Seminario
Unidad 12: Día 1, Éxodo 35–40


Unidad 12: Día 1

Éxodo 35–40

Introducción

Los israelitas proporcionaron voluntariamente los materiales necesarios para edificar el tabernáculo, y obreros diestros construyeron cada uno de sus componentes. Cuando todas las piezas estuvieron listas, el Señor mandó a Moisés que erigiera y dedicara el tabernáculo. Los israelitas montaron el tabernáculo y Moisés siguió las instrucciones del Señor de ungir y ordenar a Aarón y a sus hijos para administrar las ordenanzas. Después que Moisés y los hijos de Israel obedecieron esos mandamientos, la gloria del Señor llenó el tabernáculo.

Éxodo 35–39

Los israelitas obedecen el mandato del Señor de construir el tabernáculo

¿Has prestado alguna vez servicio a otra persona sin querer hacerlo? ¿Qué sentiste cuando serviste de mala gana en comparación a cuando lo hiciste voluntariamente? ¿Cómo influyó tu actitud en tu experiencia?

De Éxodo 35 aprendemos que los hijos de Israel hicieron ofrendas al Señor.

En Éxodo 35:1–3 leemos que Moisés reunió a los hijos de Israel y les mandó que observaran el día de reposo.

El Señor había pedido que los israelitas contribuyeran con algunas de sus posesiones para la construcción del tabernáculo (véase Éxodo 25:2). Lee Éxodo 35:4–5 para saber lo que el Señor mandó a los israelitas concerniente a sus ofrendas para construir el tabernáculo. Después lee Éxodo 35:20–22, 29 para descubrir cómo respondió el pueblo al mandato del Señor. Si lo deseas, marca lo que encuentres.

Según lo que leas, completa la siguiente verdad: El Señor desea que le llevemos nuestras ofrendas con un corazón .

¿Cuáles son algunas de las ofrendas que se nos pide que entreguemos al Señor?

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cómo explicarías a otra persona lo que significa ser “generoso de corazón” (Éxodo 35:5)?

    2. ¿Por qué crees que el Señor desea que demos nuestras ofrendas voluntariamente?

Marca en cada punto del siguiente cuadro la casilla que encaje con el grado de generosidad con el que entregas esa ofrenda al Señor. (No hace falta que compartas tus respuestas con otras personas.)

Sopeso mi buena disposición

De buena gana

Un poco de buena gana

No de muy buena gana

  1. Asisto a mis clases de la Iglesia y participo en ellas.

  1. Presto servicio a los demás.

  1. Pago mis diezmos y ofrendas de ayuno.

  1. Participo en actividades con mi familia.

  1. Obedezco a mis padres.

¿Qué revela ese cuadro en cuanto a la manera en que haces tus ofrendas al Señor? ¿Haces al Señor algunas ofrendas de mala gana? ¿Retienes parte de algunas ofrendas? ¿Cómo harás ofrendas al Señor con un corazón más generoso?

El principio de prestar servicio al Señor con un corazón generoso es tan importante que el Señor reveló lo siguiente al profeta José Smith: “He aquí, el Señor requiere el corazón y una mente bien dispuesta; y los de buena voluntad y los obedientes comerán de la abundancia de la tierra de Sión en estos postreros días” (D. y C. 64:34). Ése es el mismo principio que el Señor estaba tratando de enseñar al antiguo Israel. El Señor ayudará a todos aquellos que desean tener un corazón generoso.

En Éxodo 35:30–36:3, un hombre llamado Bezaleel y otros obreros diestros fueron llamados a construir el tabernáculo. El pueblo de Israel llevó sus ofrendas a esos obreros. Lee Éxodo 36:4–7 para averiguar cuántas ofrendas hicieron los israelitas para la construcción de la casa del Señor.

  1. Piensa en una persona que consideras que vive la verdad que has escrito más arriba y que hace ofrendas y sirve al Señor con un corazón generoso. Explica en tu diario de estudio de las Escrituras cómo crees que la vida de esa persona manifiesta esa verdad.

Lee los resúmenes de capítulo que aparecen al principio de Éxodo 37, 38 y 39.

¿Que hicieron Bezaleel y los demás obreros diestros con las ofrendas que hicieron los israelitas obedientes y de corazón generoso?

Cuando los obreros concluyeron los diversos componentes del tabernáculo, llevaron su obra acabada a Moisés. Lee Éxodo 39:43 para saber qué fue lo que destacó Moisés del trabajo que ellos habían hecho. Si lo deseas, marca lo que encuentres.

Éxodo 40:1–16

El Señor manda a Moisés erigir el tabernáculo y lavar y ungir a Aarón y a sus hijos

En Éxodo 40:1–11 aprendemos que el Señor le dijo a Moisés que levantara el tabernáculo y colocara dentro los objetos sagrados recién fabricados, y que los ungiera con aceite y los consagrara.

El tabernáculo acabado habría tenido un aspecto similar al que aparece en el siguiente dibujo.

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drawing of tabernacle

Lee Éxodo 40:12–15 para averiguar lo que se le dijo a Moisés que hiciera con Aarón y sus hijos.

Se mandó a Moisés ungir a Aarón y a sus hijos para servir “como mis sacerdotes”. En ese momento, “se revelaron instrucciones de levantar, preparar y dedicar el tabernáculo para llevar a cabo servicios de adoración y para lavar, ungir y vestir a los sacerdotes… de modo que pudieran oficiar adecuadamente en las ordenanzas que habían de efectuarse en el tabernáculo” (Ellis T. Rasmussen, A Latter-day Saint Commentary on the Old Testament, 1993, pág. 125). Las ceremonias de lavar, ungir y vestir con ropa sagrada ayudaron a preparar a Aarón y a sus hijos para oficiar en las sagradas ordenanzas que habían de efectuarse en el tabernáculo.

Lee Éxodo 40:16 para saber cuán minuciosamente siguió Moisés los mandamientos del Señor relacionados con el tabernáculo.

¿Qué semejanzas encuentras entre Éxodo 40:16 y Éxodo 39:43?

Éxodo 40:17–38

La gloria del Señor llena el tabernáculo

Lee Éxodo 40:19 y busca expresiones similares a las que leíste en Éxodo 40:16. Busca la misma expresión en Éxodo 40:21. Si lo deseas, marca esas frases.

Lee Éxodo 40:22–32. Si lo deseas, marca cada ocasión en que aparece la frase “como Jehová había mandado a Moisés”.

¿Qué podemos aprender de los hijos de Israel de la frase que se repite en esos versículos?

Lee la primera palabra de Éxodo 40:34 y márcala si lo deseas. Esa palabra es una pista que puede ayudarte a reconocer un principio.

Si lo deseas, dibuja líneas en tu ejemplar de las Escrituras que vayan desde donde aparezca cada vez la frase “como Jehová había mandado a Moisés” hasta la palabra “entonces” al principio del versículo 34.

Imagen
marked page of Exodus 40

Lee Éxodo 40:34–38 y descubre lo que sucedió como consecuencia de la obediencia de los israelitas al construir el tabernáculo.

La nube y el fuego eran símbolos de la presencia del Señor. Esos símbolos podían ayudar a los hijos de Israel a saber que el Señor aceptaba sus sacrificios y que Él los guiaba en su travesía.

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cuál fue el resultado de la obediencia de los israelitas?

    2. ¿Qué principios puedes aprender de los hijos de Israel en cuanto a cómo invocar la guía del Señor en tu vida?

Una verdad que enseñan esos versículos es que el Señor estará con nosotros y nos guiará si obedecemos Sus mandamientos. Podrías anotar ese principio en tu ejemplar de las Escrituras.

¿Qué bendiciones podemos recibir si tenemos la guía del Señor en nuestra vida?

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President Thomas S. Monson

En la siguiente declaración, subraya la bendición que el presidente Thomas S. Monson dijo que recibimos cuando invocamos la guía del Señor en nuestra vida: “Mis hermanos y hermanas, el Señor participa en la vida de todos nosotros. Él nos ama y desea bendecirnos. Desea que pidamos Su ayuda. Conforme Él nos guíe y nos dirija y escuche y conteste nuestras oraciones, hallaremos aquí y ahora la felicidad que Él desea para nosotros” (“Consideren las bendiciones”,Liahona, noviembre de 2012, pág. 89).

  1. Anota en tu diario de estudio de las Escrituras alguna ocasión en la que fuiste guiado por el Señor por haber sido obediente y sensible a Su voluntad, y escribe acerca de la felicidad que recibiste al seguir la guía del Señor. (Si no se te ocurre ninguna experiencia personal, escribe sobre la experiencia de una persona que conozcas.)

Piensa en lo que podrías hacer en tu vida a fin de estar mejor capacitado para tener la guía del Señor.

Pide a tu Padre Celestial el valor y la fuerza para obedecer cualquier impresión que hayas podido sentir mientras estudiabas esta lección. Debes saber que el Señor reconoce tus esfuerzos para ser obediente a Sus mandamientos.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras, al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Éxodo 35–40 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: