Seminario
Unidad 28: Día 2, Doctrina y Convenios 130:12–21


Unidad 28: Día 2

Doctrina y Convenios 130:12–21

Introducción

Esta lección cubre las doctrinas que el profeta José Smith enseñó en una reunión de la Iglesia en Ramus, Illinois, el 2 de abril de 1843. Esas instrucciones están registradas en Doctrina y Convenios 130. El Profeta enseñó acerca de acontecimientos futuros, incluso sobre la segunda venida de Jesucristo. También enseñó acerca de nuestra capacidad para conservar conocimiento e inteligencia después de la muerte y explicó la manera en que podemos recibir las bendiciones de Dios.

Doctrina y Convenios 130:12–17

José Smith enseña acerca de la Segunda Venida

¿Has querido saber alguna vez la fecha exacta de la segunda venida de Jesucristo?

Muchos se han hecho la misma pregunta. En los tiempos de José Smith, un prominente predicador cristiano llamado William Miller proclamó que la segunda venida del Salvador ocurriría el 3 de abril de 1843. Un día antes de la fecha predicha por Miller para la Segunda Venida, el profeta José Smith habló a los santos en Ramus, Illinois, y mencionó que él había orado para conocer la fecha de la Segunda Venida.

Lee Doctrina y Convenios 130:14–17 y averigua lo que aprendió José Smith cuando oró para saber el tiempo de la segunda venida de Jesucristo.

Observa que el Señor no le reveló a José Smith la fecha exacta de la Segunda Venida. Y además, mandó a José: “No me importunes más sobre el asunto” (D. y C. 130:15). La nota al pie de página de Doctrina y Convenios 130:14, nota a, remite al lector a la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Segunda Venida de Jesucristo”. Los pasajes referidos allí recalcan que nadie sabe exactamente cuándo volverá el Salvador.

En la siguiente declaración, subraya lo que dijo el élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, acerca de quién sabe cuándo será la Segunda Venida:

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Élder M. Russell Ballard

“He sido llamado como uno de los Apóstoles para ser testigo especial de Cristo en estos tiempos emocionantes y difíciles, y yo no sé cuándo Él va a volver nuevamente. Hasta donde sé, ninguno de mis hermanos del Cuórum de los Doce, ni siquiera los de la Primera Presidencia, lo saben. Y yo deseo sugerir humildemente que si nosotros no lo sabemos, entonces nadie lo sabe, no importa cuán convincentes suenen sus razonamientos ni cuán razonables sean sus estimaciones. El Salvador dijo: ‘de aquel día y hora, nadie sabe; no, ni los ángeles de Dios en el cielo, sino mi Padre únicamente’ [José Smith—Mateo 1:40].

“Yo creo que cuando el Señor dice que ‘nadie’ sabe, realmente está diciendo que nadie sabe. Debemos ser extremadamente precavidos con cualquiera que afirme ser una excepción a ese decreto divino” (“When Shall These Things Be?”, Ensign, diciembre de 1996, pág. 56).

En Doctrina y Convenios 130:14–17 y en la declaración del élder Ballard, aprendemos que solo Dios sabe el momento exacto en que ocurrirá la Segunda Venida.

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: El recordar esa verdad, ¿cómo te puede ayudar a no ser engañado por falsas afirmaciones?

Doctrina y Convenios 130:18–19

José Smith enseña acerca de la importancia de obtener conocimiento e inteligencia en esta vida

Imagínate que estás dejando tu hogar para irte a un lugar donde no has estado jamás. Solo se te permite llevar lo que quepa en una maleta. ¿Qué empacarías en la maleta?

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maleta

¿Cómo sería si tu destino fuese el mundo de los espíritus (el lugar adonde va nuestro espíritu al morir)? ¿Cuáles de las cosas que decidiste empacar en tu maleta podrías llevar contigo al morir?

Lee Doctrina y Convenios 130:18–19 y averigua lo que podemos llevar con nosotros al morir.

Según los versículos 18–19, ¿qué nos acompañará cuando muramos? Para responder esa pregunta, completa el siguiente principio: El y que logremos en esta vida se levantará con nosotros en la resurrección.

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Élder Neal A. Maxwell

El élder Neal A. Maxwell, del Cuórum de los Doce Apóstoles, nos ayudó a entender el significado de la palabra inteligencia en estos versículos: “Si reflexionamos en qué es lo que se levantará con nosotros en la resurrección, está muy claro que nuestra inteligencia se levantará con nosotros, lo que significa más que nuestro cociente intelectual, ya que es también nuestra capacidad para recibir y aplicar la verdad. Nuestros talentos, atributos y habilidades se levantarán con nosotros; y por cierto, también nuestra capacidad para aprender, nuestro grado de autodisciplina y nuestra capacidad para trabajar” (We Will Prove Them Herewith, 1982, pág. 12; véase también Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia: Manual de consulta del maestro, 2000, pág. 235).

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. De acuerdo con Doctrina y Convenios 130:19, ¿cómo podemos adquirir más conocimiento e inteligencia?

    2. ¿Cuándo has adquirido conocimiento o inteligencia por medio de tu diligencia y obediencia? ¿Qué experimentaste?

Observa que, de acuerdo con el versículo 19, quienes obtengan más conocimiento e inteligencia en esta vida tendrán una ventaja en el mundo venidero. Eso significa que lo que aprendamos en esta vida, tanto temporal como espiritualmente, nos será útil por toda la eternidad. Podremos incrementar el conocimiento que obtengamos en esta vida para llegar a ser más semejantes al Padre Celestial.

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe una meta que pueda ayudarte a adquirir más conocimiento e inteligencia.

Doctrina y Convenios 130:20–21

José Smith explica cómo recibimos bendiciones

Imagínate que deseas mejorar tu caligrafía, por lo que decides correr 5 km diariamente, cinco días a la semana, durante un mes. ¿Cómo mejorará tu caligrafía gracias a ese entrenamiento?

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pluma fuente y papel

Si deseas mejorar tu caligrafía, ¿qué debes hacer?

Así como es preciso que entendamos qué hacer para alcanzar los resultados que deseamos, debemos entender qué hacer para recibir las bendiciones que el Padre Celestial desea darnos.

Lee Doctrina y Convenios 130:20–21 y averigua cómo podemos recibir las bendiciones que el Padre Celestial desea darnos. Puede resultarte útil saber que la frase “irrevocablemente decretada” significa que se trata de una ley permanente e invariable.

Basándote en lo que aprendiste en los versículos 20–21, completa el siguiente principio: Si deseamos recibir una , entonces debemos .

Para que entiendas mejor ese principio, completa la siguiente tabla. Lee los pasajes de las Escrituras, y luego busca la ley y la bendición asociada a ella que se describe en cada pasaje.

Pasaje de las Escrituras

Ley

Bendición

D. y C. 10:5

2 Nefi 32:3

Malaquías 3:8–10; D. y C. 64:23

D. y C. 89:18–21

  1. Completa las siguientes asignaciones en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. Responde la siguiente pregunta: ¿Qué bendiciones has recibido por haber obedecido una ley?

    2. Piensa en las bendiciones que desees recibir. Escribe qué ley o qué leyes debes obedecer para que puedas recibir esas bendiciones. (Podrías utilizar la Guía para el Estudio de las Escrituras para buscar las leyes que te permitan recibir las bendiciones. Es importante que recuerdes que algunas leyes y bendiciones son muy específicas, mientras que otras son más generales. También es importante que recuerdes que algunas bendiciones prometidas pueden venir después de esta vida).

Repasa las doctrinas y los principios que hayas descubierto en Doctrina y Convenios 130. Medita en esas doctrinas y principios mientras lees la siguiente declaración del presidente Brigham Young con respecto a la capacidad del profeta José Smith para explicar las cosas de Dios: “La excelencia del carácter glorioso del hermano José Smith consiste en que él podía simplificar las cosas celestiales para que las entendiera la persona más simple. Cuando predicaba a la gente y le revelaba las cosas de Dios, la voluntad de Dios, el Plan de Salvación, los propósitos de Jehová, nuestra relación con Él y con todos los seres celestiales, reducía sus enseñanzas al nivel de la capacidad de todo hombre, mujer y niño, y las presentaba tan claramente como un sendero bien demarcado. Eso tendría que haber convencido en cuanto a su autoridad y poder divinos a toda persona que lo escuchó hablar, porque ningún otro hombre era tan capaz para enseñar como él enseñaba, y ninguna persona puede revelar las cosas de Dios sino por medio de las revelaciones de Jesucristo” (véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Brigham Young, 1997, págs. 363–364).

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Cómo fortalecen tu testimonio del llamamiento de José Smith los principios que se encuentran en Doctrina y Convenios 129–130?

  2. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Doctrina y Convenios 130:12–21 y he terminado esta lección el (fecha).

    Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: