Autosuficiencia

Reseña

El propósito de llegar a ser autosuficientes espiritual y temporalmente es ser más capaces de servir al Señor y de cuidar de otras personas (véase Juan 15:8). El Salvador nos invita a todos a actuar, a ser independientes y a llegar a ser como Él es. Él nos ayudará y ha prometido: “Y es mi propósito abastecer a mis santos, porque todas las cosas son mías. Pero es preciso que se haga a mi propia manera” (Doctrina y Convenios 104:15–16); Su manera incluye “la capacidad y el compromiso de proveer las necesidades del diario vivir para uno mismo y para la familia y el esforzarse por hacerlo” (El proveer conforme a la manera del Señor: Resumen de la Guía para los líderes del programa de bienestar, 2009).

Aceptar y vivir los siguientes principios de autosuficiencia nos ayudará a recibir las bendiciones espirituales y temporales que el Señor ha prometido.

Ejercer fe en Jesucristo. El Señor tiene todo poder. Él puede llevar a cabo grandes misericordias, y lo hará, entre aquellos que confían en Él en todas las cosas. Conforme ejercemos fe en Jesucristo, Él puede hacer milagros.
Ser obediente. La obediencia a las leyes, principios e impresiones de Dios conduce a bendiciones espirituales y temporales.
Actuar. El asumir responsabilidad y actuar individualmente produce bendiciones.
Prestar servicio y estar unidos. El servicio y la unidad edifican Sion; esa es la manera del Señor. El élder Robert D. Hales, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo: “Solo cuando somos autosuficientes podemos en verdad emular al Salvador al servir y bendecir a los demás” (“Una perspectiva del Evangelio sobre Bienestar: La fe en acción”, en Principios básicos sobre bienestar y autosuficiencia [cuadernillo], 2009, pág. 2).

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Promesas proféticas

La Primera Presidencia ha dicho: “Le invitamos a estudiar y a aplicar estos principios con diligencia y a enseñarlos a los miembros de su familia. Al hacerlo, su vida será bendecida. Aprenderá a desenvolverse en su camino hacia una mayor autosuficiencia. Será bendecido con más esperanza, paz y progreso.

“Por favor tenga la seguridad de que usted es un hijo(a) de nuestro Padre Celestial. Él le ama y nunca le abandonará. Él le conoce y está dispuesto a brindarle las bendiciones espirituales y temporales que ofrece la autosuficiencia” (Carta de la Primera Presidencia, en Mi fundamento: Principios, habilidades y hábitos, 2014, pág. 2).