Seminario
Unidad 28: Día 3, Doctrina y Convenios 131


Unidad 28: Día 3

Doctrina y Convenios 131

Introducción

Doctrina y Convenios 131 contiene una recopilación de principios que enseñó el profeta José Smith cuando se encontraba en Ramus, Illinois, el 16 y 17 de mayo de 1843. Él enseñó acerca del nuevo y sempiterno convenio del matrimonio y la promesa de la vida eterna para los fieles. También enseñó que todo espíritu es materia.

Doctrina y Convenios 131:1–4

José Smith enseña acerca de la importancia del convenio del matrimonio eterno

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pareja de blanco con templo al fondo

¿Por qué el Señor y los líderes de la Iglesia hacen tanto hincapié en el casamiento en el templo? Doctrina y Convenios 131 nos ayuda a responder esa pregunta, así como Doctrina y Convenios 132, que estudiarás en la siguiente lección.

El 16 de mayo de 1843, el profeta José Smith viajó a Ramus, Illinois. Mientras estuvo alojado en la casa de Benjamin y Melissa Johnson, él efectuó el sellamiento de ellos como esposo y esposa por la eternidad (esa ordenanza estaba provisionalmente autorizada hasta que se terminara la construcción del templo). También les enseñó cómo se relaciona el matrimonio eterno con el Reino Celestial. Esas verdades se encuentran registradas en Doctrina y Convenios 131:1–4 (véase History of the Church, tomo V, pág. 391–392).

Lee Doctrina y Convenios 131:1 y encuentra una verdad que el Profeta reveló acerca del Reino Celestial. A continuación, completa la siguiente oración: Hay cielos o grados en el Reino Celestial.

Con frecuencia nos referimos al grado más alto de gloria dentro del Reino Celestial como la exaltación o la vida eterna. Quienes alcancen ese grado de gloria celestial vivirán la misma clase y calidad de vida que nuestro Padre Celestial.

Lee Doctrina y Convenios 131:2–4, y busca lo que debemos hacer para alcanzar el grado más alto del Reino Celestial. (Doctrina y Convenios 131:1–4 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Sería bueno que lo marcaras de un modo especial para que puedas ubicarlo más adelante).

Basándote en lo que aprendiste en el versículo 2, completa la siguiente declaración doctrinal: A fin de obtener el grado más alto del Reino Celestial, debemos entrar en el .

En Doctrina y Convenios 131:4, aprendemos que si no somos sellados en el templo por la debida autoridad, “no podemos tener progenie”. La palabra progenie se refiere a la oportunidad de seguir teniendo hijos en el Reino Celestial.

Analiza la frase “nuevo y sempiterno convenio del matrimonio” en el versículo 2. La palabra nuevo en este contexto significa que este convenio fue restaurado de nuevo en nuestra dispensación. El término sempiterno nos hace ver que este convenio esencial perdurará por toda la eternidad. Solo en el templo podemos entrar en ese convenio del matrimonio celestial.

¿De qué maneras piensas tú que el matrimonio celestial entre un hombre y una mujer los prepara para la exaltación? El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió reflexiones importantes sobre esa pregunta. Mientras leas lo que él enseñó, marca las palabras y frases que expliquen cómo el matrimonio celestial nos prepara para la vida eterna.

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Élder David A. Bednar

“Hay dos razones doctrinales convincentes que nos ayudan a entender por qué el matrimonio eterno es esencial para el plan del Padre.

Razón 1: La naturaleza del espíritu del hombre y la naturaleza del espíritu de la mujer se complementan y se perfeccionan mutuamente y, por tanto, se ha dispuesto que progresen juntos hacia la exaltación…

“Por designio divino, se dispone que los hombres y las mujeres progresen juntos hacia la perfección y hacia una plenitud de gloria. A causa de sus temperamentos y facultades singulares, los hombres y las mujeres llevan a la relación matrimonial perspectivas y experiencias únicas. El hombre y la mujer contribuyen de forma diferente pero por igual a una totalidad y unidad que no se pueden lograr de ninguna otra manera. El hombre complementa y perfecciona a la mujer, y la mujer complementa y perfecciona al hombre, al aprender el uno del otro y al fortalecerse y bendecirse mutuamente…

Razón 2: Por designio divino, se necesitan tanto el hombre como la mujer para traer hijos a la tierra y para proporcionar el mejor entorno para la crianza y el cuidado de los hijos…

“El hogar en el que haya un esposo y una esposa leales y llenos de amor es el entorno supremo en el que se puede criar a los hijos en amor y rectitud, y en el que se pueden satisfacer las necesidades espirituales y físicas de los hijos. Del mismo modo que las características singulares tanto del hombre como de la mujer contribuyen a la plenitud de la relación matrimonial, esas mismas características son vitales para la crianza, el cuidado y la enseñanza de los hijos” (véase “El matrimonio es esencial para Su plan eterno”, Liahona, junio de 2006, págs. 51–52).

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. El comprender la doctrina de que el matrimonio celestial es esencial para la exaltación ¿de qué modo influye en lo que buscas en tu futuro cónyuge?

    2. ¿Por qué es importante que a tu edad establezcas como prioridad el prepararte para recibir el “nuevo y sempiterno convenio del matrimonio” (D. y C. 131:2) en el templo?

Las bendiciones de la exaltación están disponibles para todos los que no tengan la oportunidad de tener un matrimonio celestial en esta vida: “Aun cuando tengan el deseo de casarse, algunos miembros de la Iglesia permanecen solteros, pero no por culpa propia. Si te encuentras en esa situación, ten la certeza de que ‘para los que aman a Dios, todas las cosas obrarán juntamente para su bien’ (Romanos 8:28). Si permanece digno, algún día, ya sea en esta vida o en la venidera, recibirá todas las bendiciones de una relación familiar eterna. El Señor ha hecho esa promesa en repetidas ocasiones a través de Sus profetas de los últimos días” (Leales a la Fe: Una referencia del Evangelio, 2004, pág. 115).

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Dominio de las Escrituras: Doctrina y Convenios 131:1–4

  1. Lee Doctrina y Convenios 131:1–4 tres veces. Haz un dibujo que explique las verdades contenidas en esos versículos. Busca una oportunidad para enseñar este pasaje del Dominio de las Escrituras a un familiar o a un amigo. Podrías apoyarte en tu dibujo para explicar esas verdades. En tu diario de estudio de las Escrituras escribe sobre la persona a la que enseñaste y cuándo lo hiciste.

Doctrina y Convenios 131:5–6

José Smith explica la “palabra profética más segura”

Una garantía es una promesa o seguridad de que se hará algo en el futuro.

Considera estas preguntas: ¿Cuáles son los beneficios de tener una garantía? ¿Por qué sería especialmente valioso contar con una garantía del Padre Celestial?

En Ramus, Illinois, en la mañana del 17 de mayo de 1843, el profeta José Smith dio un discurso sobre una frase que se encuentra en 2 Pedro 1:19 que representa una garantía de Dios (véase History of the Church, tomo V, pág. 392). Lee el pasaje 2 Pedro 1:19, y ubica la frase: “palabra profética más segura”. Luego lee Doctrina y Convenios 131:5 para conocer el significado de la “palabra profética más segura”.

  1. De acuerdo con Doctrina y Convenios 131:5, ¿qué le garantiza el Padre Celestial a una persona mediante la palabra profética más segura? Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras acerca de cómo te sentirías si tú recibieras una garantía así.

Algunas personas, mientras se hallan aún en la vida terrenal, reciben esa seguridad de que recibirán la vida eterna. En algunas ocasiones, vemos frases en las Escrituras que representan esa garantía que el Señor dio a ciertas personas. Por ejemplo, el Señor le expresó esa seguridad a José Smith en Doctrina y Convenios 132:49 y a Alma en Mosíah 26:20. Sin embargo, es un asunto privado entre la persona y el Señor, y no debemos especular acerca de qué personas hayan recibido la “palabra profética más segura”.

Lee Doctrina y Convenios 131:6 y busca algo que podría impedir que una persona reciba la vida eterna.

¿Qué dijo el profeta José Smith que haría imposible que una persona se salvara o recibiera la vida eterna? Completa el siguiente principio: No podemos salvarnos .

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Presidente Marion G. Romney

El presidente Marion G. Romney, de la Primera Presidencia, dio una explicación de lo que eso significa: “Este conocimiento del ‘único Dios verdadero y… Jesucristo’ (Juan 17:3) es el conocimiento más importante en el universo; es el mismo conocimiento del cual el profeta José Smith dijo que un hombre no podría ser salvo si no lo tenía. La falta de este es la ignorancia a la que se hace referencia en la revelación que dice: ‘Es imposible que el hombre se salve en la ignorancia’ (D. y C. 131:6)” (véase “Y esta es la vida eterna”, Liahona, febrero de 1982, pág. 24).

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Qué clase de conocimiento debemos tener para poder recibir la vida eterna? ¿Por qué piensas que esa clase de conocimiento sea esencial para la salvación?

    2. ¿Qué vas hacer para aumentar tu conocimiento del Padre Celestial y de Jesucristo?

Doctrina y Convenios 131:7–8

José Smith enseña que todo espíritu es materia

Lee Doctrina y Convenios 131:7–8 y averigua de qué se componen los espíritus.

Estos versículos enseñan que todas las creaciones están compuestas de materia, y que la materia del espíritu es más refinada o pura (D. y C. 131:7). La materia es la substancia con que están hechas todas las cosas. El profeta José Smith explicó que nuestros espíritus están hechos de materia muy refinada o pura que no podemos ver con nuestros ojos sin la ayuda del Señor.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Doctrina y Convenios 131 y completado la lección el (fecha).

    Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: