Himnos

El canto de himnos en las ceremonias religiosas privadas y públicas se remonta a la antigüedad, y era como una parte importante de los servicios de adoración cristiana estadounidense en la época de José Smith. Tres meses después de que se organizara la iglesia, en julio de 1830, José Smith recibió una revelación para su esposa Emma, instruyéndola que hiciera una selección de himnos sagrados para la Iglesia de Cristo. “Porque mi alma se deleita en el canto del corazón”, declaró el Señor. “La canción de los justos es una oración para mí” (D. y C. 25:12). Esta revelación, afirmó el valor de la música como parte de la adoración de la Iglesia, y el nombramiento de Emma Smith era inusual, ya que rara vez las mujeres hacían una recopilación de los himnarios¹.

Los primeros himnos mormones aparecieron en 1832, en el periódico The Evening and the Morning Star, publicado por William W. Phelps, y en 1834 en The Messenger and Advocate. Algunos de esos himnos se incluyeron en el himnario de Emma, Una colección de himnos sagrados, para La Iglesia de los Santos de los Últimos Días. El himnario, que oficialmente se publicó en 1835, lo preparó Phelps para su publicación y la impresión se completó a principios de 1836 en Kirtland. El libro era lo suficientemente pequeño como para caber en un bolsillo y contenía 90 himnos. De 30 a 40 de ellos fueron escritos por Santos de los Últimos Días; el resto eran himnos protestantes conocidos. El segundo himnario de Emma, impreso en Nauvoo en 1841, contenía 304 himnos². Estos y otros primeros himnarios incluían solo las palabras de los himnos y no tenían ninguna anotación musical. Los santos seleccionaron melodías conocidas con las que cantaban los himnos.

Los himnos eran un medio importante para enseñar y reforzar las doctrinas de la Iglesia. En el prefacio del himnario de 1835 constaba que la colección contenía “‘Himnos sagrados’ adaptados a su fe y creencia en el Evangelio”. Muchos de los primeros himnos mormones los escribieron Santos de los Últimos Días, como Eliza R. Snow, Parley P. Pratt y William W. Phelps. Se incluyeron otros himnos que escribían y cantaban personas de otras tradiciones religiosas, y algunos de ellos Phelps los modificó para que se adaptaran a las enseñanzas específicas de los Santos de los Últimos Días. Desde ese primero himnario de 1835, temas tales como Sion, la segunda venida del Salvador, la restauración del Evangelio, el Libro de Mormón y más tarde la existencia preterrenal, los profetas de los últimos días y la experiencia pionera han llenado las páginas de los himnarios y permitido que Santos de los Últimos Días den voz a preciadas creencias.

Además de los himnarios que recopiló Emma Smith, otros himnarios se recopilaron en lugares diferentes y para usos específicos. Un primer himnario se imprimió en Manchester, Inglaterra, en 1840, bajo la dirección de Brigham Young, Parley P. Pratt y John Taylor³. Los santos que emigraron a Utah de Inglaterra trajeron sus himnarios y preciados himnos con ellos al valle de Salt Lake. El himnario de Manchester se siguió publicando en Inglaterra hasta 1890. La primera gran colección de himnos que incluía notación musical era la de 1889 Salmodia de los Santos de los Últimos Días, publicada bajo la dirección del presidente John Taylor. Las organizaciones auxiliares tal como la Escuela Dominical, la Sociedad de Socorro y la Primaria publicaron sus propia himnarios comenzando en 1880⁴. En la Misión Estados del Norte, con sede en Chicago, se imprimieron 11 ediciones de las Canciones de Sion de 1908 a 1925. Ese libro se convirtió en un himnario de la “misión”.

Los líderes de la Iglesia formaron un Comité de música de la Iglesia en 1920 para coordinar mejor la música y la producción de himnarios. En 1927, el comité combinó himnos de diferentes publicaciones en un solo tomo: Himnos de los Santos de los Últimos Días. Luego, en 1948, la Iglesia publicó un himnario revisado titulado Himnos: Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. En el centésimo quincuagésimo aniversario del primer himnario de Emma Smith en 1985, la Iglesia publicó un nuevo himnario, que se usa hoy en día, que incluye muchos himnos muy conocidos de la tradición de los Santos de los Últimos Días, una variedad de himnos tomados de otras tradiciones cristianas y muchos himnos compuestos hace poco. La Iglesia publica himnarios en varios idiomas, cada uno con aproximadamente 200 himnos traducidos del inglés, así como himnos culturales e históricos conocidos y específicos a diferentes partes del mundo. El himnario de la Iglesia para los niños,Canciones para los niños de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, publicado por primera vez en 1989, también se ha traducido a muchos idiomas.

La música inspiradora sigue siendo una parte esencial de la adoración de los Santos de los Últimos Días. Los himnos para la congregación unifican a los miembros, reafirman la identidad y enseñan la doctrina. En 1985, la Primera Presidencia instó el uso de los himnos no solo por la calidad de la música, sino también para el contenido doctrinal de los himnos: “Esperamos que los líderes, maestros y los miembros a quienes se llama a discursar a menudo se dirijan al himnario para hallar discursos presentados en verso de manera poderosa y hermosa. Esperamos que el himnario ocupe un lugar importante en nuestros hogares junto con las Escrituras y otros libros religiosos”⁵.

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