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Efesios 1-3: Doctrinas fundamentales de la Iglesia de Jesucristo


Efesios 1–3

Doctrinas fundamentales de la Iglesia de Jesucristo

Si los demás en realidad comprendieran los tres primeros capítulos de Efesios como los comprenden los Santos de los Últimos Días, no habría tanta confusión entre los cristianos como la que hay en la actualidad. Tampoco habría tantas iglesias cristianas diferentes. Cuando estudies Efesios 1–3, fíjate en lo que Pablo enseña acerca de la Trinidad, de la preordenación, de la gracia, de la Expiación y de las características de la Iglesia de Jesucristo.

La comprensión de las Escrituras

Efesios 1

Predestinado (vers. 5, 11)—Preordenado, escogido en la existencia preterrenal para recibir bendiciones y responsabilidades específicas.

Para ser adoptados hijos (vers. 5)—Para renacer espiritualmente como hijos e hijas de Dios (véase Mosíah 27:25–26)

El misterio de su voluntad (vers. 9)—Verdades acerca del plan de Dios para Sus hijos que no se pueden comprender sino por revelación y que se conservan sagradas.

Las arras de nuestra herencia (vers. 14)—La garantía de obtener el reino celestial.

Todo principado (vers. 21)—Cualquier rey o gobernante.

Efesios 1:4–5—“…nos escogió en él antes de la fundación del mundo”

No todas las personas tienen el mismo deseo de aprender la verdad y vivir con rectitud. Pablo escribió: “…nos escogió en él antes de la fundación del mundo” (Efesios 1:4). Algunos de los hijos de nuestro Padre Celestial fueron “escogidos” y “predestinados” (preordenados) para ciertos llamamientos, lo cual nos sirve para entender la diferencia que hay entre las actitudes de las personas con respecto a la verdad.

“La preordenación es como una bendición o una recompensa por la rectitud y el cometido valeroso a Jesucristo en la existencia preterrenal. El nacer en la casa de Israel y el ser heredero de todas las bendiciones de Abraham, de Isaac y de Jacob suele considerarse como el derecho de nacimiento de las almas dedicadas (véase Efesios 1:4–5; Romanos 9:4). Estos derechos y bendiciones todavía pueden obtenerlos todos los que elijan recibirlos, ya sea en esta vida o en la venidera (en Daniel H. Ludlow, editor, Encyclopedia of Mormonism, 5 tomos, 1992, tomo II, pág. 522).

Efesios 1:10—“La dispensación del cumplimiento de los tiempos”

Nuestro Padre Celestial ha “dispensado” (revelado) el Evangelio al hombre en diversas etapas de la historia de la tierra. Ejemplos de ello son las revelaciones de Dios a Adán, a Noé y a Moisés. Ésta, la última dispensación (nuestra época), la cual fue revelada por conducto del profeta José Smith, fue profetizada por Pablo y llamada “la dispensación del cumplimiento de los tiempos” (Efesios 1:10). A nuestra dispensación se le dio ese nombre por motivo de que todas las cosas que han sido parte de cualquier dispensación anterior ahora serán unidas en Jesucristo (véase también D. y C. 128:18).

Efesios 1:13—“Sellados con el Espíritu Santo de la promesa”

El presidente Joseph Fielding Smith explicó:

“El Santo Espíritu de la Promesa es el Espíritu Santo y es quien pone el sello de aprobación sobre cada ordenanza: bautismo, confirmación, ordenación, casamiento. La promesa es que mediante la fidelidad uno recibirá bendiciones.

“Si un individuo viola un convenio, sea el del bautismo, ordenación, casamiento o cualquier otro convenio, el Espíritu [retira su aprobación] y el hombre no recibe las bendiciones” (Doctrina de Salvación, tomo I, pág. 43; véase también D. y C. 132:7).

Efesios 2

La corriente (vers. 2)—Las maneras.

Príncipe de la potestad del aire (vers. 2)—Satanás.

Incircuncisión (vers. 11)—Los gentiles.

Circuncisión (vers. 11)—Los judíos.

Efesios 2:4–10—“Por gracia sois salvos por medio de la fe… no por obras”

Hay personas que creen que al indicar Pablo que somos salvos por gracia, por medio de la fe, quiso decir que nada de lo que hagamos produce efecto alguno en si somos salvos o no, que ello es enteramente un don de Dios. Esa opinión se opone a la enseñanza de Santiago de que “la fe sin obras es muerta” (Santiago 2:10–26).

Las revelaciones del Señor a los profetas del Libro de Mormón aclaran esta importante doctrina. Si bien es cierto que nadie puede vivir la ley a la perfección para ser salvo por su propia obediencia (véase Romanos 3:20–23; 2 Nefi 2:5), eso no significa que la obediencia no sea importante. Si no nos esforzamos por guardar los mandamientos, el tan sólo creer no será suficiente (véase Mateo 7:21; Santiago 2:17–19).

Como se ilustra en el dibujo, todos somos como el hombre que no sabe nadar y se está ahogando en el río. El Salvador está en la orilla y nos tiende una rama para salvarnos. Esa rama es la gracia de Dios que se nos brinda por medio de la Expiación, sin la cual no podemos ser salvos. Si no hacemos un esfuerzo por aferrarnos de la rama y mantenernos aferrados a ella, nos ahogaremos. Sin embargo, no se espera que hagamos esto solos; si nos esforzamos, la gracia de Dios incrementará nuestras fuerzas y nos dará poder para sostenernos y ser salvos (véase en la Guía para el Estudio de las Escrituras la entrada “gracia”, pág. 85). Como dijo el profeta Nefi: “…es por la gracia por la que nos salvamos, después de hacer cuanto podamos” (2 Nefi 25:23; cursiva agregada).

Efesios 2:14–17—“Derribando la pared intermedia de separación”

La expiación de Jesucristo puso fin a la ley de Moisés. Cristo mandó entonces que el Evangelio se predicara a todo el mundo (véase Marcos 16:15–16). Mediante la Expiación, la enemistad (hostilidad) que separaba a los judíos de los gentiles, al igual que una pared intermedia de separación, se derribó (se quitó).

Efesios 2:19—“Conciudadanos de los santos”

Todos pueden ser conciudadanos de los santos por medio de la ordenanza del bautismo si tienen fe en Cristo, si se arrepienten y se preparan. Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no tienen por qué sentirse solos nunca, puesto que tienen hermanos y hermanas que ayudan a cuidar de ellos.

Efesios 2:20—¿Es la revelación por medio de apóstoles y profetas fundamental en la Iglesia verdadera?

El élder Mark E. Petersen, que fue miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, testificó: “Otra señal importante es que la Iglesia sería guiada por revelación constante a través de profetas vivientes. Amós dijo que el Señor no hará nada sino mediante sus profetas autorizados (véase Amós 3:7). Así es que la Iglesia divina, en su forma restaurada, debe ser dirigida por videntes y reveladores vivientes que reciban dirección continua del Señor” (“Las señales de la Iglesia verdadera”, Liahona, agosto de 1979, pág. 29).

Efesios 3

La administración de la gracia de Dios… para con vosotros (vers. 2)—El poder y la gracia que Dios dio a Pablo para que ministrara a los gentiles.

Misterio (vers. 3, 9)—Verdad divina que sólo se puede conocer por revelación y que se conserva sagrada.

Principados (vers. 10)—Región gobernada por soberanos.

En quien tenemos seguridad… por medio de la fe en él (vers. 12)—Con fe en Jesucristo, podemos acercarnos a Dios con confianza.

El estudio de las Escrituras

Al estudiar Efesios 1–3, realiza la actividad C y al menos una de las otras actividades (A, B o D).

  1. Busca la doctrina

    Estudia Efesios 1 y busca por lo menos tres versículos que describan la naturaleza de la Trinidad. Explica por qué esos versículos indican que Dios el Padre y Jesucristo son Seres separados.

  2. Busca las bendiciones espirituales

    En Efesios 1:3–14, Pablo menciona algunas de las bendiciones espirituales que reciben los fieles por causa de Jesucristo. Anota esas bendiciones e indica por qué son importantes para ti.

  3. Explica la doctrina

    1. Estudia Efesios 2:4–10 y en seguida lee Santiago 2:17–20. Explica por qué esos dos pasajes de las Escrituras parecen no concordar y, sin embargo, los dos son correctos (véase la sección “La comprensión de las Escrituras” de Efesios 2:4–10 para conseguir ayuda).

    2. Haz un dibujo como el que aparece anteriormente en la sección “La comprensión de las Escrituras” y anota el nombre de lo que representa al Salvador, a nosotros, nuestro estado terrenal y la Expiación.

  4. Haz un dibujo de esto

    En Efesios 2:18–22, Pablo enseña que la Iglesia de Jesucristo es como un edificio “bien coordinado”. Haz el dibujo de un edificio que represente la forma en la que Pablo dijo que la Iglesia debe estar organizada.