Seminario
Unidad 7: Día 3, Génesis 33-37


Unidad 7: Día 3

Génesis 33-37

Introducción

Después de estar separados durante 20 años, Jacob y Esaú se encuentran y se reconcilian. Jacob se estableció en la tierra de Canaán, donde él y su familia experimentaron grandes bendiciones y varias pruebas. Los hijos de Jacob conspiraron contra su hermano menor, José, y lo vendieron a los mercaderes ismaelitas y madianitas que viajaban a Egipto, donde fue entonces vendido como esclavo a Potifar.

Génesis 33:1-11

Jacob y Esaú se encuentran y se reconcilian.

Imagen
Jacob y Esaú se abrazan.

Lee la siguiente cita del presidente Thomas S. Monson. Considera cómo los hermanos de los que habló se dañaron a sí mismos y su relación mediante lo que decidieron escoger.

Imagen
Presidente Thomas S. Monson

“Hace ya muchos años leí el siguiente comunicado de la agencia de noticias Associated Press que apareció en el periódico: Un hombre mayor reveló en el funeral de su hermano, con quien había compartido, desde que era joven, una pequeña cabaña de un cuarto cerca de Canisteo, Nueva York, que después de una pelea, habían dividido la habitación por la mitad con una línea de tiza y ninguno de los dos la había cruzado ni se habían dirigido la palabra desde ese día, 62 años antes. Piensen en la consecuencia de ese enojo. ¡Qué tragedia!

“Ruego que tomemos una decisión consciente, cada vez que sea necesario, de no enojarnos y de no decir las cosas crueles e hirientes que estemos tentados a decir” (“Sé prudente… a tu alma gobernad”, Liahona, noviembre de 2009, págs. 68–69).

Piensa acerca de alguna relación que sepas que esté teniendo dificultades o por la que tú estés pasando. Al estudiar acerca de la relación qu existía entre Jacob y Esaú en Génesis 33busca los principios que pueden ayudar a restaurar la paz a esas relaciones.

Recuerda que cuando viajaba de regreso a la tierra de Canaán después de trabajar para Labán durante 20 años, Jacob tuvo “gran temor y se angustió” cuando supo que Esaú iba con 400 hombres para salir a su encuentro (véase Génesis 32:6–7). Jacob había salido de la tierra de Canaán 20 años antes para escapar de la ira de su hermano Esaú, quien quería matarlo, y para encontrar una esposa entre los parientes de su madre (véase Génesis 27:41–28:2).

Lee Génesis 33:1–11e imagina que estás pasando por los acontecimientos registrados en esos versículos y los ves desde la perspectiva tanto de Esaú como de Jacob. (Quizás sería útil saber que la frase “pasó delante de ellos” en el versículo 3 significa que Jacob caminó delante de su familia, y la palabra grupos en el versículo 8 se refiere a un grupo de animales).

Basándote en cómo te imaginaste esta reunión, medita tus respuestas a las siguientes preguntas;

  • ¿Qué crees que cada hermano pensó y sintió al acercarse el uno al otro?

  • ¿Qué hizo cada hermano para restaurar la paz en esa relación?

De acuerdo con esos versículos, ¿qué hizo Esaú para demostrar que había superado su odio y perdonado a Jacob?

Un principio que podemos aprender del ejemplo de Esaú es que si superamos nuestro odio y perdonamos a los demás, entonces podemos ayudar a restaurar la paz en las relaciones que tienen problemas.

  1. Piensa en lo que hizo Jacob para ayudar a restaurar la paz en su relación con Esaú. Después contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Qué principio podemos aprender del ejemplo de Jacob sobre lo que podemos hacer para restaurar la paz en relaciones que tienen problemas?

    2. ¿Cuándo has visto que se haya restaurado la paz en una relación debido a que tú o alguien más se esforzaron con sinceridad por arreglar un conflicto? (Recuerda que a veces quizás no veamos resultados inmediatos de nuestros esfuerzos para arreglar conflictos). Al igual que Esaú y Jacob, en algunos casos tal vez necesitemos separarnos un tiempo, junto con sincera oración para suplicar la ayuda de Dios, para resolver conflictos.

    3. ¿Qué te sirvió a ti o a la otra persona implicada en arreglar el conflicto, para superar el odio y perdonar a los demás?

Reflexiona en las relaciones con problemas en las que pensaste al principio de esta lección. En una hoja de papel por separado o en tu diario personal, escribe una meta de lo que puedes hacer para superar o ayudar a alguien más a superar el odio o el resentimiento, perdonar a otra persona, o procurar restaurar la paz en la relación.

Génesis 33:12-34:31

Jacob viaja a la tierra de Canaán y construye un altar; Siquem deshonra a Dina.

En Génesis 33:12-20 aprendemos que Jacob viajó a Siquem en la tierra de Canaán y construyó un altar allí.

En Génesis 34 se encuentra un relato de un incidente que tuvo que ver con los de la casa de Jacob, con un hombre llamado Siquem, y con la gente de la ciudad de Siquem. Siquem violó a Dina, la hija de Jacob, y después quiso casarse con ella, lo que preocupó grandemente a algunos de los hijos de Jacob. Esos hijos propusieron con engaños que accederían al acuerdo únicamente si todos los hombres de la ciudad de Siquem aceptaban ser circuncidados, lo que era la señal para entrar en el convenio de Abraham. Los hombres aceptaron la propuesta y todos ellos fueron circuncidados. Mientras que los hombres de la ciudad se recuperaban después de haber sido circuncidados, Simeón y Leví entraron en la ciudad y mataron a todos los hombres y rescataron a su hermana, Dina, de la casa de Siquem.

Aunque la indignación de Simeón y Leví quizás haya sido justificada, el engañar y asesinar a los hombres de la ciudad fueron acciones injustas.

Génesis 35:1-15

Jacob viaja a Bet-el, y el Señor renueva las bendiciones prometidas.

¿Qué harías para prepararte para participar en un juego de fútbol? ¿Que ropa usarías? ¿En qué forma serían tu preparación y tu ropa diferentes de tu preparación y de tu ropa para asistir a las reuniones dominicales de la Iglesia? ¿Por qué?

Lee Génesis 35:1y busca a dónde le mandó Dios a Jacob que viajara para adorarle.

Imagen
Presidente Marion G. Romney

El significado del nombre hebreo Bet-el es “casa de Dios”. El presidente Marion G. Romney, de la Primera Presidencia, enseñó, “Los templos son para todos nosotros lo que Bet-el fue para Jacob” (“Templos, las puertas del cielo”, Liahona, agosto de 1971, pág. 7). Si lo deseas, escribe esto en tus Escrituras junto al versículo 1.

Lee Génesis 35:2y considera marcar lo que Jacob le pidió a su pueblo hacer para prepararse para adorar al Señor en Bet-el.

Quizás sea útil saber que “dioses ajenos” se refiere a ídolos o a otros objetos relacionados con los dioses falsos de otras naciones. Estos se podrían comparar con objetos o intereses mundanos de nuestros días que distraen a la gente de adorar correctamente a Dios. ¿Cómo piensas que el despojarse de tales dioses ajenos, ser limpios y cambiar sus ropas sería de utilidad para Jacob para prepararse para adorar al Señor en Bet-el?

De Génesis 35:5–8 aprendemos que Jacob y su casa viajaron a Bet-el, y Jacob edificó allí un altar.

Lee Génesis 35:9y busca lo que sucedió en Bet-el.

De la experiencia de Jacob aprendemos que cuando nos preparamos para adorar al Señor, invitamos Su revelación.

Podemos recibir la revelación del Señor de muchas maneras. Él puede revelar Su voluntad personalmente, mediante una aparición física como lo hizo con Jacob, pero con mayor frecuencia es mediante impresiones y sentimientos del Espíritu Santo.

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. A los miembros de la casa de Jacob se les mandó despojarse de los dioses ajenos, limpiarse a sí mismos y cambiar sus ropas al prepararse para adorar al Señor. ¿Cómo podemos prepararnos de maneras similares para adorar al Señor en nuestras días?

    2. ¿Por qué crees que debemos hacer preparativos especiales para adorar al Señor?

    3. ¿Qué has sentido cuando has hecho un esfuerzo especial para prepararte para adorar al Señor?

Medita en lo que puedes hacer para prepararte y ser digno de adorar al Señor y recibir Su revelación.

En Génesis 35:10–15 aprendemos que Dios reconfirmó con Jacob el nombre del convenio de Israel así como las promesas del convenio de Abraham. Jacob erigió una señal de piedra en el lugar en el que había hablado con Dios para recordar el acontecimiento.

Génesis 35:16–2936

Raquel muere al dar a luz a Benjamín, Rubén peca con Bilha, Isaac muere y se establecen las generaciones de Esaú.

Génesis 35:16–29 detalla varias pruebas que Jacob experimentó, incluyendo la muerte de su esposa Raquel después de dar a luz a su hijo Benjamín, la violación de la ley de castidad por su hijo Rubén y la muerte de su padre, Isaac.

En Génesis 36 se enumeran los descendientes de Esaú.

Génesis 37

José es favorecido por su padre Jacob, tiene sueños proféticos y es vendido por sus hermanos.

Piensa en las varias maneras en que una persona se sentiría si un hermano o amigo cercano recibiera un premio importante, fuera seleccionado por un equipo deportivo o un grupo musical o fuera el mejor de su clase o examen. ¿Por qué crees que alguien podría responder con odio o envidia?

Lee Génesis 37:1-4y busca cómo trató Jacob a su hijo José y cómo reaccionaron los hermanos de José.

Imagen
manojos de trigo

El sueño de José de los manojos

Imagen
sol, luna, estrellas

El sueño de José del sol, de la luna y las estrellas

Lee Génesis 37:5–11, y en la línea en blanco debajo de cada una de las dos ilustraciones, escribe los números de los versículos que corresponden al sueño de José.

Tal vez te sea útil comprender lo siguiente: Los manojos (véase Génesis 37:7) son bultos de trigo. Inclinarse (véase Génesis 37:7) significa postrarse en reverencia ante un superior para mostrar profundo respeto. Reprender (véase Génesis 37:10) es regañar o corregir. Reflexionar (véase Génesis 37:11), en este contexto, significa considerar o meditar.

Toma en cuenta en los versículos 811 cómo reaccionaron los hermanos de José a sus sueños.

¿Qué significa envidiar a alguien?

El élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente acerca de la envidia:

Imagen
Élder Jeffrey R. Holland

“Hermanos y hermanas, habrá ocasiones en nuestra vida cuando otra persona reciba una bendición inesperada o algún reconocimiento especial. Ruego que no nos sintamos heridos, y desde luego que no sintamos envidia cuando la buena fortuna le llegue a otra persona. El que otro reciba no nos quita nada a nosotros. No estamos en una carrera el uno contra el otro para ver quién es el más rico o el que tiene más talento o es el más hermoso o incluso el más bendecido. La carrera en la que realmente estamos es contra el pecado, y con seguridad la envidia es uno de los más universales.

Más aun, la envidia es un error que continúa indefinidamente. Obviamente sufrimos un poco cuando nos sobreviene un infortunio a nosotros, ¡pero la envidia exige que suframos por toda la buena fortuna que le sobreviene a todos los que conocemos! Qué futuro brillante: ¡tragar otro litro de vinagre cada vez que alguien a nuestro alrededor tenga un momento feliz! …codiciar, poner mala cara o procurar la desdicha de otros no mejora su posición; ni el degradar a otros eleva la imagen de ustedes. Por tanto, sean bondadosos y estén agradecidos de que Dios es bondadoso. Es una forma feliz de vivir” (“Los obreros de la viña”, Liahona, mayo de 2012, págs. 31–32).

En Génesis 37:12–17 aprendemos que Jacob envió a José desde Hebrón a ver a sus hermanos quienes estaban a más de 80 kilómetros de distancia, atendiendo los rebaños de su padre en Siquem.

Lee Génesis 37:18–22y busca lo que los hermanos de José consideraban hacer con él por causa de su odio y envidia y lo que evitó que lo hicieran.

Lee Génesis 37:23–28y busca lo que los hermanos de José hicieron con él.

Este relato ilustra que elegir odiar o envidiar a los demás puede llevarnos a cometer pecados adicionales.

  1. Contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Qué has visto que hace la gente en nuestros días a consecuencia del odio y de la envidia?

    2. Cuando otras personas tienen posesiones, talentos o atención que a nosotros nos gustaría tener, ¿cómo podemos evitar los sentimientos de odio y envidia hacia ellas?

En Génesis 37:29–36 leemos que Rubén, quien aparentemente se había ido y no estaba involucrado en que José fuera vendido como esclavo, regresó a la cisterna y descubrió que José ya no estaba. Él rasgó o rompió sus vestidos, mostrando intenso dolor o angustia. El odio y la envidia llevaron a los hermanos de José a cometer otros pecados después de que lo vendieron como esclavo. Ellos sumergieron la túnica en sangre animal y la entregaron a su padre, sabiendo que Jacob supondría que a José lo había matado un animal salvaje. Jacob estuvo de duelo durante muchos días, vistiéndose de cilicio, que era la ropa que se usaba en tiempos de pesar. Estando ya en Egipto, José fue vendido a Potifar, uno de los oficiales de Faraón.

Imagen
Jacob y sus hijos

A Jacob se le mostró la túnica ensangrentada de José.

Piensa en lo que harás para evitar sentir envidia u odio hacia otra persona si surge la tentación. Si eres tentado por sentimientos de odio o envidia, busca la ayuda del Señor. Ora para suplicar ayuda para reemplazar esos sentimientos con comprensión y caridad. Si aún tienes problemas, habla con uno de tus padres o con un líder en quien confíes, quien puede ayudarte a superar esos sentimientos.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras, al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Génesis 33-37 y he completado esta lección el (fecha).

    Otras preguntas, pensamientos e ideas que me gustaría compartir con el maestro: