Seminario
Unidad 24: Día 3, Doctrina y Convenios 111


Unidad 24: Día 3

Doctrina y Convenios 111

Introducción

En 1836 la Iglesia estaba muy endeudada. El profeta José Smith y otros líderes de la Iglesia viajaron a Salem, Massachusetts, donde esperaban conseguir dinero para pagar las deudas de la Iglesia. El 6 de agosto de 1836, José Smith recibió la revelación registrada en Doctrina y Convenios 111, en la que el Señor lo tranquilizó en cuanto a sus preocupaciones por las deudas y el bienestar de Sion. El Señor también dio instrucciones al Profeta con respecto a la permanencia de esos líderes de la Iglesia en Salem.

Doctrina y Convenios 111

El Señor da tranquilidad e instrucción a José Smith y a otros líderes de la Iglesia

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, anota algunas cosas que te producen estrés o ansiedad.

Al leer la información siguiente, medita en la situación angustiosa que vivían el profeta José Smith y otros líderes de la Iglesia:

En el verano de 1836, el profeta José Smith y otros líderes de la Iglesia estaban preocupados por las finanzas de la Iglesia. En los años precedentes, la Iglesia había incurrido una cuantiosa deuda para obedecer los mandamientos del Señor de edificar el Templo de Kirtland, comprar terrenos en Ohio y Misuri y financiar el Campo de Sion. Asimismo, la Iglesia necesitó fondos para comprar tierras para los santos de Misuri que habían sido expulsados de sus hogares. En 1834, el Señor había mandado a José Smith y a otros líderes de la Iglesia “[pagar] todas” las deudas (D. y C. 104:78). No obstante, sus esfuerzos por pagar esas deudas fueron infructuosos debido a la pérdida de los comercios en Misuri que producían ingresos. Por ese motivo, los líderes de la Iglesia no tenían suficientes fondos para satisfacer las exigencias de sus acreedores.

Si tú hubieras sido un líder de la Iglesia en ese tiempo, ¿por qué te habría preocupado esa situación?

El Señor había dicho a los líderes de la Iglesia que Él les “[enviaría] los medios para [librarlos]” (D. y C. 104:80) de los problemas de la deuda de la Iglesia. En 1836, un miembro de la Iglesia llamado William Burgess llegó a Kirtland, Ohio, y les habló a los líderes de la Iglesia acerca de una gran suma de dinero disponible en Salem, Massachusetts. Él dijo que el dinero se encontraba en el sótano de una casa y que él era la única persona que conocía la ubicación del dinero.

Si tú hubieras sido un líder de la Iglesia en ese entonces, ¿cómo hubieras reaccionado ante esa noticia?

José Smith, Sidney Rigdon, Hyrum Smith y Oliver Cowdery partieron de Kirtland, Ohio, el 25 de julio de 1836, para reunirse con los acreedores de la Iglesia en Nueva York. Tras estar unos días en Nueva York, el grupo se dirigió a Salem, Massachusetts. William Burgess se reunió con ellos en Salem, pero afirmó que la ciudad había cambiado tanto desde la última vez que él había estado allí, que ya no podía ubicar la casa donde estaba el dinero. El hermano Burgess partió de Salem poco después.

Imagen
mapa del noreste de los Estados Unidos

¿Cómo piensas que te hubieras sentido, luego de viajar hasta Salem con la esperanza de encontrar los medios para ayudar a pagar la deuda de la Iglesia, y no encontrar lo que esperabas? ¿Qué hubieras hecho?

Los líderes de la Iglesia buscaron por un tiempo la casa donde supuestamente estaba el dinero. El 6 de agosto de 1836, encontrándose ellos aún en Salem, el profeta José Smith recibió la revelación que está registrada en Doctrina y Convenios 111.

Lee Doctrina y Convenios 111:1 y averigua qué pensaba el Señor con respecto al viaje hasta Salem. La palabra imprudencias puede definirse como “actos débiles o absurdos que no representan un delito grave; un acto que no es compatible con los dictados de la razón ni con las reglas usuales de prudencia” (Noah Webster’s First Edition of an American Dictionary of the English Language, 1828, 1967, “folly” [imprudencia]). En ocasiones, las personas que tratan sinceramente de hacer un bien cometen imprudencias cuando sus acciones son desacertadas.

Aunque la búsqueda de dinero en Salem no fue fructífera, el Señor indicó que ese viaje aún podía resultar de beneficio para Su reino. Lee Doctrina y Convenios 111:2 y observa qué dijo el Señor que Él tenía en la ciudad de Salem.

Fíjate que en el versículo 2 el Señor dijo que Él recogería a las personas que Él tenía en Salem a su debido tiempo. José Smith y los que le acompañaban pasaron unas semanas en Salem y predicaron el Evangelio durante su permanencia allí. Cinco años después, se llamó a Erastus Snow a una misión a Salem, donde organizó una rama de 120 miembros (véase La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, Manual del alumno, 2a ed., Sistema Educativo de la Iglesia, 2004, págs. 185–186).

Una verdad que podemos aprender de la experiencia de José Smith en Salem y de las enseñanzas del Señor en Doctrina y Convenios 111:1–2 es que el Señor puede producir algo bueno de nuestros esfuerzos sinceros.

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿De qué modo el Señor puede producir algo bueno de nuestros esfuerzos, aun cuando estos inicialmente sean equivocados?

    2. ¿Cómo te sientes al saber que el Señor puede producir algo bueno de tus esfuerzos sinceros?

El Señor dio instrucciones a José Smith y sus compañeros para que pudieran hacer algo bueno mientras estaban en Salem, Massachusetts. Lee Doctrina y Convenios 111:3–8 y busca lo que el Señor deseaba que ellos hicieran. (En el versículo 4, la frase “no descubrirán vuestras cosas secretas” significa que las personas de Salem no verían a esos líderes de la Iglesia con desdén).

El Señor enseñó a José Smith y a los demás líderes de la Iglesia en Salem cómo reconocerían el lugar donde debían quedarse en esa ciudad. Utiliza las palabras del Señor en el versículo 8 para completar la siguiente verdad doctrinal: Podemos recibir dirección del Señor mediante la y de Su Espíritu.

  1. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe cómo el recordar esa doctrina te ayudará con las preocupaciones y los desafíos que enfrentes en tu vida.

Lee Doctrina y Convenios 111:9–10, y encuentra una tarea adicional que dio el Señor a José Smith y a sus compañeros mientras se hallaran en Salem.

El profeta José Smith y los otros hermanos siguieron la instrucción del Señor de “[inquirir] diligentemente en lo que concierne a los habitantes y a los fundadores más antiguos de esta ciudad” (D. y C. 111:9). Ellos visitaron los lugares históricos de Salem. Por esas visitas se enteraron de que algunos de los residentes de Salem, Massachusetts, y de la zona cercana de Nueva Inglaterra, habían sufrido persecución y martirio por causa de la intolerancia y el fanatismo religioso (véase History of the Church, tomo II, págs. 464–465). Esos acontecimientos llevaron a José Smith a escribir en su historia: “¿Cuando cesará el hombre de contender con el hombre, y privarlo de sus sagrados derechos de adorar a Dios conforme a los dictados de su conciencia?” (en History of the Church, tomo II, pág. 465).

Imagen
historia manuscrita

Anotación en la historia de José Smith

Un tiempo después, el Profeta declaró que una de las creencias fundamentales de la Iglesia era permitir a todas las personas el derecho a la libertad de culto (véase Artículos de Fe 1:11).

Aun cuando José Smith y sus compañeros no consiguieron el dinero que pensaban encontrar en Salem, lograron otros tesoros en su viaje. Adquirieron tesoros de conocimiento y conocieron a personas en la zona que posteriormente fueron bautizadas y confirmadas miembros de la Iglesia.

Lee Doctrina y Convenios 111:11, y encuentra el consejo final del Señor en esa revelación. (La palabra dispondré, tal como se emplea en el versículo 1, significa preparar, hacer los arreglos).

Completa el siguiente principio basándote en lo que aprendiste en el versículo 11: Si somos y evitamos , entonces el Señor dispondrá todas las cosas .

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿De qué maneras puedes ser prudente en tus decisiones?

    2. ¿Qué crees que signifique que el Señor “[dispondrá] todas las cosas para [tu] bienestar” (D. y C. 111:11)?

    3. ¿Cuándo has visto un ejemplo de este principio?

  2. Consulta la asignación 1 de la lección de hoy en tu diario de estudio de las Escrituras, donde escribiste la lista de cosas que te producen estrés o ansiedad. Escribe una oración o dos sobre lo que has aprendido de tu estudio de Doctrina y Convenios 111 que te pueda servir para afrontar tus desafíos.

  3. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Doctrina y Convenios 111 y completado la lección el (fecha).

    Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: