“Mateo 13; Lucas 8, 13”, Nuevo Testamento: Manual del maestro de Instituto, 2025
Jesucristo. Parábolas. Wheat and Tares [Trigo y cizaña], por Cody Bell
Mateo 13; Lucas 8; 13
Mientras Jesús estaba sentado junto al mar, comenzó a enseñar a la multitud por medio de parábolas. Aquellos que estaban espiritualmente preparados para oír, ver y entender discernieron el significado más profundo de las parábolas, mientras que aquellos que no tenían “oídos para oír” (Mateo 13:9, 43) solo escucharon relatos. En la medida en que los discípulos de Cristo aprendan a recibir los mensajes espirituales de Sus parábolas, el Señor les revelará verdades hermosas en abundancia (véase Traducción de José Smith, Mateo 13:10–11 [en Mateo 13:12, nota a al pie de página]).
Recursos adicionales
Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, “Mateo 13; Lucas 8, 13”
La “Introducción al curso” ofrece orientación sobre cómo utilizar los cuatro elementos estándares de la lección que se presentan a continuación.
Fomentar el estudio personal
Antes de la clase, considere enviar a los alumnos uno o más de los siguientes mensajes, o bien cree usted mismo uno:
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Cuando Jesús comenzó a enseñar al pueblo usando parábolas, los discípulos le preguntaron por qué. Observe cómo contestó en Mateo 13:10–17 y asista a la clase preparado para ver, oír y entender las enseñanzas del Salvador.
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Mientras ve “Parábola del sembrador” (4:37), medite en lo que puede hacer para permitir que el Evangelio de Jesucristo eche raíces en su corazón.
4:36 -
Lea las parábolas que están en Mateo 13:24–52 y considere lo que los símbolos pueden enseñarle sobre su posición en la Iglesia del Señor.
Hacer preguntas y compartir
Dé tiempo a los alumnos para que hagan preguntas y expresen las reflexiones y verdades que hayan descubierto en su estudio personal de Mateo 13; Lucas 8; 13.
Capacitación en técnicas de estudio
Mateo 13:4–7 puede ser una buena oportunidad para utilizar la habilidad “Visualizar las Escrituras” de Técnicas para el estudio de las Escrituras. Al estudiar Mateo 13:24–52, podrían emplear la habilidad “Comprender el simbolismo en las Escrituras”.
Opciones de actividades de aprendizaje
Se proporcionan varias opciones de aprendizaje para usted y sus alumnos. Con espíritu de oración, elija qué opción u opciones serán las más significativas para su clase.
Mateo 13:1–9, 18–23; Lucas 8:4–15
¿Qué puedo hacer para procurar que el Evangelio del Salvador se arraigue profundamente en mi corazón?
Invite a los alumnos a considerar y analizar la siguiente situación hipotética, o bien utilice alguna que usted haya ideado:
Dos amigas están sentadas una al lado de la otra en la reunión sacramental. A una de ellas le gusta escuchar a los discursantes y piensa: “¡Siento mucho el Espíritu en este momento!”. La otra está completamente aburrida y mira la hora todo el tiempo, esperando que la reunión termine pronto.
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¿Por qué cree que dos personas en la misma reunión, que escuchan los mismos mensajes, podrían experimentar cosas completamente diferentes?
Cómo mejorar la enseñanza y el aprendizaje
Adaptar el contenido de la lección. Adapte las ideas para la enseñanza que se encuentran en el manual a fin de atender mejor las necesidades de los alumnos. Según se lo indique el Espíritu Santo, utilice sus propias ideas, ejemplos y experiencias personales. Sea flexible al adaptar el material de la lección.
Invite a los alumnos a pensar en cuán dispuestos están a oír y recibir la palabra de Dios. Luego invítelos a repasar la parábola del sembrador. Aliente a los alumnos a considerar las maneras en que pueden estar más dispuestos y ser más receptivos a la palabra de Dios.
Invítelos a leer Mateo 13:3–8 o a ver la primera parte de “Parábola del sembrador” (desde el minuto 0:00 al 0:55) para ver el modo en que el Salvador utiliza objetos, personas y acciones en dicha parábola. Los alumnos podrían dibujar esas cosas como ayuda para visualizar la parábola y luego podrían analizar lo que creen que el Salvador estaba enseñando. Si lo desea, utilice la habilidad “Visualizar las Escrituras”, en Técnicas para el estudio de las Escrituras.
Invite a los alumnos a leer la explicación del Salvador de la parábola del sembrador, que está en Mateo 13:19–23 (véase también Lucas 8:12–15), y a analizar lo que aprendieron.
Considere mostrar la siguiente declaración del presidente Dallin H. Oaks:
Los diferentes tipos de terreno donde cayeron las semillas representan las maneras diferentes en que las personas recibimos y obedecemos [las enseñanzas del Maestro y Sus siervos] […].
La parábola del sembrador nos advierte de las circunstancias y actitudes que podrían impedir que cualquiera que haya recibido la semilla del mensaje del Evangelio produzca una buena cosecha […].
Depende de cada uno de nosotros el establecer las prioridades y el hacer aquello que cause que la tierra sea buena y la cosecha abundante (“La parábola del sembrador”, Liahona, mayo de 2015, págs. 32, 35).
Para ayudar a quienes aprenden a evaluar sus prioridades y lo que están haciendo para “que la tierra sea buena y [su] cosecha abundante”, considere entregar a los alumnos la siguiente autoevaluación:
Después de que los alumnos hayan terminado la autoevaluación, para concluir, podrían analizar las siguientes preguntas:
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¿Qué formas ha preparado el Salvador para arrancar la mala hierba, desechar las piedras de los pedregales y enriquecer la tierra?
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¿De qué manera el saber eso les brinda esperanza de que pueden cultivar buenas semillas en el corazón?
Considere invitar a uno o dos alumnos a compartir cómo el mejorar la tierra de su corazón los ha acercado más al Salvador y los ha ayudado a disfrutar del buen fruto de Su Evangelio.
¿Qué debo hacer para conocer los misterios de Dios?
Considere mostrar la siguiente declaración incompleta: “El arrepentimiento se parece a…”. Luego invite a los alumnos a pensar en algún objeto físico que podría simbolizar el arrepentimiento.
O bien podría mostrar las siguientes imágenes e invitar a los alumnos a explicar el modo en que cada una de ellas se asemeja al arrepentimiento.
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¿Cuál es la ventaja de usar cosas físicas para enseñar verdades espirituales?
Señale que el Salvador con frecuencia utilizaba personas, objetos y acciones en relatos sencillos, es decir, parábolas, “para ilustrar y enseñar una verdad o un principio espiritual” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Parábola”, Biblioteca del Evangelio).
Muestre la siguiente pregunta que le hicieron los discípulos al Salvador: “¿Por qué les hablas por parábolas?” (Mateo 13:10). Invite a los alumnos a buscar la respuesta del Salvador en Mateo 13:11–17. Luego invítelos a compartir lo que hayan encontrado. A medida que hablen al respecto, considere si alguna de las siguientes preguntas podría profundizar el aprendizaje:
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¿Cuáles son los “misterios del reino”? (Mateo 13:11). (Si los alumnos necesitan ayuda para responder esta pregunta, podría invitarlos a leer “Misterios de Dios” en la Guía para el Estudio de las Escrituras [Biblioteca del Evangelio]).
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¿Qué impide que las personas conozcan los misterios de Dios? ¿Qué podría significar tener ojos que no vean, oídos que no oigan o un corazón que no entienda?
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¿Qué podemos hacer a fin de prepararnos para recibir los misterios de Dios? (Considere invitar a los alumnos a leer 1 Nefi 10:19 y Alma 12:9–11. Los alumnos podrían reconocer un principio semejante al siguiente: Si abrimos la mente y el corazón a Dios, Él nos revelará Sus misterios).
Los alumnos podrían escribir algún ejemplo de un misterio de Dios —algo que les haya revelado el Espíritu Santo— que ellos hayan recibido. También podrían escribir algo que les gustaría saber.
Para concluir, considere mostrar la siguiente declaración del presidente Russell M. Nelson:
¿Quiere Dios realmente hablarles? ¡Sí! […].
Los exhorto a que se esfuercen más allá de su capacidad espiritual actual para recibir revelación personal, porque el Señor ha prometido: “Si pides, recibirás revelación tras revelación, conocimiento sobre conocimiento, a fin de que conozcas los misterios y las cosas apacibles, aquello que trae gozo, aquello que trae la vida eterna” [Doctrina y Convenios 42:61].
Hay mucho más que su Padre Celestial quiere que sepan. Tal como el élder Neal A. Maxwell enseñó: “Para aquellos que tienen ojos para ver y oídos para oír, ¡está claro que el Padre y el Hijo están divulgando los secretos del universo!” (“Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas”, Liahona, mayo de 2018, pág. 95).
Conceda tiempo a los alumnos para que mediten en la declaración del presidente Nelson y para que escriban las impresiones que hayan recibido que sientan que deben obedecer.
Nota: Si los alumnos necesitaran orientación sobre cómo entender las parábolas en esta y otras actividades de aprendizaje, considere repasar “Mateo 13. ¿Cómo podemos entender las parábolas?”, en Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento.
Mateo 13:24–52; Lucas 13:18–23
¿Cuál es mi función en la edificación del reino de los cielos?
Considere invitar a los alumnos a escribir tres razones por las que el compromiso profundo y personal con Jesucristo debe ser una parte esencial de nuestra vida. Los alumnos también podrían escribir tres posibles consecuencias de que no tengamos ese compromiso. Podrían compartir con un compañero lo que hayan escrito.
Indíqueles que podrán reconocer algunas razones por las que Jesucristo enseñó que el reino de los cielos, que es La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, es importante (quizás podrían leer juntos “Reino de Dios o de los cielos” en la Guía para el Estudio de las Escrituras [Biblioteca del Evangelio] para conocer más sobre el término reino de los cielos).
A medida que los alumnos estudien las parábolas de Jesús sobre el reino de los cielos, podría invitarlos a practicar la habilidad “Comprender los simbolismos en las Escrituras”, que se encuentra en Técnicas para el estudio de las Escrituras. Podría mostrar y enseñar los siguientes consejos para entender los simbolismos de las Escrituras:
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Reconocer los símbolos mediante la búsqueda de comparaciones.
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Buscar indicios sobre el significado de los símbolos en el texto de las Escrituras y en las notas al pie de página, los encabezamientos de los capítulos, la Guía para el Estudio de las Escrituras u otras fuentes.
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Pensar sobre el simbolismo. Podría preguntarse: “¿En qué se parece el reino de los cielos o la Iglesia de Jesucristo?”.
Invite a los alumnos a examinar Mateo 13:24, 31, 33, 44, 45 y 47 en busca de las comparaciones que hizo el Salvador con el reino de los cielos.
Podría escribir la siguiente oración incompleta en la pizarra: El reino de los cielos es como…
Invite a los alumnos a indicar cómo completarían la oración basándose en lo que descubrieron al leer los versículos. (Las respuestas podrían incluir lo siguiente: un hombre que sembró buena semilla, un grano de mostaza, levadura, un tesoro escondido en un campo, un mercader que busca perlas y una red de pesca. Escriba cada una en la pizarra a medida que los alumnos las mencionen).
Escriba las siguientes referencias de las Escrituras en la pizarra:
Invite a los alumnos a seleccionar algunas de las parábolas para estudiarlas con un compañero o en un grupo pequeño. Anímelos a buscar indicios sobre el significado de las parábolas que estudian. (Los alumnos también podrían consultar “Mateo 13:3–9, 18–33, 43–50 ¿Qué podemos aprender de las parábolas sobre el recogimiento?” en Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento). Luego los grupos podrían analizar juntos las siguientes preguntas correspondientes a cada una de las parábolas que hayan leído:
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¿En qué se parece el reino de los cielos, o la Iglesia de Jesucristo, al tema de esta parábola?
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¿Cómo se puede aplicar esta parábola a nosotros en nuestros días?
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¿De qué maneras está fortaleciendo el Salvador Su Iglesia en la actualidad?
Invite a los alumnos a compartir las ideas y verdades que analizaron en su grupo y a escribirlas en la pizarra. Para resumir lo que encuentren, muestre la siguiente verdad: El Señor está recogiendo a las personas rectas en el reino de los cielos, que es Su Iglesia y con el tiempo, el Reino Celestial.
Elija algunas de las reflexiones escritas en la pizarra y pida a los grupos que las escribieron que expliquen más al respecto. Podría utilizar preguntas adicionales como las siguientes para ayudar a los alumnos a aplicar las parábolas del Señor a sí mismos (los alumnos podrían responder algunas de ellas en voz alta, meditar en algunas o incluso escribir las respuestas por su cuenta):
El trigo y la cizaña
Nota: Si quiere, señale a los alumnos las interpretaciones que el Señor hizo de esta parábola en Mateo 13:36–43 y en Doctrina y Convenios 86.
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¿Por qué creen que el Señor permite que las personas rectas crezcan entre las inicuas? ¿Qué pueden hacer para mantenerse fieles mientras estén rodeados de influencias inicuas?
El grano de mostaza
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Como Santos de los Últimos Días, ¿qué podemos hacer nosotros para ayudar a que la Iglesia del Salvador siga creciendo? ¿Qué bendiciones han recibido al predicar el Evangelio y ayudar a la Iglesia a crecer?
La levadura
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¿De qué manera han visto que el Evangelio de Jesucristo eleva a las personas o a las comunidades? ¿En qué forma los miembros de la Iglesia pueden actuar como la levadura para ayudar a elevar al mundo e influir en él para bien?
El tesoro en un campo y las buenas perlas
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¿Cómo describirían el valor de la Iglesia del Señor y de las enseñanzas del Señor en su vida?
La red
Nota: El élder D. Todd Christofferson hizo referencia a la red del Evangelio en su discurso “La doctrina de pertenencia” (Liahona, noviembre de 2022, págs. 53–56).
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¿Qué creen que significa que el Señor “recoge toda clase de peces”? (Mateo 13:47). ¿De qué modo le bendice a usted la diversidad de personas en el Evangelio?
Para concluir, podría invitar a los alumnos a repasar la lista que hicieron al comienzo de esta actividad de aprendizaje y agregar otra razón por la que la Iglesia es una parte importante de su vida.