Seminario
Unidad 17: Día 1, 1 Samuel 1–3


Unidad 17: Día 1

1 Samuel 1–3

Introducción

El libro de 1 Samuel comienza con el nacimiento del profeta Samuel, quien fue también el último de los jueces nombrados para tratar de guiar a las tribus de Israel en sus tiempos de apostasía. Ana tenía gran fe. Cuando estaba en el tabernáculo, lloró y oró a Jehová pidiéndole un hijo. Tras ser testigo de la angustia y la pena de Ana y descubrir la causa, Elí, el sumo sacerdote, le reveló a Ana que Dios le concedería su deseo de tener hijos. Cuando ella dio a luz a un varón, le llamó Samuel. Para cumplir la promesa que hizo a Jehová, Ana llevó a Samuel a Elí para que sirviera a Jehová. Cuando Samuel creció en la aprobación de Jehová y del pueblo, Elí y su casa fueron castigados por no honrar a Dios.

Imagen
Elí, Samuel y Ana

1 Samuel 1

Ana hace convenio con Jehová cuando ora pidiendo un hijo

Muchas adversidades o desafíos son condiciones naturales de la vida mortal y no ocurren porque la persona que las experimenta tenga la culpa. En 1 Samuel 1 aprenderás acerca de Ana, una mujer fiel que afrontó adversidad. Conforme estudies, busca lo que puedas aprender del ejemplo de Ana que te sirva cuando enfrentes adversidad.

  1. Copia la tabla siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras. En la columna de “Mi Adversidad”, escribe los desafíos que actualmente estés afrontando. Registrarás dos desafíos que afrontó Ana conforme continúes tu estudio de 1 Samuel 1.

La adversidad de Ana

Mi adversidad

1.

2.

1.

2.

Recuerda que a veces en el antiguo Israel, los hombres y las mujeres justos practicaron el matrimonio plural (véase Génesis 16:1–3; véase también Jacob 2:30). Penina, la otra esposa de Elcana, el marido de Ana, sí podía tener hijos. El hecho de que Penina pudiera tener hijos había hecho que Ana se sintiera más abrumada por no poder tenerlos.

Lee 1 Samuel 1:1–2 para enterarte de una de las adversidades que experimentaba Ana. En la tabla en tu diario de estudio de las Escrituras, escribe lo que descubras como el primer desafío, en la columna “La adversidad de Ana”.

En todas las edades, las mujeres justas anhelan y desean tener hijos, y en la cultura en que vivía Ana, las mujeres padecían la vergüenza social si eran estériles (incapaces de tener hijos).

Elcana y su familia viajaban anualmente a Silo para adorar. Silo era el sitio donde estaba ubicado el tabernáculo, o “la casa de Jehová” (1 Samuel 1:7).

Lee 1 Samuel 1:3–8, y busca otro desafío que afrontaba Ana en esas ocasiones. Anota en tu diario de estudio de las Escrituras lo que halles como el segundo desafío en la columna “La adversidad de Ana”, en la tabla.

La frase “su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola”, en el versículo 6, significa que alguien trataba de hacer enojar a Ana por su incapacidad de tener hijos. Del ejemplo de Ana, ¿qué podemos aprender acerca de cómo reaccionar ante los hechos crueles de la gente hacia nosotros?

Lee 1 Samuel 1:9–18, y presta atención a la razón por la que la paz reemplazó la angustia de Ana. Observa que el versículo 16, nota a al pie de página, explica lo que significa la palabra impía.

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: Si Ana te estuviera hablando hoy, ¿de qué principio crees que podría testificar?

El Señor no siempre quita nuestra adversidad cuando oramos buscando paz, pero cuando nos volvemos hacia al Señor en nuestra adversidad, Él puede brindarnos ayuda, esperanza y paz.

  1. Reflexiona acerca de las ocasiones en las que el Señor te ha bendecido con paz al volverte a Él cuando experimentabas adversidad. Luego responde la siguiente pregunta en tu cuaderno de estudio de las Escrituras: ¿Cómo puedes volverte hacia el Señor para recibir Su ayuda y consuelo cuando tengas las adversidades que escribiste en la tabla en tu diario de estudio de las Escrituras?

Imagen
Ana y Samuel

De acuerdo con 1 Samuel 1:11, Ana prometió entregarle su hijo a Jehová. Lee 1 Samuel 1:20–28, y presta atención a la forma en que Ana cumplió su promesa.

Si lo deseas, para repasar esos versículos, podrías ver el video “La fe de Ana”, que es una representación del relato. El video está disponible en los DVD de Recursos visuales del Antiguo Testamento y en LDS.org.

Un principio que podemos aprender de ese relato es que cuando le pedimos al Señor que nos bendiga, debemos estar dispuestos a usar esas bendiciones para servirle. El Señor espera que consagremos nuestra vida, o sea, nuestro tiempo y nuestras decisiones, a los propósitos de Él.

1 Samuel 2

Ana alaba a Jehová, y Elí es castigado por no honrar a Dios antes que al hombre.

Una oración de Ana está registrada en 1 Samuel 2:1–10. En esa oración Ana alabó a Jehová por todo lo que Él había hecho por ella. Ella también testificó del poder y de la misericordia de Jehová (Jesucristo). Su oración muestra su gran fe, su conocimiento del Evangelio y su amor por Dios.

¿Alguna vez has visto a alguien dar un mal ejemplo de vivir el Evangelio y que eso haya afectado el concepto que otros tenían de la Iglesia? (Entre los ejemplos se podría mencionar a alguien que haga trampas, sea falto de respeto, use lenguaje inapropiado o sea inmoral, y sin embargo finja ser un buen Santo de los Últimos Días).

Lee 1 Samuel 2:12 para aprender acerca de Ofni y Finees, los dos hijos del sumo sacerdote Elí. Recuerda que impío significa indigno, sin valor.

En 1 Samuel 2:13–16 aprendemos que los hijos de Elí pecaban por tomar carne del sacrificio de animales que no les pertenecía. En ese sentido le estaban robando a Dios las ofrendas y estaban engañando al pueblo.

Lee 1 Samuel 2:17 para averiguar cómo la conducta de los hijos de Elí afectaba a quienes iban al tabernáculo a adorar. (La palabra menospreciaban significa que tenían en menos o desdeñaban).

Lee 1 Samuel 2:22–25 para darte cuenta de otras conductas que daban un mal ejemplo al pueblo.

Los hijos de Elí eran culpables de inmoralidad en lugares sagrados del tabernáculo. Podrías marcar en el versículo 24 lo que Elí dijo acerca de cómo la conducta de sus hijos estaba afectando al pueblo.

De acuerdo con el versículo 25, Ofni y Finees fueron desobedientes al consejo de su padre. Bajo la ley de Moisés, la desobediencia deliberada a los padres se castigaba con la muerte, y los padres estaban obligados a ver que el castigo de sus hijos se llevara a cabo (véase Deuteronomio 21:18–21).

Lee 1 Samuel 2:27–29, para saber por qué Jehová estaba enojado con Elí. ¿De qué manera resumirían el disgusto de Jehová con él?

Ya que Elí no llevó a cabo el castigo que requería la ley de Moisés por las acciones de sus hijos, él estaba faltando a su deber. Elí falló en su responsabilidad paternal y en su oficio como sacerdote presidente. Aunque reprendió a sus hijos, él no tomó las medidas necesarias para que se corrigieran las abominaciones en su familia y en el tabernáculo.

Como resultado de la corrupción en la familia de Elí, vino “un varón de Dios” (1 Samuel 2:27) a Elí y pronunció la maldición de Jehová sobre la casa de Elí. En 1 Samuel 2:31–36 aprendemos que la casa de Elí sería destruida y su posteridad no viviría hasta la vejez. Sus hijos inicuos morirían el mismo día, y Jehová le daría los deberes del sumo sacerdote del tabernáculo a un hombre más fiel.

Lee 1 Samuel 2:30, y averigua lo que sucederá si honramos al Señor antes que a los demás. (La palabra desprecian significa desestimar o desdeñar). Tenidos en poco significa no respetado ni honrado. Si vemos a Dios con desprecio, Él no nos respetará ni nos honrará.

Completa el siguiente principio de acuerdo con lo que aprendiste en el versículo 30: Si honramos al Señor.

Para ver un ejemplo de ese principio, lee 1 Samuel 2:18–19 y busca la forma en que Elcana y Ana honraron a Dios. Luego lee 1 Samuel 2:20–21 para aprender cómo honró Jehová a Elcana y a Ana.

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe sobre alguna ocasión en la que viste que el Señor honró a alguien que le honró a Él. Considera cómo puedes honrar más completamente a Dios. Si lo deseas, ponte la meta de honrarle de esa manera.

1 Samuel 3

Jehová llama a Samuel a ser profeta

¿Has luchado alguna vez por reconocer cuándo el Señor te está hablando por medio de los susurros del Espíritu?

Imagen
Boy Samuel Called by the Lord

Siendo niño, Samuel necesitaba aprender a reconocer la voz de Jehová. Una noche mientras Samuel dormía, Jehová lo llamó. Lee 1 Samuel 3:4–10, y observa cómo aprendió Samuel a reconocer la voz de Jehová.

En 1 Samuel 3:11–17 leemos que Jehová le habló a Samuel de los castigos que se aplicarían a Elí y a sus hijos. A la mañana siguiente, Elí le preguntó a Samuel lo que Jehová había dicho. Samuel temía decírselo a Elí. ¿Por qué piensan que debe haber sido difícil para Samuel decirle a Elí lo que Jehová había dicho?

Samuel le dijo a Elí todo lo que Jehová había dicho (véase 1 Samuel 3:18). ¿Qué puede enseñarnos en cuanto a Samuel la decisión que tomó de decirle a Elí?

Lee 1 Samuel 3:19–21, y descubre las frases que indican que Jehová apoyaba a Samuel como profeta.

  1. Escribe lo siguiente al final de las asignaciones de hoy en tu diario de estudio de las Escrituras:

    He estudiado 1 Samuel 1–3 y he terminado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con el maestro: