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Hebreos 6-10: La ley de Moisés testificaba de Cristo


Hebreos 6–10

La ley de Moisés testificaba de Cristo

Pablo enseña a los conversos judíos que las enseñanzas y las prácticas del Antiguo Testamento se cumplieron en Jesucristo y en Su Evangelio (véase Hebreos 6–10). Intentó explicarles que “el nuevo pacto” de Jesucristo es mayor que “el antiguo pacto” debido a que el nuevo pacto tiene poder para asegurar la vida eterna.

La comprensión de las Escrituras

Hebreos 6—Seguir avanzando

Pablo recuerda a los judíos que ellos ya conocen los principios básicos del Evangelio y que tienen que seguir avanzando en su progreso espiritual. Les explica que la promesa que hizo Dios a Abraham de la vida eterna les pertenece a ellos también —en calidad de descendientes de Abraham— si permanecen leales y fieles hasta el fin.

Hebreos 7—El sacerdocio mayor

Pablo enseña a la gente más acerca de Melquisedec y de la diferencia que hay entre el Sacerdocio de Melquisedec que trajo Cristo y el Sacerdocio Aarónico que ejercían los judíos bajo la ley de Moisés. Por motivo de que el Sacerdocio Aarónico es limitado, el sacerdocio mayor es necesario para obtener y administrar las bendiciones de la vida eterna.

Hebreos 8—El nuevo pacto

Pablo testifica que Jesucristo es el sumo sacerdote del “nuevo pacto”, en cumplimiento de la profecía que se encuentra en Jeremías 31:31–34.

Hebreos 9–10—El sacrificio

Pablo enseña a los hebreos la importancia del templo y sus ordenanzas bajo la ley de Moisés, y testifica que todos los sacrificios que se ofrecían eran un símbolo de Jesucristo, cuyo sacrificio dio significado a todos los demás sacrificios. Por medio del sacrificio de Jesucristo, podemos obtener la remisión de nuestros pecados, y, todas las personas, no tan sólo el sumo sacerdote, pueden algún día entrar en la presencia de nuestro Padre Celestial.

El estudio de las Escrituras

Al estudiar Hebreos 6–10, realiza la actividad siguiente.

  1. Dos grandes profetas

    Lee Hebreos 7:1–4, incluso la Traducción de José Smith del versículo 3, y escribe lo que aprendas acerca de Abraham y de Melquisedec. La primera parte del versículo 3 se refiere al sacerdocio, no a Melquisedec, y significa que la persona no tenía que provenir de una tribu específica de Israel para recibir el sacerdocio mayor. La última parte del versículo se aplica a todos los que reciban el Sacerdocio de Melquisedec. (Véase Bruce R. McConkie, The Promised Messiah: The First Coming of Christ, 1978, pág. 451.)