Seminario
Lección 147: Salida de Nauvoo


Lección 147

Salida de Nauvoo

Introducción

Después del martirio del profeta José Smith, el Cuórum de los Doce Apóstoles, bajo la dirección de su presidente de cuórum, Brigham Young, dirigió la Iglesia y continuó la obra del Señor. Animaron a los santos a terminar el templo de Nauvoo. Debido a la persecución continua, también aconsejaron a los santos que se prepararan para mudarse al oeste.

Sugerencias para la enseñanza

Los santos trabajan diligentemente para recibir las bendiciones del templo

Pida a los alumnos que piensen en alguna ocasión en la que hayan hecho algo difícil porque sabían que el resultado merecería la pena. Podría compartir una experiencia personal con la clase. Invite a varios alumnos a compartir sus experiencias.

Explique que, tras la muerte del profeta José Smith, los santos tenían la difícil tarea de terminar el templo de Nauvoo.

  • ¿Por qué creen que habría sido difícil para los santos cumplir con ese mandamiento que se dio por medio de José Smith?

Muestre una lámina del actual Templo de Nauvoo, Illinois (véase Libro de obras de arte del Evangelio, 2009, nro. 118; véase también LDS.org). Explique que para los santos fue un enorme sacrificio construir el templo de Nauvoo. Invite a un alumno a leer en voz alta el párrafo siguiente. Pida a los alumnos que presten atención a los sacrificios que hicieron los santos para construir el primer templo en Nauvoo.

Imagen
Templo de Nauvoo, Illinois

En la conferencia general de octubre de 1844, el presidente Brigham Young pidió a los santos que donaran sus diezmos y ofrendas para construir el templo. Como respuesta, cada hermana de la Sociedad de Socorro donó un centavo a la semana para comprar materiales de construcción. Muchos hombres diezmaron su tiempo al trabajar en el templo un día de cada diez. Los demás dieron más de una décima parte de sus recursos. Joseph Toronto entregó a Brigham Young $2500 dólares en oro, diciéndole que quería entregar todo lo que tenía para edificar el Reino de Dios (véase La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, Manual para el alumno, segunda edición, Sistema Educativo de la Iglesia, 2003, págs. 331–332; véase también Nuestro Legado, 1996, págs. 59–60).

  • ¿Por qué creen que los santos estaban dispuestos a sacrificar tanto para construir el templo?

Después de que los alumnos analicen esta pregunta, explique que la persecución complicó la finalización del templo de Nauvoo. Muchos enemigos de la Iglesia pensaban que, una vez muerto José Smith, la Iglesia se derrumbaría. Sin embargo, cuando la Iglesia siguió creciendo y floreciendo, los enemigos de la Iglesia intensificaron sus esfuerzos por expulsar a los santos de Illinois.

Invite a un alumno a leer en voz alta el párrafo siguiente. Pida a la clase que preste atención a lo que hicieron los enemigos de la Iglesia para intentar destruirla.

En septiembre de 1844, el coronel Levi Williams, una de las personas acusadas posteriormente del asesinato de José y Hyrum Smith, organizó una gran campaña militar para expulsar de Illinois a los Santos de los Últimos Días. En la publicidad que se hizo, se le dio el nombre de “la gran cacería de lobos en el condado de Hancock” (véase La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, pág. 329). Al enterarse de ello, el gobernador Thomas Ford de Illinois envió al general John Hardin de la milicia del estado para mantener la paz en el condado. Un año después, en septiembre de 1845, el coronel Williams condujo a una turba de 300 hombres que atacaron los asentamientos de los Santos de los Últimos Días en los alrededores, quemaron muchas casas, instalaciones de granjas, molinos y pilas de grano que no tenían protección. A mediados de septiembre, el presidente Brigham Young pidió voluntarios para ir a rescatar a esos santos. Los santos de Nauvoo prepararon 134 vagones para conducir sanas y salvas a Nauvoo a las familias de los asentamientos distantes (véase La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, Manual para el alumno, págs. 329–301; David E. Miller and Della S. Miller, Nauvoo: The City of Joseph, págs. 185–86).

  • ¿Cómo creen que esos ataques hicieron difícil que se continuara trabajando en el templo?

Explique que muchos habitantes de Illinois temían que la presencia de los Santos de los Últimos Días condujera a una guerra civil, y pidieron a los santos que se marcharan del estado. El 24 de septiembre de 1845, el Cuórum de los Doce Apóstoles publicó una carta en la que prometía que la Iglesia se marcharía la primavera siguiente.

  • ¿Por qué motivo esa decisión pudo haber resultado difícil de tomar?

  • ¿Cómo creen que la decisión de marcharse de Nauvoo pudo haber afectado el esfuerzo de los santos por terminar el templo?

Cuando los alumnos hayan terminado de analizar esta pregunta, explique que aunque los santos sabían que tendrían que marcharse de Illinois, siguieron trabajando en el templo.

  • ¿Por qué creen que los santos continuaron trabajando en el templo pese a que sabían que tendrían que marcharse?

Recuerde a los alumnos que, en ese momento, las ordenanzas del templo necesarias para la exaltación todavía no estaban al alcance de los miembros de la Iglesia en general. En una revelación dada en 1841, el Señor prometió a los santos que, si construían el templo de Nauvoo, podrían recibir esas ordenanzas (véase D. y C. 124:27–44).

  • ¿Qué podemos aprender de los relatos de los sacrificios y dificultades de los santos para construir el templo? (Es posible que los alumnos mencionen diversos principios; por ejemplo, los siguientes: El recibir las ordenanzas del templo merece todo nuestro esfuerzo y sacrificio justos. Escriba en la pizarra este principio y cualquier otro principio que mencionen los alumnos).

Invite a un alumno a leer en voz alta la siguiente declaración del presidente Thomas S. Monson. Pida a la clase que preste atención a los sacrificios que algunos santos de la época moderna hicieron para recibir las ordenanzas del templo.

Imagen
Presidente Thomas S. Monson

“Hace muchos años leí que un grupo de más de cien miembros partieron de Manaus, ubicada en el corazón de la selva amazónica, para viajar a lo que entonces era el templo más cercano, que estaba en Sao Paulo, Brasil; a unos 4000 kilómetros de Manaus. Esos santos fieles viajaron cuatro días y cuatro noches en bote por el río Amazonas y sus ríos tributarios. Después del viaje por agua, anduvieron en autobuses por otros tres días, viajando por caminos llenos de baches, con muy poco para comer y sin un lugar cómodo para dormir. Después de siete días completos llegaron al Templo de São Paulo, donde se efectuaron ordenanzas de naturaleza eterna. Por supuesto, su viaje de regreso fue igual de difícil; sin embargo, habían recibido las ordenanzas y las bendiciones del templo y, aunque sus monederos habían quedado vacíos, ellos estaban llenos del espíritu del templo y de gratitud por las bendiciones que habían recibido” (“El Santo Templo: Un faro para el mundo”, Liahona, mayo de 2011, pág. 91).

  • ¿Qué sacrificios hicieron los santos de Manaus para recibir las ordenanzas del templo?

Pida a tres alumnos que pasen al frente de la clase y lean en voz alta los relatos siguientes. Pida a los alumnos que presten atención al esfuerzo justo que hicieron los santos de Nauvoo para recibir las ordenanzas del templo.

  1. Los líderes de la Iglesia dedicaban las salas del templo a medida que se iban terminando, a fin de poder empezar la obra de ordenanzas lo antes posible. El ático del templo se dedicó para la obra de las ordenanzas el 30 de noviembre de 1845. Los santos empezaron a recibir su investidura al atardecer del 10 de diciembre, y las sesiones de investidura continuaron hasta las tres de la mañana del 11 de diciembre. (Véase La historia de la Iglesia en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, Manual para el alumno, pág. 332).

  2. A finales de 1845, más de 1000 miembros habían recibido las ordenanzas del templo. En enero de 1846, el presidente Brigham Young escribió, “Ha sido tal el anhelo de los santos de recibir las ordenanzas del templo, y tal el nuestro de administrárselas, que me he dedicado por completo a la obra del Señor en el templo día y noche, no durmiendo generalmente más de cuatro horas por día y yendo a mi casa solo una vez por semana” (en History of the Church, tomo VII, pág. 567; véase también La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, pág. 332). Hubo muchos otros entre los hermanos y hermanas que también dedicaron tiempo a lavar la ropa del templo todas las noches, de manera que la obra pudiera continuar ininterrumpida a la mañana siguiente. (Véase La historia de la Iglesia en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, Manual para el alumno, pág. 332).

  3. El 3 de febrero de 1846, el presidente Young salió del templo con el objeto de prepararse para marcharse de Nauvoo al día siguiente; pero al salir vio a un gran grupo de miembros que seguían esperando para recibir la investidura. Sintió compasión por ellos y regresó al templo para continuar rindiéndoles servicio. No pudo marcharse de Nauvoo hasta dos semanas después. De acuerdo con los registros del templo, 5615 santos recibieron la investidura antes de partir hacia el oeste. (Véase La historia de la Iglesia en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, Manual para el alumno, pág. 332).

  • ¿Qué les llama la atención acerca del esfuerzo que hicieron los santos por recibir las ordenanzas del templo?

Para ayudar a los alumnos a sentir la verdad y la importancia de los principios escritos en la pizarra, y para ayudarlos a aplicar estos principios en su vida, pídales que respondan las siguientes preguntas en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras. (Escriba las preguntas en la pizarra).

¿Qué esfuerzos y sacrificios tenemos que realizar para poder recibir las ordenanzas del templo?

¿Por qué motivo creen que merece la pena trabajar mucho y sacrificarse para recibir las ordenanzas del templo?

¿Qué necesitan hacer ustedes para poder recibir las ordenanzas del templo? (¿Qué tienen que dejar de hacer o empezar a hacer?)

Cuando haya transcurrido suficiente tiempo, pida a varios voluntarios que compartan sus respuestas a la segunda pregunta.

Los santos se marchan de Nauvoo

Explique que después de recibir las ordenanzas del templo, los santos empezaron a marcharse de Nauvoo en febrero de 1846. Durante los meses siguientes, continuaron dejando la ciudad, y varios grupos se asentaron temporalmente en el estado de Iowa. A finales de abril, la mayoría de los santos habían abandonado Nauvoo. Sin embargo, no todos los miembros de la Iglesia pudieron marcharse. Un pequeño grupo de miembros permaneció en Nauvoo durante el verano de 1846 porque estaban demasiado enfermos o débiles, o eran demasiado pobres para hacer el viaje. Unos cuantos miembros decidieron quedarse.

Invite a un alumno a leer en voz alta el párrafo siguiente que relata lo que les sucedió a muchos de los que se quedaron atrás.

En septiembre de 1846, unas ochocientas personas, armadas con cañones, se prepararon para atacar Nauvoo. El resto de los santos y algunos nuevos ciudadanos, que sólo alcanzaban unos 150 hombres que pudieran luchar, se prepararon para defender la ciudad. Después de unos pocos días de enfrentamientos, los santos se vieron obligados a rendirse y se les ordenó abandonar la ciudad de inmediato. Luego, el populacho entró en la ciudad, saqueó las casas y profanó el templo. Algunos santos que no pudieron escapar con suficiente rapidez fueron golpeados o echados en el río Misisipí. Después de que esos santos fueran obligados a marcharse de Nauvoo, establecieron campos de refugiados a lo largo de la orilla del río en Iowa. No tenían suficientes alimentos, suministros ni fuerza física para su sustento (véase La historia de la Iglesia en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, Manual para el alumno, págs. 349–350).

Explique que los líderes de la Iglesia enviaron grupos de rescate para que cruzaran el territorio de Iowa y ayudaran a los santos que estaban sufriendo.

  • ¿Cómo creen que se habrían sentido si los hubieran llamado para regresar a Nauvoo?

Invite a un alumno a leer en voz alta el mensaje que Brigham Young envió a los hombres encargados de seleccionar a los grupos de rescate:

Imagen
Presidente Brigham Young

“Que el fuego del convenio que habéis hecho en la Casa del Señor arda en vuestro corazón, como una llama inextinguible, hasta que… hayáis buscado a cada hombre… que [pueda partir], y hayáis transmitido este fuego a su alma, hasta que se levante… y vaya con su yunta inmediatamente a buscar una carga de los pobres de Nauvoo…

“Este es un día de acción” (véase “La historia de la Iglesia en el cumplimiento de los tiempos, Manual para el alumno, pág. 350).

  • ¿Qué nos enseña la afirmación de Brigham Young acerca de los convenios que hacemos? (Asegúrese de que los alumnos entiendan que no basta con hacer convenios; debemos cumplirlos. Escriba la siguiente verdad en la pizarra: El Señor requiere que vivamos de acuerdo con los convenios que hacemos).

Escriba las siguientes preguntas en la pizarra:

¿Qué sacrificios han hecho para guardar los convenios?

¿Qué bendiciones han recibido por haber vivido de acuerdo con los convenios que han hecho?

Divida a los alumnos por parejas, y pídales que elijan una de las preguntas y que analicen sus respuestas con su compañero. Podría pedir a algunos alumnos que compartan sus respuestas con el resto de la clase.

Finalice pidiendo a los alumnos que se planteen lo que deben hacer para vivir de acuerdo con los convenios que han hecho. Testifique de las bendiciones de guardar nuestros convenios.