones. Además, Isaías testificó sobre el futuro rey que sería descendiente de David, es decir, el Mesías, y enseñó acerca del poder de Jesucristo para liberar a los oprimidos y de la naturaleza universal de la Expiación.

Sugerencias para la enseñanza

Isaías 17–18

Isaías profetiza acerca de la dispersión y del recogimiento de Israel en los últimos días

Antes de que empiece la clase, escriba la siguiente pregunta en la pizarra:

¿Cuáles son algunas situaciones en las que las personas podrían confiar en su propia fuerza y sabiduría en lugar de confiar en la forma que Dios tiene de hacer las cosas?

Para empezar la lección, invite a los alumnos a contestar la pregunta que se encuentra en la pizarra. (Es posible que los alumnos den una variedad de respuestas. Algunas respuestas posibles pueden incluir el colocarse deliberadamente en una situación tentadora, creyendo en ser lo suficientemente fuerte como para resolverla, o el pensar que algunos de los consejos del folleto Para la Fortaleza de la Juventud no se aplican a ellos).

  • ¿Por qué algunas personas confían en su propia fuerza y sabiduría en lugar de confiar en la forma que Dios tiene de hacer las cosas? ¿Cuáles son las consecuencias de no confiar en Dios?

Explique que en la lección de hoy estudiarán sobre un grupo de personas de la época de Isaías que confiaba en su propia fuerza en lugar de depositar su confianza en Dios. Anímelos a que busquen las consecuencias de esa decisión.

Para resumir Isaías 17, explique que se trató de un mensaje de destrucción para Damasco, la capital de Siria, y para el reino de Norte, Israel. Isaías profetizó que el ejército asirio conquistaría y dispersaría a esas dos naciones (véase también Isaías 10:5–6). Isaías también profetizó que el Señor reprendería y destruiría a los asirios y a las demás naciones que oprimieran a Israel.

Explique que entonces Isaías profetizó acerca de un tiempo futuro en el que varias naciones se volverían al Señor. Escriba las siguientes palabras en la pizarra: tierra, mensajeros, estandarte, trompeta. Pida a un alumno que lea en voz alta Isaías 18:1–3. y pida a la clase que siga la lectura en silencio y que presten atención a la manera en que Isaías utilizó esas palabras para enseñar acerca del futuro.

  • Según el versículo 1, ¿dónde se encuentra la “tierra” sobre la que Isaías profetizaba?

Haga nota r la palabra ea del versículo 1. Explique que en ese contexto la palabra ea puede tratarse de un saludo (véase la nota a al pie de página). El presidente Joseph Fielding Smith explicó que una interpretación posible de la frase “tierra que hace sombra con las alas”, de Isaías 18:1, es que se refiere a las Américas (véase The Signs of the Times, 1952, pág. 51).

  • ¿De qué forma puede relacionarse cada una de las palabras enumeradas en la pizarra con la Iglesia restaurada? (La tierra puede hacer referencia a las Américas, donde comenzó la restauración de la Iglesia. Mensajeros puede referirse a los Apóstoles y los misioneros, que viajan por todo el mundo para dar a conocer el Evangelio. Un estandarte es una bandera o pendón bajo el cual los ejércitos se reúnen para entrar en batalla, y una trompeta puede utilizarse con el fin llamar a las personas para que se reúnan, por lo que tanto el estandarte como la trompeta pueden simbolizar el llamado realizado en los últimos días para congregarse en la Iglesia restaurada de Jesucristo).

Para resumir Isaías 18:4–6, explique que el Señor utilizó el simbolismo de una viña para describir la destrucción de los inicuos y el recogimiento de los justos en los últimos días.

Pida a un alumno que lea Isaías 18:7 en voz alta. y pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio para averiguar lo que el pueblo le traerá al Señor.

  • ¿Qué le traerá el pueblo al Señor? (Un “obsequio”).

  • ¿Qué tipo de obsequio piensan que sería el más significativo para darlo al Señor?

Isaías 19–21

Isaías profetiza la destrucción y futura conversión de Egipto y la destrucción de otras naciones

Para resumir Isaías 19, explique que Isaías profetizó que debido a la adoración de ídolos y prácticas inicuas que realizaban los egipcios, el Señor heriría a Egipto. Sin embargo, Isaías también profetizó que los egipcios finalmente reconocerían su necesidad del Señor y se volverían hacia Él.

Para resumir Isaías 20–21, explique que Isaías profetizó que otras naciones inicuas serían destruidas.

Isaías 22–23

Isaías profetiza que Babilonia atacará y azotará a Jerusalén

Recuerde a los alumnos que Isaías profetizó que Jerusalén se salvaría del ejército asirio (véase 2 Reyes 19:32–35). Sin embargo, en Isaías 22:1–7 leemos que Isaías profetizó que Jerusalén no se salvaría cuando el ejército babilonio atacara más de un siglo después.

Invite a varios alumnos a turnarse para leer en voz alta Isaías 22:8–11, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y que averigüe en qué pensó el pueblo de Jerusalén que podía confiar para lograr protección del ejército babilonio.

  • ¿En qué pensó el pueblo que podía confiar para lograr protección contra el ejército babilonio? (En su suministro de armas, en las fortificaciones que reforzaban el muro de la ciudad y en el túnel de Ezequías, que desviaba el agua desde un manantial que se encontraba fuera del muro hacia el interior de la ciudad).

Explique que el pueblo confiaba en que esos preparativos los salvarían ya que eran los mismos que habían hecho cuando Jerusalén se había salvado milagrosamente del ejército asirio durante el reinado de Ezequías.

  • Según el versículo 11, ¿cuál era el problema con que el pueblo confiara en que esos preparativos los salvarían?

Invite a un alumno a leer Isaías 22:12–14 en voz alta, y pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio y que preste atención a lo que el Señor llamó que el pueblo de Jerusalén hiciera y cómo respondió éste.

  • Según el versículo 12, ¿a qué llamó el Señor al pueblo de Jerusalén que hiciera? (Él “[llamó] al arrepentimiento” [véase la nota a al pie de página]).

  • Según el versículo 13, ¿cómo respondió el pueblo al llamado al arrepentimiento? (“[Continuaron] con [su] festín de costumbre” [véase la nota a al pie de página]).

Explique que la expresión “…Comamos y bebamos, porque mañana moriremos” (versículo 13) se refiere a la creencia de que las personas tienen derecho a buscar el placer y cometer pecados sin preocuparse por las consecuencias de sus acciones. Esas personas o bien no creían en Dios, o creían que Él no los castigaría por sus pecados (véase también 2 Nefi 28:7–9).

  • ¿Qué nos puede enseñar esa profecía acerca de los peligros de confiar en nuestra propia fuerza en lugar de confiar en Dios? (Los alumnos quizás sugieran varios principios, pero asegúrese de que reconozcan la siguiente verdad: El confiar en nuestra propia fuerza en lugar de confiar en Dios puede llevarnos al pecado y finalmente a la destrucción).

  • ¿Por qué piensan que el confiar en nuestra propia fuerza en lugar de confiar en el Señor puede llevarnos a cometer pecados?

  • ¿Por qué creen que Satanás tiene éxito en fomentar la idea de que las personas tienen derecho a buscar el placer y cometer pecados sin preocuparse por las consecuencias de sus acciones?

Escriba en la pizarra los nombres Sebna y Eliaquim.

Para resumir Isaías 22:15–25, explique que Isaías contó un relato acerca de Sebna, el encargado del tesoro de Jerusalén. Sebna estaba orgulloso de la riqueza de Jerusalén. Isaías profetizó que Asiria llevaría cautivo a Sebna y tomaría muchos de los tesoros de Jerusalén. Escriba las palabras orgulloso y amaba las riquezas debajo del nombre de Sebna que se halla en la pizarra.

Explique que Isaías profetizó que un hombre llamado Eliaquim, que significa “Dios levanta” (véase la nota a al pie de página del versículo 20) reemplazaría a Sebna. Eliaquim era una persona que amaba y obedecía al Señor. Escriba las palabras obediente y amaba al Señor debajo del nombre de Eliaquim que se halla en la pizarra.

  • ¿Qué piensan que trataba de enseñar Isaías con ese relato?

Explique que hay importantes simbolismos en ese relato. Jerusalén y su pueblo podrían ser redimidos únicamente si reemplazaban el amor por los tesoros por el amor a Dios. Del mismo modo, podemos ser salvos sólo si abandonamos las cosas del mundo y seguimos al Salvador.

Explique que el nombre Eliaquim tiene un significado simbólico ya que señala hacia Jesucristo y la Expiación. Invite a un alumno a leer Isaías 22:21–23 en voz alta, y pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio para descubrir qué profetizó Isaías acerca de Eliaquim que nos señala hacia Jesucristo y la Expiación.

  • ¿Qué profetizó Isaías acerca de Eliaquim que nos señala hacia Jesucristo y la Expiación? (Los alumnos quizás sugieran varios principios, pero asegúrese de que reconozcan la siguiente verdad: Jesucristo posee la llave de la casa de David y las llaves de la salvación para toda la humanidad. Quizás deba explicar que la frase “la llave de la casa de David” [versículo 22] simboliza el derecho a gobernar, el cual se puede obtener sólo mediante el santo sacerdocio de Dios. Jesucristo tiene todas las llaves del sacerdocio y tiene el poder para “cerrar” y para “abrir” [versículo 22], es decir, para atar o desatar, y nadie puede anular ese poder).

  • ¿Por qué es importante comprender que debemos confiar en Jesucristo para obtener nuestra salvación? ¿De qué modo el saber que Jesucristo tiene las llaves de nuestra salvación afecta la manera en que se sienten con respecto a Él?

Para resumir Isaías 23, explique que Isaías profetizó que la ciudad costera de Tiro, ubicada en el actual Líbano, también sería destruida.

Comentarios e información de contexto

Isaías 18:7. “En aquel tiempo será traído obsequio a Jehová…”

“Los santos tienen tal determinación de ofrecer al Señor un presente digno de Israel recogido que, como dijo el profeta José Smith, ‘han trabajado gratuitamente para enseñar a los Estados Unidos [y ahora al mundo entero] que el recogimiento comenzó en las fronteras occidentales de Misurí, para levantar una ciudad santa, en la que, como se puede ver en el capítulo 18 de Isaías, “será traída ofrenda a Jehová’” (History of the Church, tomo II, pág. 132). El Monte Sion se denomina en la revelación moderna como la Nueva Jerusalén (véase D. y C. 84:2). Así, una vez que la Iglesia sea restaurada y Efraín comience la obra de recogimiento de Israel, sacándola de su condición de esparcida y despojada… los santos pueden presentar una casa restaurada de Jacob como ofrenda al Señor, ofrenda que lo llenará de gozo.

“La Biblia de Jerusalén interpreta la frase, ‘pueblo temible desde su principio’, como ‘pueblo temido desde siempre’. Este pasaje, junto con la frase, ‘tierra surcada por ríos’, parecen referirse a las Américas, donde tuvo lugar la Restauración (El Antiguo Testamento - Manual para el alumno: 1 Reyes−Malaquías, 3ª ed. [manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2003], pág. 157).

Isaías 22:10–11. “…derribasteis casas para fortificar el muro. E hicisteis foso entre los dos muros…”

La frase “derribasteis casas para fortificar el muro” (Isaías 22:10) hace referencia a las casas que fueron destruidas para fortificar los muros de la ciudad en la época de Ezequías.

La frase “foso entre los dos muros”, del versículo 11, se refiere al túnel de Ezequías (véase 2 Reyes 20:20; 2 Crónicas 32:3–4). El pueblo estaba orgulloso de la hazaña de ingeniería que había logrado realizar al desviar agua hacia la ciudad, pero ni siquiera pensó en el Señor, que había creado el manantial del cual surgía el agua. Una interpretación del versículo 11 es que algunas personas asumieron erróneamente que el túnel y los demás preparativos físicos anteriores, y no el poder de Dios, habían salvado a Judá de los invasores asirios. Por lo tanto, cuando los babilonios atacaron, confiaron en que esos preparativos los salvarían nuevamente. Isaías le enseñó al pueblo que, a menos que confiaran en el Señor, esos preparativos no los salvarían.

Isaías 22:22–25. “…lo clavaré como un clavo en un lugar seguro…”

“Isaías creó un símbolo del reemplazo de Sebna, Eliaquim. Su nombre significa ‘Dios levanta’, anticipando al Salvador, quien tiene la ‘llave de la casa de David’ pero fue sujetado ‘como un clavo en un lugar seguro’ hasta que la carga de la Expiación fue completada. Sobre Él descansa ‘toda la honra de la casa de su padre’. Isaías aconsejó la dependencia de Él para lograr seguridad sempiterna (Isaías 22:20–25 y notas al pie)” (Ellis T. Rasmussen, A Latter-day Saint Commentary on the Old Testament, 1993, págs. 517–518).

El ‘clavo en un lugar seguro’ (Isaías 22:23) claramente es señal de la venida del Mesías y simboliza la terrible realidad de la cruz, aunque ésta es solamente parte de todo el sufrimiento del Señor que hizo que ‘temblara a causa del dolor y sangrara por cada poro y padeciera, tanto en el cuerpo como en el espíritu’ (D. y C. 19:18). e la misma manera que el clavo de la cruz que fue puesto en lugar firme sujetaba el cuerpo del crucificado, así el Salvador mismo es, para todos los que lo acepten, un clavo puesto en lugar firme, pues Él les ha dado poder para que nadie se pierda (véase Juan 17:12). A medida que Cristo lleva a los redimidos al Padre, la gloria se torna suya y los redimidos y su posteridad llegan a formar parte de la familia de los cielos bajo el trono de Cristo (véase D. y C. 19:2; Mateo 28:18; 1 Corintios 15:27–28; Filipenses 2:5–113:21)” (El Antiguo Testamento - Manual para el alumno: 1 Reyes−Malaquías, 3ª ed. [manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2003], pág. 159).