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Juan 4: La mujer junto al pozo


Juan 4

La mujer junto al pozo

Jesús y Sus discípulos habían estado en Jerusalén para la fiesta de la Pascua. Cuando llegó el momento de volver a Galilea, pasaron por una parte del país llamada Samaria (véase el mapa que aparece a continuación). Los samaritanos y los judíos no se llevaban bien los unos con los otros. Los judíos consideraban “impuros” a los samaritanos (véase en la Guía para el Estudio de las Escrituras la entrada “Samaritanos”, pág. 185). A veces, los judíos recorrían una distancia mucho más larga con el fin de evitar pasar por Samaria. Cuando leas Juan 4, ten en cuenta lo que enseñó Jesús acerca de esas tradiciones, tanto por lo que dijo como por lo que hizo. Asegúrate de prestar atención a los cambios importantes de la Traducción de José Smith de este capítulo.

La comprensión de las Escrituras

Juan 4

La hora sexta (vers. 6)—Cerca del mediodía.

Mesías (vers. 25)—Mesías (véase “La comprensión de las Escrituras” de Juan 1:41, pág. 80).

El que siega (vers. 36)—El que cosecha.

A las siete (a la hora séptima) (vers. 52)—Cerca de la 1 de la tarde.

Juan 4:12—“Nuestro Padre Jacob”

Tanto los samaritanos como los judíos eran descendientes de Jacob, cuyo nombre fue cambiado al de Israel. Padre significa “antepasado”, o sea, antecesor.

Juan 4:22—“La salvación viene de los judíos”

Jesús no quiso decir que la religión de los judíos, como la practicaban los fariseos y los saduceos, llevaría la salvación a las personas. En una época ésta había contenido las ordenanzas, las doctrinas y las prácticas de salvación, pero los hombres las habían cambiado. Jesús era judío por conducto de Su madre y Él fue el que trajo la salvación. El nombre Jesús significa “salvación”.

Juan 4:24—“Dios es Espíritu”

Sabemos por medio de otros pasajes de las Escrituras y, sobre todo, por la revelación contemporánea, que el Espíritu de Dios está revestido de un cuerpo de carne y hueso resucitado y glorificado (véase Génesis 1:26–27; Lucas 24:39; D. y C. 130:22). Fíjate en cómo la Traducción de José Smith aclara el significado de este versículo (véase TJS, Juan 4:26).

El estudio de las Escrituras

Al estudiar Juan 4, realiza dos de las actividades siguientes (A–C).

  1. Una conversión gradual

    Cuando leas Juan 4:5–42, aprenderás cómo llegó una mujer a obtener un testimonio de que Jesús es el Mesías, o sea, el Cristo.

    1. Anota lo que la mujer samaritana llama a Jesús en los versículos 9, 11, 15, 19 y 29.

    2. ¿Qué observas con respecto a lo que ella llama a Jesús a medida que habla más con Él y va sabiendo más acerca de Él?

    3. ¿Qué hizo ella después de que hubo comprendido quién era Él en realidad? ¿Cuál fue el resultado? (véanse sobre todo los vers. 28–30, 39–42).

    4. Escribe acerca de la forma en que tu testimonio ha crecido. Escribe también algo acerca de por qué consideras que ha aumentado.

  2. Sé misionero

    ¿Qué dirías a un investigador que te pidiera que le explicases por qué enseñamos que Dios tiene un cuerpo físico si en Juan 4:24 dice que “Dios es Espíritu”? En tu respuesta, menciona por lo menos dos pasajes de las Escrituras. (Si lo deseas, puedes utilizar de ayuda la Guía para el Estudio de las Escrituras.)

  3. Una anotación en tu diario personal

    Imagínate que eras uno de los discípulos que estaban con Jesús cuando ocurrieron los sucesos que se narran en Juan 4. Escribe lo que sería parte de las anotaciones que harías en tu diario personal y cuenta lo que aprendiste por haber estado con Jesús aquel día. Menciona también algo acerca de lo que Jesús enseña directamente en los versículos 31–38. También procura incluir algunas de las lecciones menos obvias.