Palabra de Sabiduría

La ley de salud del Señor que nos bendice física y espiritualmente

El cuerpo humano es un milagro. Cada uno está formado por células, tejidos, órganos y sistemas complejos que trabajan juntos para que funcione. Piense en esto: el corazón humano late más de 100 000 veces en un solo día. El cerebro controla los pensamientos, la respiración y la visión, junto con muchos otros procesos. Y el cuerpo puede incluso curarse a sí mismo y combatir las infecciones.

Sin embargo, a pesar de lo milagroso que es todo esto, lo más extraordinario del cuerpo humano es que cada persona ha sido creada a imagen de Dios (véase Moisés 2:27). Nuestros cuerpos son un don de Él. Nos ayudan a lograr nuestro propósito eterno de llegar a ser más semejantes a Dios a medida que escogemos obedecer Sus mandamientos. Podemos honrarlo a Él por el preciado don de nuestro cuerpo al tratarlo con cuidado y respeto. Una manera importante de hacerlo es vivir la Palabra de Sabiduría: los principios revelados sobre la buena salud que nos bendicen tanto física como espiritualmente.

¿Qué es la Palabra de Sabiduría?

La Palabra de Sabiduría es una revelación dada por el Señor al profeta José Smith en 1833, actualmente registrada en Doctrina y Convenios 89. La Palabra de Sabiduría nos enseña a comer cosas como cereales, frutas y hierbas, y a evitar cosas como el tabaco, el alcohol, el té y el café. Además, los profetas han enseñado que debemos abstenernos de otras “sustancias que sean dañinas, ilegales o adictivas, o que afecten el buen juicio”. La Palabra de Sabiduría y los líderes de la Iglesia no especifican todas las sustancias o prácticas que son dañinas para nosotros; se nos insta a “actuar con prudencia y emplear el buen juicio con espíritu de oración al tomar decisiones” que afecten nuestra salud.

Aunque la Palabra de Sabiduría fue dada originalmente “no por mandamiento ni restricción” (Doctrina y Convenios 89:2), los siervos del Señor han enseñado desde entonces que obedecer la Palabra de Sabiduría es un requisito para recibir todas las bendiciones del Evangelio restaurado, entre ellas el bautismo, el servicio misional y las ordenanzas del templo.

Reseña del tema: Palabra de Sabiduría

Guías para el estudio del Evangelio relacionadas: Mandamientos, Conversión, Obediencia

Sección 1

La Palabra de Sabiduría es la ley de salud del Señor

El hecho de que el Señor diera una revelación como la Palabra de Sabiduría dice algo importante acerca de Él y de nosotros. Algunos podrían esperar que la religión se ocupara solo de los asuntos espirituales y que nuestro cuerpo físico no fuera motivo de preocupación. Sin embargo, en el Evangelio de Jesucristo se nos enseña que, a los ojos de Dios, nuestro cuerpo físico es sagrado y que lo físico y lo espiritual están estrechamente relacionados. La Palabra de Sabiduría es una señal del amor de Dios; Él nos la dio porque quiere que estemos sanos y seamos felices, tanto física como espiritualmente.

Algo en qué pensar

La Palabra de Sabiduría fue inspirada, en parte, por una preocupación que tenía Emma Smith. Lea acerca de ello en “La Palabra de Sabiduría”, en Revelaciones en contexto. Luego, al leer la revelación que se encuentra en Doctrina y Convenios 89, busque verdades que Dios reveló que fueron más allá de abordar la preocupación de Emma. ¿Qué le enseña esta revelación sobre el Señor y la forma en que enseña a Sus hijos?
El Señor llamó a la Palabra de Sabiduría “un principio con promesa” (Doctrina y Convenios 89:3). Al leer Doctrina y Convenios 89, podría hacer listas de los principios y las promesas que encuentre. Esta definición de “principio” del élder David A. Bednar podría resultar útil: “Un principio del Evangelio es una pauta basada en la doctrina para el justo ejercicio del albedrío moral”. Después de hacer las listas, medite sobre lo que podría significar seguir esos principios “con prudencia y acción de gracias” (versículo 11). ¿De qué manera ha notado que el Señor cumple Sus promesas conforme usted vive la Palabra de Sabiduría?

Actividades para aprender con otras personas

Lean juntos “Tu cuerpo es sagrado” en Para la Fortaleza de la Juventud: Una guía para tomar decisiones. Luego, hagan una dramatización de lo que pueden decir cuando alguien les pregunte por qué no hacemos cosas como fumar o beber alcohol, café o té. En su respuesta, podrían incluir las bendiciones que se nos prometen por seguir la Palabra de Sabiduría y expresar por qué esta revelación es importante para ustedes personalmente. Hablen sobre lo que aprendieron de este ejercicio y cómo podrían usar sus respuestas en el futuro.
El contexto histórico puede ayudarnos a entender mejor la Palabra de Sabiduría y por qué la seguimos. Videos como “La Palabra de Sabiduría: Un código de salud” (5:09) o “The Word of Wisdom: Development and Practice” [La Palabra de Sabiduría: Desarrollo y práctica] (solo en inglés) (5:05) pueden ayudarnos a conocer el contexto de la revelación. Los niños podrían disfrutar de ver “La Palabra de Sabiduría” (2:10) en Relatos de Doctrina y Convenios. Hablen acerca de por qué era importante que Dios revelara una ley de salud en el momento en que lo hizo. ¿De qué manera piensan que la Palabra de Sabiduría demuestra el amor de Dios por Sus hijos? También podrían analizar la forma en que estos videos pueden ayudarlos a responder las preguntas de otras personas acerca de la Palabra de Sabiduría.

Más información

Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I, El estandarte de la verdad, 1815–1846, 2018, págs. 169–171
Temas de la historia de la Iglesia, “La Palabra de Sabiduría (D. y C. 89)”, Biblioteca del Evangelio

Sección 2

Obedecer los principios de la Palabra de Sabiduría puede brindarnos bendiciones físicas y espirituales

Aunque la Palabra de Sabiduría suena como una revelación sobre cosas físicas, sus bendiciones son tanto físicas como espirituales (véase Doctrina y Convenios 89:18–21). El presidente Boyd K. Packer lo explicó de esta manera: “He llegado a saber que […] un propósito fundamental de la Palabra de Sabiduría tiene que ver con la revelación. […] Si una persona que se encuentra presa de los efectos de las mencionadas sustancias apenas puede entender unas simples palabras, ¿cómo podría percibir los susurros del Espíritu que penetran hasta lo más íntimo de su ser? Pese a lo valioso de la Palabra de Sabiduría como ley de salud, puede resultar para ustedes de mayor valor en lo espiritual que en lo físico”. Guardar ese mandamiento puede ayudarnos a tener al Espíritu Santo como nuestro compañero para que podamos recibir revelación y progresar en la senda que conduce a la vida eterna.

Algo en qué pensar

Aunque la Palabra de Sabiduría nos enseña a evitar algunas cosas, también nos enseña a hacer cosas positivas para nuestra salud. Mire el video “Word of Wisdom” [Palabra de Sabiduría] (solo en inglés) (1:48) para descubrir cómo un hombre cambió su vida al seguir mejor la Palabra de Sabiduría. El élder Richard G. Scott enseñó: “El ejercicio, dormir el tiempo razonable y los buenos hábitos de alimentación aumentan nuestra capacidad para recibir y entender la revelación”. Medite sobre cómo podría mejorar la forma en que vive la Palabra de Sabiduría. ¿Cómo podrían esos cambios beneficiarlo espiritualmente y ayudarlo a recibir revelación?
El presidente Russell M. Nelson enseñó: “El cuerpo […] es una magnífica creación de Dios. Es un tabernáculo de carne, un templo para el espíritu”. Medite sobre esas palabras mientras lee 1 Corintios 6:19–20 y Doctrina y Convenios 89:18–21. Considere cómo están conectados el cuerpo y el espíritu. ¿Qué bendiciones físicas y espirituales ha recibido por vivir la Palabra de Sabiduría? Podría meditar sobre cómo el obedecer la Palabra de Sabiduría le permite “glorifica[r] […] a Dios en [su] cuerpo y en [su] espíritu” (1 Corintios 6:20). Anote cualquier impresión que reciba y luego actúe de acuerdo con ella.

Actividades para aprender con otras personas

Es posible que las bendiciones que recibimos al guardar la Palabra de Sabiduría no siempre lleguen en el momento ni de la manera que esperamos. Lean juntos el mensaje de conferencia del presidente Dieter F. Uchtdorf titulado “Continuemos con paciencia” para saber cómo descubrió esto por sí mismo. Luego, podrían hablar sobre cómo Dios los ha bendecido física y espiritualmente por guardar la Palabra de Sabiduría y cómo podría bendecirlos en el futuro.
En ciertas situaciones, podríamos sentirnos presionados a no seguir la Palabra de Sabiduría. Lean juntos Daniel 1 y fíjense en cómo reaccionaron Daniel y sus amigos en una situación similar. Luego, lean estas palabras del élder Dieter F. Uchtdorf: “A Daniel lo habían criado como seguidor de Jehová. Él creía en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, y lo adoraba. Había estudiado las palabras de los profetas y sabía que Dios se comunicaba con el hombre.

“Ahora, a muy temprana edad, estaba como prisionero y estudiante en Babilonia. La presión en él de abandonar sus antiguas creencias y adoptar las de Babilonia debió haber sido enorme; pero se mantuvo fiel a su fe, tanto en palabras como en obras. […]

“Y el Señor bendijo a Daniel. A pesar de que desafiaron y ridiculizaron su fe, él permaneció fiel a lo que, por experiencia propia, sabía que era lo correcto”.

¿Cómo ayudó el Señor a Daniel y a sus amigos en su situación? (véase Daniel 1:9). ¿Cómo los bendijo por cumplir con su compromiso? (véase Daniel 1:15, 17–20). Analicen de qué forma podrían ser como Daniel cada vez que se ponga a prueba su compromiso de obedecer la Palabra de Sabiduría.

Más información

Levítico 10:9; 1 Corintios 6:10; Doctrina y Convenios 49:18–21
Quentin L. Cook, “Cuando lo malo parece bueno y lo bueno parece malo”, Liahona, marzo de 2018, págs. 18–25
David A. Bednar, “Los principios de Mi evangelio”, Liahona, mayo de 2021, págs. 123–126
Boyd K. Packer, “La Palabra de Sabiduría: El principio y las promesas”, Liahona, julio de 1996, págs. 18–20
“Vaping, Coffee, Tea, and Marijuana”, New Era, agosto de 2019, pág. 28