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Lección 2: Doctrina y Convenios 1


Lección 2

Doctrina y Convenios 1

Introducción y cronología

Para noviembre de 1831, el Señor había dado más de sesenta revelaciones por medio del profeta José Smith para el beneficio de la Iglesia y de sus miembros. A fin de que los miembros de la Iglesia tuviesen mayor acceso a esas revelaciones, los líderes de la Iglesia decidieron publicarlas en un volumen que se llamaría Libro de Mandamientos. El 1º de noviembre de 1831, el Profeta convocó una conferencia de élderes en el hogar de John y Elsa (o Alice) Johnson, en Hiram, Ohio, durante la cual un comité de élderes integrado por Sidney Rigdon, Oliver Cowdery y William E. McLellin intentaron, sin éxito, escribir un prefacio para el Libro de Mandamientos. Tras ese intento, José Smith recibió la revelación que ahora se conoce como Doctrina y Convenios 1 (véase The Joseph Smith Papers, Documents [Los Documentos de José Smith, Documentos], Volume 2: July 1831–January 1833, editado por Matthew C. Godfrey y otros, 2013, pág. 104). En ella, el Señor declaró: “Esta [revelación] es… mi prefacio para el libro de mis mandamientos” (D. y C. 1:6). También declaró que todas las personas oirían Su “voz de amonestación” (versículo 4) y que aquellos que se negaran a dar oído a Su voz y a las palabras de Sus siervos serían desarraigados de entre el pueblo de Dios. El Señor testificó que las revelaciones que se dieron al profeta José Smith son verdaderas y mandó a Su pueblo que las escudriñaran.

Septiembre de 1831José y Emma Smith se trasladan de Kirtland a Hiram, Ohio.

Noviembre de 1831Una conferencia de élderes aprueba por votación la publicación de diez mil ejemplares del Libro de Mandamientos.

1 de noviembre de 1831Se recibe Doctrina y Convenios 1 en Hiram, Ohio.

20 de noviembre de 1831Oliver Cowdery y John Whitmer parten hacia Misuri con el manuscrito del Libro de Mandamientos para imprimirlo.

Sugerencias para la enseñanza

Doctrina y Convenios 1:1–17

La voz de amonestación del Señor se dirige a todo pueblo

Invite a un alumno a leer en voz alta el siguiente relato que contó el élder Joseph B. Wirthlin (1917–2008), del Cuórum de los Doce Apóstoles:

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Élder Joseph B. Wirthlin

“El 26 de diciembre de 2004, un violento terremoto azotó la costa de Indonesia, provocando un maremoto fatal que acabó con la vida de más de doscientas mil personas. Fue una terrible tragedia; la vida de millones de personas cambió en un solo día.

“Sin embargo, hubo un grupo de personas que no tuvo ni una víctima a pesar de que su aldea quedó destruida.

“¿Por qué?

“Sabían que se avecinaba un maremoto.

“Los moken viven en aldeas en islas de las costas de Tailandia y Birmania (Myanmar). Son pescadores y su existencia depende del mar. Durante cientos, tal vez miles de años, sus antepasados han estudiado el océano y transmitido sus conocimientos de padres a hijos.

“Algo de lo que se preocuparon en particular de enseñar fue qué hacer en caso de que [las aguas del] océano retrocediera[n]. Según sus tradiciones, cuando eso sucediera, el ‘Laboon’, o la ola que se come a la gente, no tardaría en llegar.

“Cuando los ancianos de la aldea vieron las terribles señales, comenzaron a gritarles a todos que debían correr hasta alcanzar un terreno más elevado.

“No todos les prestaron atención.

“Un viejo pescador dijo: ‘Ninguno de los muchachos me hizo caso’. De hecho, hasta su propia hija lo llamó mentiroso, pero el viejo pescador no desistió hasta que todos se hubieron ido de la aldea y ascendido a un terreno más elevado” (véase Joseph B. Wirthlin, “El trayecto a un terreno más elevado”, Liahona, noviembre de 2005, pág. 16).

  • ¿Por qué creen que algunas personas no escuchaban o no creían las advertencias de los ancianos del pueblo?

  • Si ustedes hubieran sido de las personas que inicialmente dudaron de la advertencia, ¿cómo se habrían sentido hacia los ancianos del pueblo después del maremoto?

Explique que, al igual que a los moken, a nosotros también se nos ha advertido en cuanto a las calamidades que vendrán. Mientras estudian Doctrina y Convenios 1, invite a los alumnos a buscar las advertencias del Señor y las verdades que los ayudarán a saber cómo prepararse para esos acontecimientos.

Invite a un alumno a leer en voz alta el encabezamiento de Doctrina y Convenios 1, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y determine cuándo y por qué el Señor dio esa revelación a José Smith. Usted podría explicar que la compilación que se menciona aquí era la primera versión de Doctrina y Convenios, y se la llamó el Libro de Mandamientos.

  • Destaque que en el versículo 6, el Señor se refirió a esa revelación como “mi prefacio para el libro de mis mandamientos”. El ver esta revelación como un prefacio, ¿en qué forma nos ayuda a entender su propósito?

Invite a un alumno a leer en voz alta Doctrina y Convenios 1:1–4, y pida a la clase que siga la lectura en silencio, y determinen quiénes serían advertidos por el Señor.

  • ¿A quiénes alzaría el Señor Su voz de amonestación?

  • ¿Qué advertencia hizo el Señor en el versículo 3?

  • De acuerdo con el versículo 4, ¿de qué forma enviaría el Señor Su advertencia a todo pueblo?

Para resumir Doctrina y Convenios 1:5–9, explique que en esos versículos, el Señor declaró que Sus siervos que salgan a proclamar Sus palabras tendrán poder y autoridad para sellar a los inicuos “para el día en que la ira de Dios sea derramada sin medida sobre los malvados” (versículo 9). Explique que esa frase se refiere a la segunda venida de Jesucristo.

Invite a algunos alumnos a turnarse para leer en voz alta Doctrina y Convenios 1:10–16, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para buscar otras advertencias del Señor.

  • ¿Por qué el versículo 10 podría considerarse una advertencia?

  • ¿Qué frase del versículo 11 ilustra que el Señor está dispuesto a permitirnos elegir si prestaremos atención a Sus advertencias?

¿Qué principio podemos localizar en la advertencia del Señor que se halla en el versículo 14? (Utilizando las palabras de los alumnos, escriba en la pizarra un principio similar al que sigue a continuación: Si no prestamos atención a la voz del Señor y a las palabras de Sus profetas y apóstoles, entonces seremos desarraigados de entre el pueblo de Dios). Explique que ser desarraigado de entre el pueblo de Dios es estar separado de los justos y del poder, la protección, la influencia y las bendiciones de Dios y, finalmente, de Su presencia.

  • ¿Qué palabras o frases utilizó el Señor en los versículos 15–16 para describir a las personas que se desarraigan a sí mismas del Señor? ¿Cómo podrían esas palabras y frases describir a nuestro mundo de hoy?

  • ¿Qué creen que signifique que “todo hombre anda por su propio camino… en pos de la imagen de su propio dios” (versículo 16)?

  • ¿En qué forma el vivir en una época en que muchos siguen las cosas del mundo hace difícil que se preste atención a los profetas y apóstoles?

Para ayudar a los alumnos a entender la importancia y la urgencia de hacer caso a las advertencias proféticas, invite a uno de ellos a leer en voz alta la siguiente declaración del presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia:

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Presidente Henry B. Eyring

“En mi vida, siempre que he optado por no seguir de inmediato el consejo inspirado o que he decidido que yo era la excepción, he llegado a darme cuenta de que me encontraba en peligro. Siempre que he escuchado el consejo de los Profetas, lo he confirmado por medio de la oración, y lo he seguido, he visto que me he dirigido hacia un lugar seguro” (véase Henry B. Eyring, “Busquemos seguridad en el consejo”, Liahona, julio de 1997, pág. 28).

  • ¿Qué consejos o advertencias han dado recientemente los Profetas y Apóstoles del Señor? (Podría compartir varias declaraciones o consejos de advertencia de una conferencia general reciente).

Pida a los alumnos que consideren cuán bien han prestado atención a ese consejo y qué podrían hacer para prestar mayor atención a los consejos y las advertencias de los profetas y apóstoles. Invítelos a seguir toda inspiración que reciban.

Invite a un alumno a leer en voz alta Doctrina y Convenios 1:17, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar lo que dijo el Señor que hizo a causa de las calamidades que Él sabía que vendrían sobre la tierra. Antes de que el alumno lea, explique que la palabra calamidades en el versículo 17 se refiere a la aflicción, el sufrimiento y la adversidad que vendrían a causa de la iniquidad del mundo.

  • De acuerdo con el versículo 17, ¿qué hizo el Señor a causa de las calamidades que sobrevendrían en los últimos días? (Es posible que los alumnos lo digan con palabras diferentes, pero asegúrese de que determinen el siguiente principio: Debido a que el Señor sabía de las calamidades que sobrevendrían en los últimos días, llamó a José Smith a ser Su profeta y le dio revelaciones y mandamientos. Invite a los alumnos a marcar esa verdad en el versículo 17).

  • ¿En qué formas el llamamiento del profeta José Smith y las revelaciones y mandamientos que recibió nos ayudan a soportar las calamidades de los últimos días?

Doctrina y Convenios 1:18–33

El Señor da a José Smith poder para traducir el Libro de Mormón y establecer Su verdadera Iglesia

Invite a los alumnos a repasar Doctrina y Convenios 1:18–23 en busca del efecto que tendrían en el mundo los mandamientos y las revelaciones que se hallan en Doctrina y Convenios.

Invite a un alumno a leer en voz alta Doctrina y Convenios 1:24–28, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y busque razones adicionales por las que el Señor dio esos mandamientos y revelaciones.

  • Según esos versículos, ¿de qué maneras podemos ser bendecidos al estudiar las revelaciones que se encuentran en Doctrina y Convenios?

Invite a un alumno a leer en voz alta Doctrina y Convenios 1:29–30, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y vea cuál era la obra para la cual el Señor otorgó poder a José Smith y a otros. Invite a los alumnos a dar un informe de lo que encuentren.

  • ¿Cómo describió el Señor la Iglesia en el versículo 30? (Ayude a los alumnos a localizar la siguiente verdad: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la única Iglesia verdadera y viviente sobre la tierra. Inste a los alumnos a marcar esa verdad en el versículo 30).

  • ¿Qué creen que signifique la frase: “la única iglesia verdadera y viviente”? (Si lo desea, remita a los alumnos a los comentarios en el manual del alumno sobre Doctrina y Convenios 1:30).

Asegúrese de que los alumnos entiendan que la declaración del Señor acerca de Su Iglesia no significa que las otras iglesias no tengan algo de la verdad. El presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) enseñó que nuestra invitación a las personas de otras religiones es: “… traigan todo lo bueno y toda la verdad que hayan recibido de cualquier fuente y veamos si podemos añadir a ellas” (“El maravilloso fundamento de nuestra fe”, Liahona, noviembre de 2002, pág. 81).

Para ayudar a que los alumnos entiendan mejor la declaración del Señor de que Su iglesia es una Iglesia “viviente”, muestre una planta y un objeto inanimado como una piedra (o muestre fotos de esos artículos). Pida a los alumnos que describan las características de algo que vive, como una planta, en comparación con un objeto que no vive, como una piedra. (Una planta cambia, crece, necesita alimento y luz, y puede producir fruto).

  • ¿Cómo se podría relacionar eso a la forma en que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es una iglesia “viviente”? (Una posible respuesta es que la Iglesia sigue adaptándose a las circunstancias cambiantes del mundo y creciendo en entendimiento mediante la revelación continua de Dios).

  • ¿Por qué creen que es importante entender que, aunque las verdades y las doctrinas eternas no cambian, la Iglesia continúa adaptándose y creciendo de acuerdo con la voluntad revelada del Señor?

  • ¿Qué experiencias les han ayudado a llegar a saber que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la única Iglesia verdadera y viviente?

Doctrina y Convenios 1:34–39

Las palabras y las revelaciones del Señor que se encuentran en Doctrina y Convenios son verdaderas y todas se cumplirán

Para resumir los versículos 34–36, explique que el Señor expresó Su deseo de que se amonestase a todo pueblo para prepararse para Su segunda venida.

Invite a los alumnos a leer en silencio Doctrina y Convenios 1:37–39, y buscar las verdades que el Señor enseñó al concluir Su prefacio de Doctrina y Convenios. Podría explicar que fidedigno, tal y como se utiliza en el versículo 37, significa seguro, confiable o digno de confianza.

  • ¿Qué verdades podemos hallar en esos versículos? (Aunque los alumnos quizás encuentren varias verdades, asegúrese de que reconozcan lo siguiente: El Señor espera que estudiemos Doctrina y Convenios. Las profecías y las promesas del Señor son verdaderas y se cumplirán todas. Las palabras del Señor son verdaderas, ya sea que las pronuncien Él o Sus siervos).

Invite a los alumnos a escribir una o dos frases basadas en la lección de hoy que resuman por qué consideran que es importante que ellos estudien Doctrina y Convenios. Invite a varios alumnos a compartir lo que escribieron. Tras haber compartido, aliéntelos a seguir escudriñando y estudiando Doctrina y Convenios.