Mateo 9–10; Marcos 5; Lucas 9

Con frecuencia Jesús respondió ante la fe de otras personas perdonando pecados y efectuando milagros; sanó a muchos, echó fuera espíritus inmundos y devolvió la vida a una niña. También enseñó a Sus apóstoles acerca del verdadero discipulado. Estos relatos en los que el Salvador perdonó pecados y efectuó milagros muestran que podemos invitar Su inspiración y Su poder a nuestra vida conforme actuamos con fe para seguirlo.

Recursos adicionales

Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, “Mateo 9–10; Marcos 5; Lucas 9”

La “Introducción al curso” ofrece orientación sobre cómo utilizar los cuatro elementos estándares de la lección que se presentan a continuación.

Fomentar el estudio personal

Antes de la clase, considere enviar a los alumnos uno o más de los siguientes mensajes, o bien cree usted mismo uno:

• Lea Mateo 10:1–8 o mire “Jesús llama a los Doce Apóstoles para predicar y bendecir a la gente” (1:38). ¿Cuál cree que es la importancia de que el Señor llame apóstoles y profetas?

• A medida que estudie los milagros que el Salvador efectuó en Marcos 5, piense en las formas en que ha recibido ayuda o sanación del Salvador. También podría ver “Los heridos serán sanados” (5:45).

• ¿A qué ha renunciado para seguir a Jesucristo? Lea Lucas 9:57–62 y piense en maneras en las que puede poner al Salvador en primer lugar en su vida.

Hacer preguntas y compartir

Dé tiempo a los alumnos para que hagan preguntas y expresen las reflexiones y verdades que hayan descubierto en su estudio personal de Mateo 9–10; Marcos 5; y Lucas 9.

Capacitación en técnicas de estudio

Marcos 5:22–43 puede ofrecer una buena oportunidad para utilizar la habilidad “Tomar notas significativas”, de Técnicas para el estudio de las Escrituras.

Opciones de actividades de aprendizaje

Se proporcionan varias opciones de aprendizaje para usted y sus alumnos. Con espíritu de oración, elija qué opción u opciones serán las más significativas para su clase.

• Mateo 9:36–38; 10:1–8, 19–20, 40–42

  ¿Por qué puedo confiar en los apóstoles del Señor?

• Marcos 5:22–43

  ¿Cómo puedo hallar esperanza y sanación por medio del Salvador?

• Lucas 9:57–62

  ¿Cómo puedo poner a Jesucristo en primer lugar en mi vida?

Mateo 9:36–38; 10:1–8, 19–20, 40–42

¿Por qué puedo confiar en los apóstoles del Señor?

Podría mostrar alguna imagen actual del Cuórum de los Doce Apóstoles y luego compartir la siguiente situación hipotética:

Los misioneros acaban de enseñarle a Paula acerca del Cuórum de los Doce Apóstoles. Debido a experiencias pasadas, desconfía de las figuras de autoridad. Dice a los misioneros: “¿Por qué debo confiar en estos hombres y en lo que enseñan? Son solo seres humanos imperfectos; puedo confiar en Jesucristo, pero no en ellos”.

Invite a uno o dos alumnos a indicar cómo podrían responder a la pregunta y las inquietudes de Paula.

Si lo desea, muestre la siguiente imagen, que ilustra cuando Jesús ordenó a Sus Doce Apóstoles. Podría explicar que la palabra apóstol significa “el que es enviado” (véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Apóstol”, Biblioteca del Evangelio). Invite a los alumnos a leer Mateo 9:36–38; 10:1–8, 19–20, 40–42, y busque las responsabilidades de los apóstoles.

• ¿Por qué podemos confiar en los apóstoles del Señor? (Los alumnos podrían determinar una o más de las siguientes verdades: Los apóstoles del Señor actúan y hablan mediante Su poder. Cuando recibimos a los apóstoles del Señor, lo recibimos a Él. Cuando seguimos a los siervos del Señor, lo seguimos a Él).

• ¿Cómo puede ayudar a alguien a aumentar su confianza en quienes el Señor ha llamado a ser Sus apóstoles? (Podría pedir a los alumnos que repasen la situación hipotética).

• ¿En qué ocasiones ha sentido que los apóstoles modernos hablaban o actuaban mediante el poder del Salvador?

Podría conceder tiempo a los alumnos para que planteen cualquier pregunta que pudieran tener sobre los apóstoles modernos. Anime a los alumnos a contestar las preguntas de sus compañeros.

Si lo desea, invite a los alumnos a consultar la conferencia general más reciente en la aplicación Biblioteca del Evangelio y a repasar en silencio algunos de los discursos pronunciados por los miembros de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles. Después de concederles tiempo para que repasen los discursos, invítelos a mencionar las enseñanzas favoritas que hayan descubierto y el modo en que tales enseñanzas fortalecen su fe en Jesucristo. Podría invitar a uno o dos alumnos a compartir su testimonio de los apóstoles vivientes del Señor.

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Marcos 5:22–43

¿Cómo puedo hallar esperanza y sanación por medio del Salvador?

Considere compartir la siguiente declaración de la hermana Amy A. Wright. Podría ver primero la parte del mensaje de la hermana Wright “Cristo sana lo que está roto”, cuando habla sobre la vasija antigua rota (del minuto 0:00 al 1:16).

Todos tenemos algo en nuestra vida que está roto y que necesita ser reparado, arreglado o sanado […]. Les testifico que no hay nada roto en su vida que se encuentre fuera del alcance del poder curativo, redentor y habilitador de Jesucristo (“Cristo sana lo que está roto”, Liahona, mayo de 2022, pág. 84).

• ¿Cuáles son algunos ejemplos de diferentes maneras en que necesitamos el poder sanador del Salvador? (Ayude a los alumnos a entender que podemos necesitar el poder del Salvador para sanar física, espiritual o emocionalmente).

Invite a los alumnos a que piensen y escriban sobre algo de sus vidas que necesite repararse, arreglarse o sanar. Podría mostrar las siguientes verdades e invitar a los alumnos a buscar cómo estas se manifiestan en los relatos de las Escrituras que aparecen en los volantes adjuntos: Podemos hallar esperanza y sanación al acudir al Salvador. Podemos invocar el poder de Jesucristo al buscar Su ayuda con fe.

Nota: Conforme los alumnos se preparen para estudiar los milagros que el Salvador efectuó durante Su ministerio, quizás sea importante analizar la habilidad “Mantener el equilibrio doctrinal”, en Técnicas para el estudio de las Escrituras. Por ejemplo, podría explicar a los alumnos que, aunque ejerzan la fe, es posible que no reciban el milagro que desean. Si lo desea, comparta la siguiente declaración del presidente Dallin H. Oaks: “El poder sanador del Señor Jesucristo, ya sea que quite nuestras cargas o nos fortalezca a fin de perseverar, […] está a nuestro alcance para toda aflicción de la vida terrenal” (“Él sana a los que están cargados”, Liahona, noviembre de 2006, pág. 8).

Divida los alumnos de dos en dos. Entregue a cada alumno del grupo de dos uno de los volantes que se hallan a continuación. Invítelos a practicar la habilidad “Tomar notas significativas”, de Técnicas para el estudio de las Escrituras mientras estudian el relato de las Escrituras que les haya asignado. Podría mostrar lo siguiente y animar a los alumnos a seguir las indicaciones mientras estudian:

• Hagan una pausa para meditar sobre lo que estén aprendiendo.

• Oren para recibir entendimiento y para ponerlo en práctica.

• Tomen notas de lo que aprendan, piensen y sientan (en un diario o cuaderno de papel, en las Escrituras o en la Biblioteca del Evangelio).

Después de que los alumnos hayan tenido tiempo para estudiar el relato de las Escrituras asignado, invítelos a compartir con su compañero lo que aprendieron. Concédales tiempo para que compartan los pensamientos, las experiencias y los testimonios que hayan anotado. Podría hacer estas preguntas a la clase:

• ¿Qué mensajes de esperanza encontraron en el relato que estudiaron?

Tal vez desee compartir su testimonio de la esperanza y la sanación que se reciben por medio de la fe en Jesucristo. Aliente a los alumnos a actuar de acuerdo con las impresiones que hayan recibido y anotado.

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Lucas 9:57–62

¿Cómo puedo poner a Jesucristo en primer lugar en mi vida?

Podría escribir lo siguiente en la pizarra: ¡Iré y haré sea lo que sea que el Señor me pida! Pregunte a los alumnos qué se podría requerir de aquellos que están dispuestos a hacer cualquier cosa que el Señor les pida.

Invite a los alumnos a leer Lucas 9:57–62 para saber lo que el Salvador espera de quienes deciden seguirlo.

• ¿Qué les parece difícil en cuanto a lo que el Salvador espera de nosotros? (Algunas de las declaraciones del Salvador en estos versículos podrían parecer insensibles o extremas para los alumnos. Considere utilizar las fuentes de ayuda para estos versículos que se hallan en Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento).

• ¿Qué principio podemos aprender de las enseñanzas del Salvador a quienes deseaban seguirlo? (Los alumnos podrían reconocer una verdad similar a la siguiente: Los seguidores de Jesucristo lo ponen en primer lugar en su vida).

• ¿Qué creen que quiso decir el Salvador cuando advirtió que no debemos “pone[r] [la] mano en el arado y mira[r] hacia atrás” (versículo 62)?

Invite a los alumnos a compartir ejemplos de cómo el Salvador puso al Padre Celestial en primer lugar. Si fuera necesario, podría indicarle a los alumnos que consulten Moisés 4:1–2, Juan 6:38–39 o Lucas 22:39–44. Los alumnos también podrían compartir ejemplos de personas que conozcan que hayan puesto a Dios en primer lugar en su vida.

• ¿Por qué a veces puede ser difícil poner a Dios en primer lugar?

• ¿Qué bendiciones ha experimentado cuando ha puesto a Dios en primer lugar en su vida?

Para ayudar a los alumnos a sentir la verdad y la importancia de este principio, podrían leer y analizar la siguiente declaración del presidente Jeffrey R. Holland:

Todos los que nos hablarán en esta conferencia general dirán, de un modo u otro, lo que Cristo dijo a este joven rico: “Vengan a su Salvador; vengan completa e incondicionalmente. Tomen su cruz, por pesada que sea, y síganlo” [véase Marcos 10:21] […]. No puede haber esfuerzos a medias, ni empezar y luego detenerse, ni volverse atrás […]. Cuando se nos pide hacer cosas difíciles, incluso cosas que son contrarias a los vivos deseos del corazón, recuerden que la lealtad que prometemos a la causa de Cristo es que sea la devoción suprema de nuestra vida (“La mayor posesión”, Liahona, noviembre de 2021, págs. 8–9)

Considere la posibilidad de mostrar las preguntas siguientes. Luego, invite a los alumnos a meditar esas preguntas con espíritu de oración y a anotar sus pensamientos.

• ¿Qué podría estar impidiéndoles seguir al Salvador “completa e incondicionalmente”?

• ¿Qué pueden hacer para demostrar su deseo de poner al Padre Celestial y al Salvador en primer lugar en su vida?

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