Leman Copley, un converso reciente de la Iglesia, deseaba que los misioneros predicaran el Evangelio a los miembros del grupo religioso al que él había pertenecido: los tembladores. No obstante, él conservaba algunas de las creencias falsas de esa religión. Preocupado por las creencias persistentes de Leman, el profeta José Smith preguntó al Señor, y el 7 de mayo de 1831 recibió la revelación que se registra en Doctrina y Convenios 49. En esa revelación, el Señor mandó a Sidney Rigdon y a Parley P. Pratt que acompañaran a Leman a predicar el Evangelio a la comunidad de los tembladores. El Señor aclaró doctrinas que los tembladores entendían mal, entre ellas la naturaleza de la segunda venida de Cristo, la necesidad del bautismo, la importancia del matrimonio y la familia, y el uso de los animales como alimento.
El Señor llama a Sidney Rigdon, a Parley P. Pratt y a Leman Copley a ir a predicar el Evangelio a los tembladores
¿Has visto alguna vez una trampa para monos? Una manera de atrapar a un mono es colocar un objeto, una nuez o algo de comida, en un recipiente que tiene un agujero del tamaño justo para que el mono pueda introducir su mano. Se asegura el recipiente con una cuerda o un cable para evitar que el mono huya con la trampa. Cuando el mono mete la mano y toma el objeto, no puede sacar la mano porque el orificio es más pequeño que su puño cerrado. Como están decididos a no soltar el objeto, algunos monos se dejan atrapar.
Imagen
trampa para monos
Lee la introducción de Doctrina y Convenios 49 y busca las semejanzas que hay entre la situación descrita y una trampa para monos. ¿Cuáles eran algunas de las creencias falsas a las que Leman Copley no quería renunciar?
Escribe en tu diario de estudio de las Escrituras: Creencias de los tembladores. Luego, anota cuatro creencias de los tembladores que se mencionan en la introducción de la sección. Si lo deseas, marca esas palabras en tu ejemplar de las Escrituras.
A los miembros de la Sociedad Unida de Creyentes en la Segunda Aparición de Cristo se los llamaba comúnmente tembladores por su manera de adorar, sacudiendo su cuerpo mientras cantaban, danzaban y batían las palmas al son de la música.
Lee Doctrina y Convenios 49:1–4 y fíjate en lo que el Señor reveló en cuanto a las creencias de los tembladores. Podrías marcar en el versículo 2 lo que el Señor dijo sobre lo que deseaban los tembladores.
Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
¿Que piensas que signifique “desean conocer la verdad en parte, pero no toda” (D. y C. 49:2)?
¿Cuál sería un ejemplo de cómo un miembro de la Iglesia acepta algunas verdades o normas del Evangelio pero no hace caso de las demás?
¿Qué palabra pondrías en el espacio en blanco para completar el siguiente principio que se enseña en Doctrina y Convenios 49:2? Ser recto ante del Señor incluye el deseo de recibir la verdad que Él ha revelado.
Si lo deseas, escribe este principio en tu ejemplar de las Escrituras junto al versículo 2. Medita en las bendiciones que una persona pudiera perderse por solo querer aceptar una parte de la verdad.
Quizás puedas pensar en algunas trampas en las que quedan atrapados algunos miembros de la Iglesia. Pudiera ser que algunos miembros acepten algunas enseñanzas o normas, mas no todas ellas; y otros miembros se aferren a actitudes que les impidan ser “rectos delante [del Señor]” (D. y C. 49:2). Por ejemplo, una persona tal vez vaya a la Iglesia el domingo, pero emplee el resto del día en actividades que quebrantan el día de reposo. Otra persona a lo mejor lee las Escrituras y ora para tener el Espíritu, pero luego escucha música que aleja al Espíritu Santo.
El élder Joseph B. Wirthlin, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:
Imagen
Elder Joseph B. Wirthlin
“Satanás es el maestro del engaño y el padre de todas las mentiras. Solo al ejercer la fe en el Salvador y en Su sacrificio expiatorio y al guardar todos los mandamientos serán protegidos de los esfuerzos incesantes e insidiosos de Satanás de llevarles astutamente hacia su poder.
“No se puede vivir el Evangelio como si fuera un bufet de un restaurante, eligiendo acá un poco y allá otro poco, sino que debemos sentarnos al banquete y vivir la plenitud de los amorosos mandamientos del Señor.
“Se les han enseñado los mandamientos y saben lo que tienen que hacer: orar, estudiar las Escrituras, ayunar, pagar los diezmos y las ofrendas, asistir a las reuniones, tomar la Santa Cena, magnificar los llamamientos, servir a otros, sostener a los líderes de la Iglesia, hacer y guardar convenios sagrados, compartir el Evangelio y ser honrados, verídicos, castos, benevolentes y virtuosos” (“Es suya la decisión”, Liahona, noviembre de 1998, pág. 47).
En tu diario de estudio de las Escrituras, explica el peligro de aceptar algunos mandamientos o normas y a la vez conservar falsas creencias y prácticas. ¿En qué sentido es esto una “trampa” espiritual?
Considera de qué debes desprenderte a fin de recibir todas las bendiciones que el Padre Celestial tiene para ti. Podrías escribir una meta de algo que abandonarás, que está evitando que seas recto delante del Señor.
El Señor corrige algunas falsas doctrinas de los tembladores y manda a Sus siervos que los inviten a arrepentirse y a ser bautizados
El Señor mandó a Leman Copley, Sidney Rigdon y Parley P. Pratt que predicaran el Evangelio a los tembladores (véase D. y C. 49:1–4). Leman Copley había deseado que algunos de los élderes predicaran a los miembros de su antigua iglesia.
¿Puedes imaginarte lo que es decirle a un grupo de personas que algunas de sus enseñanzas son falsas y luego enseñarles los principios correctos? Cuando Parley P. Pratt, Sidney Rigdon y Leman Copley visitaron a los tembladores, llevaron consigo una copia de la revelación contenida en Doctrina y Convenios 49 y se la leyeron.
En la siguiente tabla, estudia cada pasaje de las Escrituras de la columna de la izquierda y busca con qué principio de la columna de la derecha concuerda. Luego, analiza las preguntas allí incluidas.
Si conocemos las señales de la Segunda Venida, no seremos engañados por afirmaciones falsas. ¿Por qué es importante que estemos al tanto de las señales de la segunda venida del Señor?
Jesucristo ha mandado a Sus siervos a exhortar a las personas a creer en Él, arrepentirse, bautizarse y recibir el don del Espíritu Santo. ¿Por qué te sientes agradecido de haberte bautizado y haber recibido el don del Espíritu Santo? ¿Por qué estás ansioso de ayudar a las demás personas a recibir estas ordenanzas?
El Señor ha proporcionado los animales de la tierra para nuestro uso. ¿Por qué crees que el Señor no está complacido con quienes matan animales sin necesidad de hacerlo?
“El matrimonio entre un hombre y una mujer es ordenado por Dios, y se manda a los esposos y esposas ser uno y tener hijos”. (La frase “que la tierra cumpla el objeto de su creación; y para que sea llena con la medida del hombre” indica uno de los propósitos de la creación de la tierra). ¿Qué propósitos del plan del Padre Celestial se cumplen con el matrimonio entre el hombre y la mujer?
La Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles han enseñado: “El primer mandamiento que Dios les dio a Adán y a Eva se relacionaba con el potencial que, como esposo y esposa, tenían de ser padres. Declaramos que el mandamiento de Dios para Sus hijos de multiplicarse y henchir la tierra permanece en vigor. También declaramos que Dios ha mandado que los sagrados poderes de la procreación han de emplearse solo entre el hombre y la mujer legítimamente casados como esposo y esposa” (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, Liahona, noviembre de 2010, pág. 129).
Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:
¿Por qué Satanás intenta destruir los matrimonios? ¿Por qué procura convencer a las personas de que no se casen?
¿Por qué es importante el matrimonio entre un hombre y una mujer en el plan del Señor? ¿En qué forma el matrimonio entre personas del mismo sexo frustra el plan del Señor?
¿Qué puedes hacer ahora para prepararte para el matrimonio celestial?
Piensa en la trampa para monos. Medita acerca del principio de que debemos aceptar todas las enseñanzas del Salvador para poder ser rectos delante de Él. Entonces, lee el consejo y las promesas del Señor en Doctrina y Convenios 49:26–28. Mientras lees estos versículos, imagínate que el Señor te está hablando directamente a ti acerca de tu esfuerzo por ser recto delante de Él. Considera cómo se aplican a ti Su consejo y Sus promesas.
Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy: