Historia de la Iglesia
El sumo consejo


“El sumo consejo”, Temas de la historia de la Iglesia

“El sumo consejo”

El sumo consejo

Durante los meses posteriores a la organización de la Iglesia en abril de 1830, la mayoría de los poseedores del sacerdocio podían reunirse juntos para tratar asuntos de la Iglesia en conferencias trimestrales. Un año después de organizada la Iglesia, sus necesidades administrativas se volvían más complejas según crecía su número de miembros, aumentaban los asentamientos en Ohio y en Misuri, y el Señor mandaba a los Santos que ampliaran sus esfuerzos por establecer la Iglesia. Una revelación recibida por José Smith indicó que se formaran diferentes concilios que debían reunirse atendiendo a una diversidad de necesidades1. Estos concilios empezaron a reunirse según era necesario a partir de 1832, incluyendo un concilio liderado por José Smith y sus dos consejeros2. Sin embargo, para poder completar ese concilio cada vez que necesitaba reunirse, José tenía que llamar a sumos sacerdotes que estuvieran disponibles3.

José Smith se reunió en febrero de 1834 en Kirtland con un grupo de sumos sacerdotes y dijo que les iba a enseñar “el orden de los concilios en los días antiguos… como le había sido mostrado en una visión”4. Entonces procedió a organizar el primer sumo consejo permanente, compuesto por doce sumos sacerdotes, que trataría asuntos administrativos y disciplinarios de la Iglesia en Kirtland5. Ese verano se organizó un segundo sumo consejo en Misuri con el fin de “zanjar asuntos importantes que pudieran presentarse y que ni el obispo ni su consejo fueran capaces de resolver”6.

A la primavera siguiente se llamó a los Doce Apóstoles. Si bien su deber principal era predicar el Evangelio, también sirvieron como un sumo consejo viajante para administrar los asuntos de la Iglesia en las ramas pequeñas que no pertenecían a las estacas de Kirtland y Misuri. Cuando Doctrina y Convenios se publicó en 1835, se incluyeron selecciones de actas de la reunión del primer sumo consejo, junto con unas adendas, en una de las primeras secciones con el fin de aclarar el papel de los Doce Apóstoles, así como instrucciones sobre procedimientos para dirigir los consejos7.

En Nauvoo, José Smith dio a los Doce Apóstoles autoridad para supervisar algunos asuntos de la Iglesia en las estacas, así como en las ramas ajenas a estas8. Después de su muerte, los Doce actuaron como Autoridades Generales de la Iglesia, si bien siguieron organizándose sumos consejos en las estacas. Hoy en día, los sumos consejos de las estacas contribuyen a administrar los asuntos de la Iglesia en las estacas, participan en decisiones disciplinarias y brindan apoyo a las presidencias de estaca en su ministerio.

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