Seminario
Unidad 2: Día 1, Moisés 1


Unidad 2: Día 1

Moisés 1

Introducción

El Señor habló con Moisés cara a cara y le mostró una visión de la tierra y sus habitantes. Después de la visión, apareció Satanás y tentó a Moisés. Clamando al Señor, Moisés le mandó a Satanás que se retirara en el nombre de Jesucristo; después el Señor se apareció de nuevo a Moisés y le reveló el propósito de Sus creaciones.

Moisés 1:1–11

Dios habla a Moisés cara a cara, y éste ve la gloria de Dios

Si alguien te pidiera que te describieras a ti mismo, ¿cómo lo harías?

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe lo siguiente: Soy… y luego escribe algunas oraciones que describan quién eres.

Medita las preguntas siguientes: ¿De qué manera lo que pensamos sobre nosotros mismos influye en nuestra conducta? ¿De qué modo la forma en que nos vemos a nosotros mismos tal vez no sea exacta?

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Moses with tablets

¿Qué sabes en cuanto a Moisés y su vida? Tal vez ya sepas que Moisés era israelita (integrante del pueblo del convenio de Dios) o hebreo, pero que fue adoptado por la familia real egipcia (véase Éxodo 2:5–10; Hechos 7:20–21). Con el tiempo, tuvo que huir de Faraón y dejar a las personas que lo habían criado (véase Éxodo 2:11–15; Hechos 7:23–29).

Teniendo en cuenta estos antecedentes, ¿cómo consideras que Moisés podría haberse descrito a sí mismo en ese momento de la vida?

Moisés 1 describe una experiencia que Moisés tuvo con Dios. Esa experiencia le enseñó a Moisés más sobre la naturaleza divina de Dios y que era Su hijo.

Antes de estudiar la experiencia que tuvo Moisés, quizás te resulte útil saber que el libro de Moisés se recibió como parte de la Traducción de José Smith del Antiguo Testamento. La Traducción de José Smith contiene revisiones inspiradas y verdades restauradas que se hicieron a la versión del rey Santiago de la Biblia [en inglés]. Por ejemplo, en Moisés 1, el Señor reveló experiencias de la vida de Moisés que, debido a la iniquidad del mundo, no se encuentran en el libro de Génesis (véase Moisés 1:23). Tal vez también te sea útil saber que, en Moisés 1, Jesucristo habla en nombre del Padre Celestial. A la autoridad para hablar en nombre del Padre Celestial se la denomina investidura divina de autoridad (véase de la Primera Presidencia y el Quórum de los Doce Apóstoles, “The Father and the Son”, Ensign, abril de 2002, págs. 17–18).

Lee Moisés 1:1–6 y averigua lo que Moisés aprendió sobre Dios y sobre sí mismo.

¿Qué aprendió Moisés sobre Dios?

¿Qué aprendió Moisés sobre sí mismo?

Piensa en cómo pudo haber influido en Moisés saber que era un hijo de Dios.

¿Qué doctrina puedes aprender de esos versículos en cuanto a ti mismo? Soy .

  1. Contesta las siguientes dos preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Qué significa para ti saber que eres hijo del Padre Celestial?

    2. ¿Qué experiencias te han ayudado a saber que eres hijo del Padre Celestial?

Medita en cómo el saber que todos somos hijos de nuestro Padre Celestial puede influir en la forma en que ves a los demás. El recordar que eres hijo del Padre Celestial, ¿cómo puede ayudarte a tomar mejores decisiones cada día?

Mira el video “Nuestra verdadera identidad”, en el que el presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia, analiza la importancia de saber que somos hijos del Padre Celestial. Al ver el video, piensa en cómo influye en tu vida el saber que eres hijo de Dios.

El presidente Dieter F. Uchtdorf enseñó esa doctrina cuando declaró:

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President Dieter F. Uchtdorf

“Ustedes son divinos: más hermosos y gloriosos de lo que puedan imaginarse. Este conocimiento lo cambia todo. Cambia su presente, puede cambiar su futuro y puede cambiar el mundo …

“Gracias a la palabra revelada de un Dios misericordioso… han podido sentir la gloria eterna de ese espíritu divino que forma parte de ustedes. Ustedes no son seres comunes, mis queridos jóvenes amigos de todo el mundo; ustedes son gloriosos y eternos …

“Es mi ruego y bendición que, cuando vean su reflejo, vean más allá de las imperfecciones y dudas, y que puedan reconocer quiénes realmente son: hijos e hijas gloriosos de Dios Todopoderoso” (“El reflejo en el agua” [Charla fogonera del Sistema Educativo de la Iglesia para jóvenes adultos, 1º de noviembre de 2009]; LDS.org).

  1. Acude a la descripción que hiciste de ti mismo al principio de la lección. En el diario de estudio de las Escrituras, escribe una o dos oraciones adicionales que expresen lo que significa para ti saber que eres hijo de Dios y que expliquen el modo en que te puede ser útil recordar esa verdad.

Lee Moisés 1:7–8 para conocer lo que el Señor mostró a Moisés. Piensa en lo que sería si tú hubieras tenido esa visión.

Moisés tenía que ser transfigurado a fin de estar en la presencia física de Dios. La transfiguración es un cambio temporario que se debe llevar a cabo en la apariencia y naturaleza a fin de que un ser mortal pueda soportar la presencia y la gloria de los seres celestiales (véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Transfiguración”; scriptures.lds.org). Lee Moisés 1:9–11 para averiguar lo que Moisés aprendió sobre sí mismo después que la presencia de Dios se apartó de él. Aunque Moisés aprendió que, en comparación con Dios, el hombre no es nada, medita en lo que tú has visto que demuestra que somos de gran importancia para el Padre Celestial.

Moisés 1:12–23

Satanás tienta a Moisés para que lo adore

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Satan and Moses

Lee Moisés 1:12. Al leer, determina lo que sucedió después de la experiencia espiritual de Moisés.

Ten en cuenta que Satanás llamó “hijo del hombre” a Moisés. ¿Por qué crees que Satanás quería que Moisés se considerara a sí mismo como un hijo de hombre en lugar de un hijo de Dios? Piensa en las maneras en que Satanás y algunas personas intentan tentarnos a que nos consideremos a nosotros mismos como cualquier cosa menos como hijos o hijas de Dios.

Lee Moisés 1:13–15 para conocer la reacción de Moisés ante el intento de Satanás de engañarlo. Observa que Moisés empleó la experiencia espiritual que había tenido anteriormente con Dios para detectar el engaño de Satanás. En ese ejemplo aprendemos el siguiente principio: Podemos resistir los engaños de Satanás al recordar las experiencias espirituales que hayamos tenido y confiar en ellas. Si lo deseas, apunta ese principio en tus Escrituras.

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Elder Jeffrey R. Holland

El élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó la forma de demostrar nuestra fe ante las situaciones difíciles : “En momentos de temor o duda, o en tiempos de dificultad, mantengan la fe que ya han cultivado, a pesar de que esa fe sea limitada … Cuando lleguen esos momentos y surjan los problemas, y la resolución de esos problemas no sea inmediata, aférrense al conocimiento que ya tienen y manténganse firmes hasta que reciban más conocimiento … La cantidad de fe que tengan o el grado de conocimiento que posean no es lo que importa; es la integridad que demuestren hacia la fe que ya tienen y hacia la verdad que ya conocen” (“Creo”, Liahona, mayo de 2013, pág. 94).

Medita en lo que significa demostrar integridad hacia la verdad que ya conoces.

El presidente Dieter F. Uchtdorf explicó:

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President Dieter F. Uchtdorf

“Es natural tener preguntas, la semilla de la duda honesta por lo general germina y madura hasta convertirse en un gran roble de entendimiento. Hay pocos miembros de la Iglesia que, en algún momento u otro, no hayan luchado con preguntas serias o delicadas. Uno de los propósitos del Evangelio es nutrir y cultivar la semilla de la fe, incluso algunas veces en el arenoso suelo de la duda y la incertidumbre. La fe es la esperanza de cosas que no se ven pero que son verdaderas [véase Hebreos 11:1; véase también Alma 32:21).

“Por lo tanto, mis queridos hermanos y hermanas, mis queridos amigos, les pido, primero duden de sus dudas antes que dudar de su fe. Nunca debemos permitir que la duda nos mantenga prisioneros y nos prive del amor, la paz y los dones divinos que vienen mediante la fe en el Señor Jesucristo” (“Vengan, únanse a nosotros”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 23).

Repasa Moisés 1:15 para determinar cómo pudo Moisés discernir o diferenciar entre Dios y Satanás.

  1. Escribe un principio en el diario de estudio de las Escrituras sobre lo que nos enseña la experiencia de Moisés en cuanto a cómo podemos discernir entre el bien y el mal. Además, da respuesta a la siguiente pregunta: ¿En qué ocasiones te ha ayudado el Espíritu del Señor a discernir entre el bien y el mal?

Lee Moisés 1:16–18 para conocer los mandamientos que el Señor dio a Moisés.

Invocar a Dios significa orarle. Lee Moisés 1:19–22 para saber cómo fue bendecido Moisés por obedecer el mandamiento de invocar a Dios (al leer, si lo deseas, marca en las Escrituras cada vez que Moisés invoca a Dios).

Observa que en el versículo 20 dice que Moisés recibió fuerza al clamar a Dios. ¿Qué es lo que esta fuerza le permitió a Moisés hacer?

Basándote en lo que has aprendido en los versículos 20–21, completa el siguiente principio: Si somos fieles e invocamos a Dios, recibiremos .

Moisés había mandado tres veces a Satanás que se retirara antes de mandárselo en el versículo 21 (véase Moisés 1:16, 18, 20). ¿Qué cambia en la forma en que Moisés manda a Satanás que se retire en el versículo 21?

  1. Piensa en las doctrinas y los principios que has hallado en Moisés 1 hasta ahora. Piensa en los acontecimientos, las actividades y charlas en las que participarás y en las decisiones que tomarás durante el resto de la semana. Después contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. Durante la semana, ¿en qué momentos es posible que tengas que recordar y actuar de acuerdo con alguno de los principios o doctrinas que has aprendido en Moisés 1?

    2. ¿De qué manera puede beneficiarte recordar y actuar de conformidad con ese principio o doctrina?

Moisés 1:24-42

El Señor se aparece a Moisés de nuevo y le enseña el propósito de las creaciones de Dios.

Después de echar fuera a Satanás, Moisés oró y conversó otra vez con el Señor. En la segunda visión del Señor, Moisés se enteró a quién había designado el Padre Celestial para que creara los mundos, así como el propósito de Sus creaciones. Lee Moisés 1:39 y busca cuál era el propósito de Dios al crear la tierra y sus habitantes (Moisés 1:39 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Si lo deseas, márcalo de una forma especial para que puedas localizarlo en el futuro).

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couple with infant

En ese versículo aprendemos que el propósito del Padre Celestial es llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre. La inmortalidad es la condición de vivir para siempre como un ser resucitado, mientras que la vida eterna es llegar a ser semejante a Dios y vivir para siempre y en familia en Su presencia. Si lo deseas, apunta esas definiciones en tus Escrituras, junto al versículo 39.

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scripture mastery icon
Dominio de las Escrituras: Moisés 1:39

En el Antiguo Testamento hay 25 pasajes de dominio de las Escrituras. La lista de los pasajes de dominio de las Escrituras se encuentra en la sección de materiales de presentación del manual y en el señalador de seminario. Se te insta a memorizar cada uno de ellos durante el curso de estudios. Memorizar un pasaje de dominio de las Escrituras significa saber su ubicación, comprender su contexto y su significado, ponerlo en práctica en tu vida y aprenderlo de memoria. Cada uno de los 25 pasajes de dominio de las Escrituras te ayudará a saber explicar las doctrinas básicas del Evangelio a los demás.

  1. Repite Moisés 1:39 en voz alta o en tu mente hasta que lo hayas memorizado. Después repítelo de memoria a algún familiar o amigo. Pide a esa persona que firme en tu diario de estudio de las Escrituras para indicar que has memorizado Moisés 1:39.

  2. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Moisés 1 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: