“Gracia”, Temas y preguntas, 2023
Guía para el estudio del Evangelio
Gracia
El don de amor, misericordia y ayuda de Dios
Dios le ama y cuida de usted y de cada uno de Sus hijos. Con misericordia, Él nos concede ayuda y asistencia divinas que las Escrituras denominan “gracia”. La gracia de Dios es posible debido a la Expiación de Jesucristo. Todos nos quedamos cortos en nuestros esfuerzos por guardar los mandamientos de Dios, por lo que no merecemos ni ganamos el don de la gracia. Más bien, el Padre Celestial da gracia de manera gratuita, lo cual hace posible que recibamos abundantes bendiciones. Cuando se esfuerce por aumentar su fe en Jesucristo, reconocerá innumerables ejemplos de Su gracia y buena voluntad en su vida.
¿Qué es la gracia?
La gracia es el don de ayuda y fortaleza divinas que recibimos del Padre Celestial por medio de la Expiación de Jesucristo. Las Escrituras a menudo hablan de la gracia como el poder habilitador y la sanación espiritual que se ofrecen mediante Su misericordia y amor. Todas las bendiciones y tiernas misericordias de Dios vienen a nosotros por medio de la gracia de Jesucristo.
Reseña del tema: Gracia
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Sección 1
Busque la gracia de Dios en su vida y sentirá Su abundante amor
Cuando cree en el Padre Celestial y en Jesucristo, comienza a ver lo mucho que Ellos han hecho por usted, simplemente porque lo aman. Recibimos muchas bendiciones de Dios, ya sea que reconozcamos o no la fuente divina. Otras bendiciones están reservadas para aquellos que procuran guardar los mandamientos del Padre Celestial, arrepentirse de los pecados y acudir humildemente a Él en oración sincera pidiendo lo que necesitan. Sin embargo, ninguno de nosotros puede ganarse la ayuda y la guía de Dios (véanse Romanos 3:23–24; Mosíah 2:20–21). Todas las bendiciones divinas se dan por medio de la gracia de Dios.
Comprender la gracia divina puede darle confianza para buscar la ayuda de Dios a diario porque Él es misericordioso y está dispuesto a ejercer poder divino en su favor (véanse Hebreos 4:14–16; Moroni 8:3). La vida terrenal de Jesucristo es un ejemplo de cómo crecer espiritualmente y recibir una plenitud de bendiciones por medio de la gracia del Padre Celestial (véase Doctrina y Convenios 93:12–13). Jesucristo lo invita a venir a Él y a Dios el Padre, y a recibir Su gracia para que pueda ser plenamente bendecido y glorificado como Ellos (véase Doctrina y Convenios 93:19–20).
Algo en qué pensar
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Nefi declaró: “Mi alma se deleita en [la] gracia [del Señor]” (2 Nefi 11:5). ¿Qué significa para usted la gracia de Dios? ¿Por qué cree que Nefi utilizó la palabra deleitarse para describir sus sentimientos acerca de la gracia de Dios?
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El presidente Dieter F. Uchtdorf enseñó: “[Un] aspecto de la gracia de Dios es que abre las ventanas del cielo, por las cuales Dios derrama bendiciones de poder y fortaleza que nos habilitan para lograr lo que de otro modo no estaría a nuestro alcance”1. ¿Qué medidas podría tomar para recibir las bendiciones del poder y la fuerza divinos que Dios está dispuesto a compartir con usted?
Actividad para aprender con otras personas
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Invite a los miembros de su grupo a leer Éter 12:27. Analicen ejemplos de debilidades que comúnmente experimentan los hijos de Dios. Hablen sobre el cambio potencial que puede experimentar una persona a través del poder divino de la gracia de Dios. Invite a los participantes a recordar momentos en los que han sentido el poder de la gracia de Dios. Invítelos a relatar experiencias según sea apropiado.
Más información
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1 Corintios 2:9; 2 Corintios 12:9–10; Éter 12:41; Moroni 10:32–33
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Dieter F. Uchtdorf, “El don de la gracia”, Liahona, mayo de 2015, págs. 107–110.
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Brad Wilcox, “Su gracia es suficiente”, Liahona, septiembre de 2013, págs. 42–45.
Sección 2
Usted es salvo por la gracia de Jesucristo
El profeta Lehi explicó que “ninguna carne puede morar en la presencia de Dios, sino por medio de los méritos, y misericordia, y gracia del Santo Mesías” (2 Nefi 2:8). La mayor demostración del amor de Dios es la Expiación de Jesucristo, incluida Su Resurrección. Gracias a ese sacrificio, ofrecido por medio de la gracia de Jesucristo, Él nos salva de las garras permanentes de la muerte y abre el camino para que cada uno de nosotros se arrepienta de sus pecados y encuentre el perdón.
Dios no obligará a nadie a recibir Su gracia y regresar a Su presencia. Por lo tanto, nos pide que nos “reconcili[emos] […] con la voluntad de Dios, y no con la voluntad del diablo y la carne; […] que tan solo en la gracia de Dios, y por ella, so[mos] salvos” (2 Nefi 10:24). Como humildes seguidores, venimos a Jesucristo a través de la fe, el arrepentimiento, el bautismo, la recepción del Espíritu Santo y el esfuerzo por guardar Sus mandamientos. Al hacerlo, mostramos nuestro deseo de hacer todo lo que podamos, al tiempo que reconocemos que Su gracia es lo que nos salva (véase 2 Nefi 25:23).
Algo en qué pensar
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Lea 2 Nefi 25:23 y considere la siguiente reflexión del presidente Dieter F. Uchtdorf:
“No nos salvamos ‘debido a’ que hacemos cuanto podamos. ¿Alguno de nosotros ha hecho todo lo que puede? […]
“Tengo la certeza de que Nefi sabía que la gracia del Salvador nos permite vencer el pecado y nos faculta para ello. Es por eso que Nefi trabajaba tan diligentemente a fin de persuadir a sus hijos y a sus hermanos a ‘creer en Cristo y a reconciliarse con Dios’ [2 Nefi 25:23].
“Después de todo, ¡eso es lo que podemos hacer! y ¡esa es nuestra tarea en la mortalidad!”2.
¿Por qué es importante considerar la gracia como un don en lugar de algo que se debe ganar?
Actividad para aprender con otras personas
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Miren al élder Dieter F. Uchtdorf hablar sobre la gracia en el video “Salvos por la gracia” (1:41). Hablen juntos sobre la importancia de la responsabilidad personal en el plan de Dios para nuestra salvación. ¿Por qué debemos arrepentirnos si somos salvos por la gracia de Dios?
Más información
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Dallin H. Oaks, “¿Ha sido usted salvo?”, Liahona, julio de 1998, págs. 64–67
Sección 3
La gracia te da fortaleza para amar y servir a Dios y a los demás
En Bible Dictionary se afirma: “Es […] mediante la gracia del Señor que las personas, por medio de la fe en la Expiación de Jesucristo y el arrepentimiento de sus pecados, reciben fortaleza y asistencia para realizar buenas obras que de otro modo no podrían llevar a cabo por sus propios medios” (“Gracia”).
Como seguidor de Jesucristo, puede recibir ayuda divina para servir a Dios y a los demás como el apóstol Pablo, que observó: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). Cuando somos llamados a servir en el reino de Dios, Él nos capacita proveyéndonos de gracia para realizar Su obra (véase Alma 26:11–13). El don de la gracia también proporciona a las personas más fortaleza para afrontar los desafíos de la vida (véanse Mosíah 24:14–15; Alma 31:30–35, 38).
Algo en qué pensar
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Imagine romper una rama pequeña de un árbol o un arbusto. Considere lo que le sucedería a la rama después de haber sido separada de su fuente. Lea Juan 15:1–11. ¿Qué quería Jesús que Sus discípulos entendieran acerca del poder que Él ofrece a los hijos de Dios? ¿Cómo puede este principio ayudarlo a entender mejor cómo la gracia puede fortalecerlo en su esfuerzo por ministrar a los demás?
Actividad para aprender con otras personas
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Miren el video “La Expiación nos habilita” (2:18). Hablen juntos sobre cómo la gracia de Dios influye en nuestros esfuerzos por llevar a cabo buenas obras. ¿Por qué es importante orar por la gracia del Señor cuando procuramos servir y ministrar a los demás?
Más información
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David A. Bednar, “La Expiación y el trayecto de la vida terrenal”, Liahona, abril de 2012, págs. 12–19.