Seminario
Lección 16: Doctrina y Convenios 8


Lección 16

Doctrina y Convenios 8

Introducción

En abril de 1829, Oliver Cowdery comenzó a ayudar al profeta José Smith en la traducción de las planchas de oro como escribiente. Dado que el Señor había ofrecido a Oliver el don de traducir si él lo deseaba (véase D. y C. 6:25), este “se mostró sumamente ansioso por recibir el poder de traducir” (José Smith, en History of the Church, tomo I, pág. 36). Como respuesta, el Señor dijo que Él le daría a Oliver la capacidad de traducir, según la fe de este.

Sugerencias para la enseñanza

Doctrina y Convenios 8:1–5

El Señor promete a Oliver Cowdery el don de la revelación

Antes de que comience la clase, anote las siguientes preguntas en la pizarra. Deje espacio suficiente debajo de cada pregunta para apuntar los principios que los alumnos reconocerán durante la lección.

¿Qué podemos hacer para que nuestras oraciones sean más significativas?

¿Cómo podemos saber cuando Dios nos habla?

Remita a los alumnos a las preguntas de la pizarra.

  • ¿Por qué creen que es importante entender las respuestas a estas preguntas?

Explique que Doctrina y Convenios 8 contiene una revelación que el Señor dio a Oliver Cowdery por medio de José Smith. En dicha revelación podemos hallar instrucciones del Señor que ayudan a contestar las preguntas de la pizarra.

Invite a los alumnos a leer Doctrina y Convenios 8:1 en silencio para determinar cómo el Señor instruyó a Oliver que orara.

  • ¿Qué indicación dio el Señor a Oliver sobre el modo de orar?

  • ¿Qué creen que signifique “[pedir] con fe, con un corazón sincero”?

Debajo de la primera pregunta de la pizarra, escriba: Si oramos , podemos recibir .

Basándose en Doctrina y Convenios 8:1, ¿cómo completarían la oración? (Aunque los alumnos pueden expresarlo de diferente manera, las respuestas deben reflejar el principio de que si oramos con fe y con un corazón sincero, podemos recibir conocimiento de Dios. Complete la oración de la pizarra utilizando las palabras de los alumnos).

  • ¿Por qué creen que la fe y la sinceridad influyen en nuestra capacidad de recibir conocimiento de Dios?

Invite a los alumnos a meditar en alguna ocasión en que hayan recibido bendiciones al orar con fe y con un corazón sincero.

A fin de ayudar a los alumnos a tener reflexiones sobre la segunda pregunta de la pizarra, invite a uno de ellos a que relate brevemente la historia de Moisés liberando a los hijos de Israel de la esclavitud siendo perseguidos por el ejército egipcio (véase Éxodo 14).

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Moses Parting the Red Sea

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 8:2–3 en voz alta. Invite a la clase a buscar la forma en que Dios reveló a Moisés que debía conducir a los hijos de Israel a través del Mar Rojo.

  • ¿De qué modo inspiró Dios a Moisés a dividir las aguas del Mar Rojo? (Mediante el espíritu de revelación).

  • ¿Qué verdad aprendemos en esos versículos sobre el modo en que el Señor puede hablarnos? (Los alumnos deben expresar que el Señor nos habla a la mente y al corazón mediante el poder del Espíritu Santo. Escriba esa verdad en la pizarra, debajo de la segunda pregunta).

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diagrama sobre la mente y el corazón

Dibuje el siguiente diagrama en la pizarra. Agregue flechas en dirección a la mente y al corazón.

  • ¿De qué maneras nos habla el Señor a la mente? ¿De qué maneras nos habla al corazón?

Para permitir que los alumnos comprendan mejor el modo de sentir la influencia del Espíritu Santo, invite a uno de ellos a leer en voz alta las siguientes palabras del presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles:

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Presidente Boyd K. Packer

“Es ahora, en su juventud, que pueden aprender a ser guiados por el Espíritu Santo.

“En mi carácter deApóstol escucho ahora la misma inspiración, proveniente de la misma fuente, y de la misma manera en que escuchaba de muchacho; la señal es mucho más clara ahora (véase “El don de saber escuchar”, Liahona, enero de 1980, pág. 32).

Luego pida a otro alumno que lea en voz alta la siguiente cita del élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles:

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Élder Richard G. Scott

“Una impresión a la mente es muy específica.

“Las palabras detalladas se pueden escuchar o sentir y escribirse como si las instrucciones se estuvieran dictando.

“Una comunicación al corazón es una impresión más general. El Señor a menudo empieza dando impresiones. Cuando se reconoce su importancia y se obedecen, uno adquiere mayor capacidad para recibir instrucciones más detalladas en la mente. Una impresión al corazón, si se sigue, es reforzada por una instrucción más específica a la mente” (“Helping Others to Be Spiritually Led”, discurso para educadores religiosos de SeI, 11 de agosto de 1998, págs. 3–4, LDS.org).

Quizás desee explicar que, para algunas personas, las impresiones recibidas en el corazón pueden ser tan específicas como las que están dirigidas a la mente.

  • ¿Por qué es importante comprender y reconocer cómo se comunica el Señor con nosotros individualmente?

Invite a los alumnos a escribir en su cuaderno de apuntes o diario de estudio de las Escrituras sobre: 1) algún momento en que el Padre Celestial les haya hablado a la mente y al corazón mediante el Espíritu Santo o 2) alguna ocasión en que hayan sentido la influencia del Espíritu Santo. Podría considerar pedir a algunos alumnos que compartan lo que han escrito, si se sintieran cómodos haciéndolo. Usted también podría compartir alguna experiencia propia en la que haya reconocido que le hablaba el Señor.

Explique que la capacidad de procurar y recibir revelación personal está al alcance de todos los hijos de Dios.

Dirija la atención de los alumnos a Doctrina y Convenios 8:4. Lea en voz alta la siguiente parte del versículo: “Por tanto, este es tu don; empéñate en él y serás bendecido”. Explique que, en ese versículo, la palabra don se refiere a la capacidad de Oliver de recibir revelación.

  • ¿Qué creen que signifique “[empeñarse] en” el espíritu de revelación? (Procurar la guía del Espíritu Santo).

Pida a los alumnos que mediten en la forma en que podrían empeñarse mejor en el espíritu de revelación. Escriba lo siguiente en la pizarra: Si nos empeñamos en obedecer el espíritu de revelación, .

Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 8:4–5 en voz alta. Pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio y que busque lo que el Señor prometió a Oliver si se “empeñaba” en el don de la revelación. Después de que los alumnos respondan, sugiera que una de las formas de completar la oración podría ser: Si nos empeñamos en obedecer el espíritu de revelación, podemos ser librados del mal y del peligro. Complete la oración de la pizarra.

  • ¿De qué manera ha utilizado el Señor el poder de la revelación para protegerles a ustedes o a alguien que conozcan del mal o del peligro?

Invite a los alumnos a enumerar en la pizarra algunas formas en las que podríamos “empeñarnos” mejor en el don de la revelación a fin de ser protegidos del mal. Pregúnteles cómo esas sugerencias pueden aumentar nuestra capacidad de recibir y reconocer la revelación. Inste a los alumnos a escribir en su cuaderno de apuntes o diario de estudio de las Escrituras alguna meta dirigida a observar una de dichas sugerencias.

Tal vez desee testificar sobre la importancia de esforzarse por procurar el espíritu de revelación e indicar a los alumnos el modo en que al hacerlo usted ha sido bendecido.

Doctrina y Convenios 8:6–9

Oliver Cowdery tiene el “don de Aarón”

Reseñe Doctrina y Convenios 8:6–9; para ello, indique a los alumnos que el Señor bendijo a Oliver Cowdery con dones que le ayudarían a cumplir su función en la restauración del Evangelio. Entre dichos dones estaba el “don de Aarón”, con el cual, el Señor dijo a Oliver, realizaría “obras maravillosas”. No sabemos con exactitud lo que el “don de Aarón” comprende. Recuerde a los alumnos que en el Antiguo Testamento, Aarón era el hermano de Moisés y ayudaba a Moisés a cumplir con sus deberes de profeta.

Invite a los alumnos a leer Doctrina y Convenios 8:7–8 en silencio para buscar cuál es el poder detrás de todos los dones espirituales. Explique que cada vez que el Señor nos llama o manda realizar cierta obra, Él nos bendice con los dones y capacidades para llevarla a cabo.

Doctrina y Convenios 8:10–12

El Señor promete a Oliver Cowdery el don de traducir si este ejerce la fe

Dirija la atención de los alumnos al principio escrito en la pizarra: “Si oramos con fe y con un corazón sincero, podemos recibir conocimiento de Dios”. Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 8:10–12 en voz alta. Pida al resto de la clase que siga la lectura en silencio en busca de otros conceptos sobre la oración. Después que indiquen lo que hayan encontrado, haga la siguiente pregunta. Sugiera a los alumnos que mediten sobre la pregunta por un instante antes de responder:

  • Si estuvieran en el lugar de Oliver, ¿cómo creen que les ayudaría ese consejo?

Invite a los alumnos a escribir en su cuaderno de apuntes o diario de estudio de las Escrituras algunas preguntas cuyas respuestas deseen obtener fervientemente. Quizás también quieran apuntar algunos cambios específicos que deseen hacer en su forma de orar en busca de esas respuestas.

Testifique del amor de Dios por los alumnos y de Su anhelo por responder sus oraciones y darles revelación. Ínstelos a presentar sus preguntas al Padre Celestial con fe y con la sincera intención de actuar de conformidad con las respuestas que reciban.

Comentarios e información de contexto

Doctrina y Convenios 8:1. “Pedir con fe”

El élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo:

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Elder Richard G. Scott

“La oración es más efectiva cuando nos esforzamos por ser puros y obedientes, tenemos motivos dignos y estamos dispuestos a hacer lo que Él pide. La oración sincera y humilde brinda dirección y paz” (“Utilizar el don supremo de la oración”, Liahona, mayo de 2007, pág. 8).

Doctrina y Convenios 8:2. “Hablaré a tu mente y a tu corazón por medio del Espíritu Santo”

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Prophet Joseph Smith

“Una persona podrá beneficiarse si percibe la primera indicación del espíritu de revelación; por ejemplo, cuando sientan que la inteligencia pura fluye en ustedes, podrá darles una repentina corriente de ideas…; y así, al aprender a reconocer y entender el Espíritu de Dios, podrán crecer en el principio de la revelación hasta que lleguen a ser perfectos en Cristo Jesús” (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 138).

Doctrina y Convenios 8:2. La revelación se recibe gradualmente y con el tiempo

El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó que los mensajes de Dios a menudo se reciben de a poco y de manera progresiva. Nos ha aconsejado no desalentarnos al no tener experiencias frecuentes ni asombrosas en respuesta a nuestras oraciones:

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Élder David A. Bednar

“Una luz que se enciende en un cuarto oscuro es semejante a recibir un mensaje de Dios rápida y completamente, y todo de una vez. Muchos de nosotros hemos experimentado este modelo de revelación cuando se nos ha dado respuesta a nuestras oraciones sinceras o se nos ha proporcionado orientación o protección, de acuerdo con la voluntad y el tiempo de Dios. Las descripciones de este tipo de manifestaciones inmediatas e intensas se encuentran en las Escrituras, se relatan en la historia de la Iglesia y se manifiestan en nuestra propia vida. Efectivamente, estos poderosos milagros sí ocurren. Sin embargo, este modelo de revelación tiende a ser más infrecuente que común.

“El aumento gradual de la luz que irradia el sol naciente es semejante a recibir un mensaje de Dios ‘línea por línea, precepto por precepto’ (2 Nefi 28:30). La mayoría de las veces, la revelación viene en pequeños incrementos a lo largo de cierto tiempo, y se concede de acuerdo con nuestro deseo, dignidad y preparación. De manera gradual y delicada, esas comunicaciones del Padre Celestial ‘[destilan] sobre [nuestra alma] como rocío del cielo’ (D. y C. 121:45). Este modelo de revelación tiende a ser más común que infrecuente y es evidente en las experiencias de Nefi, cuando intentó diferentes métodos antes de lograr obtener de Labán las planchas de bronce (véase 1 Nefi 3–4). Finalmente, fue guiado por el Espíritu a Jerusalén ‘sin saber de antemano lo que tendría que hacer’ (1 Nefi 4:6). Él no aprendió a construir un barco con maestría singular todo al mismo tiempo; antes bien, el Señor le mostró a Nefi ‘de cuando en cuando la forma en que debía… trabajar los maderos del barco’ (1 Nefi 18:1)…

“Los miembros de la Iglesia tenemos la tendencia a recalcar tanto las maravillosas y dramáticas manifestaciones espirituales, que tal vez no apreciemos, y hasta pasemos por alto, el modelo común por medio del cual el Espíritu Santo lleva a cabo Su obra. La misma ‘sencillez de la manera’ (1 Nefi 17:41) de recibir impresiones espirituales pequeñas y graduales que con el tiempo y en su totalidad constituyan la respuesta deseada o la guía que necesitemos, tal vez nos haga ‘traspasar lo señalado’ (Jacob 4:14).

“He conversado con muchas personas que dudan de la fortaleza de su testimonio personal y subestiman su capacidad espiritual porque no reciben impresiones frecuentes, milagrosas ni intensas. Quizás al considerar las experiencias que tuvo José en la Arboleda Sagrada, las de Saulo en el camino a Damasco y las de Alma hijo, llegamos a pensar que algo está mal con nosotros o nos falta si no tenemos esos ejemplos conocidos y espiritualmente sorprendentes. Si ustedes han tenido pensamientos o dudas similares, sepan que es algo muy normal; simplemente sigan adelante con obediencia y fe en el Salvador. Si lo hacen, ‘no [podrán] errar’ (D. y C. 80:3)” (“El espíritu de revelación”, Liahona, mayo de 2011, págs. 88–89).

Doctrina y Convenios 8:1–4. Ser guiados por el Espíritu

El élder Richard G. Scott, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo:

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Elder Richard G. Scott

“Ten paciencia a medida que perfeccionas tu habilidad para permitir que el Espíritu te guíe. Mediante la práctica esmerada y la aplicación de principios correctos y al ser sensible a los sentimientos que recibas, obtendrás guía espiritual. Testifico que el Señor, por medio del Espíritu Santo, puede hablar a tu mente y a tu corazón. A veces, las impresiones son solo sentimientos generales, mientras que otras, la dirección se recibe tan clara y nítida que se puede escribir como un dictado espiritual.

“Testifico solemnemente que a medida que ores con todo el fervor de tu alma, con humildad y gratitud, aprenderás a ser guiado constantemente por el Espíritu Santo en todos los aspectos de la vida. Yo he confirmado la veracidad de ese principio en el momento más difícil de mi propia vida. Testifico que tú personalmente puedes aprender a dominar los principios que llevan a recibir la guía del Espíritu. De esa forma, el Salvador puede guiarte para resolver los problemas y disfrutar de una gran paz y felicidad” (“Cómo obtener guía espiritual”, Liahona, noviembre de 2009, pág. 9).

Doctrina y Convenios 8:3. A Moisés se le guió mediante el espíritu de revelación

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó por qué el Señor pudo haber usado el caso del cruce del Mar Rojo como ejemplo del espíritu de revelación:

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Élder Jeffrey R. Holland

“Pregunta: ¿Por qué utilizaría el Señor el ejemplo de cruzar el Mar Rojo como un ejemplo típico del ‘espíritu de revelación’? ¿Por qué no empleó la Primera Visión?… ¿O la visión del hermano de Jared? Bueno, podría haber empleado cualquiera de ellos, pero no lo hizo. En este caso tenía en mente otra finalidad.

“En primer lugar, la revelación casi siempre se recibe en respuesta a una pregunta, generalmente una pregunta urgente; no siempre, pero sí por lo general… El desafío de Moisés consistía en cómo hacer que él mismo y los hijos de Israel saliesen de ese apremio terrible en el que se encontraban. Había carros persiguiéndoles, dunas de arena por todos lados y una gran masa de agua justo delante de ellos. Necesitaba información para saber qué hacer, pero no estaba preguntando por algo banal; en este caso, se trataba literalmente de un asunto de vida o muerte.

“También ustedes necesitarán información, pero es poco probable que en asuntos de gran trascendencia la reciban a menos que la deseen con urgencia y sean fieles y humildes. Moroni lo llama buscar ‘con verdadera intención’ (Moroni 10:4). Si pueden buscarla de ese modo y seguir haciendo las cosas de esta manera, es poco lo que el adversario puede hacer para disuadirles a que se aparten del camino correcto…

“El Mar Rojo se partirá para el que busca la revelación con sinceridad. El adversario tiene poder para obstruir el camino, para reunir las fuerzas del faraón y perseguirnos en nuestra huida hasta el borde de las aguas, pero… no puede vencer, a menos que nosotros se lo permitamos… Esta es la lección número uno con respecto a cruzar el Mar Rojo por medio del espíritu de revelación” (véase “No perdáis pues, vuestra esperanza”, Liahona, junio de 2000, págs. 38–40).