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Sacrificio


“Sacrificio”, Temas y preguntas, 2023

Cristo cargando a un cordero en brazos

Guía para el estudio del Evangelio

Sacrificio

Cómo demostramos lo que es más importante para nosotros

Piense en alguna ocasión en la que haya renunciado a algo por el bien de otra persona. Puede que hacerlo no haya sido fácil, pero al hacer ese sacrificio, demostró que estaba dispuesto a poner las necesidades de esa persona por encima de las suyas.

De manera similar, cuando sacrificamos algo por Dios, demostramos que lo amamos y que estamos dispuestos a ponerlo en primer lugar en nuestra vida. La máxima expresión de nuestro sacrificio se produce cuando hacemos la voluntad de Dios en lugar de la nuestra. Nuestros sacrificios pueden reflejar nuestro amor y gratitud por Jesucristo, quien, en el más grande de todos los actos de amor, sacrificó Su vida para que podamos regresar a vivir con el Padre Celestial.

¿Qué es el sacrificio?

El sacrificio es el acto de renunciar a una cosa por el bien de otra. El pueblo de Dios le ha hecho sacrificios desde la antigüedad. Hoy en día nos sacrificamos al entregar nuestra voluntad a Dios y arrepentirnos de nuestros pecados con un corazón quebrantado y un espíritu contrito. También sacrificamos nuestro tiempo y talentos para apoyar la obra de Dios de salvación y exaltación (véase Mateo 6:33). Por medio del sacrificio, demostramos nuestra disposición de poner a Dios en primer lugar en nuestra vida (véase Mateo 19:29).

Reseña del tema: Sacrificio

Guías para el estudio del Evangelio relacionadas: Obediencia, Diezmo, Consagración, Servir en llamamientos de la Iglesia

Sección 1

Dios dio la ley de sacrificio como recordatorio del sacrificio de Cristo

Cristo orando en Getsemaní

Los hijos de Dios vivían la ley de sacrificio al ofrecer sacrificios de animales como recordatorio de que el Cordero de Dios los redimiría de la Caída (véanse Colosenses 1:13–18; Moisés 5:6–7). Después de que Jesucristo sacrificó voluntariamente Su vida en la cruz, los sacrificios de animales ya no fueron necesarios (véanse Lucas 23:46; 3 Nefi 9:19; 4 Nefi 1:12). El sacrificio del Salvador fue el mayor acto de amor y llevó a cabo la redención y salvación de la humanidad (véanse Isaías 53:7; 2 Nefi 2:7).

Para aprender más acerca del sacrificio del Salvador, consulte la guía de estudio “Expiación de Jesucristo”.

Algo en qué pensar

  • La fe de Abraham fue puesta a prueba cuando Dios le pidió sacrificar a su hijo Isaac. Considere leer Génesis 22; Hebreos 11:17–19; y Jacob 4:5 sobre el sacrificio que Dios le pidió a Abraham. Cuando lo haga, reflexione sobre el sacrificio que hizo Dios al ofrecer a Su Hijo Unigénito, Jesucristo, y sobre el sacrificio que hizo el Salvador al dar Su vida. ¿Qué le enseña el Espíritu acerca de los sacrificios del Padre y del Salvador al leer esos pasajes?

Actividad para aprender con otras personas

  • Cuando Jesucristo llevó a cabo Su Expiación, “la ordenanza de la Santa Cena reemplazó a la del sacrificio”. Consideren cantar himnos sacramentales tales como “En el Calvario, en la cruz” o “Jesús, en la corte celestial”. También podrían leer los pasajes de las Escrituras relacionados con cada himno y analizar cómo pueden prepararse para la Santa Cena cada semana. ¿De qué manera el pensar en la Santa Cena como una oportunidad de sacrificar algo al Señor podría hacer que su adoración sea más significativa?

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Sección 2

Dios nos pide el sacrificio de un corazón quebrantado y un espíritu contrito

Un hombre orando

Hoy en día aún vivimos la ley de sacrificio al ofrecer a Dios un corazón quebrantado y un espíritu contrito (véanse 3 Nefi 9:19–20; Doctrina y Convenios 59:8). ¿Cómo ofrecemos este tipo de sacrificio? Al creer en Cristo, ser humildes, arrepentirnos verdaderamente de nuestros pecados y venir a Él (véanse 3 Nefi 12:19; Moroni 6:1–3; Doctrina y Convenios 20:37). Hacer este tipo de sacrificios demuestra nuestro amor por Dios y que estamos dispuestos a hacer lo que Él nos pide. Al entregar nuestra alma entera a Dios y perseverar hasta el fin, podemos ser salvos y recibir la vida eterna (véase Omni 1:26).

Algo en qué pensar

  • Es natural preguntarse si el Señor se da cuenta de los sacrificios que usted hace para seguirlo y si los acepta. Reflexione sobre lo que el Señor le dijo a José Smith en Doctrina y Convenios 132:49–50. ¿Qué bendiciones se le prometieron a José por sus sacrificios? ¿Cómo ha sido bendecido usted por los sacrificios que ha hecho por Dios? Escriba una lista de bendiciones que haya recibido y reflexione sobre ellas durante la semana.

  • Una manera de demostrar nuestro amor por Dios es hacer sacrificios para venir a Él. En su discurso “De todo corazón, el élder Dieter F. Uchtdorf explicó que nuestros sacrificios pueden ser tan simples como renunciar a nuestros deseos y comodidades personales para seguir más plenamente al Salvador. Considere leer el discurso del élder Uchtdorf y meditar sobre cómo puede entregarle todo a Jesucristo de todo corazón. ¿Qué puede sacrificar para seguir al Salvador mejor de lo que ya lo ha hecho?

Actividad para aprender con otras personas

  • En el video “A Broken Heart, Contrite Spirit, and Godly Sorrow” [Un corazón quebrantado, un espíritu contrito y la tristeza que es según Dios] (3:58), el élder Neil L. Andersen explicó que dar al Señor un corazón quebrantado y un espíritu contrito significa “volverse más como un niño”. Podrían ver este video y analizar las cualidades que tienen los niños que debemos buscar al sacrificar nuestra voluntad a Dios. También podrían relatar experiencias que hayan tenido con niños que ejemplifiquen lo que podemos aprender de sus atributos.

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Sección 3

Por medio de sacrificios diarios, podemos llegar a ser santos como Jesucristo

Una congregación participando de la Santa Cena

Sacrificarnos por Dios puede ayudarnos a recibir Su poder, por medio del cual podemos llegar a ser santos. Al sacrificarnos por el Señor, demostramos nuestro amor por Él y por los demás. Tal vez pensemos que el sacrificio es difícil o complicado de hacer, pero más que nada significa “vivir día a día como un verdadero discípulo de Cristo”. Al sacrificarnos cada día para guardar nuestros convenios y seguir a Jesucristo, estamos ayudando a que la obra de Dios avance.

Algo en qué pensar

  • Una manera en que podemos sacrificarnos cada día es dando nuestro tiempo al Señor, lo que puede incluir cosas como cumplir con nuestros llamamientos o ministrarnos unos a otros. El presidente Dallin H. Oaks enseñó: “Nuestras vidas de servicio y sacrificio son las expresiones más apropiadas de nuestro compromiso de servir al Maestro y a nuestro prójimo”. ¿Cómo sacrifica regularmente su tiempo al Señor? Reflexione sobre cómo el hacerlo le ha ayudado a acercarse más a Cristo y a llegar a ser más santo.

  • A veces, los sacrificios diarios que hacemos como discípulos de Cristo pueden parecernos pequeños e insignificantes. Sin embargo, estos son importantes para el Señor. Lea Doctrina y Convenios 64:33 para saber cómo ve Él nuestros esfuerzos, sin importar cuán pequeños sean. ¿De qué manera este versículo le da valor para seguir haciendo pequeños sacrificios diarios por el Señor?

Actividades para aprender con otras personas

  • En el video “Un sacrificio de tiempo” (2:53), el presidente Russell M. Nelson enseñó: “Nuestros antepasados no pueden perfeccionarse sin nosotros y nosotros no podemos perfeccionarnos sin ellos”. Al efectuar la obra del templo y de historia familiar con regularidad, llegamos a ser más santos, como Jesucristo. Vean juntos el video “Un sacrificio de tiempo” y luego comenten cómo les ha bendecido el sacrificar su tiempo para hacer la obra del templo y de historia familiar con más frecuencia. ¿Qué aprenden de las experiencias de otras personas que los inspire a continuar sacrificando o a comenzar a sacrificar su tiempo de esa manera?

  • Hay muchas maneras en las que podrían estar sacrificando algo por el Señor y por otras personas sin siquiera darse cuenta. Cuando guardan sus convenios, sirven a un amigo o familiar, pagan el diezmo o comparten sus talentos, se están sacrificando por Dios y por Sus hijos. Hagan una lista de las maneras específicas en que se sacrifican a diario para ser discípulos de Cristo. Luego, pueden hablar sobre cómo el considerar esas cosas como sacrificios influye en su discipulado y los ayuda a acercarse más a Él.

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Notas

  1. Dieter F. Uchtdorf, “De todo corazón”, Liahona, mayo de 2022, pág. 124.

  2. Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Ezra Taft Benson, 2014, pág. 102.

  3. M. Russell Ballard, “La ley de sacrificio”, Liahona, marzo de 2002, pág. 16.

  4. Himnos, nros. 111116.

  5. Dieter F. Uchtdorf, “De todo corazón”, pág. 124.

  6. M. Russell Ballard, “La ley de sacrificio”, pág. 17.

  7. Erich W. Kopischke, “Ser aceptados por el Señor”, Liahona, mayo de 2013, pág. 105.

  8. Véase Quentin L. Cook, “¿Es usted un santo?”, Liahona, noviembre de 2003, págs. 95–96.

  9. Dallin H. Oaks, “El sacrificio”, Liahona, mayo de 2012, pág. 20.