La expansión de la Iglesia a Misuri y el traslado del obispo Edward Partridge a ese lugar hizo necesario que se llamara a otro obispo en Ohio. El 4 de diciembre de 1831, el profeta José Smith recibió tres revelaciones, las cuales se han combinado y están en Doctrina y Convenios 72. Las revelaciones daban a conocer el llamamiento de Newel K. Whitney como el nuevo obispo de Ohio, comunicaban algunos de los deberes del obispo Whitney y daban instrucciones concernientes al recogimiento en Sion. La revelación que está en Doctrina y Convenios 73, dada en enero de 1832, contiene la instrucción del Señor a José Smith y a Sidney Rigdon de reanudar la obra de traducción de la Biblia. La revelación que está en Doctrina y Convenios 74 se recibió en 1830, antes que se restaurara la Iglesia. Contiene la explicación del Señor de 1 Corintios 7:14, un pasaje de las Escrituras que algunas personas habían usado para justificar el bautismo de los niños pequeños.
El Señor llama a Newel K. Whitney como obispo en Ohio
Pregunte a los alumnos cuáles son los llamamientos de la Iglesia considerarían muy difíciles de desempeñar.
¿Se les ha extendido algún llamamiento o se les ha pedido hacer algo difícil en la Iglesia y se han sentido agobiados o incapaces de lograrlo? Si es así, ¿por qué?
Pida a los alumnos que examinen Doctrina y Convenios 72:1–2 en silencio y que busquen el llamamiento que hacía falta extender en la Iglesia. (Quizás desee explicar que la frase “en esta parte de la viña del Señor” se refería a Ohio).
¿Qué llamamiento hacía falta extender en Ohio?
Para ayudar a los alumnos a comprender por qué hacía falta un nuevo obispo en Ohio, pídales que recuerden a quién se llamó como el primer obispo de la Iglesia (Edward Partridge; véase D. y C. 41:9). Explique que al expandirse la Iglesia a Misuri y al trasladarse el obispo Partridge a Independence, Misuri (a unos 1.600 km de Kirtland), el Señor declaró que se necesitaba un nuevo obispo en Ohio. Invite a algunos alumnos a turnarse para leer en voz alta Doctrina y Convenios 72:3–6. Pida a la clase que siga la lectura en silencio en busca de frases que expliquen por qué necesitaban un obispo los santos de Ohio.
Según los versículos 3 y 5, ¿por qué necesitaban un obispo los santos de Ohio? (A fin de poder dar cuenta de sus mayordomías al obispo).
¿De qué modo se asemeja ello a nuestro deber de rendir cuentas al obispo o al presidente de rama hoy en día?
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 72:7–8 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar a quién se llamó como obispo en Ohio y quién lo escogió para cumplir ese llamamiento.
¿A quién se llamó como nuevo obispo en Ohio?
¿Quién escogió a Newel K. Whitney como el nuevo obispo?
¿Qué doctrina aprendemos en el versículo 8 concerniente a los llamamientos de servir en la Iglesia del Señor? (Las respuestas de los alumnos podrían reflejar la doctrina siguiente: Los llamamientos de servir en la Iglesia de Jesucristo provienen del Salvador).
Pida a los alumnos que piensen cómo se sentirían si se les extendiera un llamamiento difícil. Invite a un alumno a leer en voz alta el siguiente relato, que narró el élder Orson F. Whitney, del Cuórum de los Doce Apóstoles, nieto de Newel K. Whitney. Pida a la clase que preste atención a lo que sintió el hermano Whitney cuando se le llamó a ser obispo y lo que supo acerca de dónde procedía su llamamiento.
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Élder Orson F. Whitney
“La idea de asumir esa importante responsabilidad (el oficio de obispo) era casi más de lo que [Newel K. Whitney] podía soportar… Él… dudaba… de su aptitud y [se sentía] incapaz de cumplir con la excelsa y santa comisión. En su desconcierto, recurrió al Profeta:
“‘Hermano José, yo no me veo como obispo. Sin embargo, si usted dice que es la voluntad del Señor, lo intentaré’.
“‘No tiene por qué creer en mi palabra solamente’, le contestó el Profeta con bondad; ‘vaya y pregúntele usted mismo al Padre’.
“Newel… decidió hacer lo que [el Profeta] le había aconsejado… Su humilde y sincera oración fue contestada. En el silencio de la noche y la soledad de su aposento, escuchó una voz de los cielos que decía: ‘Tu fortaleza radica en mí’. Las palabras eran pocas y sencillas, mas contenían un universo de significado; las dudas se habían disipado cual el rocío ante el alba. De inmediato buscó al Profeta y le dijo que estaba satisfecho y dispuesto a aceptar el oficio al cual se le había llamado” (“The Aaronic Priesthood”, Contributor, enero de 1885, pág. 126).
¿Qué ayudó a Newel K. Whitney a aceptar bien dispuesto el llamamiento de servir como obispo?
¿Qué aprendemos de esa experiencia que puede ayudarnos si nos sentimos agobiados por algún llamamiento o asignación de la Iglesia?
¿De qué modo el comprender que los llamamientos de servir en la Iglesia proceden del Salvador les ayuda a aceptarlos y esforzarse diligentemente por cumplirlos?
Considere compartir alguna experiencia que haya fortalecido su testimonio de que los llamamientos de servir en la Iglesia provienen del Señor.
Escriba la siguiente verdad en la pizarra: Los obispos y los presidentes de rama se ocupan de los asuntos temporales y espirituales de la Iglesia en el barrio o la rama. (Quizás desee explicar que temporales se refiere a lo relacionado con la existencia física. Por ejemplo, el obispo o presidente de rama se ocupa de las propiedades de la Iglesia, de los fondos de esta y del uso de los artículos que haya en el almacén del obispo).
A fin de resumir Doctrina y Convenios 72:9–26, explique que dichos versículos describen algunos de los deberes del obispo Whitney. Explique que las responsabilidades del obispo que describe el Señor en esta revelación corresponden fundamentalmente a la función de aquel bajo la ley de consagración. Durante ese período, la Iglesia no estaba dividida en barrios con obispos que los presidían como lo está ahora. En aquel momento había solo dos obispos: el obispo Whitney era el de los santos de Ohio y el obispo Partridge era el de los de Misuri.
El Señor manda a José Smith y a Sidney Rigdon continuar con la traducción de la Biblia
Dé un resumen de Doctrina y Convenios 73:1–2; para ello, explique que el Señor mandó que los élderes que habían estado predicando continuaran haciéndolo hasta la siguiente conferencia, que se celebraría en dos semanas. El profeta José Smith y Sidney Rigdon habían estado predicando para contribuir a contrarrestar la información errónea sobre la Iglesia que había surgido de la publicación de las cartas de Ezra Booth. Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 73:3–4 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio para determinar en qué pidió el Señor que se concentraran José Smith y Sidney Rigdon tras la conferencia.
¿En qué pidió el Señor que José Smith y Sidney Rigdon concentraran sus esfuerzos? ¿A qué “trabajo de la traducción” se refería el Señor? (La revisión de la Biblia).
Invite a los alumnos a imaginarse que prestan servicio como misioneros de tiempo completo de la Iglesia. Al hablar con un matrimonio que investiga la Iglesia, se enteran de que este tuvo un hijo que falleció cuando tenía solo unos pocos meses de edad. El ministro religioso de su iglesia les dijo que el niño no podría ir al cielo, porque murió sin haber sido bautizado. El padre y la madre sentían un gran pesar debido a la muerte de su hijo y al creer que su bebé había perdido la salvación.
Pida a los alumnos que piensen cómo reaccionarían ante esa situación, y dígales que podrán responder más delante, durante la lección.
Explique que Doctrina y Convenios 74 contiene la explicación del Señor de 1 Corintios 7:14. Invite a un alumno a leer en voz alta Doctrina y Convenios 74:1, donde están las palabras del apóstol Pablo de 1 Corintios 7:14. Indique a los alumnos que ese versículo de 1 Corintios se ha utilizado para justificar la práctica del bautismo de los niños pequeños. (Tal vez desee explicar también que la palabra incrédulo en el versículo 1 se refiere a los judíos que no habían aceptado el evangelio de Jesucristo. Pablo no decía que alguien podía salvarse gracias a la rectitud de su cónyuge, sino que la conversión de uno de ellos podía ejercer una influencia santificadora en la familia).
Invite a algunos alumnos a turnarse para leer en voz alta Doctrina y Convenios 74:2–6. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y determine los problemas que habían surgido en la época del apóstol Pablo cuando un cónyuge se convertía al evangelio de Jesucristo y el otro seguía practicando la ley de Moisés.
¿Qué dificultades se producían en ese tipo de matrimonio? (Los cónyuges contendían en cuanto a si habían de enseñar a sus hijos a creer y obedecer el evangelio de Jesucristo o la ley de Moisés [véase el versículo 3]; los hijos que se criaban obedeciendo la ley de Moisés crecían sin creer en el evangelio de Jesucristo [véase el versículo 4]).
El que haya distintas creencias religiosas en un matrimonio, ¿cómo afecta a la familia de esa pareja?
Explique que la expiación de Jesucristo dio cumplimiento a la ley de Moisés y ya no era necesaria la circuncisión; no obstante, los judíos que observaban la ley de Moisés creían que los hijos varones eran impuros salvo que se circuncidaran. Tal creencia causaba problemas en las familias en las que uno de los padres creía en el evangelio de Jesucristo y el otro en la ley de Moisés. Hoy en día, conflictos similares en cuanto a las creencias y costumbres religiosas pueden presentarse en las familias en las que uno de los cónyuges es miembro de la Iglesia y el otro no lo es.
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 74:7 en voz alta. Pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio para determinar lo que el Señor enseñó sobre los niños pequeños.
¿Qué enseñó el Señor sobre los niños pequeños? Aunque los alumnos empleen palabras diferentes, sus respuestas deben reflejar lo siguiente: Los niños pequeños son santos, porque son santificados mediante la expiación de Jesucristo. Si lo desea, sugiera a los alumnos que marquen esta doctrina en sus ejemplares de las Escrituras).
Basándose en lo que han aprendido sobre la salvación de los niños pequeños en Doctrina y Convenios 74:7 y Moroni 8:8–12, ¿qué enseñarían al matrimonio que pensaba que su hijito fallecido no podía estar en el cielo?
Invite a uno o dos grupos de dos alumnos a explicar lo que enseñarían. Concluya con su testimonio del poder de la expiación del Salvador para redimir a los niños pequeños.
El obispo Edward Partridge fue el primer obispo de la Iglesia. El obispo Newel K. Whitney procedía bajo la dirección del obispo Partridge. El presidente Joseph Fielding Smith explicó:
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Presidente Joseph Fielding Smith
“El obispo de Kirtland [Newel K. Whitney] debía ‘entregar’ el registro de las mayordomías al obispo en Sion [Edward Partridge], lugar en donde se guardarían los registros permanentes. Para esta responsabilidad se llamó a Newel K. Whitney en función de obispo. Él debía administrar el almacén del Señor en Kirtland y recibir los fondos de esa parte de la viña y recibir informes de los élderes tal como se le había mandado; atender a las carencias de ellos, quienes debían pagar por todo lo que recibieran, hasta donde les fuera posible hacerlo. Los fondos recibidos eran consagrados para el bienestar de la Iglesia, ‘para los pobres y los necesitados’. Si había quienes no tenían con qué pagar, se hacía una cuenta, la que se entregaba ‘al obispo de Sion, el cual pagará la deuda con lo que el Señor ponga en sus manos’” (Church History and Modern Revelation, 2 tomos, 1953, tomo I, pág. 270). véase también Doctrina y Convenios e Historia de la Iglesia: Guía de estudio para el alumno, manual del Sistema Educativo de la Iglesia, 2000, pág. 86).
La ley de consagración jamás se puso totalmente en práctica en Ohio de manera completa, que comprendiera toda la comunidad. Se hizo el intento con los santos de Colesville en Thompson, Ohio, pero estos no lo lograron debido a diversos factores, entre ellos, el retiro del ofrecimiento de Leman Copley de permitir a los santos de Colesville vivir en sus tierras (véase D. y C. 54). No obstante, aun así se vivían los principios y las prácticas de la ley de consagración. Algunos miembros tenían mayordomías y se había establecido un almacén del obispo para ayudar a velar por los pobres y necesitados, así como por las necesidades temporales de la Iglesia. El obispo Newel K. Whitney debía supervisar y administrar esas partes de la ley de consagración, junto con otros asuntos temporales de la Iglesia en Ohio. Ello abarcaba la responsabilidad de administrar las propiedades de la Iglesia en la zona.
Una de las responsabilidades principales del obispo Whitney era ayudar a atender a los pobres y necesitados. Una forma de hacerlo era repartir los alimentos entregados por los miembros, quienes tenían “reuniones de ayuno” con el propósito de proporcionar alimentos a los necesitados. Al desempeñarse en su llamamiento, el obispo Whitney contribuyó con sus dotes de comerciante y sacrificó muchos de sus recursos por la Iglesia y para cuidar de los demás. Sirvió fielmente en el oficio de obispo hasta el fin de sus días —un período de unos 19 años— durante los cuales también se desempeñó como Obispo Presidente de la Iglesia, al ocupar el puesto que al principio ocupaba Edward Partridge.
Tras la conferencia de noviembre de 1831 en Hiram, Ohio, se llamó a seis hombres a consagrar su tiempo y trabajo a administrar la publicación, impresión y distribución de las publicaciones de la Iglesia, incluso de las Escrituras (véase D. y C. 70:3–4). El grupo de hombres, integrado por José Smith, Martin Harris, Oliver Cowdery, John Whitmer, Sidney Rigdon y William W. Phelps, se denominó la Firma Literaria. El Señor autorizó a aquellos hombres a solicitar ayuda al obispo para su sostén (véase D. y C. 72:20), con el objetivo en mente de que con el tiempo el emprendimiento de la imprenta produjera suficientes ingresos para ser autosuficiente. Los integrantes de la Firma Literaria habían de mantenerse económicamente con los ingresos del emprendimiento, aunque todo excedente debía consagrarse al almacén del Señor (véase D. y C. 70:5–8). Aunque la Firma Literaria no duró más que unos pocos años, hizo una gran contribución al mundo al publicar el Libro de Mandamientos y el subsiguiente libro de Doctrina y Convenios, así como los periódicos de la Iglesia, por ejemplo, el Evening and the Morning Star. (Véase Documents, Volume 2: July 1831–January 1833, tomo II de la serie Documents de The Joseph Smith Papers, 2013, págs. XXV–XXVI).
El élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, aconsejó sobre la manera de afrontar las tradiciones o costumbres contrarias al evangelio de Jesucristo:
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Élder Richard G. Scott
“El aprecio por un patrimonio étnico, cultural o nacional puede ser muy bueno y beneficioso, pero también puede perpetuar costumbres que un devoto Santo de los Últimos Días debe dejar de lado…
“[El presidente Howard W. Hunter dijo]: ‘Les sugiero que den un lugar de prioridad absoluta a su condición de miembros de la Iglesia de Jesucristo. Juzguen cualquier cosa que les pidan que hagan, provenga ello de sus familiares u otros seres queridos, de su patrimonio cultural o de las tradiciones que hayan heredado; júzguenlo todo según las enseñanzas del Salvador. Si algo no va de acuerdo con esas enseñanzas, pongan el asunto a un lado y no persistan en él. No les traerá felicidad’ (“Counsel to Students and Faculty”, colegio universitario de la Iglesia en Nueva Zelanda, 12 de noviembre de 1990)” (“Removing Barriers to Happiness”, Ensign, mayo de 1998, pág. 85).