“Santiago”, Nuevo Testamento: Manual del maestro de Instituto, 2025
Joseph Praying [José en oración], por Brian Call
Santiago
En la carta de Santiago, se hace hincapié en vivir el Evangelio de forma práctica. Él enseñó que la “religión pura” (Santiago 1:27) incluye el cuidado de los pobres, los huérfanos y las viudas, y que demostramos fe mediante las obras de rectitud. Advirtió a los santos que la amistad con el mundo es enemistad con Dios y que el uso indebido de las riquezas trae miseria.
Recursos adicionales
Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, “Santiago”
Nota: La “Introducción al curso” ofrece orientación sobre cómo utilizar los cuatro elementos estándar de la lección que se presentan a continuación.
Fomentar el estudio personal
Antes de la clase, considere enviar a los alumnos uno o más de los siguientes mensajes, o bien cree uno usted mismo:
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¿Qué sabiduría buscas? Estudia detenidamente Santiago 1:5–8 y mira el video “Origen” (4:53). Después de eso, reflexiona sobre cómo Dios puede ayudarte.
4:53 -
¿Te gustaría tener una fe más fuerte en Jesucristo? Lee Santiago 2:14–26 con el objeto de saber lo que puedes hacer para fortalecer tu fe.
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¡Las palabras tienen poder! ¿En qué ocasiones has experimentado el poder de tus palabras, para bien o para mal? Lee Santiago 1:26; 3:1–12 para aprender más sobre el poder de las palabras.
Hacer preguntas y compartir
Dé tiempo a los alumnos para que hagan preguntas y expresen las reflexiones y verdades que hayan descubierto en su estudio personal de Santiago.
Capacitación en técnicas de estudio
Santiago 1:5–8 podría ser una buena oportunidad para emplear la técnica “Utilizar las enseñanzas de los líderes de la Iglesia para comprender las Escrituras”, que se encuentra en Técnicas para el estudio de las Escrituras.
Opciones de actividades de aprendizaje
Se proporcionan varias opciones de aprendizaje para usted y sus alumnos. Con espíritu de oración, elija qué opción u opciones serán las más significativas para su clase.
¿De qué sabiduría carezco?
Para comenzar, podría poner a la vista las siguientes preguntas del presidente Russell M. Nelson y luego pedir a los alumnos que llenen los espacios en blanco que se encuentran debajo de la cita.
¿De qué sabiduría carecen? ¿Qué necesidad sienten que les es urgente saber o comprender? (“Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas”, Liahona, mayo de 2018, pág. 95).
Necesito sabiduría sobre para poder .
Explique que Santiago, el hermano de Jesús, enseñó a los santos de su época cómo buscar sabiduría de Dios. Invite a los alumnos a estudiar Santiago 1:5–6 en busca de lo que Santiago enseñó sobre cómo podemos obtener sabiduría.
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¿Qué les enseñan estos versículos sobre la sabiduría? (Los alumnos podrían reconocer una verdad como la siguiente: El Padre Celestial brinda sabiduría generosamente a quienes le piden con fe).
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¿Qué experiencias les han ayudado a saber que la promesa de Santiago 1:5–6 es verdadera?
Dé unos momentos a los alumnos para que estudien Santiago 1:6–8 y busquen lo que Santiago enseñó acerca de la manera en que deberíamos acudir al Padre Celestial para obtener sabiduría. Para profundizar la comprensión de los alumnos, considere preguntar lo siguiente:
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¿Qué creen que significa pedir con fe?
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¿Qué es lo que más los ayuda a evitar que su fe flaquee?
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¿De qué manera el ser “de doble ánimo” (versículo 8) los aleja de la sabiduría? (Para una mayor comprensión, podrían leer 1 Reyes 18:21; Mateo 6:24; 1 Corintios 10:21).
Para ayudar a los alumnos a considerar la importancia de las enseñanzas de Santiago, ponga a la vista las siguientes opciones de estudio y deles tiempo para que completen una de ellas o ambas:
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Utilicen la Biblioteca del Evangelio para encontrar enseñanzas de los líderes de la Iglesia o en los pasajes de las Escrituras que se relacionen con Santiago 1:5–6. Podrían utilizar términos de búsqueda como “Santiago 1:5” o “pedir a Dios” en la barra de búsqueda de la Biblioteca del Evangelio. Consideren vincular los recursos que encuentren con Santiago 1:5–6. Anoten sus pensamientos sobre cómo estas enseñanzas pueden fortalecer su confianza en que pueden obtener sabiduría de Dios.
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Estudien cómo José Smith buscó la verdad en José Smith–Historia 1:10–17 y anoten lo que les llame la atención de la experiencia de José Smith, incluido lo que aprendan o sientan acerca del Padre Celestial y Jesucristo.
Después de que los alumnos terminen, invítelos a compartir algunas de sus reflexiones en grupos pequeños o con toda la clase.
Para terminar, considere analizar el resto de la declaración del presidente Russell M. Nelson:
¿De qué sabiduría carecen? ¿Qué necesidad sienten que les es urgente saber o comprender? Sigan el ejemplo del profeta José; encuentren un lugar tranquilo a donde puedan ir con regularidad; humíllense ante Dios; derramen su corazón a su Padre Celestial; acudan a Él para recibir respuestas y consuelo.
Oren en el nombre de Jesucristo acerca de sus preocupaciones, sus temores, sus debilidades, sí, los anhelos mismos de su corazón. ¡Y luego, escuchen! Anoten las ideas que acudan a su mente; escriban sus sentimientos y denles seguimiento con las acciones que se les indique tomar (“Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas”, Liahona, mayo de 2018, pág. 95).
Pida a los alumnos que repasen lo que escribieron al comienzo de esta actividad de aprendizaje. Deles tiempo para meditar sobre cómo pueden aplicar lo que aprendieron y sintieron hoy para ayudarlos a buscar la guía del Señor. Anímelos a anotar sus pensamientos e impresiones espirituales.
¿De qué manera el actuar con fe en Jesucristo puede brindarme mayor poder?
Comience mostrando la siguiente imagen y pregunte lo siguiente:
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¿Qué poder o potencial ven aquí?
Muestre las dos imágenes siguientes y haga estas preguntas:
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Si el montón de leña representa la bendición de Dios para nosotros, ¿qué podría representar el fósforo? ¿Y el fuego?
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¿Cómo se podría comparar esa analogía con la fe y las obras?
Señale que Santiago enseñó lecciones importantes sobre la relación entre la fe y las obras (esfuerzos y acciones). Invite a los alumnos a estudiar Santiago 2:14–26 en busca de cómo se pueden aplicar las enseñanzas de Santiago a la analogía del montón de leña, el fósforo y el fuego encendido (para ayudarlos a entender esos versículos, considere dirigirlos a “Santiago 2:14–26. ¿Qué enseñó Santiago acerca de la fe y las obras?”, en Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento).
Para ayudar a los alumnos a comprender esos versículos, considere hacer preguntas como las siguientes:
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¿Qué creen que significa la expresión “la fe sin obras es muerta” (versículo 26)?
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¿De qué manera las buenas obras (las acciones y los esfuerzos) se relacionan con nuestra fe en Jesucristo? (Los alumnos podrían reconocer una verdad como la siguiente: La fe verdadera en Jesucristo se demuestra con obras de rectitud).
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¿De qué manera ha influido su fe en Jesucristo en sus acciones y esfuerzos?
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¿Cómo han influido sus esfuerzos y acciones en su fe en Jesucristo?
Podría poner a la vista y leer la siguiente cita del élder Dale G. Renlund, o podría ver el comienzo de “Tener muchas bendiciones” (minuto 1:17 a 3:28), en el que se analiza la analogía que se ha utilizado en la clase.
La mayoría de las bendiciones que Dios desea darnos requieren acción de nuestra parte, acción basada en nuestra fe en Jesucristo. La fe en el Salvador es un principio de acción y de poder. Primero actuamos con fe y luego viene el poder, de acuerdo con la voluntad y el tiempo de Dios. El orden es crucial. Sin embargo, la acción que se requiere siempre es minúscula en comparación con las bendiciones que finalmente recibimos (“Tener muchas bendiciones”, Liahona, mayo de 2019, pág. 70).
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¿Qué bendiciones han recibido en su vida por actuar con fe?
Para ayudar a los alumnos a aplicar lo que están aprendiendo, considere dividir la clase en grupos pequeños. Ponga a la vista los siguientes casos y pida a los grupos que seleccionen uno o varios para analizarlos. Por cada situación que elijan, invítelos a analizar qué medidas podría adoptar una persona si (1) se centra en las obras y descuida la fe en Jesucristo, (2) se centra en la fe y descuida las obras, o (3) demuestra su fe en Jesucristo por medio de sus obras de rectitud.
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Superar una adicción
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Recibir la guía del Señor sobre una decisión importante de la vida
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Obtener un testimonio
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Servir en una misión
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Lidiar con problemas de salud mental
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Invite a los alumnos a mencionar el conocimiento que hayan obtenido en el análisis en grupo.
Para concluir, invítelos a pensar en formas en que pueden demostrar mejor su fe en Jesucristo mediante sus acciones. Deles tiempo para anotar las impresiones que reciban del Espíritu Santo y para fijarse una meta. Anímelos a cumplir con sus planes.
¿Cómo influyen mis palabras en mí mismo y en las demás personas?
Comparta la siguiente cita del élder Ronald A. Rasband:
Las palabras importan mucho. Permítanme repetirlo. ¡Las palabras importan! Son el cimiento de cómo nos conectamos; representan nuestras creencias, convicciones morales y perspectivas. A veces pronunciamos palabras; otras veces, las escuchamos. Las palabras señalan una actitud. Ellas expresan nuestros pensamientos, sentimientos y experiencias, para bien o para mal (“Las palabras importan”, Liahona, mayo de 2024, pág. 70).
Invite a los alumnos a pensar en las palabras que han utilizado hoy.
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¿Qué impacto han tenido sus palabras en las demás personas? ¿Y en ustedes mismos? (Podría pedirles que compartan experiencias, siempre y cuando no sean muy personales).
Señale que Santiago utilizó el simbolismo para advertir a los santos acerca de sus palabras. Pida a los alumnos que estudien Santiago 1:26; 3:2–12 en busca del simbolismo que utilizó Santiago. Invítelos a leer “Santiago 3:1–12. ¿Qué enseñó Santiago sobre la boca y la lengua?”, en Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, a fin de comprender mejor ese simbolismo.
Podría poner a la vista las siguientes preguntas e invitarlos a que las analicen con un compañero o en un grupo pequeño:
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¿Con cuál de los símbolos que utilizó Santiago para enseñar acerca de nuestras palabras se identifican más? ¿Por qué?
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¿Qué aprendieron de estos símbolos que pueda influir en la manera en que se comunican con los demás?
Invite a algunos alumnos a compartir con la clase algunas de las verdades que descubrieron en las enseñanzas de Santiago. (Utilizando sus propias palabras, podrían reconocer verdades como las siguientes: A medida que aprendemos a controlar nuestra forma de hablar, podemos aprender a controlar el resto de nuestras acciones [véase Santiago 3:2]. Las palabras que utilizamos pueden tener un gran impacto, para bien o para mal [véase Santiago 3:3–8]. Los discípulos de Dios se esfuerzan por hacer uso de sus palabras con objetivos de rectitud, y no para difundir el mal [véase Santiago 3:8–12]).
Considere analizar preguntas como las siguientes para ayudar a los alumnos a mejorar su entendimiento de estas verdades:
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¿Por qué lo que dicen podría influir en cómo actúan?
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¿De qué manera nuestras palabras pueden ser como un fuego (véase Santiago 3:6) y causar problemas, dolor y sufrimiento?
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¿Qué podemos aprender del Salvador sobre la forma de hablar con los demás? (Si fuera útil, podría invitar a los alumnos a encontrar pasajes de las Escrituras en los que se relate cómo el Salvador bendijo a alguien mediante Sus palabras. Se podrían utilizar los siguientes pasajes como ejemplo: Mateo 16:21–27; Lucas 23:34; Juan 8:1–11; Juan 11:5, 23–26, 40–43; Juan 14:27; 3 Nefi 17:15–17; Doctrina y Convenios 121:7–9).
Cómo mejorar la enseñanza y el aprendizaje
Hacer hincapié en el ejemplo de Jesucristo. Una manera de centrarse en Jesucristo, sin importar lo que esté enseñando, es hacer hincapié en que Él es el ejemplo perfecto de todos los principios del Evangelio. Aunque el ejemplo del Salvador no se mencione directamente en un pasaje de las Escrituras, puede ayudar a los alumnos a relacionar las verdades de ese relato de las Escrituras con el ejemplo del Salvador.
Considere compartir la siguiente cita del presidente Russell M. Nelson. Invite a los alumnos a prestar atención a las formas en que podemos ser más semejantes a Cristo en nuestra comunicación con las demás personas.
¡La manera en que nos tratamos en verdad importa! En verdad importa el modo en que hablamos a los demás y de los demás en casa, en la capilla, en el trabajo y en línea. Hoy pido que interactuemos con los demás de una manera más elevada y santa. […] “Si hay algo virtuoso, o bello, o de buena reputación, o digno de alabanza” que podamos decir de otra persona —ya sea directamente o a sus espaldas—, esa debe ser nuestra norma de comunicación (“Se necesitan pacificadores”, Liahona, mayo de 2023, pág. 99).
Para ayudar a los alumnos a pensar en formas más elevadas y santas de hablar con los demás y sobre ellos, ponga a la vista las siguientes palabras como encabezados en la pizarra:
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Edificar
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Sanar
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Herir
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Criticar
Pida a los alumnos que piensen en algunas de las palabras que han utilizado en el pasado que podrían relacionarse con cada encabezado. (Podría invitarlos a que revisen algunas de sus comunicaciones digitales recientes para buscar ejemplos). Después de darles suficiente tiempo, pídales que mediten con espíritu de oración y que anoten las maneras en que se esforzarán por ser más semejantes al Salvador en la forma en que hablan con los demás y sobre ellos. Podría pedir a algunos voluntarios que compartan sus planes (si no son muy personales) con la clase.
Testifique de las verdades que han analizado y anime a los alumnos a ser más semejantes al Salvador en sus comunicaciones con los demás.