Historia de la Iglesia
La pandemia de gripe de 1918


“La pandemia de gripe de 1918”, Temas de la historia de la Iglesia

“La pandemia de gripe de 1918”, Temas de la historia de la Iglesia

La pandemia de gripe de 1918

Entre 1918 y 1920, cerca de 500 millones de personas (aproximadamente un tercio de la población mundial) se contagiaron de gripe1. No pudiéndose identificar la enfermedad como un virus, sin vacunas para proteger del virus, sin antibióticos para tratar infecciones bacterianas relacionadas y con una implementación irregular de cuarentenas y desinfecciones, el número de muertes en el mundo probablemente sobrepasó los 50 millones. En términos de muertes totales, este episodio representó la peor pandemia en la historia del mundo2. Al igual que el resto de la población, los Santos de los Últimos Días experimentaron el desasosiego, el sacrificio y la tragedia en su lucha por lidiar con los devastadores efectos de esta pandemia mundial.

En la época de la Primera Guerra Mundial, las leyes de censura en algunas naciones condujeron a que muchos funcionarios sanitarios y la prensa minimizaran y en oportunidades ocultaran la magnitud de la crisis. En España, país que permaneció neutral durante la guerra, la prensa sin censura informó la rápida propagación de la enfermedad en el país, lo que hizo que muchos asumieran que el virus se originó allí. Los informes generalmente se referían a la pandemia como la “gripe española”, un nombre errado que ha persistido hasta en siglo XXI3. La guerra agravó la propagación de la enfermedad, la cual se intensificó en tres diferentes oleadas, complicando aun más el conocimiento de los orígenes de la pandemia4. Los investigadores no han llegado a concordar en cuanto a dónde se propagó el virus en primer lugar, pero los primeros brotes documentados sucedieron en Estados Unidos. En marzo de 1918, más de cien soldados se enfermaron en el campamento Funston, en Fort Riley, Kansas, y en una semana el número se había quintuplicado. Los soldados infectados que no mostraban síntomas llevaron el virus a Europa durante el despliegue militar en la Primera Guerra Mundial5.

Retrato de Joseph F. Smith

El primer brote de gripe cerca de la sede de la Iglesia en Utah fue registrado en octubre de 1918. En un plazo de tres semanas, el número de casos en Utah llegó a 2300, con 117 muertes6. En coordinación con los hospitales, la Sociedad de Socorro reclutó a mujeres para ayudar en los hogares de las familias contagiadas para servir como enfermeras, limpiar las casas, cocinar, lavar la ropa y otras tareas. En algunos distritos escolares, hasta un 90 % de los niños contrajo la enfermedad. El presidente de la Iglesia Joseph F. Smith murió de neumonía en noviembre de 1918, y debido a las normas de la cuarentena, su funeral no fue público7. La Primera Presidencia cumplió con los reglamentos sanitarios del estado y cerró todos los templos, los centros de reuniones y el Tabernáculo de Salt Lake, y aconsejó a los líderes locales que cancelaran todas las actividades y servicios de la Iglesia8. Postergaron la Conferencia General de abril de 1919 para que los Santos de los Últimos Días pudieran guardar distancia entre ellos y prevenir una mayor propagación de la enfermedad. Cuando se convocó a la conferencia, el siguiente mes de junio, el presidente de la Iglesia Heber J. Grant informó que 1054 santos en todo el mundo habían muerto por la gripe9.

La pandemia devastó muchas comunidades Santos de los Últimos Días en todo el mundo. En la aldea de Sauniatu, Samoa, solo Tom Fanene, de 12 años, y un anciano escaparon al contagio cuando la gripe se desató en noviembre de 1918. Mientras las 400 personas de la aldea yacían enfermas, Tom fue sacrificando a todos los pollos de la aldea para hacer sopa, trepó los árboles para recoger cocos y repartió de casa en casa comida y agua dulce del manantial. Tom y el anciano envolvieron a los muertos en tapetes y los enterraron en suelo rocoso detrás de sus casas10.

En Nueva Zelanda, el presidente de misión James Lambert observó cómo habían cerrado los espacios públicos en Auckland y cómo los centros médicos estaban colapsados11. En diciembre de 1918, cuando la pandemia empezó a menguar, el barco de pasajeros Makura, que transportaba a más de 200 personas, incluyendo a doce Santos de los Últimos Días, arribó al puerto de Auckland. Durante el viaje a través del Pacífico, los pasajeros descubrieron varios casos de gripe y sarampión a bordo. Las autoridades locales ordenaron una cuarentena para prevenir una “reinfección de Auckland” desde los barcos de vapor extranjeros, y prohibieron desembarcar a los pasajeros del Makura. Mere Whaanga, Apikara Pomare, Isaiah Whaanga, Sidney Christy, Kate Christy y siete niños permanecieron en el barco por más de una semana antes de desembarcar12.

La Primera Guerra Mundial terminó cuando la segunda ola de la pandemia empezaba a amainar. Muchos ciudadanos de Utah celebraron el final de la guerra con desfiles y festivales, lo cual aumentó la tasa de infección13. Los líderes de la Iglesia tomaron medidas adicionales para detener la enfermedad, tales como usar pequeños vasos individuales en lugar de un solo vaso compartido para la Santa Cena, y recomendaron otros procedimientos de higiene para preparar la Santa Cena14. Una combinación de intervenciones sanitarias públicas, tales como el cierre de las escuelas y las iglesias, la prohibición de las reuniones masivas, la obligatoriedad del uso de las mascarillas, las cuarentenas y las medidas de desinfección aminoraron la pandemia15. Los casos disminuyeron en la primavera y el verano de 1919 y, para 1920, la gripe se había convertido en una epidemia estacional, un patrón que se sigue experimentando cada año en todo el mundo16.

Temas relacionados: Primera Guerra Mundial, Joseph F. Smith

Notas

  1. Los científicos luego determinaron que esta cepa de gripe provenía de un “nuevo virus de gripe A (H1N1)”; véase Jeffery K. Taubenberger, Ann H. Reid, Amy E. Krafft, Karen E. Bijwaard y Thomas G. Fanning, “Initial Genetic Characterization of the 1918 ‘Spanish’ Influenza Virus”, Science, tomo CCLXXV, nro. 5307, 1997, págs. 1793–1796; véase también Douglas Jordan con Terrence Tumpey y Barbara Jester, “The Deadliest Flu: The Complete Story of the Discovery and Reconstruction of the 1918 Pandemic Virus”, Centers for Disease Control and Prevention, 17 de diciembre de 2019, cdc.gov/flu/pandemic-resources.

  2. Centers for Disease Control and Prevention, “History of 1918 Flu Pandemic”, 21 de marzo de 2018, cdc.gov/flu/pandemic-resources; Centers for Disease Control and Prevention, “1918 Pandemic Influenza Historic Timeline”, 20 de marzo de 2018, cdc.gov/flu/pandemic-resources; Organización Mundial de la Salud, Avian Influenza: Assessing the Pandemic Threat, 2005, pág. 25. Debido a que la recolección de datos en la época generalmente ignoraba a las comunidades indígenas, la mortalidad mundial por la pandemia puede haber llegado a 100 millones; véase Niall P. A. S. Johnson y Juergen Mueller, “Updating the Accounts: Global Mortality of the 1918–1920 ‘Spanish’ Influenza Pandemic”, Bulletin of the History of Medicine, tomo LXXVI, nro. 1, 2002, págs. 105–115.

  3. John M. Barry, The Great Influenza: The Epic Story of the Deadliest Plague in History, Nueva York: Viking, 2004, págs. 393–394.

  4. Jeffery K. Taubenberger y David M. Morens, “1918 Influenza: The Mother of All Pandemics”, Emerging Infectious Diseases, tomo XII, nro. 1, 2006, págs. 15–22.

  5. Centers for Disease Control and Prevention, “1918 Pandemic Influenza Historic Timeline”, cdc.gov/flu/pandemic-resources.

  6. Leonard J. Arrington, “The Influenza Epidemic of 1918–19 in Utah”, Utah Historical Quarterly, tomo LVIII, nro. 2, 1990, págs. 167–169.

  7. Los informes anteriores a su muerte indicaban que Joseph F. Smith sufría de infecciones crónicas comunes a la vejez, en la época anterior a la invención de los antibióticos. El certificado de muerte de Joseph F. Smith establecía la bronconeumonía como causa principal de muerte, sugiriendo que los médicos que lo atendieron consideraban que su deterioro era resultado de su enfermedad anterior y no del brote de la gripe. Véase “Four Score Years Have Passed Over Head of Venerable Church President”, Deseret Evening News, 13 de noviembre de 1918, pág. 1; Joseph Fielding Smith, Certificado de defunción, Departamento de Salud del estado de Utah, Oficina de registros civiles y estadísticas, Certificado de defunción serie 81448, https://archives.utah.gov/indexes/data/81448/2229752/2229752_0000939.jpg; “President Joseph F. Smith, Venerable Church Leader, Summoned by Death Following Illness of Several Months”, Deseret Evening News, 19 de noviembre de 1918, pág. 1.

  8. Passing Events”, Improvement Era, tomo XXII, nro. 1, 1918, pág. 89.

  9. En Conference Report, junio de 1918, pág. 74.

  10. Kenneth W. Baldridge, “Sauniatu, Western Samoa: A Special Purpose Village, 1904–34”, Journal of the Polynesian Society, tomo LXXXVII, nro. 3, 1978, págs. 165–192.

  11. James N. Lambert, Journals, 1916–1919, 4, 6 y 18 de noviembre de 1918, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City.

  12. The Makura”, Dominion, tomo XII, nro. 58, 1918, pág. 5; Lambert, Journals, 8 de diciembre de 1918; Florence H. Jensen, Journal, diciembre de 1917 a diciembre de 1918, 18 y 19 de noviembre de 1918, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City.

  13. Arrington, págs. 170–171, 181.

  14. Justin R. Bray, “The Lord’s Supper during the Progressive Era, 1890–1930”, Journal of Mormon History, tomo XXXVIII, nro. 4, 2012, págs. 103–104.

  15. Martin C. J. Bootsma and Neil M. Ferguson, “The Effect of Public Health Measures on the 1918 Influenza Pandemic in U.S. Cities”, Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, tomo CIV, nro. 18, 2007, págs. 7588–7593.

  16. Arrington, pág. 182; Centers for Disease Control and Prevention, “1918 Pandemic Influenza Historic Timeline”.