“Mateo 2; Lucas 2”, Nuevo Testamento: Manual del maestro de Instituto, 2025
Behold the Lamb of God [He aquí, el Cordero de Dios], por Walter Rane
Mateo 2; Lucas 2
Los antiguos profetas predijeron el nacimiento de Jesucristo (véanse Isaías 9:6–7; 1 Nefi 11:14–18). Él vino al mundo como el Hijo Unigénito de Dios, destinado a convertirse en nuestro Salvador y Redentor. María, José, los pastores, Simeón, Ana y los Reyes Magos fueron testigos de Su nacimiento o pudieron conocerlo de pequeño. Aunque sabemos muy poco de su infancia, sí sabemos que “Jesús crecía en sabiduría, y en estatura y en gracia para con Dios y los hombres” (Lucas 2:52).
Recursos adicionales
Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, “Mateo 2; Lucas 2”
Nota: La “Introducción al curso” ofrece orientación sobre cómo utilizar los cuatro elementos estándar de la lección que se presentan a continuación.
Fomentar el estudio personal
Antes de la clase, considere enviar a los alumnos uno o varios de los siguientes mensajes o alguno propio:
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Mira “El Niño Jesús: Un relato de la Natividad” (17:56) e imagina cómo habrá sido presenciar el nacimiento del Salvador.
7:5217:56 -
Si lo deseas, puedes leer sobre el nacimiento del Salvador en Lucas 2:1–7 y reflexionar sobre por qué Él estaría dispuesto a nacer en condiciones tan humildes.
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¿Te has preguntado alguna vez cómo era Jesús de niño? Estudia Lucas 2:40–52 y Traducción de José Smith, Mateo 3:24–26 (Biblioteca del Evangelio) y considera lo que puedes aprender del crecimiento y desarrollo del joven Jesús. Como parte de tu estudio, también podrías ver “El joven Jesús enseña en el templo” (2:28).
2:29
Hacer preguntas y compartir
Dé tiempo a los alumnos para que hagan preguntas y expresen las reflexiones y verdades que hayan descubierto en su estudio personal de Mateo 2 y Lucas 2.
Capacitación en técnicas de estudio
Mateo 2:1–12 y Lucas 2:8–20, 25–38 pueden ser buenas oportunidades para utilizar la técnica “Reconocer las verdades del Evangelio en las Escrituras” de Técnicas para el estudio de las Escrituras.
Opciones de actividades de aprendizaje
Se proporcionan varias opciones de aprendizaje para usted y sus alumnos. Con espíritu de oración, elija qué opción u opciones serán las más significativas para su clase.
¿Qué puedo aprender acerca de Jesucristo a partir de Su humilde nacimiento?
Muestre la siguiente imagen de Jesucristo como el Creador. Invite a los alumnos a hablar de lo que sabemos sobre Jesucristo de la vida preterrenal y como Jehová, el Dios del Antiguo Testamento.
Christ the Creator [Cristo el Creador], por Robert T. Barrett
Luego, muestre una imagen de Jesús de bebé e invite a los alumnos a leer Lucas 2:1–7 y buscar las circunstancias de Su nacimiento.
Si resultara útil, podrían ver “El Niño Jesús: Un relato de la Natividad” desde 1:00 hasta 6:00, o repasar “Luke 2:1–7. What were the circumstances of the Savior’s birth? [Lucas 2:1–7. ¿Cuáles fueron las circunstancias del nacimiento del Salvador?]” en Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento.
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Teniendo en cuenta el poder, la grandeza y la gloria de Jesucristo, ¿qué consideran significativo en cuanto a las circunstancias de Su nacimiento?
Señale que en una visión del nacimiento del Salvador, se le preguntó al profeta Nefi del Libro de Mormón: “¿Comprendes la condescendencia de Dios?” (1 Nefi 11:16). (Nota: La palabra condescendencia en este contexto significa descender voluntariamente de una posición más alta a un estado o una condición inferior). Pida a los alumnos que lean en cuanto a la visión de Nefi en 1 Nefi 11:13–23 y que busquen lo que Nefi llegó a comprender acerca de la condescendencia de Dios.
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¿Qué podría enseñarnos la condescendencia de Jesucristo acerca de Su carácter? ¿Qué podría esta revelar acerca de Sus sentimientos por nosotros? (Ayude a los alumnos a reconocer una verdad como la siguiente: La condescendencia de Jesucristo demuestra Su humildad y amor por nosotros).
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¿De qué otras maneras ha condescendido Jesucristo para poder bendecir nuestra vida? (Los alumnos podrían leer 1 Nefi 11:26–33 para obtener más información).
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¿Cómo puede influir la comprensión de la condescendencia del Salvador en su forma de ver y tratar sus desafíos personales?
Para ayudar a los alumnos a sentir la importancia de la condescendencia del Salvador, podrían repasar juntos las palabras del himno “Tan humilde al nacer” (Himnos, nro. 120). Invite a los alumnos a reflexionar sobre el mensaje del himno y a anotar los pensamientos o impresiones que reciban.
Mateo 2:1–12; Lucas 2:8–20, 25–38.
¿Cómo puedo fortalecer mi testimonio de Jesucristo?
Podría mostrar la siguiente declaración del presidente Dieter F. Uchtdorf, en ese entonces miembro de la Primera Presidencia:
A todos aquellos que quieran entender quiénes somos como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, quisiera ofrecer un punto de partida definido en estas tres palabras: Buscamos a Cristo. Procuramos aprender de Él; seguirlo; llegar a ser más como Él. Todos los días, durante todo el año, lo buscamos a Él (Dieter F. Uchtdorf, “En busca de Cristo durante la Navidad”, Liahona, diciembre de 2017, pág. 4).
Dé a los alumnos unos minutos para reflexionar y registrar lo que han hecho esta semana para buscar a Cristo. Luego, escriba en la pizarra el siguiente enunciado incompleto: Puedo buscar a Jesucristo…
Explique que para encontrar diferentes formas de completar este enunciado, los alumnos pueden buscar verdades implícitas o ilustradas en los siguientes relatos. A medida que los alumnos lean esos relatos, podrían preguntarse: ¿Qué podemos aprender del ejemplo de la persona o las personas de esta historia? (Si los alumnos necesitaran un poco de capacitación adicional en esta técnica, podrían repasar “Reconocer las verdades del Evangelio en las Escrituras” en Técnicas para el estudio de las Escrituras).
Invite a los alumnos a registrar cómo terminarían el enunciado incompleto basándose en lo que aprendieron de cada uno de los siguientes relatos:
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Mateo 2:1–2, 7–11 (los Reyes Magos)
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Lucas 2:8–16 (los pastores)
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Lucas 2:25–32 (Simeón), o vean “El niño Jesús es presentado en el templo” (1:53)
1:53 -
Lucas 2:36–38 (Ana)
Después de conceder tiempo para el estudio, invite a los alumnos a hablar de lo que aprendieron de las personas sobre las que leyeron. Luego, invite a los alumnos a escribir en la pizarra las diferentes maneras en que terminaron el enunciado. Los enunciados terminados pueden ser similares a las siguientes verdades: Puedo buscar a Jesucristo aprendiendo de Él y estando atento a las señales de Su venida. Puedo buscar a Jesucristo adorándolo. Puedo buscar a Jesucristo siendo presto para ir a Él. Puedo buscar a Jesucristo sirviendo voluntariamente en el templo. Puedo buscar a Jesucristo siguiendo diligentemente las impresiones del Espíritu. Puedo buscar a Jesucristo ayunando y orando sinceramente.
A medida que los alumnos mencionen sus enunciados completos, invítelos a que también mencionen cómo este tipo de acciones los han acercado a ellos, o a alguien que conocen, al Salvador.
Pida a los alumnos que elijan una declaración de la pizarra, o una propia, y que elaboren un plan sencillo de cómo la pondrán en práctica para buscar al Salvador.
Nota: Al comienzo de la clase siguiente, podría invitar a los alumnos a hablar sobre lo que hicieron para seguir su plan.
¿Cómo puedo adorar al Señor de maneras significativas?
Podría escribir en la pizarra las palabras amor, veneración, reverencia, servicio y devoción. Invite a los alumnos a pensar en ocasiones en las que desearon demostrar o dar estas cosas al Padre Celestial y a Jesucristo. Escriba la palabra adoración encima de las palabras en la pizarra y señale que estas palabras son la esencia de la verdadera adoración (véase Temas y preguntas, “Adoración”, Biblioteca del Evangelio).
Invite a los alumnos a estudiar el relato de los Reyes Magos en Mateo 2:1–12 y a buscar las formas en que estos hombres adoraron al Señor. Podría ser útil mostrar “El Niño Jesús” desde 13:44 hasta 17:16.
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¿Qué dijeron e hicieron los Reyes Magos para adorar al Señor?
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¿Qué podemos aprender de los Reyes Magos sobre el significado de la adoración? (Es posible que los alumnos reconozcan una verdad como la siguiente: Adoramos al Señor cuando mostramos amor y reverencia hacia Él en nuestras palabras y acciones).
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¿Cómo pueden las pequeñas y sencillas expresiones de adoración sincera acercarnos más al Padre Celestial y a Jesucristo?
4:43
Para ayudar a los alumnos a actuar de forma recta y eficaz, muestre y lean juntos la siguiente declaración del presidente Dieter F. Uchtdorf, en ese entonces miembro de la Primera Presidencia:
La Navidad y algunas de las tradiciones más entrañables de la temporada nos recuerdan que, al igual que los Reyes Magos de antaño, debemos buscar al Cristo y poner a Sus pies los regalos más preciados: un corazón quebrantado y un espíritu contrito. Debemos ofrecerle nuestro amor. Debemos entregarle nuestra disposición a tomar sobre nosotros Su nombre y caminar por la senda del discipulado. Debemos prometer recordarle siempre, emular Su ejemplo y andar haciendo bienes [véanse Hechos 10:38; Doctrina y Convenios 20:77, 79] (véase “De cortinas, contentamiento y Navidad”, devocional de Navidad de la Primera Presidencia, 4 de diciembre de 2011, Biblioteca del Evangelio).
Los alumnos podrían mencionar diferentes maneras en las que han adorado al Padre Celestial y a Jesucristo ofreciéndoles su corazón quebrantado, su amor y su voluntad. (Considere la posibilidad de escribir los ejemplos de los alumnos en la pizarra).
Conceda unos minutos a los alumnos para que reflexionan en silencio. Anímelos a determinar y anotar algo que podrían hacer esta semana para adorar sinceramente al Señor.
Cómo mejorar la enseñanza y el aprendizaje
Aliente a los alumnos a vivir lo que están aprendiendo. Edificar la fe y llegar a ser más como Cristo no es algo que sucede en un instante. El aprendizaje que cambia la vida requiere que actuemos conforme a lo que aprendemos. Al invitar a quienes enseña a actuar con fe de acuerdo con la doctrina verdadera, los ayuda a poner en práctica en su vida las verdades que están aprendiendo (véase Doctrina y Convenios 43:8–10). Invite a los alumnos a poner en práctica intencionalmente lo que están aprendiendo y a establecer sus propias medidas para mantenerse responsables. Piense en formas adecuadas de recordárselo y de hacer un seguimiento.
Lucas 2:40–52; Traducción de José Smith, Mateo 3:24–26
¿Qué puedo aprender del Salvador en cuanto al crecimiento personal?
Considere mostrar la siguiente imagen de Jesús en Su infancia.
Pregunte a los alumnos cómo creen que era Jesús de pequeño. También podría invitarlos a pensar cómo pudo haber sido criarlo como hijo o crecer con Él como hermano.
Invite a los alumnos a repasar Lucas 2:40–52 y Traducción de José Smith, Mateo 3:24–26 (Biblioteca del Evangelio), y a hablar sobre los detalles de la infancia y juventud de Jesús que más les llamen la atención. Indique que la Traducción de José Smith de Lucas 2:46 dice: “Y estos le oían y le hacían preguntas” (Biblioteca del Evangelio).
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¿Qué revelan estos pasajes sobre el carácter y los atributos de Jesús cuando era joven?
Si los alumnos no lo mencionan, podría señalar que el Salvador creció con el paso del tiempo (véanse Lucas 2:40; Doctrina y Convenios 93:12–13) y de manera equilibrada (véase Lucas 2:52). Si lo desea, podrían analizar qué aspectos del crecimiento están implícitos en los términos “sabiduría”, “estatura” y “en gracia para con Dios y los hombres” (versículo 52).
Considere mostrar la siguiente verdad o imagen: Podemos seguir el ejemplo de Jesús desarrollándonos intelectual, física, espiritual y socialmente.
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¿Por qué sería importante trabajar en cada uno de esos aspectos al buscar parecernos al Salvador?
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¿Qué puede ocurrir si descuidamos alguno de ellos?
Invite a los alumnos a seleccionar un aspecto que les gustaría tratar con más detalle. Pídales que formen pequeños grupos con quienes tengan un interés similar. Muestre las siguientes preguntas e invite a los grupos a seleccionar una o varias para intercambiar opiniones.
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Determinen las maneras en que ustedes u otras personas que conozcan se han desarrollado en este aspecto.
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Consideren cómo el desarrollarse en este aspecto puede ayudarlos a ser más semejantes al Padre Celestial y a Jesucristo.
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Exploren cómo el desarrollarse en este aspecto puede ayudarlos a hacer contribuciones significativas en casa, en el trabajo, en la escuela, en la iglesia o en la comunidad.
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Determinen los obstáculos que podrían impedirles desarrollarse en este aspecto y cuál es la manera de superarlos.
Para ayudar a los alumnos a poner en práctica lo que han aprendido, considere presentarles la siguiente declaración del presidente Russell M. Nelson:
Consult[en] al Señor sobre cómo pueden crecer de manera equilibrada […]. Necesitarán buscar revelación personal; tendrán que decidir ustedes mismos cómo actuar de acuerdo con ella. A veces el Espíritu puede pedirles que hagan cosas que sean difíciles. Yo creo que ustedes están a la altura del desafío; pueden hacer cosas difíciles (en “Los líderes presentan la nueva iniciativa Niños y jóvenes”, Liahona, noviembre de 2019, pág. 124).
Conceda a los alumnos unos minutos para estar en silencio y escuchar al Espíritu Santo. Anímelos a registrar lo que se sientan inspirados a hacer. Si algunos alumnos se sienten abrumados por la idea de aceptar este desafío de hacer cosas difíciles, considere ver y analizar “El cuidado personal de manera simple” (3:40).