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Abuso o maltrato


“Abuso o maltrato”, Temas y preguntas, 2023

una niña triste

Reseña

Abuso o maltrato

El abuso es el maltrato o la negligencia hacia otras personas de una manera que les cause daño físico, emocional o sexual. La postura de la Iglesia es que el abuso no se puede tolerar en ninguna de sus formas y quienes ejercen abuso serán responsables ante Dios.

El Señor espera que hagamos todo lo posible para prevenir el abuso y proteger y ayudar a las víctimas. No se espera que nadie soporte un comportamiento abusivo.

Los informes de abuso no deben desestimarse nunca. Todos deben tratar con compasión y sensibilidad a las víctimas y sus familias. Las personas afectadas por el abuso necesitan ser oídas y recibir apoyo.

Cuando los obispos y presidentes de estaca tienen conocimiento de un abuso o sospechan que se ha producido uno, deben llamar de inmediato a la línea telefónica de ayuda contra el maltrato que la Iglesia haya establecido en su país o a la oficina del Área, donde recibirán información específica sobre cómo ayudar a las víctimas, protegerlas de futuros abusos y cumplir con cualquier obligación que tengan de comunicar el abuso.

El abuso también podría violar las leyes de la sociedad. La Iglesia alienta que se comuniquen los casos de abuso a las autoridades civiles, y tanto los líderes de la Iglesia como sus miembros deben cumplir con todas las obligaciones legales de denunciarlos. En algunos lugares, los líderes y maestros que prestan servicio con niños tienen la obligación legal de denunciar el abuso o maltrato infantil a las autoridades civiles. En otras partes, cualquier persona que tenga conocimiento de situaciones de abuso infantil o hacia personas ancianas o discapacitadas tiene la obligación legal de informar dichos abusos a las autoridades civiles.

Los líderes, los familiares y los amigos deben hacer todo esfuerzo posible por detener el abuso, brindar protección a la víctima y ayudarla a procurar sanación. Algunas víctimas tal vez necesiten ayuda para denunciar el abuso a las fuerzas de seguridad o a los servicios de protección. También es posible que, durante el proceso de sanación, las víctimas necesiten ayuda de profesionales como médicos y terapeutas.

La mayoría de las víctimas son abusadas por conocidos, que pueden ser sus cónyuges, familiares, personas con las que salen, amigos u otras personas que conocen. Las víctimas deben tener la certeza de que, sin importar quién abuse de ellas, no son culpables de la conducta dañina de esa persona. La víctima no es culpable.

Si bien algunos tipos de abuso o maltrato causan daño físico, todas las formas de abuso afectan la mente y el espíritu. Las víctimas de abuso suelen batallar con sentimientos de confusión, duda, culpa, vergüenza, recelo y temor. Puede que se sientan desamparadas, indefensas, solas y aisladas. Tal vez incluso cuestionen el amor del Padre Celestial y su propio valor divino. Sin embargo, tanto las víctimas como quienes les dan apoyo pueden tener la certeza de que, mediante Su Expiación infinita, el Salvador les brinda socorro, sanación y poder.

Las víctimas de abuso o maltrato pueden hallar consuelo al procurar guía espiritual y apoyo de los líderes de la Iglesia durante su sanación. La principal responsabilidad de los líderes de la Iglesia es ayudar a quienes hayan sido víctimas de abuso y proteger a aquellos que puedan ser vulnerables a padecerlo en el futuro. Los líderes pueden consultar counselingresources.ChurchofJesusChrist.org para obtener más información.

Los principios de “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” establecen la norma en cuanto a cómo debemos tratarnos. Seguir esos principios nos permite desarrollar relaciones fuertes y sanas. Los padres, cónyuges y familiares pueden valerse de esos principios para evaluar cómo se comunican y tratan entre sí.

Véase abuse.ChurchofJesusChrist.org para obtener más información.

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