“Mateo 26; Marcos 14; Juan 13”, Nuevo Testamento: Manual del maestro de Instituto, 2025
In Remembrance of Me [En memoria de Mí], por Walter Rane
Mateo 26; Marcos 14; Juan 13
En la Última Cena, Jesucristo instituyó la Santa Cena. Señaló a Judas como el que lo iba a entregar, lavó los pies de Sus discípulos y les enseñó a amarse los unos a los otros. Jesús enseñó que, por medio de Su Expiación, el Padre y el Hijo fueron glorificados. Mandó a Sus discípulos que siguieran Su ejemplo de amor.
Recursos adicionales
Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento, “Mateo 26; Marcos 14; Juan 13”
Nota: La “Introducción al curso” ofrece orientación sobre cómo utilizar los cuatro elementos estándares de la lección que se presentan a continuación.
Fomentar el estudio personal
Antes de la clase, considere enviar a los alumnos uno o más de los siguientes mensajes, o bien cree uno usted mismo:
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Cuando escuchan el consejo de los líderes de la Iglesia, ¿piensan primero en alguien que creen que realmente necesita ese mensaje? Lean Mateo 26:17–25 para saber cómo reaccionaron los discípulos de Jesús después de escuchar que uno de ellos lo entregaría.
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¿Cómo fue su experiencia la última vez que tomaron la Santa Cena? Lean Traducción de José Smith, Marcos 14:20–25 (Biblioteca del Evangelio) y consideren lo que pueden hacer para que la Santa Cena sea una experiencia más significativa.
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¿Cómo desea el Salvador que tratemos a los demás, incluso a las personas que tal vez no nos agraden? Lean Juan 13:34–35 y mediten en el mensaje que el Salvador tiene para ustedes.
Hacer preguntas y compartir
Dé tiempo a los alumnos para que hagan preguntas y expresen las reflexiones y verdades que descubrieron durante su estudio personal de Mateo 26; Marcos 14 y Juan 13.
Capacitación en técnicas de estudio
Juan 13:34–35 podría ser un pasaje útil para emplear la técnica “Etiquetar pasajes de las Escrituras y otras enseñanzas del Evangelio”, en Técnicas para el estudio de las Escrituras. Mateo 26:17–30; Traducción de José Smith, Marcos 14:20–26 podrían ser pasajes útiles para emplear la técnica “Comprender los simbolismos de las Escrituras”, en Técnicas para el estudio de las Escrituras.
Opciones de actividades de aprendizaje
Se proporcionan varias opciones de aprendizaje para usted y sus alumnos. Con espíritu de oración, elija qué opción u opciones serán las más significativas para su clase.
“¿Soy yo, Señor?”
Considere presentar la siguiente situación hipotética:
Durante la conferencia general, Rosa está escuchando atentamente el mensaje del profeta acerca de ser pacificadores. Mientras escucha, comienza a pensar en su hermano y en la contención que últimamente ha traído a su familia, así que saca su teléfono y le envía el siguiente mensaje: “Hola Bernardo, espero que estés escuchando el discurso del profeta. ¡Realmente podrías aprender algo de él!”.
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¿Qué opinas del mensaje de Rosa?
Invite a los alumnos a trabajar con un compañero y a estudiar Mateo 26:14–25 para saber cómo reaccionaron los apóstoles cuando escucharon que uno de ellos entregaría al Salvador.
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¿Qué les parece significativo de la pregunta “Soy yo, Señor?”.
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¿Qué les enseña esta experiencia en cuanto a mirar en nuestro interior?
Considere compartir la siguiente declaración del presidente Dieter F. Uchtdorf, en ese entonces miembro de la Primera Presidencia:
En esas palabras sencillas, “¿Soy yo, Señor?”, yace el comienzo de la sabiduría y el sendero a la conversión personal y al cambio duradero (“¿Soy yo, Señor?”, Liahona, noviembre de 2014, pág. 56).
Invite a los alumnos a considerar anotar en sus ejemplares de las Escrituras la siguiente verdad que enseñó el presidente Uchtdorf: En la pregunta: “¿Soy yo, Señor?”, yace el comienzo de la sabiduría y el sendero a la conversión personal y al cambio duradero.
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¿Por qué las sencillas palabras “¿Soy yo, Señor?” podrían conducir a la sabiduría, a la conversión y al cambio duradero?
Entregue a los alumnos el volante “¿Soy yo, Señor?”, e invítelos a leer individualmente la declaración del presidente Uchtdorf y a meditar en cómo podrían ponerla en práctica en su vida.
Considere concluir esta actividad con el video “Reflexiones” (4:12). Invite a algunos alumnos a explicar lo que aprendieron o sintieron durante esta actividad de aprendizaje. Podría concluir con su testimonio de que preguntarnos sinceramente: “¿Soy yo, Señor?” es el comienzo de la sabiduría y el sendero a la conversión personal y al cambio duradero.
Mateo 26:17–30; Traducción de José Smith, Marcos 14:20–26
¿Cómo puedo hacer que la Santa Cena sea una experiencia más significativa?
Muestre la imagen del pan y el agua que se utilizan para la Santa Cena, e invite a los alumnos a utilizar los siguientes enunciados para evaluar su experiencia con la Santa Cena. Podrían evaluarse a sí mismos en cada enunciado utilizando una escala del 1 al 5, siendo 1 = totalmente en desacuerdo y 5 = totalmente de acuerdo.
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Estoy deseoso de participar de la Santa Cena.
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Usualmente estoy centrado en el Salvador durante la Santa Cena.
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A menudo pienso en mis convenios durante la Santa Cena.
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Los símbolos de la Santa Cena son significativos para mí.
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No envío mensajes de texto, no juego en mi teléfono ni uso las redes sociales durante la Santa Cena.
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Por lo general, me siento fortalecido espiritualmente al participar de la Santa Cena.
Invite a los alumnos a considerar cómo podrían mejorar su experiencia con la Santa Cena al estudiar cómo instituyó el Salvador dicho sacramento.
Si lo desea, explique que Jesucristo instituyó la Santa Cena durante la cena de Pascua con Sus discípulos (véase Mateo 26:17–20). Los alumnos podrían repasar juntos “Mateo 26:17–30. ¿Qué conexión hay entre la Pascua judía y la Santa Cena?”, en Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento.
Pida a algunos alumnos que busquen Mateo 26:26–30 y Traducción de José Smith, Mateo 26:22, 24–25 (Biblioteca del Evangelio), y a otros que busquen Traducción de José Smith, Marcos 14:20–26 (Biblioteca del Evangelio). Invítelos a buscar el propósito de la Santa Cena.
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¿Qué enseñó el Salvador a Sus discípulos acerca del propósito de la Santa Cena? (Los alumnos podrían reconocer una verdad como la siguiente: Los discípulos de Jesucristo deben participar de la Santa Cena en memoria de Él y de Su Expiación).
Invite a los alumnos a reconocer un símbolo de esos pasajes de las Escrituras y a estudiar cómo se relaciona con la Santa Cena. Podría mostrar los siguientes puntos para ayudar a los alumnos a practicar la técnica “Comprender los simbolismos de las Escrituras”, en Técnicas para el estudio de las Escrituras.
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¿Con qué se puede comparar este símbolo?
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Busquen indicios sobre el significado de los símbolos en el texto de las Escrituras y en las notas al pie de página, los encabezados de los capítulos, la Guía para el Estudio de las Escrituras, Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento u otras fuentes.
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¿Qué nos enseña este símbolo acerca de la Santa Cena? ¿Cómo se relaciona con el Salvador?
Después de concederles tiempo para estudiar, invite a los alumnos a formar grupos pequeños y a hablar de lo que aprendieron acerca de los símbolos que estudiaron. Anímelos a analizar cómo una mejor comprensión de esos símbolos puede hacer que nuestra experiencia con la Santa Cena sea más significativa.
Como clase, podrían ver el video “Recordarle siempre” (5:28) o cantar juntos un himno sacramental. Anime a los alumnos a reflexionar sobre cómo se sienten al ver el video o al cantar el himno y considere pedir a algunos de ellos que expresen sus sentimientos acerca del Salvador y la Santa Cena.
Invite a los alumnos a meditar en cómo ha influido en la relación que tienen con el Salvador el hecho de participar de la Santa Cena en memoria de Él y de Su Expiación. Podrían anotar algo que pueden hacer para que su experiencia con la Santa Cena el próximo día de reposo sea más significativa.
¿Qué puedo aprender del Salvador en cuanto al servicio?
Invite a los alumnos a pensar en alguna ocasión en la que se sintieron humildes por un acto de servicio que realizaron por ellos.
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¿Qué sintieron por esa persona o personas que les sirvieron?
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¿De qué manera ese acto de servicio los bendijo o los cambió?
Podría explicar que, durante la época del Nuevo Testamento, las personas normalmente tenían los pies polvorientos de tanto caminar con sandalias por los caminos de tierra; lavar los pies de un invitado era un servicio que normalmente realizaban los sirvientes. Muestre la siguiente imagen e invite a un alumno a leer en voz alta Juan 13:3–12, y a continuación analicen las siguientes preguntas:
The Greatest in the Kingdom [El mayor en el reino], por J. Kirk Richards
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¿Cómo se habrían sentido o cómo habrían reaccionado si Jesús se hubiera ofrecido a lavarles los pies?
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¿Por qué era importante que Pedro permitiera que el Salvador le lavara los pies? (Podría mencionar las reflexiones que se encuentran en “Juan 13:4–12. ¿Por qué era importante que el Salvador lavara los pies de Sus discípulos?”, en Ayudas para las Escrituras: Nuevo Testamento).
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¿Qué aprenden acerca del carácter de Jesús a partir de Su acto de lavar los pies de los apóstoles?
Invite a los alumnos a leer Juan 13:13–17 en silencio y a buscar lecciones que podemos aprender de las palabras del Salvador. Cuando los alumnos las expongan, podrían expresar una verdad como la siguiente: Encontraremos mayor felicidad al seguir el ejemplo de servicio del Salvador.
Invite a los alumnos a explicar lo que han aprendido del servicio por medio del ejemplo del Salvador. También podrían hablar de cómo se han sentido cuando han prestado servicio a los demás.
Si el tiempo lo permite, los alumnos también podrían ver el video “El servicio desinteresado” (2:26). Invítelos a pensar en alguien a quien podrían prestar servicio la próxima semana y considere hacer un seguimiento en la próxima clase para que los alumnos puedan dar un informe de su experiencia.
¿Cómo puedo amar más como el Salvador?
Escriba los siguientes pasajes en la pizarra e invite a los alumnos a buscar lo que esos pasajes tienen en común y en qué se diferencian: Levítico 19:18; Mateo 22:39; Juan 13:34–35.
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¿Qué aprendemos en cuanto al amor en estos pasajes?
Muestre y lean juntos la siguiente declaración del élder Lynn G. Robbins, Setenta Autoridad General emérito:
Sabemos que todo mandamiento de Dios implica el albedrío. Podemos obedecer o desobedecer, pero siempre hay una opción. […] El Salvador dejó claro que el amor era un mandamiento que había que obedecer. […] Este es un mandamiento que requiere tomar una decisión. […]
En Mateo, el Señor dijo: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. En Su vida terrenal, Él demostró una clase perfecta de amor y luego dijo: “Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis los unos a los otros” (Juan 13:34; cursiva agregada). Amar como Él amó es una forma más elevada de amor que amar “como a ti mismo”. Es un amor puro que pone al prójimo por encima de uno mismo (“Agency and Love in Marriage”, Ensign, octubre de 2000, págs. 20–21).
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¿Por qué es importante entender que amar es una elección?
Muestre la siguiente verdad: Cuando escogemos amar como Jesucristo, expresamos una forma más elevada de amor.
Para ayudar a los alumnos a profundizar su comprensión de lo que significa amar como el Salvador, muestre los siguientes pasajes en la pizarra: Marcos 10:17–23; Juan 8:1–11; Juan 13:2–5; 3 Nefi 11:13–15; 3 Nefi 17:16–18, 20; 3 Nefi 19:17–25.
Invite a los alumnos a utilizar la función “etiquetar” de la Biblioteca del Evangelio y a resaltar ejemplos de amor semejante al de Cristo en los pasajes de las Escrituras que se muestran o en otros que ellos puedan pensar. Podrían utilizar el título “Cómo amó Jesús”, “Ejemplos de amor de Jesús” u otro de su elección cuando etiqueten lo que resalten (véase “Etiquetar pasajes de las Escrituras y otras enseñanzas del Evangelio”, en Técnicas para el estudio de las Escrituras). Los alumnos que utilizan una versión impresa de las Escrituras podrían resaltar el ejemplo del Salvador con un marcador.
Después de dar tiempo para el estudio personal, podría invitar a los alumnos a escribir en la pizarra algo que les haya impresionado sobre la forma en que el Salvador amaba a los demás. Luego podría pedirles que hablen de experiencias en las que ellos u otras personas hayan amado como lo hace el Salvador.
Considere invitar a los alumnos a anotar una manera en la que pueden amar como lo hace el Salvador y cómo pueden practicarla más a lo largo de la semana. Podrían terminar la clase cantando el himno “Amad a otros” (Himnos, nro. 203) o viendo el video “Que os améis los unos a los otros” (1:51).