Seminario
Unidad 3: Día 2, Moisés 5:12–59 (Génesis 4)


Unidad 3: Día 2

Moisés 5:12–59 (Génesis 4)

Introducción

Ésta es la segunda de dos lecciones acerca de Moisés 5. En Moisés 5:12–59 aprendemos que Adán y Eva enseñaron a sus hijos el plan del Padre Celestial. Uno de sus hijos, Caín, escogió escuchar a Satanás y asesinó a su hermano Abel. La iniquidad se extendió entre los descendientes de Adán y Eva (El texto de la Biblia que se corresponde con parte de la información que se halla en este segmento de las Escrituras se encuentra en Génesis 4. Aunque Génesis 4 no se trata específicamente en esta lección, deberías leerlo como parte de tu estudio diario de las Escrituras. Una comparación de Génesis 4 y Moisés 5 te ayudará a comprender y apreciar la restauración de importantes verdades por medio de la traducción de José Smith de la Biblia).

Moisés 5:12–15

Adán y Eva enseñan a sus hijos el plan del Padre Celestial

Haz una lista con los nombres de algunas personas que procuran constantemente ser una buena influencia para ti:

¿Ha tratado alguien a quien conoces de persuadirte a hacer algo que está mal? Algunas de las influencias con las que nos encontramos nos motivan a hacer el bien mientras que otras nos incitan a la tentación y al pecado. A medida que continúes tu estudio de Moisés 5, piensa en las diferentes voces que intentan influir en ti cada día.

Recuerda que en Moisés 5:5–11 se explica que Adán y Eva aprendieron acerca del Plan de Salvación y la expiación de Jesucristo. Lee Moisés 5:12 para ver qué hicieron Adán y Eva después de aprender más acerca del plan de salvación del Padre Celestial y la expiación de Jesucristo.

Lee Moisés 5:13–14 y fíjate quién, además de sus padres, procuró influir en los hijos de Adán y Eva. Si lo deseas, marca lo que le sucedió a los que escogieron escuchar a Satanás en vez de creer en las palabras de sus padres.

Las palabras carnales y sensuales que se encuentran en el versículo 13 hacen referencia a preocuparse por lo mundano y por satisfacer los deseos físicos, las pasiones y los placeres. Ser diabólicos significa ser influidos por el diablo.

Pon atención a lo que el Señor invitó a todos los hijos de Adán y Eva que hicieran en el versículo 14.

Completa el siguiente principio que aprendemos del versículo 14: El Señor nos invita a arrepentirnos por medio del .

¿Cómo sabes si el Espíritu Santo te está inspirando a arrepentirte?

La siguiente declaración del élder Neil L. Andersen, del Quórum de los Doce Apóstoles, nos ayuda a entender mejor el principio que encontraste. Marca lo que dijo en cuanto a cómo sabremos si el Espíritu Santo nos está inspirando a arrepentirnos.

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Élder Neil L. Andersen

“…Hay muchos grados de dignidad y de rectitud personales. Sin embargo, el arrepentimiento es una bendición para todos; cada uno de nosotros necesita sentir los brazos de misericordia del Salvador mediante el perdón de nuestros pecados…

“Algunos… tal vez necesiten ‘un gran cambio en su corazón’ [Alma 5:12] para afrontar un pecado serio; tal vez sea necesaria la ayuda de un líder del sacerdocio. Para la mayoría, el arrepentimiento es sereno y privado, buscando a diario la ayuda del Señor para realizar los cambios necesarios…

“¿Cómo decidimos de qué debemos arrepentirnos?… Percibimos los cambios que debemos realizar. El Señor habla a nuestra mente y a nuestro corazón” (“Arrepent[íos]… para que yo os sane”, Liahona, noviembre de 2009, págs. 40–41).

Reflexiona si has tenido pensamientos o sentimientos con respecto a cambios que el Señor desearía que hicieras en tu vida.

Lee Moisés 5:15 para averiguar lo que le sucederá a quienes escojan creer en el Señor y arrepentirse de sus pecados, y lo que pasará con quienes escojan no creer ni arrepentirse.

Completa el siguiente principio basado en lo que aprendiste en Moisés 5:15: Si creemos en Jesucristo y nos arrepentimos de nuestros pecados, seremos .

Si lo deseas, marca en tus Escrituras las palabras que enseñan los principios que encontraste en Moisés 5:14–15.

Recuerda que el arrepentimiento es una gran bendición que nos permite sentir el perdón y el amor del Señor y que nos ayuda a prepararnos para regresar a la presencia de nuestro Padre Celestial.

Moisés 5:16–33

Caín conspira con Satanás y asesina a Abel

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Cain and Abel

En el resto de Moisés 5 se muestran ejemplos de personas que escucharon al Señor y de otras que no escucharon y prefirieron seguir a Satanás, y que se rehusaron a arrepentirse de sus pecados.

Estudia Moisés 5:16–17 y busca los nombres de dos de los hijos de Adán y de Eva y de qué manera esos hijos eran distintos entre sí. Escribe esas diferencias en el siguiente cuadro.

Caín

Abel

La palabra escuchar en este contexto significa dar oído y obedecer. Lee Moisés 5:18–21 para ver a quién escuchó Caín en lugar de a Dios.

En el versículo 21, la frase “no miró con agrado” significa que el Señor no aceptó la ofrenda de Caín. Dios había mandado a Adán y a Eva y a sus hijos que ofrecieran sacrificios de animales con el fin de prepararlos para que comprendieran el sacrificio y la expiación de Jesucristo. El profeta José Smith explicó por qué la ofrenda de Caín no fue aceptada:

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Prophet Joseph Smith

“La salvación no podría venir al mundo sin la mediación de Jesucristo.

“Dios… preparó un sacrificio en el don de Su propio Hijo que sería enviado en el debido tiempo para preparar el camino o abrir la puerta por la cual el hombre podría entrar en la presencia del Señor, de la cual había sido echado por su desobediencia…

“Por la fe en esta Expiación o plan de redención, Abel ofreció a Dios un sacrificio aceptable de las primicias del rebaño. Caín ofreció del fruto de la tierra, y no fue aceptado, porque no pudo hacerlo con fe; no… podía ejercer una fe que se opusiera al plan celestial… en vista de que se instituyó el sacrificio como símbolo mediante el cual el hombre habría de discernir el gran Sacrificio que Dios había preparado, no se podría ejercer la fe al ofrecer un sacrificio contrario, porque la redención no se pagó de esa manera, ni se instituyó el poder de la Expiación según ese orden. Por consiguiente, Caín no pudo haber tenido fe, y, lo que no se hace por la fe, es pecado” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 50).

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Por qué no aceptó el Señor el sacrificio de Caín?

    2. Fíjate en Moisés 5:21 que Satanás se alegró cuando la ofrenda de Caín fue rechazada y Caín se ensañó (se enojó). ¿Por qué piensas que Satanás se alegró?

    3. ¿Qué nos enseña esto sobre Satanás?

En Moisés 5:22–25 aprendemos que el Señor le advirtió a Caín sobre las consecuencias de sus elecciones. Observa la advertencia del Señor en el versículo 23. Podrías marcar la palabra si cada vez que aparece en ese versículo.

Según lo que aprendes del versículo 23, completa el siguiente principio: Si escuchamos las advertencias de Dios, entonces .

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿De qué manera piensas que las advertencias del Señor demuestran Su amor por nosotros?

    2. ¿Qué advertencias nos ha dado el Señor en nuestra época?

Lee Moisés 5:26 para ver de qué manera respondió Caín a la advertencia del Señor.

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, explica por qué piensas que Caín cometió un error al responder a la advertencia del Señor de la manera que lo hizo.

Después de rechazar la advertencia del Señor, Caín continuó escuchando a Satanás. Lee Moisés 5:29–31 y presta atención a lo que Satanás le ofreció a Caín y la forma en la que Caín respondió a ese ofrecimiento (Satanás ha sido mentiroso desde el principio y ciertamente no tenía intenciones de cumplir las promesas que le hizo a Caín).

Si lo deseas, marca las siguientes frases en tus Escrituras: “…para que tu padre no lo sepa” (Moisés 5:29), “…todas estas cosas se hicieron en secreto” (Moisés 5:30). Satanás es el autor de los juramentos y combinaciones secretas.

Satanás nos insta a mantener el pecado en secreto y oculto de los demás, pero el modo del Señor para hacer frente al pecado es lo contrario. El Señor dijo que quienes se arrepienten de sus pecados “los [confesarán] y los [abandonarán]” (D. y C. 58:43).

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young man with bishop
  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cómo respondió Caín al ofrecimiento de Satanás?

    2. ¿Por qué crees que la promesa de Satanás de mantener en secreto los pecados de Caín le resultó atrayente a éste?

    3. ¿En qué difiere la forma en que el Señor desea que hagamos frente al pecado de la manera de Satanás ? (Véase D. y C. 58:42–43).

Moisés 5:32–34 explica que Caín asesinó a su hermano Abel y que “se glorió de lo que había hecho” (Moisés 5:33). Cuando el Señor preguntó acerca de Abel, Caín respondió de manera irrespetuosa: “¿Soy yo guarda de mi hermano?” (Moisés 5:34).

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Élder Dallin H. Oaks

El élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente con respecto a la pregunta de Caín: “¿Somos guardas de nuestros hermanos? O, en otras palabras, ¿somos responsables de cuidar del bienestar de nuestros semejantes al procurar ganarnos el pan nuestro de cada día? La regla de oro de nuestro Salvador dice que sí lo somos. Satanás dice que no lo somos” (“El guarda de nuestro hermano”, Liahona, enero de 1987, pág. 19).

El Señor hizo responsable a Caín de sus acciones (véase Moisés 5:35–37). Lee Moisés 5:38–39 para averiguar la respuesta de Caín al Señor.

Si lo deseas, marca en tu ejemplar de las Escrituras la siguiente frase de la respuesta de Caín que se encuentra en el versículo 39: “estas cosas no se ocultan del Señor”.

En el espacio a continuación, escribe un principio que podemos aprender de Moisés 5:39 acerca de las consecuencias de dar oído a las tentaciones de Satanás:

  1. En el diario de estudio de las Escrituras, contesta las siguientes preguntas basándote en el principio que has descubierto:

    1. ¿Por qué es importante que comprendamos ese principio en la actualidad?

    2. ¿En qué ocasión has sido testigo de la veracidad de ese principio?

    3. ¿De qué manera influye en tus acciones el creer en ese principio?

Lee Moisés 5:36–41 y observa la diferencia entre la marca y la maldición que fue puesta sobre Caín.

La marca que se puso sobre Caín no era lo mismo que la maldición que recibió. Caín fue maldecido como consecuencia de su iniquidad. La maldición incluía ser “desterrado de la presencia del Señor” (Moisés 5:41; véase también Moisés 5:36–39). La marca era para distinguirlo como aquél que había sido maldecido por el Señor. La marca le fue puesta misericordiosamente a Caín, para que nadie que lo encontrara lo matara (véase Moisés 5:39–40).

Moisés 5:42–59

La iniquidad se extiende entre algunos de los descendientes de Adán y Eva

En Moisés 5:42–54 aprendemos que algunos de los descendientes de Caín también escogieron la iniquidad y no quisieron escuchar al Señor y, del mismo modo, sufrieron las consecuencias de sus pecados.

Lee Moisés 5:55–59 para ver lo que el Padre Celestial ha hecho, y continúa haciendo, para invitar a Sus hijos a arrepentirse y prepararse para regresar a Su presencia.

Recuerda que cada día encontramos voces o influencias que nos alientan a hacer el bien y otras que nos inducen a la tentación y el pecado. Los principios que has encontrado durante esta lección pueden ayudarte a elegir dar oído a las voces e influencias correctas que te bendecirán. Recuerda actuar de conformidad con las impresiones del Espíritu Santo que hayas recibido.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Moisés 5:13–59 (también Génesis 4) y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: