Seminario
Lección de estudio individual supervisado: Éxodo 14-20 (Unidad 10)


Lección de estudio individual supervisado

Éxodo 14–20 (Unidad 10)

Material de preparación para el maestro del curso de estudio individual supervisado

Resumen de lecciones diarias de estudio individual supervisado

El siguiente resumen de las doctrinas y principios que los alumnos aprendieron al estudiar Éxodo 14-20 (unidad 10) no se ha creado con la intención de que se enseñe como parte de la lección. La lección que enseñe se centra en sólo unas pocas de estas doctrinas y principios. Siga las impresiones del Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.

Día 1 (Éxodo 14–15)

Al aprender sobre cuando Jehová liberó a los israelitas del ejército egipcio en el Mar Rojo, los alumnos descubrieron importantes verdades en cuanto a tener fe en el Señor y reconocer lo que Él ha hecho por nosotros. De la experiencia de la sanación de las aguas de Mara, los alumnos aprendieron que si buscamos la guía del Señor cuando enfrentamos dificultades, Él puede inspirarnos para saber cómo proceder.

Día 2 (Éxodo 16:1–17:7)

En su estudio sobre los regalos de Jehová del maná, de las codornices y del agua para los hijos de Israel, los alumnos reconocieron los siguientes principios: Una razón por la que el Señor nos da mandamientos es para probar nuestra obediencia a Él. Cuando murmuramos contra los líderes de la Iglesia, en realidad estamos murmurando contra el Señor. Cuando recordamos al Señor a diario, nuestra confianza en Él crecerá. Jesucristo es la fuente de todo sustento espiritual.

Día 3 (Éxodo 17:8–Éxodo 19)

De la experiencia de Aarón y Hur al sostener en alto las manos de Moisés para que Israel pudiese prevalecer contra sus enemigos, los alumnos aprendieron que cuando sostenemos al profeta, prevaleceremos en nuestro conflicto contra Satanás. Al estudiar la preparación de Israel para entrar en un convenio con Jehová en el monte Sinaí, los alumnos descubrieron que si obedecemos la voz del Señor y guardamos nuestros convenios con Él, entonces llegaremos a ser el especial tesoro del Señor y Su pueblo santo. Los alumnos también aprendieron que para estar preparados para volver a la presencia de Dios, debemos entrar en Su convenio y obedecer Sus mandamientos.

Día 4 (Éxodo 20)

Al estudiar sobre los Diez Mandamientos y la experiencia de los israelitas en el monte Sinaí, los alumnos descubrieron que si amamos a Dios y guardamos Sus mandamientos, entonces Él nos mostrará misericordia. También aprendieron que la reverencia hacia Dios nos ayuda a resistir el pecado.

Introducción

Mientras los hijos de Israel estaban acampados en el monte Sinaí, Dios les dio los Diez Mandamientos Esta lección puede ayudar a los alumnos a comprender los principios relacionados con dos de los Diez Mandamientos: santificar el día de reposo y honrar a tu padre y a tu madre.

Nota: Esta lección brinda la oportunidad de que dos alumnos enseñen la clase. Para asegurarse de que esos alumnos tengan tiempo para prepararse, con una semana de anticipación proporcione a cada uno una copia de la sección que él o ella enseñará. También podría elegir enseñar esas secciones usted mismo.

En esta unidad, los alumnos estudiaron dos pasajes de dominio de las Escrituras. El pasaje de dominio en Éxodo 20:3–17 se repasará al principio de esta lección. Si lo desea, repase Éxodo 19:5–6 al final de la lección, recitándola junto con los alumnos y quizás analicen cómo se relaciona con lo que aprendieron en la lección de hoy.

Cuando los alumnos estudiaron Éxodo 19 el día 3 de esta unidad, comenzaron a trabajar en un diagrama titulado: “Experiencias de Moisés e Israel con Jehová en el monte Sinaí”. Una versión completa del diagrama se encuentra en el apéndice de este manual.

Sugerencias para la enseñanza

Éxodo 20:1–17

Dios da los Diez Mandamientos a los hijos de Israel

Invite a los alumnos a ayudarle a enumerar los Diez Mandamientos en la pizarra. Recuérdeles que esos mandamientos se encuentran en el pasaje de Dominio de las Escrituras de Éxodo 20:3–17.

  • Si alguien les preguntara cuál es el mandamiento más importante, ¿qué dirían? ¿Por qué?

Explique que al Salvador se le hizo una pregunta similar durante Su ministerio terrenal. Invite a un alumno a leer Mateo 22:36-40 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para saber cómo respondió el Señor. Pida a los alumnos que den un informe de lo que encuentren.

Anote los encabezados Amar a Dios y Amar a tu prójimo en la pizarra. Explique que el Salvador resumió todos los mandamientos de Dios en esos dos mandamientos.

Recuerde a los alumnos que mientras los israelitas estaba acampados en el monte Sinai, oyeron la voz de Dios dar los Diez Mandamientos (véase Éxodo 20:1; Deuteronomio 4:12–13; 5:22–26). Pida a los alumnos que clasifiquen cada uno de los Diez Mandamientos bajo uno de los dos encabezados en la pizarra. Escriba el número del mandamiento bajo el encabezado que seleccionen los alumnos. (Una manera de clasificarlos es decir que los mandamientos del 1 al 4 tienen que ver con amar a Dios y los mandamientos del 5 al 10 tienen que ver con amar a nuestro prójimo). 

Escriba el siguiente principio en la pizarra: Al vivir los Diez Mandamientos, podemos demostrar amor por Dios y por nuestro prójimo. Explique que en esta lección los alumnos tendrán la oportunidad de aprender más acerca de un mandamiento que tiene que ver con amar a Dios y uno que tiene que ver con amar a nuestro prójimo.

El resto de esta lección tiene por objeto que dos alumnos la enseñen.

Primer alumno maestro— Éxodo 20:8-11

Pregunta a tus compañeros:

  • ¿Cuál fue un día especial en su vida que siempre querrán recordar? ¿Por qué es importante ese día para ustedes?

Invita a un compañero a leer Éxodo 20:8-11 en voz alta, y pide a la clase que siga la lectura en silencio para descubrir un día especial que el Señor quiere que recordemos.

Después que se hayan leído los versículos, pregunta a tus compañeros:

  • De acuerdo con Éxodo 20:10, ¿a quién pertenece el día de reposo?

  • ¿Cómo llegó a ser el día de reposo un día santo? (Después de la Creación de la tierra y todas las cosas en ella, el Señor bendijo y santificó el día de reposo. Eso significa que Él lo apartó para que fuera diferente de todos los otros días.)

Si lo deseas, invita a tus compañeros a escribir la siguiente verdad en sus Escrituras: El día de reposo es el día del Señor y es santo.

Explica que a causa de que el día de reposo ya es santo, es nuestra responsabilidad es mantenerlo santo. Después haz las siguientes preguntas:

  • Según lo que aprendemos en los versículos 9–10, ¿qué debemos hacer para santificar el día de reposo? (Tus compañeros pueden usar diferentes palabras, pero deben reconocer el siguiente principio: Descansar de nuestras labores en el día de reposo puede ayudarnos a santificarlo.)

  • ¿Cómo el obedecer las instrucciones en el versículo 9 puede ayudarnos a obedecer las instrucciones en el versículo 10?

  • ¿Cuáles son algunas otras maneras en que podemos santificar el día de reposo? (Si tus compañeros necesitan ayuda con algunas ideas, ve D. y C. 59:9-13. También podrías estar preparado con información de Para la Fortaleza de la Juventud folleto, 2011, págs. 30–31. El enumerar cosas que puedes y debes hacer el día de reposo y no sólo cosas que no debes hacer aumentará la comprensión de tus compañeros del valor del día de reposo.)

  • ¿Como has sido bendecido cuando has santificado el día de reposo?

Para concluir, si lo deseas, explica por qué el día de reposo es importante para ti y cómo has sido bendecido al santificar el día de reposo.

Alumno maestro 2— Éxodo 20:12

Recuerda a tus compañeros el mandamiento de honrar a nuestro padre y a nuestra madre (véase Éxodo 20:12). Después pregunta:

  • ¿Por qué creen que la forma en que tratamos a nuestros padres es importante para el Señor?

Invita a un compañero a leer Éxodo 20:12 en voz alta, y pide a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar la bendición que el Señor prometió a quienes obedecen el mandamiento de honrar a su padre y madre.

Explica que la tierra a la que se hace referencia en el versículo 12  era la tierra de Canaán, la que se había prometido a los hijos de Israel si guardaban sus convenios con el Señor. Sin embargo, ellos aprendieron que si quebrantaban sus convenios serían echados de la tierra y esparcidos (véase Deuteronomio 4:23-38). Del versículo 12 podemos aprender el siguiente principio: Cuando honramos a nuestros padres, el Señor nos bendecirá.

Haz las siguientes preguntas:

  • ¿Qué creen que significa honrar a su padre y a su madre? (Si es necesario, puedes señalar que los honramos cuando mostramos amor y respeto hacia ellos. También los honramos cuando vivimos rectamente.)

  • ¿Cómo puede una persona honrar a un padre quien no vive rectamente o quien enseña a sus hijos a hacer cosas que son contrarias a los mandamientos del Padre Celestial? (A medida que tus compañeros respondan, si lo deseas, señala que el mandamiento de honrar a nuestros padres viene después del primer mandamiento de amar y servir al Padre Celestial antes que todo lo demás [véase Éxodo 20:3; Mateo 22:35–39]. Además, podemos mostrar amor y respeto por nuestros padres terrenales aún cuando su conducta o lecciones sean contrarias a los mandamientos del Padre Celestial.)

  • ¿Cómo han sido bendecidos cuando han honrado a sus padres?

Para concluir, tal vez desees utilizar una fotografía de tus padres o tutores. Podrías compartir una experiencia de cuando los honraste y fuiste bendecido al hacerlo. Invita a tus compañeros a considerar lo que podrían hacer para honrar más cabalmente a sus padres.

Próxima unidad (Éxodo 21-36)

Para ayudar a los alumnos a prepararse para su estudio de la próxima unidad, haga las siguientes preguntas: ¿Se inclinarían ante un becerro de oro? ¿Por qué harían los hijos de Israel un ídolo? Invite a los alumnos a considerar las ocasiones en su vida cuando han desobedecido los mandamientos de Dios. Explique que al continuar su estudio de Éxodo la semana siguiente, aprenderán verdades importantes de los tratos de Jehová con los hijos de Israel después de que desobedecieron Sus mandamientos al hacer un becerro de oro y adorarlo.