Seminario
Unidad 15: Día 2, Doctrina y Convenios 67


Unidad 15: Día 2

Doctrina y Convenios 67

Introducción

En noviembre de 1831, un grupo de élderes se congregó para una conferencia especial en Hiram, Ohio. Un tema de discusión en la conferencia fue la publicación de las revelaciones que había recibido el profeta José Smith. Durante la reunión, el Señor dio una revelación a José Smith y la llamó el prefacio del libro de revelaciones que se publicaría. Esa revelación constituye ahora la primera sección de Doctrina y Convenios. Más tarde, en la conferencia, el Señor dio una revelación que está registrada ahora como Doctrina y Convenios 67. En esa revelación, el Señor habló a los hermanos que cuestionaban el lenguaje de las revelaciones que Él había dado al Profeta.

Doctrina y Convenios 67:1–3

El Salvador conoce la mente y el corazón de los hombres

¿Te has preguntado alguna vez por qué algunas personas reciben un testimonio de los principios del Evangelio en tanto que otras personas no lo reciben?

En noviembre de 1831, un grupo de élderes, entre ellos el profeta José Smith, se reunió para considerar la publicación de las revelaciones que el Profeta había recibido. Varios de los élderes habían recibido un testimonio de que las revelaciones eran verdaderas. Otros, en cambio, pueden haber estado a la espera de recibir tal testimonio.

Lee Doctrina y Convenios 67:1–2 para saber lo que dijo el Señor acerca de la oración.

Basándote en lo que aprendes en los versículos 1–2, llena los espacios para completar el siguiente principio: El Señor escucha mis y conoce mi .

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mujer orando
  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Cómo puede ayudarte el conocer este principio a mejorar tus oraciones? Luego escribe sobre una experiencia espiritual que te haya ayudado a ti, o a alguien que conozcas, a obtener una confirmación espiritual de las verdades del Evangelio.

Lee Doctrina y Convenios 67:3 para saber la razón por la que algunos élderes no recibieron la bendición que el Señor les había ofrecido. Si lo deseas, marca las frases que más te llamen la atención.

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿De qué forma el permitir que entren temores en tu corazón evita que recibas bendiciones? A continuación, elabora una lista de temores que puedan hacer que las personas dejen de recibir bendiciones.

Medita en el poder del Señor que nos ayuda a reemplazar el temor por la fe. ¿De qué modo puede este conocimiento ayudar a alguien a continuar desarrollando un testimonio?

Doctrina y Convenios 67:4–9

El Señor desafía a los que critican Sus revelaciones

¿Te has preguntado por qué debemos seguir a los líderes de la Iglesia aun cuando son imperfectos?

Lee la introducción de Doctrina y Convenios 67 y el versículo 5, y observa las distintas actitudes que tenían algunos de los élderes en cuanto a las revelaciones. (Recuerda que la primera recopilación de las revelaciones del profeta José Smith se llamó el Libro de Mandamientos. Posteriormente, se cambió el título a Doctrina y Convenios). Observa que en la introducción de la sección dice que “muchos de los hermanos dieron solemne testimonio” sobre la veracidad de las revelaciones. Sin embargo, “surgió una conversación negativa con respecto al lenguaje usado en las revelaciones”. Según se indica en el versículo 5, algunos élderes pensaron que podían “[expresarse] en un lenguaje superior al [de José Smith]”. Presumiendo de su propio intelecto, pensaron que ellos estaban más cualificados para escribir las revelaciones que el profeta ungido del Señor (véase 2 Nefi 9:28–29).

Lee Doctrina y Convenios 67:4, y también el versículo 5 nuevamente. Observa la manera en que el Señor respondió a las preocupaciones de los élderes concernientes al lenguaje de las revelaciones.

¿Por qué crees que era importante que los élderes entendieran que el Señor sabía que Él obraba por medio de siervos imperfectos?

Lee Doctrina y Convenios 67:6–9 para conocer el desafío que el Señor extendió a los que estaban preocupados por el lenguaje de las revelaciones.

William E. McLellin aceptó el desafío del Señor de escribir una revelación comparable a las que había recibido el profeta José Smith. José Smith registró lo siguiente en su historia: “William E. McLellin, considerándose en su propia estima el más erudito, y con más educación que sentido común, se esforzó por escribir un mandamiento semejante al menor de los que el Señor había dado, pero fracasó. Escribir en el nombre del Señor era una terrible responsabilidad. Los élderes y todos los presentes que fueron testigos de este vano intento de un hombre de imitar el lenguaje de Jesucristo, renovaron su fe en la plenitud del Evangelio y en la veracidad de los mandamientos y las revelaciones que el Señor había dado a Su Iglesia por mi conducto; y los élderes manifestaron su disposición a testificar de su veracidad a todo el mundo” (véase La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, 2003, pág. 129).

Después de este suceso, todos los élderes que se hallaban presentes acordaron firmar un documento para dar testimonio formal de la veracidad de las revelaciones contenidas en el Libro de Mandamientos.

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Por qué piensas que José Smith, teniendo muy poca instrucción escolar, pudo escribir esas revelaciones, mientras que William E. McLellin no pudo, siendo un hombre muy instruido?

    2. ¿Qué puedes aprender de este relato acerca de juzgar a los líderes por sus imperfecciones?

Medita en tu compromiso de seguir a tus líderes en rectitud, pese a las imperfecciones que tú u otros puedan ver en ellos.

Doctrina y Convenios 67:10–14

El Señor aconseja a Sus fieles prepararse para morar en la presencia de Dios

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, dibuja una tabla de dos columnas. Titula la primera columna Recompensa y la segunda columna Cómo obtener la recompensa. Lee Doctrina y Convenios 67:10–14 y averigua la recompensa que prometió el Salvador a estos hermanos y las acciones necesarias para recibirla. Escribe tus respuestas en las columnas correspondientes.

Según estos versículos, ¿qué debían hacer esos hermanos para aguantar la presencia de Dios? (La palabra aguantar significa soportar o permanecer en un determinado lugar). Si ellos se despojaban de envidias y temores, y se humillaban delante de Él, podrían aguantar la presencia de Dios.

Tal como se registra en Doctrina y Convenios 67:13, se alentó a esos hermanos a “continuar con paciencia” hasta ser perfeccionados. Lee el siguiente relato que compartió el presidente Dieter F. Uchtdorf, de la Primera Presidencia, en el cual enseña acerca de la importancia de la paciencia en el proceso de llegar a ser perfecto:

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Presidente Dieter F. Uchtdorf

“En la década de 1960, un profesor de la Universidad de Stanford dio inicio a un modesto experimento para poner a prueba la fuerza de voluntad de los niños de cuatro años. Puso frente a ellos un bombón grande y les dijo que podían comerlo enseguida o que, si esperaban 15 minutos, podían comer dos.

“Entonces dejó a los niños solos y los observó desde el otro lado de un espejo falso: algunos comieron el bombón de inmediato, otros no esperaron más que unos minutos antes de ceder a la tentación y solo un treinta por ciento logró esperar todo el tiempo” (“Continuemos con paciencia”, Liahona, mayo de 2010, pág. 56).

¿Cómo crees que se aplicarían el experimento del profesor y sus resultados a la juventud de hoy en día?

El presidente Uchtdorf habló entonces sobre lo que se aprendió del experimento con los bombones:

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Presidente Dieter F. Uchtdorf

“Pero [el profesor] siguió el rastro de los niños con el pasar del tiempo y se empezó a percatar de una correlación interesante: los niños que no pudieron esperar enfrentaron dificultades en etapas posteriores de la vida y exhibieron más problemas de comportamiento; mientras que los que esperaron demostraron la tendencia a ser más positivos y tener mayor motivación, mejores calificaciones, ingresos superiores y relaciones más sanas.

“Lo que comenzó como un sencillo experimento con niños y bombones se convirtió en un estudio trascendental que sugiere que la facultad de esperar —de ser paciente— es un rasgo clave de la personalidad que puede predecir el éxito posterior en la vida…

“Esperar puede ser difícil. Los niños lo saben, al igual que los adultos. Vivimos en un mundo que ofrece comida rápida, mensajería instantánea, películas a pedido y respuestas inmediatas a las preguntas más triviales y a las más profundas. No nos gusta esperar…

“La paciencia —la capacidad de aplazar por un tiempo nuestros deseos— es una virtud preciada e inusual. Queremos lo que queremos y lo queremos ya. Por tanto, la idea en sí de la paciencia puede parecer desagradable y, a veces, amarga.

“No obstante, sin paciencia no podemos agradar a Dios; no podemos llegar a ser perfectos. De hecho, la paciencia es un proceso purificador que refina el entendimiento, aumenta la felicidad, centra la acción y ofrece la esperanza de la paz” (“Continuemos con Paciencia”, págs. 56–57).

  1. Responde la siguiente pregunta en tu diario de estudio de las Escrituras: ¿Por qué crees que es necesaria la paciencia en tu esfuerzo por ser digno y aguantar la presencia del Señor? Además, tómate unos minutos para meditar en aquellos aspectos de tu vida en los que debas tener más paciencia contigo mismo o con los demás. Si sientes que eres capaz, anota una meta que incluya el ser más paciente como parte de tu empeño por llegar a ser puro ante Dios.

  2. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Doctrina y Convenios 67 y completado la lección el (fecha).

    Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: