“Noche de hogar”, Temas de Historia de la Iglesia, 2022
“Noche de hogar”, Temas de Historia de la Iglesia
Noche de hogar
En una conferencia de élderes celebrada en noviembre de 1831, José Smith recibió una revelación que daba “una ley para los habitantes de Sion” de “enseñar[] a sus hijos a orar y a andar rectamente delante del Señor” y que advertía que los hijos estaban “creciendo en la iniquidad” y la avaricia1. Durante el resto del siglo XIX, muchos Santos de los Últimos Días alentaron a las familias a enseñar y ser ejemplos de los principios del Evangelio en el hogar. Poco antes de su muerte en 1877, Brigham Young dijo: “Si no hacemos el esfuerzo de educar a nuestros hijos ni les enseñamos e instruimos en cuanto a estas verdades reveladas, la condenación recaerá sobre nosotros, como padres, o cuando menos en parte”2. Los Santos de los Últimos Días fundaron varias organizaciones para apoyar a las familias en la educación y crianza de los hijos, incluyendo la Primaria, la Escuela Dominical y las Asociaciones de Mejoramiento Mutuo para mujeres y hombres jóvenes3.
A principios del siglo XX, Frank Y. Taylor, presidente de la estaca Granite en Salt Lake City, expresó su preocupación por el hecho de que muchos padres delegaran en las organizaciones patrocinadas por la Iglesia la tarea de enseñar los principios del Evangelio, e instó a los líderes del sacerdocio a ayudar a las familias a nutrir a sus hijos en el Evangelio y a “hacer del hogar el lugar más agradable que el niño o la niña puedan encontrar en todo este mundo”4. En 1909, él asignó a un comité para que desarrollara un plan para un evento regular de estaca: una “noche de hogar en las familias de los Santos”5. El comité presentó sus recomendaciones en una reunión especial para padres que respaldó el Presidente de la Iglesia, Joseph F. Smith, y a la que asistió. El plan sugería que los padres recordaran el mandamiento de Doctrina y Convenios 68, dedicando una noche a la semana a reunir a sus familias en casa y compartir oraciones, canciones, lectura de las Escrituras, breves lecciones del Evangelio, actividades centradas en los niños y un refrigerio. El comité animaba a los padres a evitar “la formalidad y el ambiente ceremonioso” y a evitar tener otros compromisos esas noches6.
Al observar el éxito de las noches de hogar, el presidente Smith y sus consejeros de la Primera Presidencia dieron instrucciones a todos los presidentes de estaca y obispos en 1915 para que reservaran una noche de hogar cada mes para la familia y recomendaron a los padres las mismas actividades que el programa de la Estaca Granite7. Las familias y los líderes de las organizaciones comunicaban ideas para las noches de hogar principalmente a través de las revistas y manuales de la Iglesia hasta 1946, cuando la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles iniciaron un “resurgimiento […] de este proyecto inaugurado bajo el liderazgo del presidente Joseph F. Smith”8. Se asignó a la Sociedad de Socorro la tarea de supervisar el programa, redenominado como “la hora de la familia”, en los barrios y ramas, y de preparar materiales de apoyo para los padres9. El élder Ezra Taft Benson promovió notablemente el programa declarándolo como una “gran responsabilidad” y un “cimiento espiritual”. En 1954, siendo a la vez apóstol y secretario del gabinete del gobierno federal de los Estados Unidos, él presentó una noche de hogar en vivo con su familia en el programa “Person to Person” [Persona a persona], televisado en todo el país10.
En 1964, el presidente de la Iglesia, David O. McKay, y el élder Harold B. Lee introdujeron mejoras adicionales a la instrucción del Evangelio enfocada en el hogar. En la conferencia general, el élder Lee anunció que el esfuerzo de correlación del sacerdocio, que estaba en curso, dirigiría un nuevo programa de noche de hogar familiar a través del liderazgo del sacerdocio de las estacas11. La Iglesia publicó el Manual para la noche de hogar, que contenía instrucciones, sugerencias y lecciones adaptables a todas las edades. En pocos años, el manual se tradujo a diecisiete idiomas12.
El entusiasmo por la noche familiar regular se extendió más allá de los hogares Santos de los Últimos Días. En 1973, un artículo en el periódico New York Times destacó que el programa de la noche de hogar familiar aportaba una mayor solidaridad a las familias, lo que provocó consultas de varias iglesias y organizaciones sobre el Manual para la noche de hogar actualizado13. Ese año, los misioneros adoptaron un nuevo plan de estudios, el Uniform System for Teaching Families [Sistema uniforme para la enseñanza de las familias], que incluía las noches de hogar familiar como método adicional para predicar. Los misioneros de todo el mundo promovieron el programa con eventos cívicos, artículos de prensa, presentaciones en la calle y lecciones en los hogares14. También ese año, los Santos de los Últimos Días hablaron del programa de la noche de hogar para la familia con el gobernador de Virginia, quien más tarde declaró el mes de mayo de 1974 como “Mes de la unidad familiar”. Otras ciudades y estados le siguieron, y alcaldes y gobernadores de todo Estados Unidos celebraron actividades de unidad familiar y recomendaron las noches de hogar familiares entre sus ciudadanos15.
Los consejos de estaca solían designar un día de la semana para la noche de hogar familiar hasta 1970, cuando la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles alentaron a las estacas, misiones, barrios y ramas a reservar las noches de los lunes para las familias16. Entre sus primeras acciones como nuevo Presidente de la Iglesia en 1994, Howard W. Hunter dio instrucciones para que todos los edificios e instalaciones de la Iglesia estuvieran cerrados los lunes por la noche, y que los consejos de estaca y de barrio se aseguraran de evitar interrupciones a las noches de hogar familiares17. Cinco años más tarde, el presidente Gordon B. Hinckley y sus consejeros de la Primera Presidencia reiteraron la norma del presidente Hunter e instaron a los miembros de la Iglesia a alentar a sus comunidades y escuelas a evitar la programación de actividades que pudieran llevar a los niños o a los padres fuera de casa los lunes por la noche18. Un horario revisado de reuniones dominicales anunciado en 2018 reservaba una hora para el estudio del Evangelio en casa. En un esfuerzo por incluir y apoyar a los adultos solteros, la Iglesia cambió el nombre a “noche de hogar” en el Manual General y otros materiales. La Primera Presidencia alentó a “las personas y las familias a celebrar la noche de hogar y a estudiar el Evangelio en casa los domingos”, aunque las noches de los lunes permanecieron libres de otras reuniones o del uso de los edificios19. La amplia aceptación de las tradiciones de la noche de hogar continuó distinguiendo a los Santos de los Últimos Días, particularmente en la transmisión de su legado religioso. Las reuniones familiares regulares en el hogar, que se fomentaron durante más de un siglo, proporcionaron a los Santos de los Últimos Días una de las conexiones intergeneracionales más fuertes de cualquier grupo religioso moderno20.
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