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Conversión a Jesucristo


“Conversión a Jesucristo”, Temas y preguntas, 2023

Mujer de pie junto al agua

Guía para el estudio del Evangelio

Conversión a Jesucristo

Un cambio de corazón que es consecuencia de seguir a Jesucristo

¿Ha visto alguna vez una oruga en la naturaleza? Dedique un minuto a pensar cuán milagroso es que, mediante el poder de la metamorfosis, una oruga ordinaria pueda convertirse en una hermosa mariposa. Paso a paso, la oruga crece y cambia, y se convierte en algo completamente nuevo.

La conversión nos ofrece ese mismo tipo de hermosa transformación. A medida que volvemos nuestro corazón a Jesucristo, hacemos convenio de guardar Sus mandamientos y procuramos hacer Su voluntad, nuestra vida cambia. Poco a poco, llegamos a ser “nueva[s] criatura[s]” (2 Corintios 5:17), más semejantes a Dios y mejor preparadas para recibir la vida eterna.

¿Qué es la conversión?

La conversión es el proceso mediante el cual Jesucristo nos ayuda a cambiar nuestras creencias, nuestro corazón y nuestra vida para llegar a ser como Él y como nuestro Padre Celestial. Esta supone ejercer fe en Jesucristo, el arrepentimiento, el bautismo, guardar los mandamientos, recibir la influencia santificadora del Espíritu Santo y perseverar hasta el fin. Mediante la Expiación de Jesucristo y siguiendo la guía del Espíritu, podemos cambiar y vencer las influencias negativas del mundo, lo que nos brinda paz y felicidad en esta vida, y la vida eterna en el mundo venidero.

Reseña del tema: Conversión

Guías para el estudio del Evangelio relacionadas: Fe en Jesucristo, Arrepentimiento, Perseverar hasta el fin

Sección 1

La conversión a Jesucristo puede requerir tiempo, esfuerzo y paciencia

Cristo saludando a las personas

Jesucristo nos invita a todos a venir a Él. Al seguir al Salvador, cambiamos y llegamos a ser más como Él. Para muchos, la conversión es un proceso gradual y no el resultado de un único acontecimiento poderoso o dramático. Requiere tiempo y esfuerzo continuo.

Para que ocurra, debemos actuar de acuerdo con la fe y el conocimiento que recibimos por medio del Espíritu Santo. Cuando nos convertimos “por medio del poder del Espíritu […], [nuestro] corazón cambia”. Nuestros deseos se alinean con los del Padre Celestial y los de Jesucristo. El élder David A. Bednar enseñó: “La verdadera conversión produce un cambio en las creencias, el corazón y la vida de una persona para aceptar y ajustarse a la voluntad de Dios […]. Es el resultado de la revelación de Dios, acompañado del arrepentimiento, de la obediencia y de la diligencia personales”.

Sin embargo, estar convertidos a Jesucristo no significa que seamos perfectos. En el camino a la conversión, todos todavía cometemos errores. No obstante, mediante la fe continua en Jesucristo y el arrepentimiento diario, nuestro acceso al poder de Jesucristo puede crecer y podemos aumentar nuestra conversión a Él como Sus discípulos.

Algo en qué pensar

  • Lea estos dos pasajes de las Escrituras acerca del apóstol Pedro: Mateo 16:13–17 y Lucas 22:31–32. ¿Por qué el estar plenamente convertidos a Cristo es un paso importante después de obtener un testimonio de Él? ¿De qué manera somos bendecidos mediante la verdadera conversión a Cristo?

  • Piense en la invitación y el poder del Salvador para ayudarnos a cambiar y llegar a ser como Él. El élder Eduardo Gavarret enseñó: “El Señor nos invita usando diferentes verbos: ‘Venid a mí’, ‘Sígueme’, ‘Anda conmigo’. No es una invitación pasiva, es una invitación a la acción. Está dirigida a todo[s]”. Piense en cómo la vida y las enseñanzas del Salvador lo invitan a cambiar. Podría leer Lucas 22:39–44; Juan 6:51; Hebreos 5:9; 10:1–10; 2 Nefi 2:3–10; 9:5–24; y Artículos de Fe 1:3 para obtener ideas. Considere lo que podría hacer hoy o esta semana para mostrarle al Salvador que acepta Su invitación y ayuda para cambiar su vida.

Actividades para aprender con otras personas

  • Podrían ver un video o imágenes de un animal que pase por una metamorfosis, como un renacuajo que se convierte en rana o una oruga que se convierte en mariposa. Si está disponible, podrían ver el video “El élder Neil L. Andersen comparte lecciones aprendidas de una mariposa”, donde él comparte un video acelerado que muestra la metamorfosis de una oruga tejiendo una crisálida y finalmente emergiendo como una hermosa mariposa. Hablen sobre el asombroso cambio por el que pasan estos animales. Luego, podrían leer lo que el apóstol Pablo enseñó acerca de llegar a ser una “nueva criatura” en Cristo (2 Corintios 5:17). ¿En qué sentido la conversión a Jesucristo es como llegar a ser una nueva criatura? El presidente Dallin H. Oaks enseñó: “Las personas que están avanzando hacia la conversión necesaria empiezan a ver las cosas como las ven nuestro Padre Celestial y Su Hijo, Jesucristo; ellas escuchan Su voz en lugar de la voz del mundo, y hacen las cosas a la manera de él y no a la manera del mundo”. ¿Cómo han crecido y cambiado al basar sus acciones en su conversión al Evangelio de Jesucristo? Consideren anotar sus pensamientos, así como su gratitud por lo que sus vidas han llegado a ser.

  • En las Escrituras hay muchos relatos poderosos de conversión. Podrían elegir uno o más de esos relatos, estudiarlos o verlos y, tal vez, incluso hacer una dramatización de ellos. Algunos ejemplos son los relatos de Rut (véase Rut 1), Enós (véase Enós 1 o el video “Enós clama con potente oración”), Alma, hijo (véase Mosíah 27 o el video “Alma, hijo, se convierte al Señor”) y el rey Lamoni (véase Alma 17–19 o el video “Ammón sirve y enseña al rey Lamoni”). Analicen lo que aprenden del ejemplo de la persona de la historia. Aunque la conversión suele ser un proceso más gradual que lo que sucedió con esas personas, podemos aprender mucho de sus experiencias. ¿De qué manera las experiencias de ellos fortalecen su propio deseo de seguir la invitación de Cristo a cambiar?

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Sección 2

La conversión a Jesucristo es una búsqueda de toda la vida

Una familia orando

Una cosa es convertirse a Jesucristo y comprometerse a seguirlo, pero otra cosa es mantener ese compromiso durante toda la vida. Tal como dijo el presidente Dieter F. Uchtdorf: “Ser discípulo de Jesucristo no es una labor de una vez a la semana o una vez al día. Es una labor constante y permanente”.

Sin embargo, eso no significa que tengamos que depender de nuestra propia fuerza de voluntad para perseverar hasta el fin. Dios nos brinda ayuda divina a lo largo del camino: Él nos guía y nos consuela con Su Espíritu, nos enseña constantemente por medio de Sus profetas y envió a Su Hijo a morir por nosotros para que, mediante la fe en Él, podamos ser fortalecidos cuando tropezamos.

Algo en qué pensar

  • ¿Qué se requiere para permanecer firmemente convertidos al Evangelio y perseverar hasta el fin? El élder Dale G. Renlund enseñó: “Eso significa mantener viva la fe en Jesucristo al orar, al leer las Escrituras, participar de la Santa Cena todas las semanas y tener el Espíritu Santo como compañero constante. Tenemos que ayudar y servir a los demás activamente, y compartir el Evangelio con ellos. Debemos ser completamente honrados y rectos en todas las cosas […]. Debemos reconocer las tentaciones que fácilmente nos acosan y colocarlas fuera del alcance, bien fuera de nuestro alcance”. Podrías leer el mensaje del élder Renlund titulado “Cómo conservar el gran cambio en el corazón” y pensar en lo que estás haciendo para permanecer firmemente convertido a Cristo. ¿Mantienes los sencillos hábitos diarios y semanales que te ayudarán a continuar con fe? ¿Estás poniendo la tentación fuera de tu alcance? Medita y anota los aspectos en los que podrías querer hacer cambios en tu vida para ayudarte a permanecer en la senda de los convenios.

Actividades para aprender con otras personas

  • El Libro de Mormón relata una impactante historia de un grupo de personas llamado los anti-nefi-lehitas, quienes “fueron convertidos al Señor, [y] nunca más se desviaron” (Alma 23:6). Estudien Alma 23–25 y hagan una lista de lo que aprendan sobre este grupo. ¿Cómo les ayudó el Salvador a llegar a ser tan extraordinariamente fuertes en su fe? A continuación, podrían escribir en una tira de papel una cosa que podrían “enterra[r] profundamente” (véase Alma 24:16–17) que los ayudaría a mantenerse firmemente comprometidos con Jesucristo, o podrían enterrar un objeto físico para simbolizar su compromiso de permanecer fiel.

  • La conversión de por vida a Jesucristo se logra al vivir Su Evangelio todos los días. La hermana Bonnie L. Oscarson habló sobre varios hábitos importantes que fomentan una conversión duradera: “La verdadera conversión se logra al continuar actuando de acuerdo con las doctrinas que uno sabe que son verdaderas y al guardar los mandamientos, día a día, mes tras mes […]. La conversión se lleva a cabo si somos diligentes al decir nuestras oraciones, al estudiar las Escrituras, al asistir a la Iglesia y al ser dignos de participar en las ordenanzas del templo. La conversión se logra al actuar según los principios rectos que aprendemos en nuestros hogares y en las clases”.

    Para ayudarles a continuar en la senda de la conversión, podrían aceptar este desafío en grupo: Todos los días, durante treinta días, cuando se enfrenten a tomas de decisiones, pregúntense lo siguiente: “¿Qué haría un Santo de los Últimos Días verdaderamente convertido?”. Consideren asumir la responsabilidad ante alguien de cumplir con esta meta. Después de completar el desafío, podrían analizar su experiencia en grupo. ¿De qué manera los ayudó el Salvador a cambiar al tratar de tomar decisiones coherentes con Sus enseñanzas?

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