Seminario
Unidad 22: Día 2, Doctrina y Convenios 103


Unidad 22: Día 2

Doctrina y Convenios 103

Introducción

En una reunión del sumo consejo de Kirtland, el 24 de febrero de 1834, Parley P. Pratt y Lyman Wight procuraron la guía del consejo sobre cómo podían los santos de Misuri obtener alivio temporal y recuperar la posesión de sus tierras en el condado de Jackson. Ese mismo día, el profeta José Smith recibió la revelación registrada en Doctrina y Convenios 103, en la que el Señor prometió que la tierra de Sion sería redimida. El Señor dio instrucciones a los líderes de la Iglesia de juntar recursos y reclutar personas para ir a ayudar a los santos de Misuri. Ese grupo recibió el nombre de Campo de Sion.

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El Campo de Sion

El Campo de Sion llega a Misuri

Doctrina y Convenios 103:1–21

El Señor promete que Sion será redimida

¿Qué enemigos tienen los justos en la actualidad?

Piensa en la forma en que los enemigos del Señor quieren detener tu progreso espiritual y el progreso de la Iglesia. A medida que estudies Doctrina y Convenios 103, busca las doctrinas y los principios que te ayudarán a vencer a tales enemigos.

Como se explicó en la introducción de esta lección, el Señor dio una revelación al profeta José Smith en respuesta a las preguntas sobre cómo ayudar a los santos de Misuri. Al comienzo de esa revelación, el Señor explicó por qué permitió que Sus enemigos persiguieran a los santos de Misuri. Lee Doctrina y Convenios 103:1–4 y busca los motivos por los que el Señor permitió que esas cosas terribles le pasaran a Su pueblo.

Considera por qué es significativo que el Señor, al referirse a los que perseguían a los santos, los llama Sus enemigos.

Lee Doctrina y Convenios 103:5–7 y busca respuestas a la siguiente pregunta: Si los santos seguían el consejo del Señor “desde [esa] misma hora”, ¿qué bendiciones recibirían? (Podrías marcar las respuestas a medida que las vayas encontrando. Fíjate que la palabra prevalecer significa ser más fuerte que un oponente o salir victorioso).

Esos versículos enseñan un principio que se puede aplicar a tus esfuerzos por prevalecer sobre las influencias del mundo: Cuando comenzamos a seguir el consejo del Señor, recibimos fortaleza para empezar a prevalecer en contra del mundo.

Lee Doctrina y Convenios 103:8–10 y averigua lo que el Señor advirtió que pasaría si los santos escogían no obedecer Sus palabras.

¿Qué principio enseñó el Señor en esos versículos en cuanto a lo que pasará si no cumplimos Sus mandamientos? Completa la siguiente declaración del tipo: “si–entonces”: Si desobedecemos los mandamientos del Señor, entonces .

Lee Doctrina y Convenios 103:9 nuevamente. ¿Cómo puedes ser “una luz al mundo”? ¿Cómo puedes ser un “salvador”?

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cuáles son algunos ejemplos de cómo los enemigos del Señor intentan prevalecer en contra de los miembros de la Iglesia actualmente?

    2. ¿Por qué piensas que alguien que no es obediente al Señor, o que le obedece solo parcialmente, no pueda prevalecer en contra de los enemigos del Señor?

    3. ¿Cuándo has visto a alguien alcanzar la victoria sobre un enemigo del Señor al esforzarse por obedecer las palabras del Señor? (Por ejemplo, puedes pensar en alguien que haya superado una adicción o que ahora viva el Evangelio tras haber vivido al estilo del mundo).

  2. En tu diario de estudio de las Escrituras, escribe una cosa que puedas comenzar a hacer “desde esta misma hora” (D. y C. 103:5) para obedecer mejor el consejo del Señor. Escribe un plan de cómo lo harás.

Recuerda que aunque tal vez no seas perfectamente obediente a todas las palabras del Señor, si te esfuerzas diligentemente por obedecerle, y si, cuando fallas, te arrepientes sinceramente y procuras perdón por medio de Su expiación, entonces Él te ayudará a prevalecer en contra de Sus enemigos.

En Doctrina y Convenios 103:11–21, leemos la promesa del Señor de que, después de la tribulación de los santos, Sion será redimida por Su poder. Pero también les advirtió que si los santos profanaban sus heredades, serían retirados de ellas. El Señor describió al profeta José Smith como un varón semejante a Moisés que guiaría al pueblo (véase D. y C. 103:16, 21; véase también D. y C. 28:2). Esa comparación es válida para cada Presidente de la Iglesia (véase D. y C. 107:91).

Doctrina y Convenios 103:22–40

El Señor revela la forma en que la tierra de Sion será redimida

Lee Doctrina y Convenios 103:22–23. Estos versículos contienen las instrucciones del Señor para los líderes de la Iglesia de aquel tiempo, es decir, en 1834. Él les mandó reunir a un grupo e ir a la tierra de Sion, en Misuri, para ayudar a los santos de allí. Ese grupo de hombres que los líderes de la Iglesia reunieron y que fue dirigido por el profeta José Smith llegó a conocerse como el Campo de Sion (Campo es otra palabra para decir ejército). Los integrantes del Campo de Sion tenían dos propósitos fundamentales; Primeramente, debían llevar recursos a los santos de Misuri. Con esos recursos, brindarían socorro a los santos y ayudarlos a ser restaurados a sus hogares. También utilizarían los recursos para comprar tierras adicionales. Segundo, según lo había autorizado el Gobernador Daniel Dunklin de Misuri, después de que la milicia del estado de Misuri hubiese escoltado a los santos de regreso al condado de Jackson, el Campo de Sion quedaría allí para ayudar a conservar el orden y la paz en esa región.

Heber C. Kimball fue uno de los hermanos que respondió fielmente al llamado de alistarse en el Campo de Sion. Posteriormente, llegó a servir como miembro de la Primera Presidencia. Él contó acerca de sus sentimientos cuando partió con el Campo de Sion: “Partimos el 5 de mayo, y verdaderamente fue una mañana solemne para mí. Dejé a mi esposa, mis hijos y mis amigos, sin saber si los volvería a ver en esta vida, ya que yo mismo y mis hermanos estábamos bajo la amenaza de los enemigos, tanto en esa tierra como en Misuri, de que nos destruirían o exterminarían del país” (en “Extract from the Journal of Heber C. Kimball”, Times and Seasons, 15 de enero de 1845, pág. 771; véase también La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos: Manual del alumno, Segunda edición, manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2003, pág. 155)

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. Si hubieras vivido entonces, ¿piensas que hubieras estado dispuesto a ir al condado de Jackson para ayudar a los santos? ¿Sí o no, y por qué?

    2. Unirse al Campo de Sion implicaba dejar a la familia y las responsabilidades laborales para viajar unos 1450 km (900 millas) en condiciones muy adversas hacia un territorio hostil y peligroso. Lee Doctrina y Convenios 103:20. ¿Cómo influiría la promesa de ese versículo en tu decisión de ir como voluntario?

Lee Doctrina y Convenios 103:27–28 y encuentra lo que dijo el Señor a quienes se alistaban en el Campo de Sion. Podrías marcar las frases que enseñan la siguiente verdad: Los discípulos de Jesucristo están dispuestos a dar su vida por Su causa.

Para los santos que formaban parte del Campo de Sion, la posibilidad de perder su vida era real. Aun cuando tú no enfrentes el mismo riesgo, esa verdad puede aplicarse a tu vida.

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Presidente James E. Faust

El presidente James E. Faust, de la Primera Presidencia, nos dio otra forma de considerar el dar nuestra vida por la causa del Señor: “… a la mayoría de nosotros no se nos requiere morir por la Iglesia, sino vivir por ella. Para muchos, llevar cada día una vida cristiana puede llegar a ser más difícil que entregar la vida” (“El discipulado”, Liahona, noviembre de 2006, pág. 22).

  1. Realiza las siguientes actividades:

    1. Comparte la declaración del presidente Faust con un miembro de la familia o con un amigo, y luego haz la siguiente pregunta: ¿Por qué creen que sea aún más difícil vivir por el Señor que morir por Él?

    2. Registra en tu diario de estudio de las Escrituras a quién le preguntaste y escribe su respuesta. Agrega tus propias reflexiones en cuanto a la declaración del presidente Faust y sobre la pregunta.

Lee Doctrina y Convenios 103:30–34 y determina cuántos voluntarios deseaba el Señor para el campo de Sion.

¿Cuántos voluntarios deseaba el Señor?

¿Cuál era la cantidad mínima que el Señor requirió?

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El Campo de Sion

El Campo de Sion

Al término de la reunión del sumo consejo en la que los líderes de la Iglesia analizaron la situación de los santos de Misuri, el profeta José Smith anunció que él iría a Sion a ayudar a redimirla. Entre 30 y 40 de los presentes también se ofrecieron como voluntarios. Después, el Señor designó a ocho hombres para que fueran entre las congregaciones de la Iglesia a fin de reclutar voluntarios para el Campo de Sion y procurar contribuciones de provisiones y dinero para los santos de Misuri (véase D. y C. 103:37–40).

Lee Doctrina y Convenios 103:35–36 y determina lo que debían hacer los santos a fin de tener éxito en sus esfuerzos por redimir a Sion. Podrías marcar la verdad que el Señor enseñó en el versículo 36 sobre cómo podemos salir victoriosos al hacer Su obra.

Reflexiona sobre cómo procura el diablo impedir tu progreso espiritual. ¿Existe algún pecado, tentación u obstáculo que actúe en tu contra en tus esfuerzos por seguir al Señor? En tu diario de estudio de las Escrituras, consulta la respuesta que diste en la actividad 2. ¿En qué se relaciona tu respuesta con el ser diligente y fiel, y orar con fe? Recuerda que, al igual que los santos en los días de José Smith, tú tienes la capacidad de obtener la victoria sobre los enemigos del Señor y lograr Sus propósitos, en tanto que ores con fe y obedezcas Sus palabras fiel y diligentemente.

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Doctrina y Convenios 103 y completado la lección el (fecha).

    Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: