Seminario
Unidad 8: Día 2, Génesis 42–46


Unidad 8: Día 2

Génesis 42–46

Introducción

A causa de la hambruna que se había extendido por la tierra, Jacob envió a diez de sus hijos a Egipto para comprar grano. Ahí se encontraron con su hermano José, quien era gobernador del lugar y estaba a cargo de vender el grano, pero no lo reconocieron. José los acusó de ser espías, encarceló a Simeón, y envió a los otros de regreso a Canaán, diciéndoles que regresaran con su hermano Benjamín. Cuando la familia necesitó más grano, Jacob accedió renuentemente a enviar a Benjamín con sus hermanos para viajar de nuevo a Egipto. Después de ver el remordimiento de sus hermanos por los pecados del pasado, así como su preocupación por Benjamín y su padre, lo que indicaba que habían cambiado su naturaleza, José les reveló su verdadera identidad. Jacob y su familia fueron a vivir en Egipto, donde se reunió gozosamente con José.

Génesis 42:1–20

Los hermanos de José viajan a Egipto para comprar grano

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Joseph with brothers

¿Con qué frecuencia se cumplen las profecías o las palabras de Dios? A medida que estudies Génesis 42–44, observa cómo se cumplió la palabra de Dios en la vida de José.

En Génesis 41 aprendiste que Faraón había designado a José para reunir y almacenar grano durante siete años en preparación para la hambruna. Después de que comenzó la hambruna, José vendió grano a los habitantes de Egipto y de otras naciones.

Génesis 42:1–5 relata cómo Jacob envió a todos sus hijos a Egipto, salvo a Benjamín, para comprar alimento y pudiesen sobrevivir a la hambruna. Lee Génesis 42:6–9, para averiguar lo que sucedió cuando los hermanos de José llegaron a Egipto.

Habían pasado más de veinte años desde la última vez que José había visto a sus hermanos, cuando lo vendieron como esclavo. Posiblemente quieras marcar en el versículo 9 lo que José recordó cuando vio a sus hermanos.

  1. Realiza las siguientes asignaciones en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. Lee Génesis 37:6–7, 9–10. Después, haz un dibujo de los dos sueños que tuvo José. (Manojos son atados de trigo o granos, e inclinarse es una expresión de profundo respeto o cortesía ante un superior, que con frecuencia se hace al hacer una reverencia).

    2. Lee Génesis 42:6 y contesta la siguiente pregunta: ¿Cómo se cumplieron los sueños de José?

Una de las verdades que aprendemos del cumplimiento de los sueños de José es que las palabras o las profecías de Dios que se dan por medio de Sus siervos se cumplen de acuerdo con Su voluntad. Si lo deseas, escribe esa verdad en el margen de tu ejemplar de las Escrituras, junto a Génesis 42:6.

Génesis 42:10–20 relata cómo José probó a sus hermanos, permitiéndoles mostrar si habían cambiado, al acusarlos de ser espías y encarcelarlos. Después de tres días, José les dijo a sus hermanos que a fin de probar que eran hombres honrados, uno de ellos permanecería en prisión en Egipto mientras que el resto habría de regresar a casa y traer a su hermano Benjamín de regreso a Egipto.

Génesis 42:21–38

José manda que sus hermanos regresen a casa para traer a Benjamín

Lee Génesis 42:21–24, para saber lo que los hermanos de José empezaron a pensar al darse cuenta de que uno de ellos debería permanecer como prisionero en Egipto mientras los otros iban a traer a Benjamín.

Presta atención al hecho de que los hermanos de José mencionaron a otro hermano en esos versículos. ¿Quién es el hermano al que se referían en esos versículos?

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Qué evidencia ves en Génesis 42:21–22 que los hermanos de José estaban sufriendo por los pecados que habían cometido en contra de él?

    2. ¿Por qué crees que los hermanos de José seguían sintiéndose culpables por lo que le habían hecho a José aun cuando habían pasado más de veinte años desde que habían vendido a José como esclavo y después le habían mentido a su padre al respecto?

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Elder David A. Bednar

Considera cómo es que los sentimientos de remordimiento pueden ser una bendición. Lee la siguiente declaración del élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, y subraya lo que enseñó acerca de los propósitos de sentir remordimiento cuando pecamos: “Todos hemos experimentado el dolor en relación a una lesión o herida física. Al sentir dolor, solemos buscar alivio y agradecemos los medicamentos y tratamientos que ayudan a calmar nuestro sufrimiento. Consideren el pecado como una herida espiritual que provoca culpa … La culpa es para nuestro espíritu lo que el dolor es para nuestro cuerpo: una advertencia de peligro y una protección contra daño adicional” (“Creemos en ser castos”, Liahona, mayo de 2013, pág. 44).

Reflexiona en cómo el remordimiento puede protegernos de daño espiritual adicional. ¿Por qué es bueno que el remordimiento nos haga lamentar nuestros pecados?

Lee la siguiente declaración del élder Bednar, para saber lo que ocurre cuando las personas se arrepienten y hacen los cambios pertinentes en su vida: “A menudo se habla del Salvador como el Gran Médico; ese título tiene importancia simbólica y literal … De la expiación del Salvador proviene el reconfortante bálsamo [algo que cura y sana] que puede curar nuestras heridas espirituales y quitar la culpa. Sin embargo, ese bálsamo sólo puede aplicarse mediante los principios de la fe en el Señor Jesucristo, el arrepentimiento y la obediencia constante. Los resultados del arrepentimiento sincero son paz de conciencia, consuelo, y sanación y renovación espirituales” (“Creemos en ser castos”, pág. 44).

Reflexiona acerca de lo que puedes hacer para seguir el consejo del élder Bednar de buscar paz y sanación espiritual al ejercer fe en el Señor Jesucristo y arrepentirte de tus pecados.

Génesis 42:25–35 habla de cómo José encarceló a Simeón y mandó a los otros hermanos de regreso a casa con grano. Pero antes de que partieran, José ordenó a sus sirvientes esconder el dinero que sus hermanos usaron para comprar el grano en los sacos de grano de sus hermanos. Más tarde, cuando los hermanos descubrieron el dinero en sus sacos, se atemorizaron.

Lee Génesis 42:36–38, para saber qué fue lo que Jacob respondió inicialmente ante la petición de sus hijos de llevar a Benjamín a Egipto con ellos. (La palabra privado en el versículo 36 significa perder o estar despojado de algo o alguien).

Génesis 43

Los hijos de Jacob vuelven a hacer su petición de regresar a Egipto con Benjamín

Al principio, Jacob rechazó la idea de enviar a Benjamín de regreso a Egipto con sus otros hijos. Sin embargo, en Génesis 43 aprendemos que la hambruna continuaba y que a la familia de Jacob se le volvió a acabar el alimento. Después de que Rubén y Judá habían prometido solemnemente que protegerían y regresarían a su hermano a toda costa (véase Génesis 42:37; Génesis 43:8–9), se convenció a Jacob que permitiera que Benjamín fuera con sus nueve hermanos a Egipto por más alimento. Al llegar a Egipto, los hermanos fueron llevados a la casa de José. Allí, José luchó para ocultar sus sentimientos al ver a su hermano Benjamín, a quien no había visto durante más de veinte años. (Recuerda que Benjamín es el hermano menor de José y su único hermano de su madre Raquel, quién murió al dar a luz a Benjamín).

Génesis 44

José dispone detener el regreso de sus hermanos a Canaán al acusar a Benjamín de robo

Al estarse preparando sus hermanos para regresar a Canaán, José ideó un plan que evitaría que se fueran de Egipto. Lee Génesis 44:1–2, para ver qué fue lo que planeó José.

Génesis 44:3–10 relata cómo José envió a su mayordomo a aprehender a sus hermanos y a acusarlos de haber robado la copa de plata de José. Los hermanos de José respondieron a esta acusación diciendo que si alguno de ellos había robado la copa, esa persona moriría y el resto de ellos serían siervos de José.

Lee Génesis 44:11–17, para averiguar qué fue lo que ocurrió cuando los hermanos abrieron sus sacos.

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men looking at cup in sack

¿A qué crees que se refería Judá cuando dijo, “Dios ha hallado la maldad de tus siervos” (Génesis 44:16)?

En Génesis 44:18–29 Judá le dijo a José lo que había ocurrido desde que fueron a Egipto por primera vez a comprar grano. Le dijo a José lo preocupado que estaba su padre, Jacob, al dejar viajar a su hijo menor Benjamín a Egipto, ya que tenía miedo de perderlo como había perdido a su otro hijo: José.

Lee Génesis 44:30–34, para ver lo que dijo Judá que le pasaría a Jacob si Benjamín no regresaba. En el versículo 33, marca qué fue lo que Judá estaba dispuesto a hacer para que Benjamín pudiera ser libre. (Un fiador es similar a una garantía).

Aunque por el relato tal vez no sepamos cuán completamente arrepentidos de este hecho estaban Judá y sus hermanos, del ejemplo de Judá podemos aprender una valiosa verdad con respecto al arrepentimiento de nuestros pecados: El arrepentimiento sincero incluye reconocer nuestros errores, alejarnos de las acciones pecaminosas, y hacer que nuestros corazones cambien por medio de la Expiación de Jesucristo.

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Elder D. Todd Christofferson

Para ayudarte a comprender mejor estas verdades, lee la siguiente declaración del élder D. Todd Christofferson, del Quórum de los Doce Apóstoles: “El arrepentirse significa esforzarse para cambiar … Con seguridad el Señor se complace con aquel que desea presentarse ante el juicio dignamente, quien con resolución trabaja día a día para reemplazar la debilidad con la fortaleza. El verdadero arrepentimiento, el verdadero cambio quizás requiera repetidos esfuerzos, pero hay algo refinador y santo en ello. El perdón y la sanación divinos fluyen naturalmente a esa alma” (“El divino don del arrepentimiento”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 39).

  1. Piensa en alguien que conozcas que esté dispuesto a hacer cambios significativos en su comportamiento y actitud con el fin de arrepentirse. En tu diario de estudio de las Escrituras, describe cómo era la persona antes del cambio y cómo era después de éste. (No escribas el nombre de la persona o des detalles que puedan indicar quién es).

Piensa en cualquier actitud o comportamiento que el Padre Celestial quisiera que cambiaras. Escribe en tu diario personal cómo lo harás.

Génesis 45

José se da a conocer a sus hermanos

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Jospeh with brothers

La vida de José estuvo llena de pruebas y dificultades. Muchas de esas pruebas, tales como haber sido vendido a Egipto como esclavo, fueron crueles e injustas.

Génesis 45:1–3 relata cómo José reveló su identidad a sus hermanos. Lee Génesis 45:4–8, para determinar qué fue lo que José dijo a sus hermanos acerca de quién lo había mandado realmente a Egipto. (La frase “no me enviasteis vosotros acá, sino Dios” en el versículo 8 significa que a pesar del pecado de los hermanos de José al venderlo como esclavo, Dios estuvo con José y lo guió al ser llevado a Egipto).

De esos versículos aprendemos que si somos fieles, Dios puede dirigir nuestra vida y ayudarnos a hacer que las pruebas se conviertan en bendiciones para nosotros y para los demás.

Génesis 46

Jacob y su familia van a Egipto, donde Jacob se reúne con su hijo José

En Génesis 46 leemos que Jacob tomó a toda su familia y sus posesiones y viajó a Egipto. En el camino, el Señor le habló a Jacob en una visión y le dijo que no tuviera temor de establecer su familia en Egipto, porque Él estaría con Jacob y lo haría una gran nación.

Cuando Jacob llegó a Egipto, se llevó a cabo una tierna reunión entre él y su hijo José.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Génesis 42–46 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: