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Lección 33: Doctrina y Convenios 88:1–69


“Lección 33: Doctrina y Convenios 88:1–69”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro, 2017

“Lección 33”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro

Lección 33

Doctrina y Convenios 88:1–69

Introducción y cronología

El 27 de diciembre de 1832, durante una conferencia de líderes del sacerdocio en la habitación de la planta alta de la tienda de Newel K. Whitney, los allí presentes oraron para conocer la voluntad del Señor concerniente al establecimiento de Sion. El profeta José Smith recibió la revelación registrada en Doctrina y Convenios 88:1–126 los días 27 y 28 de diciembre de 1832. (La revelación registrada en Doctrina y Convenios 88:127–137 se recibió posteriormente, el 3 de enero de 1833). El Profeta se refirió a la revelación como una “‘hoja de olivo’ […] tomada del Árbol del Paraíso” (D. y C. 88, encabezamiento de la sección), quizás por tratarse de un mensaje de paz con capacidad de ablandar los sentimientos hostiles que algunos santos de Misuri albergaban contra los líderes de la Iglesia en Kirtland, Ohio (véase D. y C. 84:76). Cuando se publicó la edición de 1835 de Doctrina y Convenios se agregaron cuatro versículos adicionales (D. y C. 88:138–141).

Se enseñará Doctrina y Convenios 88 en dos lecciones. Esta lección abarca Doctrina y Convenios 88:1–69, donde Jesucristo declara que Él es “la luz […] que da vida a todas las cosas” (D. y C. 88:13) y luego nos invita a “allega[rnos] a [Él]” (véase D. y C. 88:63).

Junio a diciembre de 1832Surgen desacuerdos entre los líderes de la Iglesia en Misuri y los líderes de la Iglesia en Ohio.

27 y 28 de diciembre de 1832Se recibe Doctrina y Convenios 88:1–126.

3 de enero de 1833Se recibe Doctrina y Convenios 88:127–137.(D. y C. 88:138–141 se añade posteriormente, en 1835).

5 de enero de 1833Se llama a Frederick G. Williams por revelación para reemplazar a Jesse Gause como consejero en la Presidencia del Sumo Sacerdocio.

11 de enero de 1833José Smith envía Doctrina y Convenios 88:1–126, y probablemente Doctrina y Convenios 88:127–137, a William W. Phelps, en Misuri, calificándola como una “hoja de olivo” y un “mensaje de paz” (D. y C. 88, encabezamiento de la sección).

23 de enero de 1833Comienza a funcionar la Escuela de los Profetas en Kirtland, Ohio.

Sugerencias para la enseñanza

Doctrina y Convenios 88:1–13

Jesucristo declara que Él es la luz y la vida que está en todas las cosas

Dibuje en la pizarra la siguiente línea continua y escriba las descripciones:

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escala de distancia del Señor

Alejarse del Señor

Acercarse al Señor

Pida a los alumnos que piensen en qué punto de esa escala se encuentran. A medida que los alumnos estudien hoy Doctrina y Convenios 88, pídales que busquen doctrinas y principios que les ayuden a entender por qué es importante acercarse al Señor, y cómo pueden hacerlo.

Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente información histórica:

El 27 y 28 de diciembre de 1832, José Smith y varios sumos sacerdotes se reunieron en una conferencia en la habitación de la planta alta de la tienda de Newel K. Whitney en Kirtland, Ohio. Según consta en las actas de la conferencia, el primer día José Smith dijo a los sumos sacerdotes allí reunidos que “para recibir revelación y las bendiciones del cielo, era necesario que concentráramos nuestra mente en Dios y ejerciéramos la fe, y que fuéramos uno en corazón y voluntad. Por lo tanto, [el Profeta] aconsejó [que] todos los presentes […] orásemos separada y vocalmente al Señor a fin de que [Él] revelara Su voluntad concerniente a la edificación de Sion, para el beneficio de los santos y deber… de los élderes. Por consiguiente, todos nos inclinamos ante el Señor, después de lo cual cada uno se levantó y expresó sus sentimientos y su determinación de guardar los mandamientos de Dios” (en “Minute Book 1”, págs. 3–4, josephsmithpapers.org; se ha estandarizado la ortografía, la puntuación y el uso de las mayúsculas). En respuesta a esas súplicas, el Señor dio la revelación que actualmente se encuentra en Doctrina y Convenios 88. Posteriormente, José Smith la designó como la “‘hoja de olivo’ […] tomada del Árbol del Paraíso, el mensaje de paz del Señor a nosotros” (D. y C. 88, encabezamiento de la sección).

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 88:1–5 en voz alta, y pida a los miembros de la clase que se fijen en lo que el Señor dijo a los sumos sacerdotes que habían procurado conocer Su voluntad.

  • Según el versículo 2, ¿cómo reaccionó el Señor ante lo que hicieron los sumos sacerdotes para conocer Su voluntad? (Explique que la palabra ofrendas se refiere a la rectitud y la devoción religiosa [véase D. y C. 59:12, nota a al pie de página]).

  • ¿Qué prometió el Señor a esos sumos sacerdotes en los versículos 3–5?

Explique que las expresiones “otro Consolador” y “Santo Espíritu de la promesa”, en el versículo 3, así como la frase: “Este Consolador es la promesa que os doy de vida eterna”, en el versículo 4, describen algunas de las funciones del Espíritu Santo.

A fin de ayudar a los alumnos a entender estos versículos, muestre las siguientes declaraciones y pida a un alumno que las lea en voz alta:

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Élder D. Todd Christofferson

“… es el Espíritu Santo, en Su carácter de Santo Espíritu de la Promesa, que confirma la validez y eficacia de tus convenios y sella sobre ti las promesas de Dios” (véase D. Todd Christofferson, “El poder de los convenios”, Liahona, mayo de 2009, pág. 22).

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Élder D. Todd Christofferson

“La ‘plenitud del Espíritu Santo’ (D. y C. 109:14–15) incluye lo que Jesús describe como ‘la promesa que os doy de vida eterna, sí, la gloria del reino celestial’…(D. y C. 88:4-5). (D. Todd Christofferson, “El poder de los convenios”, pág. 23, nota 5).

“El disfrutar del don del Espíritu Santo en su plenitud implica recibir revelación y consuelo, prestar servicio y bendecir a los demás mediante dones espirituales, y llegar a ser santificado del pecado y merecedor de la exaltación en el Reino Celestial” (véase Leales a la Fe: Una referencia del Evangelio, 2004, pág. 73).

Explique que la promesa de ser merecedor de la exaltación y recibir la gloria del Padre es posible mediante Jesucristo (véase el versículo 5). Los versículos 6–13 revelan más acerca del poder y la influencia de Jesucristo. Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 88:6–7 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio en busca de algunas de esas enseñanzas adicionales.

  • De acuerdo con los versículos 6–7, ¿qué es la “luz de Cristo”? (A medida que los alumnos vayan respondiendo, puede resultar de utilidad explicar que la luz de Cristo es “energía, poder o influencia divinos que proceden de Dios por medio de Cristo” [Guía para el Estudio de las Escrituras, “Luz, luz de Cristo”, scriptures.lds.org]).

  • Según el versículo 6, ¿qué hizo el Salvador para poder estar en y a través de todas las cosas?

Invite a algunos alumnos a turnarse para leer en voz alta Doctrina y Convenios 88:7–13, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y que busque verdades adicionales que podemos aprender sobre Jesucristo y Su luz.

Invite a los alumnos a escribir en una hoja de papel una doctrina acerca de la luz de Cristo que hayan aprendido de los versículos 7–13. Después de darles tiempo suficiente, pida a varios alumnos que lean lo que escribieron. (Puede que los alumnos sugieran diversas verdades doctrinales, pero ayúdelos a reconocer que, mediante la luz de Cristo, Dios da luz, vida y ley a todas Sus creaciones. Escriba esta verdad en la pizarra).

Para ayudar a sus alumnos a entender mejor esta doctrina, muestre la siguiente declaración del élder Richard G. Scott (1928–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, y pida a un alumno que la lea en voz alta:

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Élder Richard G. Scott

“La luz de Cristo es el poder o influencia divinos que proceden de Dios por medio de Jesucristo y es lo que da vida y luz a todas las cosas. Induce a todos los seres racionales de la tierra a discernir la verdad del error, lo correcto de lo incorrecto y activa la conciencia [véase Moroni 7:16]. Su influencia se debilita a causa de la transgresión y la adicción, y se restablece mediante un arrepentimiento adecuado. La luz de Cristo no es una persona sino un poder y una influencia que provienen de Dios y, cuando se sigue, guía a la persona y la prepara para recibir la guía y la inspiración del Espíritu Santo [véanse Juan 1:9; D. y C. 84:46–47]” (véase Richard G. Scott, “Paz de conciencia y paz mental”, Liahona, noviembre de 2004, pág. 15.

  • ¿Qué creen que pasaría si no tuviéramos la luz de Cristo?

Comparta su testimonio del poder y la influencia de Jesucristo, y de la luz, la vida y la ley que Él otorga a todas las cosas.

Doctrina y Convenios 88:14–41

El Señor explica que todos los reinos de Dios están gobernados por una ley

Explique que, además de proporcionar luz, vida y ley a todas las cosas, el Señor también hace posible la redención. Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 88:14–17 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio y que busque lo que el Señor enseñó acerca de la redención.

A fin de resumir Doctrina y Convenios 88:18–20 explique que, en esos versículos, el Señor reveló que la tierra llegará a ser el Reino Celestial y que quienes resuciten con cuerpos celestiales la heredarán para siempre jamás.

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 88:21–24 en voz alta, y pida a la clase que siga la lectura en silencio para averiguar qué es lo que determina el reino de gloria que una persona hereda después de la resurrección.

  • De acuerdo con estos versículos, ¿qué es lo que determina el reino de gloria que una persona obtiene después de la resurrección? (Después de que los alumnos respondan, escriba el siguiente principio en la pizarra: La ley que escojamos vivir en nuestra vida determinará el reino de gloria que heredaremos después de la resurrección).

  • ¿Por qué piensan que no podremos soportar una gloria celestial si no estamos dispuestos a obedecer la ley celestial de Dios, que comprende las ordenanzas, los convenios y los mandamientos del evangelio de Jesucristo?

A fin de resumir Doctrina y Convenios 88:25–31, explique que esos versículos enseñan que, luego de morir, nos levantaremos otra vez con el mismo cuerpo que tuvimos en la vida terrenal, solo que en un estado perfecto e inmortal. El Señor también reveló que la gloria de nuestro cuerpo resucitado concordará con el tipo de espíritu que hemos llegado a ser, de acuerdo con la ley que hemos elegido obedecer, ya sea celestial, terrestre o telestial.

Recuerde a los alumnos que todo aquel que haya nacido en la tierra resucitará, pero no todos recibirán el mismo grado de gloria.

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 88:32–35 en voz alta, y pida a los miembros de la clase que sigan la lectura en silencio y busquen lo que dijo el Señor en cuanto a los que resucitarán pero no heredarán uno de los grados de gloria.

  • De acuerdo con los versículos 3235, ¿por qué no heredarán ningún reino de gloria esas personas?

Destaque la frase “porque no quisieron gozar de lo que pudieron haber recibido”, en el versículo 32.

  • ¿Cómo podría relacionarse esta frase con nuestra propia vida?

  • ¿Qué aprendemos en el versículo 34 acerca de lo que les ocurrirá a los que estén dispuestos a regirse por la ley de Dios? (Si es necesario, explique que, al elegir regirnos por la ley de Dios, Jesucristo nos preservará, perfeccionará y santificará).

A fin de resumir Doctrina y Convenios 88:36–39, explique que a todos los reinos se les ha dado una ley, y que hay muchos reinos. Solo las personas que obedezcan la ley de Dios son justificadas, o “se [les perdona] el castigo” (véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Justificación, justificar”, scriptures.lds.org).

Invite a los alumnos a leer Doctrina y Convenios 88:39–40 en silencio, y a buscar la razón por la que no son justificados quienes eligen no regirse por la ley de Dios. Pida a los alumnos que expliquen lo que hayan encontrado.

Invítelos a evaluar cuán bien están ellos obedeciendo la ley de Dios. Anímelos a seguir viviendo la ley de Dios y a hacer las correcciones necesarias que les permitirán heredar el Reino Celestial.

Doctrina y Convenios 88:41–69

El Señor revela que Él gobierna y comprende todas las cosas, e invita a las personas a allegarse a Él

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El Señor creó todas las cosas

Muestre una ilustración de las estrellas, como El Señor creó todas las cosas (Libro de obras de arte del Evangelio, 2009, nro. 2; véase también lds.org/media-library), y pregunte a los alumnos si alguna vez han contemplado las estrellas y han pensado en cuanto a las creaciones de Dios.

  • ¿En qué preguntas han meditado o qué pensamientos han tenido al contemplar las estrellas?

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 88:41–47 en voz alta, y pida a los miembros de la clase que sigan la lectura en silencio y que busquen lo que el Señor dijo sobre Sí mismo y Sus creaciones.

  • ¿Cómo gobierna Dios Sus creaciones?

  • De acuerdo con los versículos 46–47, ¿qué vemos cuando miramos aun la menor de las creaciones de Dios?

A fin de resumir Doctrina y Convenios 88:51–61, explique que el Salvador relató una parábola de unos hombres que trabajaban en un campo y fueron visitados uno por uno por su señor. De esta parábola aprendemos que el Señor visitará cada uno de Sus mundos y a sus habitantes. Indique que el Señor ha venido a Su reino en esta tierra, y que volverá nuevamente y reinará aquí durante el Milenio.

Explique que, en Doctrina y Convenios 88:62–69, el Señor enseñó lo que podemos hacer ahora para allegarnos a Él.

Invite a los alumnos a leer en silencio Doctrina y Convenios 88:62–63 y a buscar lo que podemos hacer para invitar al Salvador a allegarse a nosotros.

  • ¿Qué principio enseñan estos versículos acerca de allegarse al Señor? (Después de que los alumnos hayan respondido, escriba el siguiente principio en la pizarra: Si nos allegamos al Señor, Él se allegará a nosotros. Invite a los alumnos a marcar, si lo desean, este principio en el versículo 63).

  • ¿Qué palabras del versículo 63 nos enseñan cómo podemos allegarnos al Salvador?

  • ¿Cuáles son algunas de las acciones que les han ayudado a buscar, pedir y llamar a fin de allegarse al Señor?

Pida a los alumnos que mediten en las experiencias que hayan tenido y que les hayan confirmado que este principio es verdadero. Invite a uno o dos alumnos a compartir su experiencia y su testimonio de este principio.

Invite a algunos alumnos a turnarse para leer en voz alta Doctrina y Convenios 88:66–69. Pida al resto de los alumnos que sigan la lectura en silencio y que busquen otras formas en las que podemos acercarnos al Padre y al Hijo.

  • Basándose en el versículo 67, ¿qué bendición reciben los que tienen la mira puesta únicamente en la gloria de Dios? (Ayude a los alumnos a reconocer el siguiente principio: Si nuestra mira está puesta únicamente en la gloria de Dios, entonces seremos llenos de luz).

  • ¿Qué creen que signifique que nuestra mira esté “puesta únicamente en [la] gloria [de Dios]”?

  • De acuerdo con el versículo 68, ¿qué debemos hacer para que nuestra mente se enfoque únicamente en Dios? (Explique que la expresión “santificaos” se refiere a ser purificados y limpios del pecado mediante la expiación de Jesucristo y la influencia del Espíritu Santo conforme nos arrepintamos y guardemos nuestros convenios).

Concluya con su testimonio de las verdades que se han enseñado en esta lección. Haga mención a la escala continua en la pizarra e invite a los alumnos a pensar en lo que podrían hacer para acercarse al Señor, y por qué deben hacerlo. Invítelos a proceder conforme a las impresiones que reciban.