“Mateo 1; Lucas 1”, Nuevo Testamento: Manual del maestro de Instituto, 2025
The Annunciation [La Anunciación], por John Scott
Mateo 1; Lucas 1
El ángel Gabriel se apareció a Zacarías y anunció el nacimiento de Juan el Bautista. Gabriel también se apareció a María y le declaró que sería la madre del Hijo de Dios. José, que estaba comprometido con María, supo en sueños que ella daría a luz un hijo que sería el Salvador. Este hijo iba a llamarse Jesús.
Recursos adicionales
Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, “Mateo 1; Lucas 1”
La “Introducción al curso” ofrece orientación sobre cómo utilizar los cuatro elementos estándar de la lección que se presentan a continuación.
Fomentar el estudio personal
Antes de la clase, considere enviar a los alumnos uno o varios de los siguientes mensajes o alguno propio:
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Las verdades que se enseñaron a María (véase Lucas 1:31–35) y a José (véase Mateo 1:20–23) en cuanto al nacimiento de Jesús, ¿de qué manera pueden ayudar a fortalecer nuestro testimonio de Su función como nuestro Salvador? ¿Cómo pueden esas verdades ayudarnos a hacer de la Navidad una experiencia más centrada en Cristo?
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Lee los testimonios de Elisabet y María en Lucas 1:39–55 y piensa en cómo tu testimonio del Salvador podría influir en los demás.
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¿Qué dificultad has afrontado o estás afrontando ahora? Lee Mateo 1:18–25 y Lucas 1:26–38 para ver lo que puedes aprender de José y María acerca de hacer cosas difíciles.
Hacer preguntas y compartir
Dé tiempo a los alumnos para que hagan preguntas y expresen las reflexiones y verdades que hayan descubierto en su estudio personal de Mateo 1; Lucas 1.
Capacitación en técnicas de estudio
Lucas 1:28–35 y Mateo 1:20–25 pueden ser buenas oportunidades para utilizar la técnica “Centrarse en Jesucristo en las Escrituras” de Técnicas para el estudio de las Escrituras.
Opciones de actividades de aprendizaje
Se proporcionan varias opciones de aprendizaje para usted y sus alumnos. Con espíritu de oración, elija qué opción u opciones serán las más significativas para su clase.
Cómo mejorar la enseñanza y el aprendizaje
Centrarse en el Salvador. “En todo lo que enseñe, recuerde que en realidad está enseñando acerca de Jesucristo y de cómo llegar a ser como Él. El Espíritu Santo puede ayudarle a aprender a reconocer verdades sobre el Salvador y Su poder redentor en cada principio del Evangelio, mandamiento y enseñanza profética (véase Jacob 7:10–11)” (Enseñar a la manera del Salvador, 2022, pág. 6).
¿Estoy preparado para Cristo?
Invite a los alumnos a pensar en cómo celebran la Navidad en su casa o en su cultura. Luego, pregúnteles si alguna vez han oído la pregunta tan frecuente: “¿Estás preparado para la Navidad?”. Señale que el élder David A. Bednar sugirió que nos hiciéramos una pregunta diferente: “¿Estamos ustedes y yo preparados para Cristo?” (véase “Elder Bednar’s Teachings Help Us Find the Savior in Christmas Symbols”, 20 de diciembre de 2022, newsroom.ChurchofJesusChrist.org).
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¿De qué manera el reflexionar profundamente sobre la pregunta del élder Bednar podría ayudarles a ser personas más centradas en Cristo? ¿Cómo podría ayudarles a hacer de la época navideña una experiencia más centrada en Cristo?
Explique que el ángel Gabriel se apareció a María y anunció que ella sería la madre del Hijo de Dios. Después de que María quedó embarazada, un ángel se le apareció a José en sueños y le dijo que el niño que María llevaba era “del Espíritu Santo” (Mateo 1:20). De estas experiencias, María y José aprendieron importantes verdades sobre el nacimiento de Jesucristo. Esas verdades los ayudaron a estar “preparados para Cristo”. Para ayudar a los alumnos a reconocer esas verdades, puede escribir en la pizarra los siguientes enunciados incompletos.
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Jesucristo es… |
Jesucristo (hará)… |
Los alumnos podrían formar grupos pequeños y buscar en Lucas 1:28–35 y Mateo 1:20–25 maneras de completar los enunciados de la pizarra. Después, podría pedir a los alumnos que escriban cómo completarían esas frases. Anime a los alumnos a buscar nombres, títulos y funciones de Jesucristo (véase “Centrarse en Jesucristo en las Escrituras”, Técnicas para el estudio de las Escrituras).
Después de que los alumnos hayan anotado sus enunciados completos, pídales que comenten en sus grupos lo que encontraron. Esto podría incluir enunciados como los siguientes: Jesucristo es el Hijo de Dios. Jesucristo es hijo de una madre mortal. Jesucristo reinará en la casa de Jacob para siempre. Jesucristo salvará a Su pueblo de sus pecados. Jesucristo (Emanuel) estará con nosotros.
Invite a los grupos a elegir un enunciado y a analizar cómo el conocimiento de esa verdad sobre el Salvador podría (1) aumentar nuestra comprensión de Su misión divina y (2) fortalecer nuestra fe en Él.
Podría concluir esta actividad con la siguiente pregunta:
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¿Cómo creen que el conocimiento de estas verdades pudo haber ayudado a María y a José a estar “preparados para Cristo”?
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¿Cómo pueden ustedes acordarse de estar “preparados para Cristo” en Navidad y durante todo el año?
Nota: Si sus alumnos desean hablar de la importancia del linaje singular de Jesucristo, considere repasar juntos “Luke 1:31–35. Why did Jesus need to have a mortal mother and an immortal Father? [Lucas 1:31–35. ¿Por qué era necesario que Jesús tuviera una madre mortal y un Padre inmortal?]” y “Matthew 1:20. What do we know about the conception of Jesus Christ? [Mateo 1:20. ¿Qué sabemos acerca de la concepción de Jesucristo?]” en Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento.
¿De qué manera nos bendice el escuchar y compartir testimonios de Jesucristo?
Considere proporcionar a los alumnos la siguiente autoevaluación. Indíqueles que lo que registren no se divulgará a los demás.
Muestre la siguiente imagen. Explique que representa a María cuando visitó a su prima Elisabet. María acababa de enterarse por el ángel Gabriel de que sería la madre del Hijo de Dios (véase Lucas 1:26–38). En ese momento, Elisabet estaba embarazada de seis meses de Juan el Bautista (véase Lucas 1:36).
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¿Qué podrían enseñarnos estas mujeres acerca del Salvador?
Para aprender de esas extraordinarias mujeres, invite a algunos alumnos a leer las palabras de Elisabet en Lucas 1:39–45 y a otros a leer las palabras de María en Lucas 1:46–55. O bien, podrían ver “María y Elisabet se regocijan” (desde 1:05 hasta 5:06).
Podría hacer una o más de las preguntas siguientes:
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¿Qué pensaron y sintieron acerca de Elisabet y María mientras estudiaban sus testimonios?
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¿Qué podemos aprender del Salvador a partir de esos testimonios? ¿Qué diferencia marca el centrarnos en el Salvador cuando compartimos un testimonio? (Ayude a los alumnos a entender que fortalecemos a los demás cuando enseñamos y testificamos de Jesucristo).
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¿De qué forma ha influido en ustedes el testimonio de alguien sobre el Salvador?
Podrían leer juntos y comentar la siguiente declaración del élder Neil L. Andersen:
Seamos más abiertos y estemos más dispuestos a hablar de Cristo con los que nos rodean […].
Sean más abiertos en las redes sociales al hablar de su confianza en Cristo […].
A veces, algunos de nuestros hermanos cristianos se muestran inquietos en cuanto a nuestras creencias y motivaciones. Regocijémonos genuinamente con ellos en la fe que compartimos en Jesucristo y en los pasajes del Nuevo Testamento que todos amamos […].
A medida que el mundo hable menos de Jesucristo, hablemos nosotros más de Él. Conforme se manifieste nuestro verdadero carácter como discípulos Suyos, muchas personas a nuestro alrededor estarán preparadas para escuchar (“Hablamos de Cristo”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 90).
Conceda a los alumnos un momento para reflexionar sobre esta pregunta: ¿Quién podría necesitar escuchar el testimonio de ustedes sobre el Salvador?
Señale que compartir nuestro testimonio de Jesucristo es una expresión de fe. Puede incluir lo que sabemos, creemos y esperamos que sea verdad. Invite a los alumnos a escribir su testimonio de Jesucristo o a grabarlo en un video con su teléfono. Luego, podrían compartir lo que hayan escrito o grabado con otro miembro de la clase, enviarlo por mensaje de texto o correo electrónico a un amigo, o publicarlo en las redes sociales.
Mateo 1:18–25; Lucas 1:26–38, 46–55
¿Qué puedo aprender de María y José en cuanto a hacer cosas difíciles?
Invite a los alumnos a reflexionar y registrar brevemente un desafío que estén afrontando en la actualidad. Anímelos a escribir ideas durante esta actividad de aprendizaje que puedan ayudarlos con su desafío.
Podría mostrar la siguiente imagen y explicar que cuando “María estaba desposada con José” (Mateo 1:18), concertaron un acuerdo llamado esponsales. A fin de entender las obligaciones de los esponsales, considere repasar con los alumnos “Matthew 1:18. What did it mean to be espoused? [Mateo 1:18. ¿Qué significaba estar desposado?]” en Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento.
Considere poner a los alumnos de dos en dos. Un alumno podría leer acerca de José en Mateo 1:18–25 y el otro podría leer acerca de María en Lucas 1:26–38. Muestre las siguientes preguntas e invite a los alumnos a analizarlas:
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¿Qué desafío supuso esta situación para María? ¿Y para José? (véase “Matthew 1:18–25. What options did Joseph have when he learned Mary was pregnant? [Mateo 1:18–25. ¿Qué opciones tenía José cuando se enteró de que María estaba embarazada?]” en Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento).
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De la manera en que María y José respondieron a sus circunstancias, ¿qué podemos aprender sobre cómo manejar situaciones difíciles? (Es posible que los alumnos indiquen una verdad como la siguiente: Podemos hacer cosas difíciles cuando buscamos conocer y someternos a la voluntad de Dios. [Nota: La palabra “pensando” en Mateo 1:20 proviene del griego enthymeomai, que significa considerar o reflexionar]).
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¿Qué bendiciones recibieron María y José porque decidieron someter su voluntad a Dios?
Después de que los grupos analicen estas preguntas, invite a los alumnos a exponer sus reflexiones a la clase.
Considere presentar una o ambas de las siguientes declaraciones y las preguntas relacionadas para ayudar a los alumnos a emprender acciones rectas en sus vidas.
Al pensar en mujeres cuya influencia recta repercute a través de la eternidad, consideremos a María, “vaso precioso y escogido” (Alma 7:10). Al recibir del ángel una Anunciación sagrada y sin precedente, ella gentilmente se sometió a la voluntad del Señor: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38). Su fe, obediencia y humildad establecen una norma para todas las mujeres (véase Virginia U. Jensen, “Ondas expansivas”, Liahona, enero de 2001, pág. 108).
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¿Cómo podría el someterse gentilmente a la voluntad del Señor ayudarlos en relación con un desafío que enfrentan?
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¿Quién es una María moderna que ustedes conozcan? ¿Qué pueden aprender de su ejemplo?
Mateo nos dice que […] [José] era un hombre recto y considerado, que un ángel le dijo en sueños quién llegaría a ser Jesús, que fue obediente, y que dio a Jesús ese nombre, que significa salvador (véase Mateo 1). Sabemos que llevó a María a Belén, donde nació Jesús (véase Lucas 2:4–6). Menos de dos años después, José llevó a su familia a Egipto para escapar de Herodes, luego de haber sido advertido en un sueño. En Egipto, nuevamente en un sueño, se le dijo cuándo regresar; y en otro sueño se le dijo que fuera a Galilea (véase Mateo 2:13–15, 19–22). ¡Cuatro sueños provenientes de Dios! José debe haber sido un hombre excepcionalmente visionario y espiritualmente sensible (Gerald N. Lund, Jesus Christ, Key to the Plan of Salvation, 1991, pág. 51).
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¿De qué manera podría el buscar y recibir revelación del Padre Celestial ayudarlos con un desafío que enfrentan?
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¿Quién es un José moderno que ustedes conozcan? ¿Qué pueden aprender de su ejemplo?
Invite a los alumnos a reconocer algo que hayan aprendido de las acciones o atributos cristianos de María o José y que puedan poner en práctica en sus circunstancias. Anímelos a anotar las impresiones que han recibido y a proceder conforme a ellas.