Historia de la Iglesia
Nombre de la Iglesia


“Nombre de la Iglesia”, Temas de la historia de la Iglesia

“Nombre de la Iglesia”

Nombre de la Iglesia

El Libro de Mormón señala que cuando Jesucristo visitó a los nefitas, enseñó que la Iglesia debía llevar Su nombre. Quienes eran bautizados en el nombre de Cristo llegaban a ser parte de “la Iglesia de Cristo” (3 Nefi 26:21; véase también 27:8). En el Nuevo Testamento, Pablo se refiere a los primeros cristianos como “santos” (Efesios 1:1; 2 Corintios 1:1). Al creer que vivían cerca del tiempo de la segunda venida de Jesucristo, los miembros de la Iglesia restaurada de Cristo se autodenominaron “Santos de los Últimos Días”, para distinguirse de los santos de épocas anteriores.

La Iglesia de Cristo (1829–1834)

Incluso antes de que se organizara la Iglesia, Oliver Cowdery siguió el precedente que sienta el Libro de Mormón al proponer “la Iglesia de Cristo” como nombre para la Iglesia1. El día en que se organizó la Iglesia, José Smith fue llamado por revelación como “élder de esta Iglesia de Cristo”2. De allí en adelante, las primeras revelaciones se refirieron a la Iglesia en repetidas ocasiones como “la Iglesia de Cristo” y a sus miembros como “santos”3.

La Iglesia de los Santos de los Últimos Días (1834–1838)

La Iglesia restaurada de Cristo no era la única organización de creyentes cristianos conocida por el nombre de “la Iglesia de Cristo”. Algunas iglesias congregacionales de Nueva Inglaterra se autodenominaban con ese nombre, y quienes profesaban ser cristianos en ocasiones se referían a sí mismos de modo colectivo como la iglesia de Cristo. A fin de ayudar a los santos a distinguirse de otros cristianos, los élderes, en una conferencia en Kirtland, Ohio, votaron el 3 de mayo de 1834 a favor de que se cambiara el nombre de la Iglesia a “La Iglesia de los Santos de los Últimos Días”4. Además de aportar claridad, el nuevo nombre también distanciaba a la Iglesia de los términos “mormones” y “mormonitas” que utilizaban los opositores de la Iglesia5.

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (1838)

Incluso después de ese cambio, los miembros de la Iglesia de vez en cuando utilizaban el nombre anterior, o combinaban el nombre antiguo con el nuevo en una forma híbrida: “La Iglesia de Cristo de los Santos de los Últimos Días”6. Poco después de que los Santos de los Últimos Días se establecieran en Far West, Misuri, una revelación integró los dos títulos anteriores en un nombre nuevo: “Porque así se llamará mi iglesia en los postreros días, a saber, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”7. Ese nombre ha sido el nombre oficial de la Iglesia hasta el día de hoy.

La forma actual: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Aunque el nombre en sí continuó después de 1838, diversas variantes circularon en publicaciones, membretes, documentos legales y foros públicos hasta bien entrado el siglo XX. Durante gran parte de ese tiempo, la ortografía del idioma inglés era irregular, incluso entre instituciones literarias tales como periódicos y empresas editoriales8. Después de la muerte de José Smith, varios grupos disidentes se adjudicaron para sí la frase “Santos de los Últimos Días” y algunas iglesias mantuvieron el nombre de la Iglesia revelado en 18389. La convención británica de escribir guion y utilizar la d minúscula en “Latter-day Saints” [Santos de los Últimos Días] era la que aparecía con más frecuencia en los materiales que producía la Iglesia con sede en Utah, y ya era bastante común en 1851, aunque no se estandarizó oficialmente hasta un siglo más tarde10. Por asignación de la Primera Presidencia, en 1921 James E. Talmage preparó una nueva edición de Doctrina y Convenios, y al transcribir el nombre en la sección 115, Talmage puso “The” [La] con mayúscula en medio del versículo, apartándose de la forma que aparecía en los tomos de la Historia de la Iglesia que utilizó como texto fuente11. En 1957, durante una reunión de finanzas, J. Reuben Clark Jr., Segundo Consejero de la Primera Presidencia, indagó en cuanto a la forma legal del nombre, y la respuesta que recibió fue que otros líderes asumían que la edición de Doctrina y Convenios de 1921 establecía la norma12. Entre 1966 y 1967, un comité compuesto por editores de todos los departamentos y las publicaciones de la Iglesia elaboró una guía de estilo que aseguraba la misma forma de “La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días” en todos los materiales en los que la Iglesia fuera identificada. Las comunicaciones internas y las guías de estilo basadas en ese manual original mantuvieron esa forma desde entonces13.

Para comienzos del siglo XX, muchos Santos de los Últimos Días se autodenominaban con los términos “mormón” y “SUD”. Posteriormente, se popularizaron las frases “Iglesia mormona” e “Iglesia SUD” y tanto los líderes como los miembros y quienes no eran miembros las utilizaban con frecuencia. En las décadas de 1960 y 1970, los líderes de la Iglesia comenzaron a recalcar que se usara el nombre revelado de la Iglesia o el título breve “Iglesia de Jesucristo” en vez de esos otros apodos14. En 2001, la Primera Presidencia reiteró la importancia de utilizar el nombre revelado de la Iglesia como parte de “la responsabilidad que tenemos de proclamar el nombre del Salvador por todo el mundo”15. En 2018, el presidente Russell M. Nelson hizo una revisión del uso y la forma del nombre en todas las organizaciones y los departamentos de la Iglesia, e invitó a los Santos de los Últimos Días y al público en general a recordar el nombre correcto al referirse a la Iglesia y a sus miembros16.

Temas relacionados: Primera reunión de la Iglesia de Cristo

Notas

  1. “Appendix 3: ‘Articles of the Church of Christ’, June 1829”, Historical Introduction, josephsmithpapers.org.

  2. “Revelation, 6 April 1830 [D&C 21]”, en Revelation Book 1, pág. 29, josephsmithpapers.org.

  3. Véase “Articles and Covenants, circa April 1830 [D&C 20]”, en Painesville Telegraph, tomo II, nro. 44, 19 de abril de 1831, pág. 4, josephsmithpapers.org; “Revelation, 9 February 1831 [D&C 42:1–72]”, pág. 1, josephsmithpapers.org; “Revelation, February 1831–A [D&C 43]”, en Revelation Book 1, pág. 69, josephsmithpapers.org“Revelation, circa 7 March 1831 [D&C 45]”, en Revelation Book 1, págs. 74, 75, josephsmithpapers.org.

  4. “Communicated: Minutes of a Conference of Elders”, The Evening and the Morning Star, tomo II, nro. 20, mayo de 1834, pág. 160.

  5. “The Mormon Superstition”, Christian Watchman, tomo XIV, 17 de mayo de 1833, pág. 79; “Regulating ‘The Mormonites’”, New-York Observer, tomo XI, nro. 34, 24 de agosto de 1833, pág. 135; William W. Phelps, “Rise and Progress of the Church of Christ”, The Evening and the Morning Star, tomo I, nro. XI, abril de 1833, págs. 167–169.

  6. Doctrina y Convenios, 1835, 3:31, page 86, josephsmithpapers.org; Doctrina y Convenios 107:59; Latter Day Saints’ Messenger and Advocate, tomo II, nro. 5, febrero de 1836, pág. 266; Doctrina y Convenios, 1835, encabezamiento de la sección 5, pág.95, josephsmithpapers.org.

  7. “Revelation, 26 April 1838 [D&C 115]”, en Joseph Smith, Journal, March–September 1838, pág. 33.

  8. Véase Peter Martin, The Dictionary Wars: The American Fight over the English Language, Princeton: Princeton University Press, 2019.

  9. Véase Steven L. Shields, Divergent Paths of the Restoration: A History of the Latter Day Saint Movement, 4ª ed., Los Angeles: Restoration Research, 1990, págs. 3–9.

  10. Véase “First General Epistle of the First Presidency of the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, from the Great Salt Lake Valley, to the Saints scattered throughout the Earth”, Frontier Guardian, 30 de mayo de 1849; reeditado en Reid L. Neilson y Nathan N. Waite, editores, Settling the Valley, Proclaiming the Gospel: The General Epistles of the Mormon First Presidency, New York: Oxford University Press, 2017, pág. 63.

  11. James E. Talmage, Journal, 11–17 de marzo de 1921, Personal Journal tomo XXIV, James E. Talmage Papers, L. Tom Perry Special Collections, Harold B. Lee Library, Universidad Brigham Young, Provo, Utah; B. H. Roberts, ed., History of the Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 6 tomos, Salt Lake City: Deseret News, 1905, tomo III, pág. 24; Doctrina y Convenios, 1921, 115:4, pág. 209.

  12. William F. Edwards, Memorandum to President J. Reuben Clark Jr., 19 de julio de 1957, J. Reuben Clark Jr. Papers, MSS 303, contenedor 272, L. Tom Perry Special Collections, Harold B. Lee Library, Universidad Brigham Young, Provo, Utah.

  13. “Recommendations of the Committee on the Use of Italics, Abbreviations, Numbers, Quoted Materials That Are Copyrighted, Footnotes and Bibliographies”, octubre de 1966, Church History Library; A Style Guide: Prepared by a Committee Representing BYU, the Church Schools, Priesthood Genealogy Committee, Priesthood Welfare Committee, Sunday School, Relief Society, YMMIA, YWMIA, Primary, Translation Services Department, The Improvement Era, The Children’s Friend, The Instructor, The Relief Society Magazine, Correlation Committees, Deseret Book Company, and Other Agencies of the Church, 1967, págs. 2, 12; Style Guide for Publications of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, Salt Lake City: Corporation of the President of the Church, 1972, 7.15, 7.19–7.23, 7.61; Style Guide for Publications of The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 2ª ed., Salt Lake City: The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, 1978, 7.14, 7.26.

  14. Véase Hugh B. Brown, en Conference Report, octubre de 1960, págs. 91–95; Marion G. Romney, “We, The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, Ensign, mayo de 1979, págs. 50–52.

  15. Carta de la Primera Presidencia, 23 de febrero de 2001, citado en M. Russell Ballard, “La importancia de un nombre”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 82.

  16. The Name of the Church”, 16 de agosto de 2018, https://newsroom.churchofjesuschrist.org/article/name-of-the-church; Russell M. Nelson, “El nombre correcto de la Iglesia”, Liahona, noviembre de 2018, págs. 87–90.