Seminario
Unidad 11: Día 1, Doctrina y Convenios 45:1–15


Unidad 11: Día 1

Doctrina y Convenios 45:1–15

Introducción

La Iglesia continuó creciendo en Kirtland, Ohio, al tiempo que la oposición y los falsos informes sobre la Iglesia también iban en aumento. La revelación que está en Doctrina y Convenios 45, que se recibió en marzo de 1831, produjo gran gozo a los santos, quienes se enfrentaban a los prejuicios locales. Vas a estudiar Doctrina y Convenios 45 en dos lecciones. En la primera parte de esta revelación, Jesucristo testificó de Su función como el Hijo de Dios. También habló de la ciudad de Enoc.

Doctrina y Convenios 45:1–5

Jesucristo testifica de Su función como el Hijo de Dios

¿A quién le pides consejo cuando afrontas un desafío o tienes que tomar una decisión difícil? ¿Qué cualidades tiene esa persona que te inspiran confianza para compartirle tus sentimientos y escuchar su consejo?

Seguramente escucharemos más a alguien que sabemos que se preocupa por nosotros personalmente y que ha tenido éxito en el tema sobre el cual nos brinda consejo. La revelación registrada en Doctrina y Convenios 45 llegó en un momento en que los Santos de los Últimos Días y otras personas escuchaban y leían mensajes contradictorios acerca de la Iglesia. Lee la introducción de Doctrina y Convenios 45 y determina las circunstancias en las que vivían los santos cuando el Señor dio esta revelación.

Observa la palabra escuchad en Doctrina y Convenios 45:1. Si lo deseas, márcala. Aquí la palabra “escuchar” significa prestar atención; abarca tanto escuchar como obedecer. Cuando realmente escuchamos al Señor, seguimos Su consejo y Sus mandamientos. Al comienzo de esta revelación, el Señor hizo varias declaraciones acerca de algunas de Sus funciones y los esfuerzos que Él hace para ayudarnos. Al leer esas declaraciones, podemos hallar razones para escuchar y obedecer Sus palabras. Presta atención a las palabras escuchad y oíd en los versículos que se estudian en la lección de hoy.

Lee Doctrina y Convenios 45:1 y averigua lo que dijo Jesucristo acerca de Sí mismo. Si lo deseas, marca lo que encuentres.

El reconocer a Jesucristo como el Creador de esta tierra a la que hemos sido enviados, ¿cómo nos ayuda a escuchar y obedecer las cosas que Él dice?

Lee Doctrina y Convenios 45:2–3, y encuentra otras razones por las que debemos escuchar y obedecer al Salvador. Fíjate en la urgencia que transmite el versículo 2. Debemos escuchar al Salvador mientras aún haya tiempo para hacer lo que Él dice.

Doctrina y Convenios 45:3 nos enseña que Jesucristo es nuestro intercesor o abogado ante nuestro Padre Celestial. Observa la palabra es en Doctrina y Convenios 45:3. ¿Entiendes la diferencia entre decir: “Jesucristo será nuestro intercesor” y “Jesucristo es nuestro intercesor”? El Salvador no solamente abogará por nuestra causa en el juicio final, sino que es nuestro Intercesor cada día cuando oramos a nuestro Padre Celestial, nos arrepentimos y procuramos tener la compañía del Espíritu. Medita en los diversos modos en que necesitas que Jesucristo sea tu Intercesor [Abogado] en tu vida diaria.

Para que entiendas mejor la palabra intercesor y la relación del intercesor o abogado con el acusado, traza una línea entre las funciones de las personas en la columna de la izquierda con su significado correspondiente en la columna derecha.

Defendido

Se piensa que esta persona ha cometido un delito.

Juez

Esta persona aboga por la causa de otra.

Intercesor o abogado

Esta persona escucha la evidencia y determina las consecuencias de acuerdo con la ley.

Imagínate que eres culpable de haber quebrantado una ley y eres llevado a comparecer ante un juez. ¿Cómo te sentirías? ¿Por qué estarías agradecido de tener un intercesor que abogue por tu causa?

  1. Lee Doctrina y Convenios 45:4–5 y busca la manera en que Jesucristo cumple Su función como nuestro Intercesor y aboga por nuestra salvación. Luego contesta las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Por qué Jesucristo reúne los méritos para ser nuestro Intercesor o Abogado?

    2. ¿Qué le pedía el Salvador al Padre Celestial que considerara?

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Élder D. Todd Christofferson

El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, testificó del interés del Salvador en nuestra situación actual así como en nuestro juicio final: “Me siento particularmente complacido, y esto significa mucho para mí, de que en cualquier momento, y en cualquier circunstancia, puedo, mediante la oración, acercarme al trono de gracia, que mi Padre Celestial escuchará mi súplica, que mi Abogado, Aquel que no tenía pecado, cuya sangre fue derramada, intercederá por mi causa (véase D. y C. 45:3–5). Dependo mucho de ese acceso a Dios, el cual Él da a todos Sus hijos, porque en verdad no hace acepción de personas, y el que pide, recibirá” (“Sé en quién he confiado”, Liahona, julio de 1993, pág. 93).

La forma en que Jesucristo aboga por nosotros es diferente del modo en que lo hace un abogado que representa los derechos de una persona ante el tribunal, porque Él ya pagó el castigo por el pecado.

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Cómo te sientes al saber que Jesucristo es tu Intercesor o Abogado y que no solo aboga por tu causa, sino que Él paga por tus pecados?

    2. ¿Qué piensas que el Salvador desea que hagas para acercarte más a Él y aceptarlo como tu Intercesor o Abogado?

Doctrina y Convenios 45:6–10

El Salvador invita a todos a venir a Su convenio sempiterno

Estudia Doctrina y Convenios 45:6–10 y determina las razones que el Salvador dio para que lo escuchemos y obedezcamos.

El convenio sempiterno del que se habla en los versículos 9–10 es “la plenitud del evangelio de Jesucristo… es sempiterno en el sentido de que es el convenio de Dios y se ha disfrutado de él en todas las dispensaciones del Evangelio en que el pueblo ha estado dispuesto a recibirlo” (véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Nuevo y sempiterno convenio”, escrituras.lds.org).

Observa en Doctrina y Convenios 45:9 que Jesucristo envió Su sempiterno convenio “a fin de que sea una luz al mundo y un estandarte a [Su] pueblo… y sea un mensajero delante de [Su] faz, preparando el camino delante de [Él]”.

  1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio de las Escrituras:

    1. ¿Qué piensas que signifique “venid” al sempiterno convenio (D. y C. 45:10)?

    2. ¿De qué formas has visto que el Evangelio sea una luz o un estandarte para otras personas?

    3. ¿De qué manera el convenio sempiterno, o la plenitud del evangelio de Jesucristo, ayuda a preparar la vía para la venida del Señor?

Doctrina y Convenios 45:11–15

El Salvador habla de Enoc y su pueblo

Lee Doctrina y Convenios 45:11 y busca lo que el Señor compartirá con quienes escuchen y obedezcan Su voz.

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La ciudad de Sion es llevada al cielo

El Señor dijo que algunas personas lo llaman “el Dios de Enoc” (D. y C. 45:11). Enoc fue un gran profeta que vivió en una época anterior a Noé y el Diluvio. La tierra, en los días de Enoc, estaba llena de iniquidad, tal como lo estará en el tiempo de la segunda venida del Salvador, pero Enoc dirigió una sociedad de personas justas que vivían en una ciudad llamada Sion. Los habitantes de Sion finalmente fueron “separados de la tierra” o llevados al cielo por causa de su rectitud (véanse D. y C. 45:12; Moisés 7:69).

Lee Doctrina y Convenios 45:12 y determina para qué se reserva a la ciudad de Sion.

En Doctrina y Convenios 45:12–14 se nos enseña que el Señor ha recibido al pueblo de la ciudad de Sion para Sí y que los reservará “hasta que venga un día de rectitud”. Cuando llegue ese día, Enoc y su pueblo regresarán a la tierra para reunirse con el pueblo del Señor en la ciudad de la Nueva Jerusalén, que también será llamada Sion (véase Moisés 7:62–64). Todos los profetas han esperado anhelosamente ese día. Ese día no ha venido aún debido a la iniquidad de las personas sobre la tierra, pero los hombres santos que lo han esperado anhelosamente lo verán algún día.

  1. Lee Doctrina y Convenios 45:15. Luego repasa Doctrina y Convenios 45:1–14 y reflexiona sobre una de las funciones o características del Salvador que te motive a querer escuchar y obedecer Su voz. Explica en tu diario de estudio de las Escrituras por qué esa función o característica te anima a desear escuchar y obedecer la voz del Salvador.

Un principio que podemos aprender en estos primeros versículos de Doctrina y Convenios 45 es que al aprender acerca del Salvador y lo que Él ha hecho por nosotros, aumenta nuestro deseo de escuchar y obedecer Su voz. El Señor se presentó a Sí mismo e invitó a los santos a escuchar y obedecer Su voz debido a la importancia del resto de Doctrina y Convenios 45.

Lee Doctrina y Convenios 45:15–16, y determina aquello de lo cual dijo el Señor que hablaría y profetizaría. ¿Cómo puedes prepararte para escuchar y obedecer las palabras del Señor al estudiar el resto de Doctrina y Convenios 45 en la próxima lección?

  1. Escribe lo siguiente en tu diario de estudio de las Escrituras al final de las asignaciones de hoy:

    He estudiado Doctrina y Convenios 45:1–15, y he terminado esta lección el (fecha).

    Preguntas adicionales, ideas y reflexiones que me gustaría compartir con mi maestro: