Esta es la segunda de dos lecciones sobre la revelación que está registrada en Doctrina y Convenios 138. Mientras el presidente Joseph F. Smith estaba meditando sobre algunos pasajes del Nuevo Testamento, tuvo una visión del mundo de los espíritus y de los espíritus justos que estaban esperando ser liberados de las ligaduras de la muerte. El presidente Smith también vio que Jesucristo, entre el tiempo de Su muerte y de Su resurrección, organizó y autorizó a siervos justos para enseñar el Evangelio a los espíritus que estaban en la prisión espiritual.
El presidente Joseph F. Smith llega a saber cómo se predicó el Evangelio en el mundo de los espíritus
Comente a los alumnos que las personas por todo el mundo profesan creencias diferentes acerca de lo que nos ocurre al morir. Pregúnteles si alguna vez han conocido a personas con creencias distintas concernientes a lo que nos sucede después de morir. Invite a algunos alumnos a compartir sus experiencias. (Cuídese de no hablar negativamente de las creencias religiosas de otras personas ni denigrarlas).
¿Cómo podemos saber qué creencias sobre la vida después de la muerte son ciertas? (Quizá sería bueno señalar que incluso algunos Santos de los Últimos Días pueden tener creencias erróneas sobre la vida después de la muerte).
Como complemento a las respuestas de los alumnos, pida a un alumno que lea en voz alta la siguiente declaración del élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
Imagen
Élder D. Todd Christofferson
“Las Escrituras son el criterio para medir la exactitud y la verdad” (“La bendición de las Escrituras”, Liahona, mayo de 2010, pág. 34).
Afirme que podemos saber la precisión de varias creencias en cuanto a la vida después de la muerte si comparamos esas creencias con las verdades que el Señor ha revelado en las Escrituras, tal como en Doctrina y Convenios 138.
Dibuje el diagrama siguiente en la pizarra. Usted podría explicar brevemente que en cierto modo, todo el mundo de los espíritus se puede considerar como una prisión, ya que incluso los espíritus de los justos consideran un cautiverio el estar separados de su cuerpo (véase D. y C. 138:49–50).
Imagen
diagrama del paraíso y la prisión espiritual
A fin de ayudar a los alumnos a repasar brevemente verdades que aprendieron en la lección anterior sobre la sección 138, asigne a la mitad de la clase que busque en Doctrina y Convenios 138:12–15, 22 detalles en cuanto a quiénes irán al paraíso espiritual al momento de la muerte y las condiciones en las que vivirán. Asigne a la otra mitad de la clase que escudriñe Doctrina y Convenios 138:20–22 para conocer los detalles de quiénes irán a la prisión espiritual al morir y las condiciones que experimentarán allí. Pida a los alumnos que den un informe de lo que encuentren.
Señale que no solo los inicuos y los rebeldes van a la prisión espiritual cuando mueren, sino también todos los que mueren en sus pecados sin un conocimiento del Evangelio (véase D. y C. 138:32). Recuerde a los alumnos que mientras el presidente Joseph F. Smith estaba meditando sobre pasajes de 1 Pedro, el Señor le reveló la forma en que las personas que estén en la prisión espiritual tendrán la oportunidad de recibir las bendiciones del Evangelio.
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 138:7–10 en voz alta, y a la clase a seguir la lectura en silencio y a buscar lo que Pedro dijo que el Salvador hizo después de que fue “muerto en la carne”.
¿Qué dijo Pedro que el Salvador hizo cuando fue al mundo de los espíritus?
Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 138:25–28 en voz alta, y a la clase que siga la lectura en silencio y que descubra lo que el presidente Smith se preguntó al estar reflexionado en la obra del Señor en el mundo de los espíritus.
¿Cuál fue la pregunta del presidente Smith? (Una vez que los alumnos respondan, quizá sería bueno anotar la siguiente pregunta en la pizarra: ¿Cómo fue posible que el Señor predicara el Evangelio a todas las personas de la prisión espiritual en solo tres días?)
Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 138:29–32 en voz alta, y a la clase que busque la respuesta que el presidente Smith recibió a medida que meditaba.
¿Cómo predicó el Salvador el Evangelio en tan corto tiempo a los que estaban en la prisión espiritual?
Diga a los alumnos que utilicen lo que aprendieron en los versículos 29–32 para expresar una verdad sobre la forma en que se enseñó el Evangelio en el mundo de los espíritus. Deben reconocer algo similar a la siguiente verdad: Bajo la dirección de Jesucristo, mensajeros justos enseñan el Evangelio a los que se hallan en la prisión espiritual. Quizás quiera invitar a los alumnos a marcar las frases del versículo 30 que enseñan esta doctrina).
Dibuje una flecha en el diagrama desde el paraíso hasta la prisión espiritual para representar a los mensajeros justos que predican el Evangelio en la prisión espiritual.
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 138:33–34 en voz alta, y a la clase a seguir la lectura en silencio y a buscar lo que los mensajeros justos del Señor enseñaron a los espíritus encarcelados. Pida a los alumnos que expliquen lo que encuentren.
¿Cómo se comparan esas enseñanzas con lo que se enseña a las personas que se están preparando para el bautismo en la vida terrenal?
¿Qué es el “bautismo vicario”?
Según el versículo 34, ¿por qué es necesario predicar esos principios del Evangelio a quienes se encuentran en la prisión espiritual? (Quizá sea necesario explicar que ser “juzgados en la carne según los hombres” significa que todos los hijos de Dios, vivos o muertos, necesitan tener la oportunidad de aprender sobre el Evangelio y de aceptarlo, a fin de que se les pueda juzgar con la misma norma).
Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 138:35–37 en voz alta, y a la clase que siga la lectura en silencio y que busque cuántos espíritus tendrán la oportunidad de aceptar el evangelio de Jesucristo.
¿Por qué creen que sea importante saber que todos los hijos del Padre Celestial tendrán la oportunidad de escuchar y aceptar el evangelio de Jesucristo?
Para que los alumnos entiendan cómo todos escucharán el Evangelio, aclare que aunque el Salvador visitó el mundo de los espíritus solo por un breve tiempo después de morir, Él organizó a los espíritus justos para que predicaran el Evangelio a los que están en la prisión espiritual. Esa labor continúa hoy en día. Las personas que en la actualidad fallecen sin haber escuchado o aceptado el Evangelio tendrán igualmente la oportunidad de escucharlo y aceptarlo en el mundo de los espíritus.
El presidente Smith ve a los espíritus nobles y grandes que habían de predicar el Evangelio en la prisión espiritual
Pida a los alumnos que piensen en miembros de su familia o antepasados justos que hayan muerto.
¿Alguna vez se han preguntado qué están haciendo en el mundo de los espíritus?
Recuerde a los alumnos que en Doctrina y Convenios 138:38–49, el presidente Joseph F. Smith registró los nombres de muchos de los espíritus “grandes y poderosos” que vio en el mundo de los espíritus que esperaban que el Salvador se les apareciera tras morir en la cruz. Algunos de los espíritus que visitó el Salvador eran profetas del Antiguo Testamento y del Libro de Mormón. Comenzando con el versículo 53, leemos que el presidente Smith también vio espíritus selectos que iban a nacer en los últimos días, incluso al profeta José Smith (su tío) y Hyrum Smith (su padre).
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 138:53–56 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y que determine cómo contribuyeron esas personas, cuando estaban en la tierra, a la salvación de los que estaban en la prisión espiritual.
Los líderes de la Iglesia de esta dispensación, ¿cómo han ayudado a los espíritus en prisión?
Después que los alumnos hayan descubierto que los profetas de los últimos días ayudan en la redención de los muertos al edificar templos y administrar las ordenanzas del templo por los muertos, dibuje o coloque una ilustración de un templo junto al diagrama en la pizarra.
Según los versículos 55–56, ¿cuándo comenzaron esos líderes a prepararse para la obra que realizarían aquí en la tierra?
Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 138:57 en voz alta, y a la clase que siga la lectura en silencio y que busque lo que los élderes fieles seguirán haciendo después de morir.
¿Qué seguirán haciendo los élderes fieles después de morir?
A fin de aclarar que la obra en el mundo de los espíritus no está limitado a los que poseen el Sacerdocio de Melquisedec, invite a un alumno a leer en voz alta las siguientes palabras del presidente Joseph F. Smith. Pida a la clase que preste atención a fin de descubrir lo que las mujeres fieles hacen en el mundo de los espíritus:
Imagen
Presidente Joseph F. Smith
“Estas buenas hermanas que han sido apartadas, ordenadas para la obra… estarán plenamente autorizadas y facultadas para predicar el Evangelio y ministrar a las mujeres mientras los élderes y profetas lo prediquen a los hombres” (Doctrina del Evangelio, 1978, pág. 454).
Quizá sería bueno invitar a los alumnos a marcar las frases del versículo 57 que enseñan la siguiente verdad: Después de dejar la vida terrenal, los santos fieles continuarán la labor de predicar el Evangelio.
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 138:58–59 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y que averigüe lo que deben hacer los muertos para ser redimidos. Pida a los alumnos que expliquen lo que encuentren.
¿Qué sucederá con los que se arrepientan en el mundo de los espíritus? (Los alumnos tal vez utilicen otras palabras, pero deben reconocer el siguiente principio: Los espíritus que se arrepientan serán redimidos mediante la obediencia a las ordenanzas del templo, serán limpiados por medio de la Expiación y recibirán su recompensa).
¿En qué forma podemos ayudar en la obra de salvación por los muertos mientras estamos aquí en la tierra? (Trabajando en la obra de historia familiar y participando en las ordenanzas del templo por los muertos).
Como parte del análisis, quizá desee invitar a un alumno a leer en voz alta las siguientes palabras del élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
Imagen
Élder Richard G. Scott
“Toda obra que hagas en el templo es tiempo bien utilizado, pero recibir las ordenanzas en forma vicaria por alguno de tus antepasados hará el tiempo que pases en el templo más sagrado e incluso se recibirán bendiciones aún más grandiosas” (“El gozo de redimir a los muertos”, Liahona, noviembre de 2012, pág. 94).
Señale la ilustración del templo en la pizarra. Testifique que cuando asistimos a los templos para efectuar ordenanzas por los que han fallecido, les ayudamos a ser redimidos de la prisión espiritual y a unirse a los espíritus de los justos en el paraíso, si es que ellos aceptan las ordenanzas.
En el diagrama de la pizarra, dibuje una flecha desde la prisión espiritual hasta el paraíso para representar la redención de los espíritus arrepentidos.
¿De qué manera influye ese conocimiento en sus experiencias al realizar la obra del templo y de historia familiar?
¿De qué forma han sido bendecidos al participar en la obra de historia familiar y del templo? (Usted también podría compartir alguna experiencia que haya tenido).
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 138:60 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio para conocer el testimonio del presidente Joseph F. Smith acerca de las verdades que él registró.
Aliente a los alumnos a programar algún tiempo en las próximas semanas para trabajar en la historia familiar o efectuar la obra del templo.
Para finalizar, comparta su testimonio del Señor Jesucristo y de las bendiciones de la Expiación que están al alcance de los vivos y los muertos.
Comentarios e información de contexto
Doctrina y Convenios 138:58. Las bendiciones que se reciben al participar en la obra de historia familiar y del templo
El élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dio la siguiente promesa a los jóvenes que participen en la obra de historia familiar y del templo:
Imagen
Élder Richard G. Scott
“¿Deseas una forma segura de eliminar la influencia del adversario en tu vida? Dedícate a la búsqueda de tus antepasados, prepara sus nombres para las sagradas ordenanzas vicarias del templo y después ve como representante para recibir por ellos las ordenanzas del bautismo y del don del Espíritu Santo. A medida que crezcas, podrás también ser partícipe de recibir las demás ordenanzas. No puedo pensar en una protección mayor contra la influencia del adversario en tu vida” (“El gozo de redimir a los muertos”, Liahona, noviembre de 2012, pág. 94).