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Lección 35: Doctrina y Convenios 89–92


“Lección 35: Doctrina y Convenios 89–92”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro, 2017

“Lección 35”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro

Lección 35

Doctrina y Convenios 89–92

Introducción y cronología

A comienzos de 1833, cuando la Escuela de los Profetas comenzó a reunirse, el profeta José Smith preguntó al Señor concerniente al consumo de tabaco por parte de los poseedores del sacerdocio durante esas sesiones. El 27 de febrero de 1833, en respuesta a las súplicas de José, el Señor dio la revelación que se encuentra en Doctrina y Convenios 89. En esa revelación, que llegó a conocerse como la Palabra de Sabiduría, el Señor advirtió contra el consumo de sustancias dañinas, alentó el consumo de alimentos saludables y prometió bendiciones a los obedientes.

El 8 de marzo de 1833, el Señor dio la revelación que se encuentra en Doctrina y Convenios 90. Esa revelación contiene instrucciones para la Presidencia del Sumo Sacerdocio, y constituyó “un paso adicional en el establecimiento de la Primera Presidencia” (D. y C. 90, encabezamiento de la sección).

Mientras trabajaba en la traducción inspirada del Antiguo Testamento, el Profeta preguntó al Señor si debía incluir los libros apócrifos como parte de su traducción de la Biblia. El 9 de marzo de 1833, el Señor respondió la pregunta de José Smith por medio de la revelación registrada en Doctrina y Convenios 91, y le indicó que no era necesario traducirlos.

El 15 de marzo de 1833, el Señor dio la revelación que se halla registrada en Doctrina y Convenios 92, en la que se manda que Frederick G. Williams sea un miembro activo de la Firma Unida, la cual se había establecido para supervisar los asuntos financieros y de bienestar de la Iglesia.

2 de febrero de 1833José Smith finaliza su revisión de la traducción del Nuevo Testamento.

27 de febrero de 1833Se recibe Doctrina y Convenios 89.

8 de marzo de 1833Se recibe Doctrina y Convenios 90.

9 de marzo de 1833Se recibe Doctrina y Convenios 91.

15 de marzo de 1833Se recibe Doctrina y Convenios 92.

18 de marzo de 1833Sidney Rigdon y a Frederick G. Williams son ordenados como presidentes (consejeros) en la Presidencia del Sumo Sacerdocio.

Sugerencias para la enseñanza

Doctrina y Convenios 89:1–21

El Señor revela la Palabra de Sabiduría

Escriba en la pizarra: La Palabra de Sabiduría.

  • ¿Han tenido que explicar a alguien alguna vez por qué no consumen alcohol, té, café ni tabaco? ¿Qué dijeron ustedes? ¿Cómo reaccionó la persona?

Para ayudar a los alumnos a entender el contexto de la revelación registrada en Doctrina y Convenios 89, explique que, cumpliendo con el mandato del Señor de organizar la Escuela de los Profetas (véase D. y C. 88:127), el profeta José Smith y otros élderes se reunían en un cuarto de la planta alta de la tienda de Newel K. Whitney en Kirtland, Ohio. (Si es posible, muestre una imagen del cuarto).

Imagen
cuarto superior de la tienda de los Whitney

Invite a un alumno a leer el siguiente párrafo en voz alta:

“Todas las mañanas después del desayuno, estos hombres se reunían en la escuela para escuchar la instrucción de José Smith […] Lo primero que hacían después de sentarse era ‘encender una pipa, comenzar a hablar acerca de las grandes cosas del Reino y seguir fumando’, relató Brigham Young. Las nubes de humo eran tan gruesas que a duras penas los hombres podían ver a José. Una vez terminadas las pipas, ‘se ponían [tabaco] para mascar de un lado [de la boca], o quizá de ambos, y después todo quedaba por el suelo’ [Brigham Young, discurso inédito, 2 de diciembre de 1867]. En ese lugar tan sucio, José Smith trataba de enseñar a estos hombres la manera en que ellos y sus conversos podían llegar a ser santos, ‘sin mancha’ y dignos de la presencia de Dios” (Jed Woodworth, véase “La Palabra de Sabiduría”, en Revelaciones en contexto, editado por Matthew McBride y James Goldberg, 2016, pág. 195, o history.lds.org).

Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del presidente Brigham Young (1801–1877) sobre la forma en que reaccionó el Profeta a esa situación:

“Muchas veces, al entrar el Profeta en la habitación para dar instrucciones a los de la escuela, se encontraba envuelto en una nube de humo de tabaco; eso, y las quejas de su esposa por tener que limpiar un piso tan sucio [por causa de los que mascaban tabaco], hizo que el Profeta meditara sobre el asunto y preguntara al Señor con respecto a la conducta de los élderes que empleaban tabaco; la revelación que se conoce como la Palabra de Sabiduría fue el resultado de su indagación” (véase Brigham Young, en Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 277).

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 89:1–3 en voz alta, y pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio en busca de palabras o frases que describan los propósitos del Señor al dar esta revelación.

Señale la frase “no por mandamiento ni restricción”, en el versículo 2, y explique que, inicialmente, el Señor no dio la Palabra de Sabiduría a los santos como mandamiento. Con el tiempo, después que los santos hubieron obedecido los principios de la Palabra de Sabiduría por muchos años, los profetas del Señor comenzaron a enseñar que la Palabra de Sabiduría había de ser considerada un mandamiento (véanse los comentarios sobre D. y C. 89:1–2 en el manual del alumno).

Escriba la siguiente frase en la pizarra: Un principio con promesa. Pida a los alumnos que, durante su estudio de Doctrina y Convenios 89, busquen el principio y la promesa que el Señor reveló como parte de la Palabra de Sabiduría.

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 89:4 en voz alta, y pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio para averiguar otra razón por la que el Señor reveló la Palabra de Sabiduría.

  • ¿Cuáles son algunas de “las maldades y [los] designios” de nuestros días que podemos evitar si obedecemos la Palabra de Sabiduría?

Invite a los alumnos a leer Doctrina y Convenios 89:5–9 en silencio y busquen qué sustancias dañinas advirtió el Señor a los santos que no consumieran.

  • ¿Qué sustancias advirtió el Señor a los santos que no consumieran? (Si es necesario, explique que los líderes de la Iglesia han enseñado que el término “bebidas calientes” se refiere al té y al café [véanse las enseñanzas de Hyrum Smith citadas en “The Word of Wisdom”, Times and Seasons, 1º de junio de 1842, pág. 800, josephsmithpapers.org]).

Señale que en la revelación no se mencionan todas las sustancias nocivas que debemos evitar. Los líderes de la Iglesia han advertido contra el uso de “cualquier bebida, droga, sustancia química o práctica peligrosa que se utilice con el fin de provocar una sensación o estado de euforia que puedan dañar tu cuerpo o tu mente. Algunos ejemplos son la marihuana, las drogas duras, el abuso de los medicamentos que se pueden comprar con receta o sin ella, y las sustancias químicas domésticas” (Para la Fortaleza de la Juventud, 2011, pág. 26).

Invite a los alumnos a leer Doctrina y Convenios 89:10–17 en silencio para determinar los alimentos que el Señor nos insta a consumir.

  • ¿Qué alimentos nos alienta el Señor a consumir?

  • Según el versículo 11, ¿cuál debe ser nuestra actitud cuando comemos esos alimentos?

Recuerde a los alumnos que el Señor describió la Palabra de Sabiduría como “un principio con promesa” (D. y C. 89:3). Escriba la siguiente oración incompleta en la pizarra: Si obedecemos la Palabra de Sabiduría y nos esforzamos por guardar los mandamientos, el Señor nos bendecirá con… 

Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 89:18–21 en voz alta. Invite al resto de la clase a seguir la lectura en silencio para determinar otras bendiciones que se prometen por obedecer la Palabra de Sabiduría.

  • ¿Qué bendiciones promete el Señor a quienes obedecen la Palabra de Sabiduría?

Recuerde a los alumnos que la promesa de salud que se encuentra en el versículo 18 no significa necesariamente que la Palabra de Sabiduría sea la cura de enfermedades crónicas y degenerativas o irreversibles. Más bien ayuda a las personas a tener la mejor salud y fortaleza que su cuerpo sea capaz de tener.

  • ¿Cómo nos ayuda el observar la Palabra de Sabiduría a obtener “sabiduría y grandes tesoros de conocimiento” (versículo 19)? (Ayude a los alumnos a comprender que la obediencia a la Palabra de Sabiduría nos permite disfrutar de la compañía del Espíritu Santo, quien revela sabiduría y conocimiento a los fieles).

Muestre la siguiente declaración del presidente Boyd K. Packer (1924–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, e invite a un alumno a leerla en voz alta:

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Presidente Boyd K. Packer

“He llegado a saber […] que el propósito fundamental de la Palabra de Sabiduría está ligado a la revelación… 

“Si una persona que se encuentra ‘bajo los efectos’ de [sustancias nocivas] apenas puede entender unas simples palabras, ¿cómo podrá percibir las impresiones espirituales que apelan a sus sentimientos más delicados?

Pese a lo valioso de la Palabra de Sabiduría como ley de salud, puede resultar de mayor valor para ustedes en lo espiritual que en lo físico” (véase Boyd K. Packer, “El don de saber escuchar”, Liahona, enero de 1980, pág. 30).

  • En el versículo 21, ¿a qué relato de las Escrituras se refiere la frase “el ángel destructor pasará de ellos, como de los hijos de Israel, y no los matará”? (Esta frase se refiere al relato de cuando los hijos de Israel recibieron protección divina durante la Pascua en Egipto [véase Éxodo 12:21–28]).

Explique que esa promesa de protección divina puede referirse tanto a la protección espiritual como a la física.

  • Según lo que han aprendido en Doctrina y Convenios 89, ¿cómo completarían la declaración escrita en la pizarra para formar un principio acerca de las bendiciones de observar la Palabra de Sabiduría? (Después de que los alumnos hayan respondido, complete la oración en la pizarra como sigue: Si obedecemos la Palabra de Sabiduría y nos esforzamos por guardar los mandamientos, el Señor nos bendecirá con salud, sabiduría, fortaleza y protección).

  • ¿Alguna vez han recibido esas bendiciones ustedes o alguien a quien conozcan? (Si lo desea, usted también podría compartir una experiencia).

Explique que, después de que José Smith leyera esta revelación a los élderes en la Escuela de los Profetas, ellos arrojaron sus pipas a la chimenea, demostrando que algunos de los santos observaron voluntariamente la Palabra de Sabiduría aun cuando los líderes de la Iglesia no la presentaron como un mandamiento hasta muchos años después. Aliente a los alumnos a comprometerse ahora a obedecer la Palabra de Sabiduría para que puedan recibir las bendiciones que el Señor ha prometido de salud, sabiduría, fortaleza y protección.

Doctrina y Convenios 90:1–37

El Señor instruye a los miembros de la Primera Presidencia en cuanto a sus deberes y autoridad

Diga a los alumnos que, solo poco más de una semana después de recibir la revelación sobre la Palabra de Sabiduría, el Profeta recibió la revelación que se encuentra en Doctrina y Convenios 90. A fin de ayudar a los alumnos a entender mejor el contexto de esta revelación, pida a un alumno que lea el encabezamiento de la sección en voz alta.

Pida a varios alumnos que se turnen para leer en voz alta Doctrina y Convenios 90:1–6, y al resto de la clase que siga la lectura en silencio para determinar lo que el Señor enseñó sobre la Primera Presidencia. Antes de que los alumnos lean, invítelos a que se fijen en la definición de la palabra oráculos (versículos 4–5) en el versículo 4, nota al pie de página a.

  • ¿Qué enseñó el Señor acerca de la Primera Presidencia en los versículos 3 y 6? (Recuerde a los alumnos que la frase “las llaves del reino” [versículo 2] se refiere al poder y la autoridad para gobernar y dirigir el Reino de Dios en la tierra. De ser necesario, explique que, en el versículo 6, aprendemos que la Primera Presidencia posee esas llaves).

  • Según el versículo 4, ¿cómo se relacionan las llaves del Reino con las revelaciones que Dios da a la Iglesia? (Recibimos revelaciones de Dios por medio de Sus profetas, quienes poseen las llaves del Reino).

  • De acuerdo con lo que el Señor enseñó en el versículo 5, ¿qué nos pasará si menospreciamos las revelaciones que Dios nos da por medio de los que poseen las llaves del Reino? (Los alumnos deben determinar un principio similar al siguiente: Si menospreciamos las revelaciones que Dios da por medio de Sus profetas, podemos tropezar y caer cuando nos azoten las tempestades de la vida).

  • ¿Cuáles son algunas maneras en que las personas menosprecian las revelaciones que Dios da por medio de Sus profetas?

  • ¿Qué podemos hacer para asegurarnos de no tomar a la ligera las palabras de los profetas?

A fin de resumir Doctrina y Convenios 90:7–37, explique que el Señor mandó a la Primera Presidencia que preparara a los miembros de la Escuela de los Profetas para enseñar el Evangelio por todo el mundo, y también para poner orden en sus familias y en los asuntos de la Iglesia. Además, el Señor aconsejó a varias personas que anduvieran en rectitud y sirvieran en el Reino del Señor.

Doctrina y Convenios 91:1–6

El Señor manda a José Smith que no traduzca los libros apócrifos

Si dispone de ello, muestre a los alumnos una revista, un periódico y un teléfono celular, y pregúnteles cómo saben ellos que lo que leen o escuchan es verdad.

A medida que estudian Doctrina y Convenios 91, invite a los alumnos a buscar un principio que les ayude a discernir la veracidad de lo que leen y escuchan.

Explique que, en marzo de 1833, José Smith estaba ocupado con la traducción inspirada del Antiguo Testamento. La Biblia que usó en la traducción contenía el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, así como una sección de libros intercalados entre ambos, llamados libros apócrifos. Los libros apócrifos son “[libros] sagrados del pueblo judío que no fueron incluidos en la Biblia hebrea pero que se han conservado en las de algunas iglesias cristianas. A menudo son útiles para emplear como eslabón que une los dos Testamentos (Antiguo y Nuevo)” (véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Apócrifos”, scriptures.lds.org). Mientras José Smith trabajaba en la traducción de la Biblia, le preguntó al Señor si debía traducir los libros apócrifos.

Pida a los alumnos que escudriñen Doctrina y Convenios 91:1–6 en silencio y que busquen las instrucciones del Señor en cuanto a los libros apócrifos.

  • ¿Qué dijo el Señor sobre los libros apócrifos en los versículos 1–3?

  • Según los versículos 4–6, ¿cómo podía José Smith saber qué era verdad en los libros apócrifos?

  • ¿Cómo nos ayuda el consejo que se halla en los versículos 4–6 a conocer la verdad de lo que leemos y escuchamos? (Después de que los alumnos respondan, escriba el siguiente principio en la pizarra: El Espíritu Santo nos puede ayudar a discernir la verdad de lo que leemos y escuchamos).

Invite a los alumnos a pensar en alguna ocasión en que el Espíritu Santo les permitió saber que lo que leían o escuchaban era verdad. Pida a varios alumnos que compartan sus experiencias con el resto de la clase.

Doctrina y Convenios 92:1–2

Frederick G. Williams es llamado a unirse a la Firma Unida

Explique que, en 1832, se llamó a algunos líderes de la Iglesia a formar parte de la Firma Unida, a veces conocida como la Orden Unida, que se había establecido para supervisar los asuntos financieros y de bienestar de la Iglesia. (Esta organización era distinta de la Orden Unida que el presidente Brigham Young estableció posteriormente en algunas comunidades de Utah). En esta revelación, se instruyó a los miembros de la Firma Unida a aceptar a Frederick G. Williams como miembro.

Para finalizar, pregunte a los alumnos qué verdades o perspectivas les llamaron la atención en esta lección, e invítelos a compartir sus experiencias y testimonios concernientes a esas verdades. Anímelos a actuar de conformidad con lo que han aprendido.