Seminario
Unidad 16: Día 2, Doctrina y Convenios 75


Unidad 16: Día 2

Doctrina y Convenios 75

Introducción

En la conferencia de la Iglesia celebrada el 25 de enero de 1832, el profeta José Smith recibió dos revelaciones, y ambas se encuentran en Doctrina y Convenios 75. La primera, registrada en los versículos 1–22, se dio a un grupo de élderes que habían postulado sus nombres para el servicio misional. El Señor instruyó a dichos élderes en lo concerniente a sus deberes misionales y les designó sus compañeros de misión. La segunda revelación, registrada en los versículos 23–36, se dio a otro grupo de élderes que deseaba conocer la voluntad del Señor con respecto a ellos. A esos élderes, el Señor les mandó que se aseguraran de que sus familias fueran sostenidas durante su misión y que aceptaran el llamamiento de ir a predicar el Evangelio.

Doctrina y Convenios 75:1–5

El Señor se dirige a los que desean predicar el Evangelio

¿Cuantos años faltan hasta que se te pueda llamar a servir en una misión de tiempo completo? Al considerar la posibilidad de servir en una misión de tiempo completo, ¿qué bendiciones piensas que recibirías por compartir el Evangelio con los demás? Escribe algunas de esas bendiciones en el espacio a continuación:

Tal como está registrado en Doctrina y Convenios 75, el Señor prometió muchas bendiciones a los que Él llamó a predicar el Evangelio. También les dio instrucciones para ayudarles a tener éxito. Lee Doctrina y Convenios 75:1–4 y ve lo que el Señor quería que hicieran los élderes mientras predicaban el Evangelio. Si lo deseas, marca en tu ejemplar de las Escrituras lo que encuentres.

  1. Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras por qué piensas que es importante que los misioneros prediquen el Evangelio en la manera descrita por el Señor en estos versículos.

Lee Doctrina y Convenios 75:5 y busca lo que el Señor prometió a los élderes si proclamaban fielmente Su evangelio. Te puede ser útil saber que la palabra gavillas se refiere a las espigas de grano cortadas y atadas en bultos. Tener “muchas gavillas” significa tener una cosecha abundante. ¿Qué crees que puedan simbolizar las “gavillas” en la obra misional?

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gavillas en un campo

Gavillas en un campo

Además de la bendición de recibir los frutos de nuestra labor al compartir el Evangelio con los demás, en Doctrina y Convenios 75:5 el Señor prometió bendiciones eternas. ¿Por qué te alientan a compartir el Evangelio con las demás personas las bendiciones prometidas en el versículo 5?

  1. Basándote en lo que aprendas en el versículo 5, completa el siguiente principio en tu diario de estudio de las Escrituras: Si somos fieles en proclamar el Evangelio, el Señor nos bendecirá con…

Doctrina y Convenios 75:6–22

El Señor llama a parejas de misioneros y los instruye

Después de dar instrucciones y promesas a los élderes que iban a servir en misiones, el Señor los organizó con compañeros y a cada par le dio instrucciones específicas.

Lee Doctrina y Convenios 75:6–12 para saber acerca del primer par de compañeros misionales y la promesa que el Señor les dio si proclamaban fielmente el Evangelio.

Te será útil saber que el 29 de octubre de 1831, William E. McLellin había recibido un llamamiento para servir en una misión en las regiones del Este de los Estados Unidos, y Samuel H. Smith fue llamado como su compañero (véase D. y C. 66:5–8). Al principio, William fue obediente al llamado. Su misión terminó prematuramente, y regresó a Kirtland, Ohio, a fines de diciembre de 1831. Tal como está registrado en Doctrina y Convenios 75:6–12, el Señor reprendió a William E. McLellin por sus murmuraciones, revocó el llamamiento de servir en las regiones del Este y llamó a Orson Hyde en su reemplazo para servir como compañero de Samuel Smith. Sin embargo, el Señor en Su misericordia le extendió otro llamamiento a William para proclamar el Evangelio en las regiones del Sur de los Estados Unidos, teniendo a Luke Johnson como compañero. William aceptó el llamamiento de servir, pero no continuó siendo fiel; enseguida alegó estar demasiado enfermo para seguir con su misión. Después de abandonar su misión, viajó hasta Hiram, Ohio, y se casó con Emiline Miller.

Lee Doctrina y Convenios 75:11, 13–14 y busca la promesa que el Señor reiteró a cada par de misioneros si eran fieles al proclamar el Evangelio. Tal vez desees marcar las frases en estos versículos que nos aseguran que si somos fieles en proclamar el Evangelio, el Señor estará con nosotros.

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe acerca de una experiencia que tú hayas tenido, o que haya tenido alguien que tú conozcas, y que te dé la seguridad de que el Señor estará con nosotros cuando compartamos fielmente Su evangelio con los demás.

  2. Imagínate que tienes un amigo o un familiar que tenga dificultades mientras sirve en una misión de tiempo completo. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe una carta para alentar a esa persona, recurriendo a los principios que aprendiste en la lección de hoy. Comparte en tu carta lo que los misioneros pueden hacer para proclamar el Evangelio con mayor fidelidad, y algunas de las bendiciones que recibirán los que lo hagan. (Si conoces a un misionero o misionera de tiempo completo, podrías escribirle una carta. A continuación, escribe una nota en tu diario de estudio de las Escrituras indicando que lo hiciste).

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Gordon B. Hinckley, cuando era un joven misionero

Gordon B. Hinckley, de misionero en Inglaterra, predicando en el parque Hyde Park de Londres

Tal vez tengamos que enfrentar dificultades en nuestro esfuerzo por proclamar fielmente el Evangelio. En un artículo sobre el presidente Gordon B. Hinckley, el élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, escribió acerca de un desafío que el presidente Hinckley afrontó cuando servía como joven misionero en Inglaterra:

“El joven élder Hinckley encontró allí algo del desaliento que es común a los misioneros que se hallan en circunstancias nuevas y en una tierra extraña. No estaba en buen estado de salud cuando fue a su primera reunión en la calle… Él recuerda: ‘Estaba aterrado. Me subí a la pequeña plataforma y contemplé la multitud que se había juntado… Tenían un aspecto lastimoso y amenazador, y no sé cómo, pero logré tartamudear lo que fuera que tenía para decirles’.

“Poco después, muy desanimado y sin ver probabilidades de éxito en su misión, el joven misionero le escribió a su padre, diciendo: ‘Estoy perdiendo mi tiempo y tu dinero; no veo ningún objeto en quedarme aquí’. A su debido tiempo, le llegó esta respuesta: ‘Querido Gordon: Recibí tu carta de [tal fecha] y solo tengo un consejo que darte: Olvídate de ti mismo y ponte a trabajar. Con amor, tu padre’.

“El presidente Hinckley cuenta: ‘Reflexioné mucho sobre su respuesta; a la mañana siguiente, en nuestra clase de las Escrituras, leímos las grandiosas palabras del Señor cuando dijo: Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará’ (Marcos 8:35).

“‘Esas sencillas palabras, y la promesa que contienen, me tocaron el corazón; me arrodillé e hice convenio con el Señor de que trataría de olvidarme de mí mismo y poner manos a la obra. Considero que aquél fue el día en que tomé la decisión más importante de mi vida, y todo lo bueno que me ha pasado desde entonces lo relaciono con esa decisión’” (“El presidente Gordon B. Hinckley: Valiente y denodado”, Liahona, agosto de 1995, págs. 12–14).

Tal como se registra en Doctrina y Convenios 75:15–22, el Señor dio instrucciones a los misioneros de bendecir a las familias que los recibieran. Les enseñó también qué hacer cuando fueran rechazados por las personas con las que compartieran el Evangelio. Actualmente los misioneros no sacuden el polvo de sus pies como testimonio en contra de quienes los rechazan.

Doctrina y Convenios 75:23–29

El Señor explica la manera de sustentar a las familias de los llamados a servir en misiones

La segunda revelación de Doctrina y Convenios 75, que se registra en los versículos 23–36, se dio a otro grupo de élderes. En los años de los comienzos de la Iglesia, muchos de los hombres llamados a servir en misiones tenían esposa e hijos que dependían de ellos para su sustento. Aceptar el llamamiento de servir representaba un gran sacrificio para toda la familia. La preocupación natural de muchos de los élderes debe haber sido lo que le ocurriría a su familia si ellos aceptaban el llamamiento de ir a predicar el Evangelio lejos de casa.

Lee Doctrina y Convenios 75:24–28 y busca las instrucciones del Señor a los élderes que se necesitaban para predicar el Evangelio pero que tenían familias que sustentar.

En esos versículos, el Señor dijo que la Iglesia debía ayudar a la familia cuyo padre o esposo aceptaba el llamamiento de salir a servir en una misión. Observa en el versículo 26 lo que el Señor mandó a los élderes que hicieran si lograban conseguir un lugar donde sus familias pudiesen ser mantenidas.

En el versículo 28, el Señor les dijo a los élderes que no lograran conseguir otro sostén para sus familias que estaban exentos de viajar, y les aseguró que no perderían su oportunidad de recibir la vida eterna. Se esperaba que esos élderes prestaran servicio en la Iglesia en su localidad.

Lee Doctrina y Convenios 75:29 y fíjate en el consejo que el Señor dio a todos esos hombres. Te puede ser útil saber que un ocioso es una persona que no está dispuesta a trabajar, y que ser “diligente… en todas las cosas” significa ser constante y persistente, estar atento y esforzarse arduamente.

Si lo deseas, marca la instrucción del Señor en el versículo 29 que enseña el siguiente principio: El Señor nos manda ser diligentes en todas las cosas.

  1. Reflexiona sobre los aspectos de tu vida en los que piensas que puedes ser más diligente. En una hoja de papel aparte escribe una meta de una cosa que harás para ser más diligente. Coloca esa meta donde puedas verla diariamente. Después de hacerlo, escribe en tu diario de estudio de las Escrituras: He escrito mi meta y la he colocado donde puedo verla diariamente.

Doctrina y Convenios 75:30–36

El Señor asigna a élderes para servir como compañeros de misión

Al final de la segunda revelación que se registra en Doctrina y Convenios 75, el Señor asignó compañeros misionales para este grupo de élderes.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Doctrina y Convenios 75 y completado la lección el (fecha).

    Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: