Introducción

Mucho antes de que José Smith se arrodillara a orar en la Arboleda Sagrada, él había establecido los cimientos para su crecimiento espiritual. Pasó muchos meses asistiendo a servicios de adoración, leyendo la Biblia y participando en oraciones familiares. Habló con los miembros de su familia, incluso con algunos que eran escépticos con respecto a la religión organizada. José tuvo que esforzarse por encontrar respuestas a sus preguntas. Finalmente, Dios contestó la oración de José. Sin embargo, la Primera Visión no contestó todas las preguntas que él tenía. Para José, buscar respuestas fue una búsqueda de toda la vida.

Hoy en día, la información sobre la historia de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días está más accesible que nunca. Ello puede ser una gran bendición, pero no siempre es fácil saber qué fuentes son dignas de confianza; y algunas de las cosas que aprendemos pueden plantear preguntas difíciles. El presidente Dieter F. Uchtdorf señaló: “Algunos quizá se sientan avergonzados o indignos porque tienen preguntas en cuanto al Evangelio, pero no deberían sentirse así”. Él enseño: “El hacer preguntas no es señal de debilidad; es el acto precursor del crecimiento”¹. Los artículos de este recurso ofrecen varias sugerencias que pueden ayudarle a encontrar paz al buscar respuestas a sus preguntas.