“Mateo 27; Marcos 15; Lucas 23; Juan 19”, Nuevo Testamento: Manual del maestro de Instituto, 2025
Crucifixion [La Crucifixión], por Louise Parker
Mateo 27; Marcos 15; Lucas 23; Juan 19
Pilato interrogó a Jesucristo, liberó a Barrabás y sentenció a Cristo a ser crucificado. En cumplimiento de las profecías, el Salvador fue azotado, escarnecido y crucificado. José de Arimatea sepultó el cuerpo del Salvador en un sepulcro.
Recursos adicionales
Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, “Mateo 27; Marcos 15; Lucas 23; Juan 19”
La “Introducción al curso” ofrece orientación sobre cómo utilizar los cuatro elementos estándares de la lección que se presentan a continuación.
Fomentar el estudio personal
Antes de la clase, considere enviar a los alumnos uno o más de los siguientes mensajes, o bien cree uno usted mismo:
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Lean Mateo 27:26–50 y piensen en cómo podrían responder la siguiente pregunta: ¿Por qué tuvo que sufrir y morir Jesucristo? También podrían ver “Jesús es azotado y crucificado” (4:46).
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Lean Mateo 27:46–50 (véase también Traducción de José Smith, Mateo 27:54 [en Mateo 27:50, nota a al pie de página]); Lucas 23:34–46; Juan 19:25–30 y busquen lo que dijo Jesucristo mientras sufría en la cruz. ¿Qué les enseñan estas afirmaciones en cuanto a Su carácter?
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Al estudiar los acontecimientos que condujeron a la Crucifixión en Marcos 15:1–15; Lucas 23:1–25; y Juan 19:1–16, comparen las acciones y decisiones de Pilato con las del Salvador. ¿Cómo reaccionaron de manera diferente ante la oposición y los desafíos que cada uno de ellos enfrentó?
Hacer preguntas y compartir
Dé tiempo a los alumnos para que hagan preguntas y expresen las reflexiones y verdades que hayan descubierto en su estudio personal de Mateo 27; Marcos 15; Lucas 23 y Juan 19.
Capacitación en técnicas de estudio
Mateo 27; Marcos 15; Lucas 23; y Juan 19 podrían ser pasajes útiles para emplear las técnicas “Utilizar las Escrituras de la Restauración para entender la Biblia” y “Buscar contrastes en las Escrituras”, en Técnicas para el estudio de las Escrituras.
Opciones de actividades de aprendizaje
Se proporcionan varias opciones de aprendizaje para usted y sus alumnos. Con espíritu de oración, elija qué opción u opciones serán las más significativas para su clase.
Mateo 27:26–50; Marcos 15:15–37; Lucas 23:33–46; Juan 19:16–30
¿Por qué tuvo que sufrir y morir el Salvador?
Podría comenzar la clase mostrando algunas imágenes del sufrimiento del Salvador antes de la Crucifixión y durante ella. Invite a los alumnos a expresar los pensamientos y sentimientos que tengan al pensar en lo que Él sufrió.
Christ and Pilate Behold the Man [Cristo y Pilato: ¡He aquí el hombre!], por Marcus Vincent
Crucifixion [La Crucifixión|, por Louise Parker
Anote las siguientes referencias de las Escrituras en la pizarra: Mateo 27:26–50; Marcos 15:15–37; Lucas 23:33–46; Juan 19:16–30. Pida a los alumnos que se dividan en grupos pequeños. Invite a cada miembro del grupo a leer uno o varios de los pasajes.
Después de dar tiempo a los alumnos para estudiar, pida a los miembros del grupo que analicen entre ellos lo que pensaron y sintieron al leer sobre el sufrimiento del Salvador.
Considere presentar y analizar la situación hipotética siguiente:
Uno de sus amigos acaba de leer los Evangelios por primera vez; le preocupa lo que lee acerca del sufrimiento y la Crucifixión de Jesucristo. Su amigo pregunta: “¿Por qué tuvo que sufrir y morir Jesús?”.
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¿Cómo responderían esa pregunta?
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¿Qué pasajes de las Escrituras podrían ser más útiles para responder esta pregunta?
Explique que algunos de los pasajes más esclarecedores sobre por qué Jesucristo sufrió y murió se encuentran en las Escrituras de la Restauración (véase “Utilizar las Escrituras de la Restauración para entender la Biblia”, en Técnicas para el estudio de las Escrituras). Escriba las siguientes referencias de las Escrituras en la pizarra: 2 Nefi 9:21–23; Alma 7:12–14; Helamán 14:15–18; 3 Nefi 11:11–14; Doctrina y Convenios 19:16–19.
Invite a los miembros del grupo a leer uno de los pasajes y a buscar lo que enseñan sobre por qué Jesucristo tuvo que sufrir y morir. Después de dar tiempo a los alumnos para estudiar, pida a los miembros del grupo que comenten entre ellos lo que encontraron.
Considere analizar las siguientes preguntas como clase:
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¿Por qué es importante incluir las Escrituras de la Restauración en nuestro estudio de la vida del Salvador?
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¿Qué verdades descubrieron en estos pasajes de las Escrituras de la Restauración acerca de por qué Jesucristo tuvo que sufrir y morir? (Las respuestas podrían incluir verdades como las siguientes: Jesucristo sufrió dolores y aflicciones de todo tipo a fin de saber cómo socorrernos, sanarnos y fortalecernos. Jesucristo sufrió y murió para llevar a cabo la resurrección de los muertos. Jesucristo sufrió para que podamos arrepentirnos de nuestros pecados).
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¿De qué manera influyen esas verdades en lo que piensan y sienten en cuanto al sufrimiento y la Crucifixión del Salvador?
Si lo desea, muestre la siguiente declaración del obispo Gérald Caussé:
La Expiación del Señor, aunque es infinita y universal en su alcance, es un don notablemente personal e íntimo, adaptado para cada uno de nosotros individualmente. Así como Jesús invitó a cada uno de los discípulos nefitas a palpar Sus heridas, Él murió por cada uno de nosotros, personalmente, como si ustedes o yo fuésemos la única persona en la tierra. Él nos extiende una invitación personal para venir a Él y recurrir a las maravillosas bendiciones de Su Expiación (véase “Un testigo viviente del Cristo viviente”, Liahona, mayo de 2020, pág. 40).
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¿Por qué es importante comprender que Jesucristo sufrió y murió por ustedes personalmente?
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¿Qué podrían hacer para demostrar su gratitud por el hecho de que el Salvador sufrió por ustedes? (Anime a los alumnos a anotar sus pensamientos e impresiones).
Mateo 27:46–50; Lucas 23:34–46; Juan 19:25–30
¿Qué podemos aprender del ejemplo del Salvador durante Su Crucifixión?
Invite a los alumnos a pensar en la última vez que vivieron una situación estresante. Luego, pídales que reflexionen sobre lo que podemos aprender acerca de nuestro propio carácter cuando afrontamos adversidad.
Considere la posibilidad de mostrar la siguiente imagen de la Crucifixión del Salvador. Si lo desea, relate brevemente cómo fue la Crucifixión al repasar “Mateo 27:22–50. ¿Qué sabemos acerca de la Crucifixión?”, en Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento.
The Crucifixion of Christ [La crucifixión de Cristo], por Louise Parker
Señale que las acciones y palabras del Salvador mientras experimentaba un agobio y un sufrimiento inimaginables en la cruz nos dan una idea de Su carácter divino.
Escriba las siguientes referencias de las Escrituras en la pizarra (no incluya las palabras entre paréntesis). Invite a los alumnos a buscar en esos pasajes de las Escrituras y encontrar las últimas palabras del Salvador. Pida a algunos alumnos que escriban las palabras del Salvador en la pizarra junto a las referencias correspondientes.
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Lucas 23:34 (“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”).
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Lucas 23:43 (“De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”).
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Juan 19:26–27 (“Mujer, he ahí tu hijo […]. He ahí tu madre”).
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Mateo 27:46 (“¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has desamparado?”).
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Traducción de José Smith, Mateo 27:54 (en Mateo 27:50, nota a al pie de página) (“Padre, consumado es, se ha hecho tu voluntad”).
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Juan 19:28 (“Tengo sed”).
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Juan 19:30 (“¡Consumado es!”).
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Lucas 23:46 (“Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”).
Invite a los alumnos a hablar sobre lo que les parezca significativo de las últimas declaraciones registradas del Salvador. (Las siguientes entradas de Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento pueden ayudar a enriquecer su análisis: “Mateo 27:46. ¿Por qué se sintió Jesús desamparado?” y “Juan 19:30. ¿Qué hay de significativo en la declaración del Salvador: ‘¡Consumado es!’?”).
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¿Qué pueden enseñarles las palabras del Salvador en cuanto a Su carácter mientras sufría en la cruz? (Los alumnos podrían reconocer verdades como las siguientes: Aun mientras afrontaba terribles sufrimientos, Jesucristo pensaba en las necesidades de los demás. Frente a la adversidad, Jesucristo perseveró hasta el fin).
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¿De qué manera influye en lo que sienten por el Salvador el saber estas cosas acerca de Él?
Para ayudar a los alumnos a comprender lo que significa tener un carácter semejante al de Cristo al afrontar la adversidad, lean y analicen la siguiente declaración del élder David A. Bednar.
El carácter se demuestra al mirar al exterior y tender la mano a los demás cuando la reacción natural e instintiva es abstraerse y pensar en uno mismo […]. A lo largo de Su ministerio terrenal y, sobre todo, durante los acontecimientos que condujeron al sacrificio expiatorio y durante Su propia Expiación, el Salvador del mundo se centró en los demás, aunque el hombre o mujer natural que hay dentro de la mayoría de nosotros se habría centrado en sí mismo (en Sarah Jane Weaver, “Elder Bednar Urges Mission Leaders to Seek to Develop ‘Essential Elements of a Christlike Character’”, Church News, 9 de julio de 2019, newsroom.ChurchofJesusChrist.org)
Podría invitar a los alumnos a determinar maneras en las que pueden centrarse en los demás mientras enfrentan los desafíos de la vida.
Juan 19:1–16; Mateo 27:11–26; Marcos 15:1–15; Lucas 23:1–25
¿Cómo puedo tener mayor valentía moral?
Muestre la siguiente declaración del élder Ulisses Soares:
El folleto Para la Fortaleza de la Juventud contiene el siguiente consejo […]: “Debes tener la valentía moral de permanecer firme en tu obediencia a la voluntad de Dios, aun cuando tengas que permanecer solo” (librito, 2011, pág. 2). (“Sí, ¡podemos ganar y ganaremos!”, Liahona, mayo de 2015, pág. 75).
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¿Por qué es importante vivir con valentía moral?
Explique que podemos aprender lecciones importantes sobre la valentía moral al contrastar las acciones de Jesucristo y las de Poncio Pilato (véase “Buscar contrastes en las Escrituras”, en Técnicas para el estudio de las Escrituras). Entregue a los alumnos el volante correspondiente. Podrían trabajar con un compañero o en grupos pequeños.
Muestre la siguiente verdad: Seguimos el ejemplo de valor moral del Salvador cuando nos esforzamos por hacer la voluntad de Dios en todas las circunstancias.
Invite a los alumnos a poner en práctica esta verdad al realizar una o más de las siguientes actividades por su cuenta, en grupos pequeños o como clase:
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Hagan una lista de los desafíos sociales, culturales o morales que enfrentan y que podrían requerir valentía moral.
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Analicen cómo pueden seguir el ejemplo del Salvador y desarrollar la valentía moral para hacer lo correcto cuando se enfrenten a circunstancias difíciles.
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Relaten experiencias que les hayan ayudado a desarrollar la valentía moral para hacer lo correcto al afrontar circunstancias difíciles.
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Mencionen ejemplos de jóvenes adultos que conozcan que hayan demostrado valentía moral al afrontar circunstancias difíciles.
A fin de alentar a los alumnos a actuar de acuerdo con lo que han aprendido, podría darles tiempo para meditar y anotar cómo completarían la siguiente declaración: Seguiré el ejemplo de valentía moral del Salvador al…