“Gálatas”, Nuevo Testamento: Manual del maestro de Instituto, 2025
Gálatas
Las ideas falsas que se introdujeron entre los santos en Galacia hicieron que muchos tropezaran en su fe. Pablo les recordó que él había sido llamado por Jesucristo, quien era la fuente de sus enseñanzas. También enseñó acerca de la función que desempeña la fe en Cristo en nuestra salvación y cómo recibir las bendiciones del Espíritu.
Recursos adicionales
Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, “Gálatas”
Nota: La “Introducción al curso” ofrece orientación sobre cómo utilizar los cuatro elementos estándar de la lección que se presentan a continuación.
Fomentar el estudio personal
Antes de la clase, considere enviar a los alumnos uno o más de los siguientes mensajes, o bien cree uno usted mismo:
-
¿Alguna vez te has sentido confundido por todas las diferentes opiniones y filosofías del mundo? A medida que estudies Gálatas 1:1–5, 10–12, piensa en lo que dijo Pablo que podría ayudarte para evitar ser engañado.
-
Imagina que conoces a alguien que siente que nunca será lo suficientemente bueno para Dios. ¿Qué mensajes de esperanza encuentras en Gálatas 2:16; 3:24–29?
-
A veces podemos dudar entre seguir nuestros deseos de ceder a la tentación o seguir las impresiones del Espíritu. A medida que estudies Gálatas 5:16–26, busca las enseñanzas de Pablo que puedan ayudarte para seguir al Espíritu con más frecuencia.
-
¿Alguna vez te has preguntado si tus esfuerzos por seguir al Salvador valen la pena? A medida que estudies Gálatas 6:7–10, busca las enseñanzas que te ayuden a comprender mejor las bendiciones relacionadas con seguir a Jesucristo.
Hacer preguntas y compartir
Dé tiempo a los alumnos para que hagan preguntas y expresen las reflexiones y verdades que hayan descubierto en su estudio personal de Gálatas.
Capacitación en técnicas de estudio
Gálatas 1:1–12 podría ser un pasaje útil para emplear la técnica “Evaluar la confiabilidad de las fuentes”, en Técnicas de estudio de las Escrituras.
Opciones de actividades de aprendizaje
Se proporcionan varias opciones de aprendizaje para usted y sus alumnos. Con espíritu de oración, elija qué opción u opciones serán las más significativas para su clase.
Cómo mejorar la enseñanza y el aprendizaje
Aliente a los alumnos a vivir lo que están aprendiendo. Recuerde que edificar la fe y llegar a ser más semejantes a Cristo no es algo que sucede en un instante. Todos debemos actuar con fe en cuanto a lo que aprendemos a fin de interiorizarlo de verdad. Invite a los alumnos a poner en práctica intencionalmente lo que están aprendiendo y a establecer sus propias medidas para mantenerse responsables. Bríndeles oportunidades de repasar y reflexionar sobre su progreso.
¿Cómo puede ayudarme el escuchar a los siervos del Señor cuando oigo mensajes contradictorios sobre mi fe?
Considere presentar la siguiente situación hipotética. Pida a los alumnos que piensen en ocasiones en las que hayan vivido una experiencia similar.
Después de la conferencia general, Carlos recibe un video de un amigo publicado por una persona influyente en las redes sociales que es miembro de la Iglesia. El video tiene miles de visitas y la persona comenta un discurso pronunciado por un miembro del Cuórum de los Doce Apóstoles. Comienza siendo positivo, pero pronto se vuelve bastante crítico sobre las enseñanzas del apóstol. Cuanto más mira Carlos, más siente…
-
¿Cómo crees que se debe sentir Carlos?
Explique que los santos de Galacia se encontraban frecuentemente con enseñanzas que eran contrarias al Evangelio de Jesucristo tal como lo enseñaban Sus profetas. Invite a los alumnos a buscar un compañero y leer juntos Gálatas 1:1–12. Luego, invítelos a analizar con su compañero la manera en que el mensaje de Pablo a los gálatas se podría aplicar a la situación de Carlos.
Después de que los alumnos terminen su análisis, considere invitar a algunos de ellos a compartir con la clase lo que aprendieron. También podrían analizar las preguntas siguientes:
-
¿Cómo se aplica el mensaje de Pablo a tu vida?
-
Según los versículos 1 y 11–12, ¿por qué podemos confiar en lo que enseñan los apóstoles del Señor? (Ayude a los alumnos a reconocer una verdad como la siguiente: Podemos confiar en los apóstoles del Señor porque Él les revela las verdades de Su Evangelio).
-
¿De qué maneras estás protegido cuando priorizas las enseñanzas de los apóstoles vivientes del Señor?
Considere compartir la siguiente cita de la hermana Carol F. McConkie:
Sostenemos a [la Primera Presidencia] y al Cuórum de los Doce Apóstoles como profetas, videntes y reveladores. “Ellos tienen el derecho, el poder y la autoridad para declarar la disposición y la voluntad [del Señor] […] sujetos al […] Presidente de la Iglesia”. Ellos hablan en el nombre de Cristo; profetizan en el nombre de Cristo y hacen todas las cosas en el nombre de Jesucristo. En sus palabras oímos la voz del Señor y sentimos el amor del Salvador […].
Al leer con espíritu de oración y estudiar la sagrada palabra profética con fe en Cristo, con verdadera intención, el Espíritu Santo revelará la verdad a nuestra mente y corazón. Que podamos abrir nuestros oídos para escuchar, nuestros corazones para entender y nuestra mente para que los misterios de Dios sean desplegados ante nuestra vista (véase “Vivir de acuerdo con las palabras de los profetas”, Liahona, noviembre de 2014, págs. 77–78, 79).
Invite a los alumnos a pensar en algo que hayan aprendido recientemente de los profetas y apóstoles del Señor que los haya ayudado. Podría preguntar:
-
¿De qué manera las enseñanzas de los profetas y apóstoles del Señor te han protegido de los engaños del mundo?
-
¿Cómo te han ayudado sus enseñanzas a superar las dudas o la confusión?
-
¿Cómo te han ayudado sus enseñanzas a comprender mejor el verdadero significado del Evangelio del Salvador?
Invite a los alumnos a relatar sus experiencias.
Para concluir la actividad, invite a uno o dos alumnos a dar su testimonio de la importancia de estudiar y seguir lo que enseñan los profetas y apóstoles del Señor. Invítelos a pensar en lo que podrían hacer para que las palabras que el Señor pronuncia por medio de Sus profetas tengan mayor prioridad en sus vidas.
¿Qué puede ayudarme si siento que nunca seré lo suficientemente bueno para Dios?
Puede comenzar esta actividad de aprendizaje presentando la siguiente situación hipotética:
John a menudo siente inquietud acerca de su dignidad. Se esfuerza diligentemente por guardar los mandamientos para demostrar que es digno. Sin embargo, a pesar de sus mejores esfuerzos, reconoce que siempre se queda corto. Le preocupa nunca ser aceptable ante Dios.
-
¿Qué suposiciones incorrectas podría haber hecho John con respecto a Dios?
-
¿Qué te gustaría que John entendiera acerca de Dios?
Pida a los alumnos que piensen en ocasiones en las que se sintieron como John. Explique que, en su carta a los Gálatas, Pablo enseñó principios importantes sobre cómo podemos estar sin culpa y con confianza ante Dios. Entrégueles el volante “¿Cómo podemos ser justificados ante Dios?” e invítelos a buscar verdades que podrían ayudar a John. Podrían realizar esta actividad de forma individual o en grupos pequeños.
Después de que los alumnos hayan tenido tiempo para intercambiar opiniones, invítelos a expresar sus respuestas. Ayúdelos a reconocer la verdad de que podemos ser justificados ante Dios por nuestra fe en Jesucristo y por la fidelidad de Él. (Considere leer juntos “Gálatas 2:15–16. ¿Cómo nos justifica ‘la fe en Jesucristo’?” en Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento).
Podría ser útil compartir la siguiente cita del élder D. Todd Christofferson como parte de su análisis:
La justificación y la santificación son el fruto de la “virtud infinita” de la Expiación, virtud a la que también nos referimos como misericordia o gracia […].
Por lo tanto, no es que ganemos estos dones, sino que elegimos buscar y aceptar la justificación y la santificación. Dado que el Salvador pagó por nuestros pecados y satisfizo la justicia por nosotros, nos convertimos en deudores Suyos en lugar de ser deudores de la justicia. Por lo tanto, debemos cumplir los requisitos que Él ha establecido para el perdón y la purificación […]. Debemos escoger a Cristo para recibir lo que Cristo ofrece (“Justification and Sanctification”, Ensign, junio de 2001, págs. 18, 23).
Considere cómo las siguientes preguntas pueden profundizar la comprensión de los alumnos sobre la justificación:
-
¿De qué manera el comprender la función del Salvador en la justificación puede brindarnos paz y esperanza en lugar de ansiedad e incertidumbre?
-
¿Cómo te sientes respecto al Salvador al saber que Él sufrió por tus pecados para que pudieras ser justificado ante Dios?
-
¿Qué puedes hacer para demostrar tu gratitud a Jesucristo por lo que Él está dispuesto a hacer por ti? (Los alumnos podrían anotar sus ideas).
¿Cómo puede el Espíritu Santo aumentar mi capacidad de controlar los deseos de mi cuerpo?
Muestre la siguiente imagen y lean juntos Gálatas 5:16–17. Invite a los alumnos a comentar cómo se puede utilizar esta imagen del juego de tirar de la cuerda para representar el mensaje de Pablo.
-
¿Por qué crees que todas las personas tienen una lucha entre la carne y el Espíritu?
Podrían leer juntos la siguiente cita del élder David A. Bednar:
Como hijos de Dios, heredamos aptitudes divinas de Él; pero, actualmente vivimos en un mundo caído. Los elementos con los que fue creado nuestro cuerpo son, por naturaleza, caídos y están siempre sujetos a la influencia del pecado, la corrupción y la muerte. Por esa razón, la caída de Adán y sus consecuencias espirituales y temporales nos afectan más directamente a través de nuestro cuerpo físico (“Creemos en ser castos”, Liahona, mayo de 2013, págs. 42–43).
-
¿Qué aprendiste del élder Bednar acerca de la lucha entre la carne y el Espíritu?
Podría invitar a los alumnos a trabajar con un compañero. Entregue a cada grupo una hoja de papel (o pídales que utilicen un dispositivo electrónico). Luego, pídales que escriban dos encabezados en la hoja: Frutos del Espíritu y Deseos de la carne. Invítelos a estudiar Gálatas 5:18–26 y a anotar palabras o frases debajo del encabezado correspondiente. (Anímelos a utilizar la función “Definir” de la Biblioteca del Evangelio para que los ayude con las palabras que no entiendan). Pídales que analicen con sus compañeros qué palabras o frases les llamaron la atención y por qué.
Considere analizar las siguientes preguntas como clase:
-
¿Qué puede dificultar evitar las “obras de la carne”? (versículo 19).
-
Según Pablo, ¿cómo podemos conquistar los deseos de la carne? (Los alumnos podrían reconocer una verdad como la siguiente: Al andar en el Espíritu, podemos vencer las tentaciones de la carne).
-
¿Qué crees que significa “anda[r] por el Espíritu”? (versículo 25).
Los alumnos podrían formar grupos pequeños y, luego, relatar experiencias en las que hayan sentido los frutos del Espíritu que se mencionan en los versículos 22–23. También podrían anotar una experiencia reciente que hayan tenido con el Espíritu y, luego, podría invitar a algunos que estén dispuestos a compartir lo que escribieron.
-
¿Cómo ha influido en tu relación con el Padre Celestial y Jesucristo experimentar los frutos del Espíritu?
Para concluir la actividad, podría pedir a los alumnos que reflexionen sobre lo que harán para disfrutar más de los frutos del Espíritu en sus vidas.
¿Cómo cosecho lo que siembro?
Puede mostrar la siguiente imagen e invitar a algunos alumnos a explicar el mensaje que ven que representa.
Explique que en Gálatas 6, Pablo alienta a los santos a andar por el Espíritu y ayudar a llevar las cargas los unos de los otros. Luego, enseñó una profunda lección utilizando el simbolismo de plantar y cosechar. Señale que Pablo utilizó las palabras sembrar (plantar) y segar (cosechar).
Invite a los alumnos a estudiar Gálatas 6:7–10 en busca de la lección que enseñó Pablo utilizando el simbolismo de sembrar y segar.
-
¿Cuál es el mensaje de Pablo en el versículo 7?
Podría pedir a los alumnos que escriban en la pizarra su propia versión del mensaje de Pablo. Por ejemplo: No te engañes. Dios no puede ser burlado. Lo que obtienes de tu vida (cosechas) es lo que pones en ella (siembras).
-
¿Cuáles son algunos ejemplos de estas verdades en nuestra vida cotidiana?
-
¿Cuál es la diferencia entre sembrar para complacer a la carne y sembrar para complacer al Espíritu?
-
¿Qué crees que significa “no […] cans[arse] […] de hacer el bien”? (versículo 9).
Podría ser útil reflexionar sobre cómo Jesucristo es el ejemplo perfecto de no cansarse de hacer el bien.
Dé la oportunidad a los alumnos para que piensen en cómo pueden poner en práctica en sus vidas las verdades que han aprendido. Una manera de hacerlo consiste en entregarles el volante “¿Hacia dónde me conducen mis pensamientos y acciones?” y darles tiempo para completarlo.