Historia de la Iglesia
Restauración del Sacerdocio de Melquisedec


“Restauración del Sacerdocio de Melquisedec”, Temas de la historia de la Iglesia

“Restauración del Sacerdocio de Melquisedec”

Restauración del Sacerdocio de Melquisedec

José Smith y Oliver Cowdery testificaron que el 15 de mayo de 1829, Juan el Bautista se apareció ante ellos y les dio la autoridad para bautizar. De acuerdo con la historia de José Smith de 1838, Juan les dijo que ellos aún no tenían “el poder de imponer las manos para comunicar el don del Espíritu Santo, pero que se nos conferiría más adelante”1. Esa explicación se hace eco de la declaración del Bautista en el Nuevo Testamento, de que aunque él bautizaba a sus seguidores “en agua para arrepentimiento”, uno “más poderoso que yo os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego”2. Tras ordenar a José y Oliver, Juan el Bautista explicó que “obraba bajo la dirección de Pedro, Santiago y Juan”, quienes eran los guardianes de esa autoridad mayor y que el poder para comunicar el don del Espíritu Santo “nos sería conferido… en el momento oportuno”3.

La aparición de Pedro, Santiago y Juan a José Smith y Oliver Cowdery está sustentada en numerosas fuentes. En una revelación que recibió José Smith se le habló de la visitación de Pedro, Santiago y Juan, “a quienes os he enviado a vosotros, por medio de los cuales os he ordenado y confirmado para ser apóstoles y testigos especiales de mi nombre, y para poseer las llaves de vuestro ministerio”4. En una bendición que José Smith dio a Oliver Cowdery, que fue registrada en octubre de 1835, él habló de cómo Oliver había recibido “el santo sacerdocio bajo las manos de quienes habían sido reservados por muchos días, sí, de aquellos que lo recibieron de las manos del Mesías”5. En diversas cartas escritas hacia el final de su vida, Oliver Cowdery habló de esa sagrada ocasión. En una de ellas, relató la sensación de asombro y maravilla al estar “en la presencia de Pedro, para recibir el [sacerdocio] Mayor”6.

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Pedro, Santiago y Juan se aparecieron a José Smith y Oliver Cowdery

Los apóstoles Pedro, Santiago y Juan se aparecieron a José Smith y Oliver Cowdery.

De las fuentes existentes, resulta imposible datar con exactitud esta manifestación celestial. El único relato de primera mano de José, que ofrece detalles acerca de las circunstancias de la visión, se halla en una carta escrita en 1842 (actualmente canonizada como Doctrina y Convenios 128), en la que él testifica que escuchó “la voz de Pedro, Santiago y Juan en el yermo despoblado entre Harmony, condado de Susquehanna, y Colesville, condado de Broome, en las márgenes del Susquehanna, declarando que poseían las llaves del reino”7. Lectores modernos han llegado a diferentes conclusiones a partir de estos relatos en cuanto al tiempo en que se aparecieron Pedro, Santiago y Juan. Sus estimaciones van desde un par de semanas después de la aparición de Juan el Bautista, el 15 de mayo de 1829, hasta varios meses después8. Aunque muchas de las descripciones de esa manifestación divina fueron producidas años después, están corroboradas por referencias anteriores, si bien menos detalladas, de ministros angelicales que dieron una comisión divina a José y Oliver9.

La historia publicada de José Smith no narra la restauración de la autoridad mayor en detalle, pero sí relata que luego de haberse mudado a Fayette, Nueva York, en el verano de 1829, José y otros más “se pusieron inquietos de que se cumpliera la promesa que les había sido hecha”, de que ellos recibirían “la autoridad de imponer las manos para comunicar el don del Espíritu Santo”10. En la historia se explica que estando ellos en la casa de Peter Whitmer, padre, en Fayette, Nueva York, y luego de haber orado y pedido a Dios Su guía, la voz del Señor les mandó ordenarse uno al otro. Se les mandó, sin embargo, posponer esa ordenación hasta que aquellos que habían sido bautizados pudieran reunirse y aceptarlos como maestros espirituales.

Cuando se organizó la Iglesia el 6 de abril de 1830, José y Oliver obraron con autoridad divina tanto al bautizar como al conferir el don del Espíritu Santo. Los que estuvieron presentes en la reunión de la organización aceptaron el liderazgo de José y Oliver, y entonces José y Oliver se ordenaron el uno al otro a élderes, tal como el Señor les había mandado hacer. Aproximadamente por el tiempo de esa reunión, José Smith concluyó los “Artículos y Convenios de la Iglesia de Cristo” (actualmente Doctrina y Convenios 20), en la que se declaraba que entre sus responsabilidades como élderes estaba “confirmar a los miembros de la iglesia por la imposición de manos y el otorgamiento del Espíritu Santo”11.

Entendimiento progresivo

En los primeros años de haberse organizado la Iglesia, José Smith y los primeros miembros de la Iglesia no utilizaban los términos Sacerdocio Aarónico y Sacerdocio de Melquisedec para describir la autoridad que ellos habían recibido. Su comprensión del sacerdocio se fue desarrollando con el tiempo con la ayuda de la revelación continua.

El Nuevo Testamento contiene pasajes que hablan de sacerdotes y sumos sacerdotes y relaciona el sacerdocio con Aarón y Melquisedec12. De un modo similar, el Libro de Mormón enseña que el personaje del Antiguo Testamento, Melquisedec, había “recibido el oficio del sumo sacerdocio según el santo orden de Dios”13. Las revelaciones que recibió José Smith entre 1831 y 1835 establecían varios oficios del sacerdocio y aclaraban la terminología. En junio de 1831, José Smith y Lyman Wight ordenaron a varios hombres (e incluso el uno al otro) “al sumo sacerdocio”, lo que probablemente se refiera al oficio de sumo sacerdote14. Al reflexionar en cuanto a la comprensión que tenían de la Biblia, algunos de los primeros miembros de la Iglesia se refirieron a este sumo sacerdocio como “el orden de Melquisedec”15. Una revelación, recibida en septiembre de 1832, indicaba que el sacerdocio menor se centraba en el oficio de presbítero, teniendo a diáconos y maestros como dependencias. El sacerdocio mayor o “sumo sacerdocio” se centraba en el oficio de sumo sacerdote, con los oficios de obispo y élder como dependencias. Mientras que el sacerdocio menor administra “el evangelio preparatorio”, que comprende la ordenanza del bautismo, el sacerdocio mayor “posee la llave de los misterios del reino, sí, la llave del conocimiento de Dios”16.

Una instrucción sobre el sacerdocio publicada en la edición de 1835 de Doctrina y Convenios proporcionó la terminología que aún está en uso para describir el Sacerdocio de Melquisedec. Evidenciando lo aprendido por revelación, la instrucción designa a los sacerdocios mayor y menor “de Melquisedec y Aarónico” respectivamente. Antes de la época de Melquisedec, el sacerdocio mayor “se llamaba el Santo Sacerdocio según el Orden del Hijo de Dios”, y posteriormente fue designado “el Sacerdocio de Melquisedec”. La instrucción explicaba que “todas las otras autoridades u oficios de la iglesia son dependencias de este sacerdocio”, que “tiene poder y autoridad sobre todos los oficios en la iglesia”, y que “la presidencia del sumo sacerdocio, según el orden de Melquisedec”, llamada posteriormente la Primera Presidencia, tenía autoridad para dirigir la Iglesia17.

Se restaura la plenitud

En 1836, en el Templo de Kirtland, Elías el Profeta se apareció a José Smith y Oliver Cowdery y les confirió llaves, o autoridad, que les permitiría “hacer volver el corazón de los padres a los hijos, y el de los hijos a los padres, para que el mundo entero no fuera herido con una maldición”18. En Nauvoo, José Smith explicó que el “poder y llamamiento de Elías es que ustedes tengan poder para poseer las llaves de las revelaciones, las ordenanzas, los oráculos, los poderes y las investiduras de la plenitud del Sacerdocio de Melquisedec”. Esa autoridad facultaba a los líderes de la Iglesia para colocar “los sellos del Sacerdocio de Melquisedec sobre la Casa de Israel” en preparación para la venida del Mesías a Su templo19. Actuando bajo esta autoridad restaurada, José Smith presentó la investidura del templo y las ordenanzas selladoras en Nauvoo, Illinois, en la década de 1840, en preparación para la terminación del templo allí20.

Cerca del final de su vida, José Smith habló exultante acerca de las bendiciones del Señor al restaurar la plenitud del sacerdocio. Él describió esa restauración no como un acontecimiento único, sino como una serie de episodios que abarcaron su ministerio profético. El Profeta señaló que el sacerdocio ha sido restaurado “línea por línea, precepto por precepto, un poco aquí y un poco allí”. Él hizo una relación de milagrosas apariciones de “diversos ángeles”, cada uno de los cuales restauró “su dispensación, sus derechos, sus llaves, sus honores, su majestad y gloria, y el poder de su sacerdocio”21.

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