En enero de 1831, un ministro protestante llamado James Covel se reunió con José Smith en Fayette, Nueva York e “hizo convenio con el Señor de que obedecería cualquier mandamiento que el Señor diera mediante Su siervo José” (véase Volume 1: July 1828–June 1831, tomo I de la serie Documents de The Joseph Smith Papers, 2013, págs. 233–234). La respuesta del Señor está registrada en Doctrina y Convenios 39. En la revelación, el Señor llamó a James Covel a ser bautizado y a predicar la plenitud del Evangelio en Ohio. Sin embargo, el día después de que se dictó la revelación, James Covel se fue de Fayette y “regresó a sus principios y gente anteriores” (History of the Church, tomo I, pág. 145). El Señor entonces dio una revelación a José Smith y a Sidney Rigdon que explicaba la razón por la que Covel no había obedecido los mandamientos que se le habían dado. La revelación se encuentra en Doctrina y Convenios 40.
Jesucristo invita a James Covel a recibir Su evangelio y a bautizarse
Pida a los alumnos que se imaginen que uno de sus padres o un ser querido les acaba de dar un regalo, y cuando lo abren, se dan cuenta que es algo que realmente desean.
¿Aceptarían ese regalo? ¿Hay razones por las que decidirían no recibir el regalo?
¿Pueden pensar en algún regalo [don] u ofrecimiento del Padre Celestial que Sus hijos hayan elegido no aceptar?
Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 39:1–3 en voz alta, y pida a la clase que busque lo que algunas personas decidieron no recibir.
¿Qué decidieron no recibir esas personas?
¿Qué piensan que significa recibir a Jesucristo?
De lo que saben sobre el ministerio del Salvador en la tierra, ¿cuáles fueron algunas de las razones por las que Su pueblo no lo recibió?
Escriba la siguiente oración incompleta en la pizarra: Si recibimos a Jesucristo, entonces Él…
Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 39:4 en voz alta, y a la clase que siga la lectura en silencio y que busque cómo se podría completar la oración de la pizarra para formar un principio. Pida a los alumnos que informen lo que aprendieron.
Señale que aun cuando el versículo dice “hijos”, el Señor ha enseñado que las mujeres pueden llegar a ser hijas de Jesucristo (véase D. y C. 25:1). Entonces complete la cita de la pizarra de la siguiente manera: Si recibimos a Jesucristo, Él nos dará poder para llegar a ser Sus hijos.
Para ayudar a los alumnos a entender lo que significa llegar a ser hijos de Jesucristo, pida a un alumno que lea las siguientes palabras del presidente Joseph Fielding Smith. (Quizá desee escribir la cita en la pizarra antes de la clase o entregarla a los alumnos en un volante).
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Presidente Joseph Fielding Smith
“El Salvador llega a ser nuestro Padre, en el sentido en que el término se utiliza en las Escrituras, porque nos ofrece vida, vida eterna, mediante la Expiación que efectuó por nosotros” (Doctrines of Salvation, compilación de Bruce R. McConkie, 3 tomos, 1954–56, tomo I, pág. 29).
Explique que en el Libro de Mormón aprendemos que aquellos cuyos corazones cambian mediante la fe en el nombre de Jesucristo son engendrados espiritualmente por Él. Llegan a ser Sus hijos e hijas (véase Mosíah 5:7). Simplemente dicho, los hijos e hijas de Cristo son “los que han aceptado el evangelio de Jesucristo” (véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Hijos de Cristo”, escrituras.lds.org).
Según las palabras del presidente Smith, ¿por qué podemos llegar a ser hijos de Jesucristo?
Pida a los alumnos que lean Doctrina y Convenios 39:5–6 en silencio y que busquen la forma en que podemos recibir a Jesucristo y aprovechar lo que nos ofrece para llegar a ser Sus hijos.
Basándose en lo que han aprendido en esos versículos, ¿cómo explicarían lo que debemos hacer para llegar a ser hijos de Jesucristo?
Explique que las palabras del Señor de esos versículos estaban dirigidas a James Covel, que había sido un ministro metodista muy respetado durante aproximadamente 40 años. Justo antes de que José Smith recibiera esa revelación, James Covel había oído sobre la restauración del evangelio de Jesucristo. Aun cuando no era miembro de la Iglesia, había hecho un convenio de obedecer cualquier mandamiento que recibiera por medio de José Smith. (Observe que las investigaciones recientes han arrojado luz sobre la identidad del hombre para quien se dio esta revelación. Si los alumnos no cuentan con la edición más nueva de las Escrituras, la introducción de la sección no reflejará la información más reciente).
Con el conocimiento de que James Covel no era miembro de la Iglesia cuando se recibió esta revelación, ¿cómo se podrían haber aplicado a él las enseñanzas de los versículos 5–6?
¿Por qué podría haber requerido que James Covel ejerciera gran fe para recibir a Jesucristo y Su evangelio y ser bautizado? (Como ministro, si James Covel se bautizaba, tendría que renunciar a los puestos, asociaciones e ingreso que había establecido durante más de 40 años).
Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 39:7–9 en voz alta, y a la clase que siga la lectura en silencio y que busque pruebas de que el Señor conocía a James Covel. Una vez que los alumnos hayan compartido lo que encontraron, haga las siguientes preguntas:
Si hubieran estado en el lugar de James Covel, ¿cómo se hubieran sentido después de escuchar esas palabras? ¿Por qué?
¿Qué dijo el Señor sobre la condición del corazón de James Covel en ese momento? ¿Qué creen que significa que su corazón era “recto delante [del Señor] ahora”? (Quizá desee invitar a los alumnos a marcar la palabra ahora en el versículo 8).
Según el versículo 9, ¿por qué rechazó James Covel al Señor muchas veces?
Copie el cuadro siguiente en la pizarra:
Si tú…
Entonces…
Pida a tres alumnos que se turnen para leer en voz alta Doctrina y Convenios 39:10–12. Antes de que empiecen a leer, pida a la mitad de la clase que esté atenta a lo que el Señor instruyó a James Covel que hiciera y a la otra mitad que esté atenta a lo que el Señor prometió que James Covel recibiría si obedecía al Señor.
A medida que los alumnos indiquen lo que hayan aprendido, escriba sus respuestas bajo el encabezamiento apropiado de la tabla. A fin de ayudar a los alumnos a analizar esos versículos, hágales la siguiente pregunta:
¿En qué formas habría recibido mayores bendiciones y realizado una mayor obra James Covel si hubiera aceptado la invitación del Señor de ser bautizado? (Ayude a los alumnos a darse cuenta que el Señor ofreció a James la plenitud del Evangelio, lo cual incluía responsabilidades y bendiciones que no tenía antes, tales como el don del Espíritu Santo y la ordenación al sacerdocio).
Señale la palabra si en Doctrina y Convenios 39:10 y 11. Si lo desea, sugiera que los alumnos marquen esa palabra en su ejemplar de las Escrituras.
¿Qué importancia tiene la palabra si en esos versículos? (Las bendiciones que el Señor prometió a James Covel estaban condicionadas a que James escuchara la voz del Señor).
¿Qué principio podemos aprender del uso que el Señor da a la palabra si en esos versículos? (Aun cuando los alumnos podrían utilizar palabras diferentes, deben reconocer el siguiente principio: Las bendiciones prometidas del Señor están condicionadas a que escuchemos Su voz. Anote ese principio en la pizarra).
Pida a los alumnos que consideren en silencio algunas de las bendiciones que el Señor les ha prometido, y luego pídales que mediten en la siguiente pregunta:
¿Qué condiciones les ha puesto el Señor antes de que puedan recibir esas bendiciones?
Se llama a James Covel a predicar la plenitud del Evangelio en Ohio
A fin de resumir Doctrina y Convenios 39:13–24, informe a los alumnos que el Señor llamó a James Covel a predicar el Evangelio en Ohio y le dio instrucciones sobre lo que debía enseñar y cómo enseñarlo.
Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 39:22 en voz alta, y a la clase que siga la lectura en silencio y que busque la forma en que ese versículo se relaciona con los principios que ya han analizado en la lección.
¿Cómo creen que responderían ustedes si no fueran miembros de la Iglesia y se les dieran las instrucciones de esta revelación?
El Señor revela el motivo por el cual James Covel rechazó Sus palabras
Informe a los alumnos que el día después de que la revelación conocida como Doctrina y Convenios 39 se dictó, James Covel se fue de Fayette, Nueva York, y “regresó a sus principios y gente anteriores” (History of the Church, tomo I, pág. 145). El Señor les reveló a José Smith y a Sidney Rigdon la razón por la que James Covel no obedeció las instrucciones del Señor ni recibió las bendiciones detalladas en la sección 39.
Pida a tres alumnos que se turnen para leer en voz alta Doctrina y Convenios 40:1–3, y a la clase que siga la lectura en silencio y que busque la razón por la que James Covel no escuchó la voz del Señor.
Según Doctrina y Convenios 40:2, ¿qué fue lo que finalmente llevó a James Covel a rechazar la palabra del Señor?
¿Qué principios encuentran en el versículo 2? (Es posible que los alumnos descubran una variedad de principios, pero asegúrese de que reconozcan que el temor y los afanes del mundo pueden hacer que rechacemos la palabra de Dios. Escriba esa verdad en la pizarra). Si lo desea, sugiera a los alumnos que la anoten en su ejemplar de las Escrituras).
¿Cuáles son algunos de los afanes del mundo que podrían impedir que la gente siga al Señor?
Pida a los alumnos que escriban en su cuaderno de apuntes o en su diario de estudio de las Escrituras algunos temores o afanes del mundo que podrían impedir que sigan a Jesucristo y que vivan Su evangelio; luego invítelos a escribir lo que pueden hacer a fin de tener fe para vencer sus temores, afanes o preocupaciones. Ínstelos a actuar de conformidad con lo que hayan escrito.
A fin de ayudar a los alumnos a resumir lo que aprendieron, escriba la palabra si (condicional) en la pizarra. Luego haga las siguientes preguntas:
¿Cómo se relaciona esa palabra con James Covel?
¿Cómo se relacionan con nosotros?
Para terminar la lección, invite a unos cuantos alumnos a compartir alguna ocasión en que hayan recibido una bendición del Señor por obedecer las condiciones asociadas con esa bendición. Si lo desea, usted también puede compartir su testimonio de las bendiciones que recibimos cuando guardamos los mandamientos.
La primera copia de Doctrina y Convenios 39 indicaba solamente que era una revelación dada a alguien que se llamaba James. El ejemplar publicado de la revelación expandió el nombre del que la recibió a “James (C.)”. En la edición de 1835 de Doctrina y Convenios, se reveló su nombre como “James Covill”. En la edición de 1981 de Doctrina y Convenios, se le identificó como un ministro bautista; sin embargo, las investigaciones recientes indican que esa revelación se dio a James Covel, que era un ministro metodista.
En 1831, algunos miembros de la Iglesia Metodista Unida no creían en un segundo bautismo; tampoco creían que hombre alguno tenía el poder de otorgar el Espíritu Santo. Es posible que a James Covel, que era un ministro metodista, le perturbara el mandato de volverse a bautizar (véase D. y C. 39:10). Además, James Covel había pasado siete años como ministro viajante bajo condiciones primitivas y difíciles, de lo cual se había jubilado en 1797. Cuando el Señor lo llamó a embarcarse en una misión, es posible que Covel haya sentido que la asignación de viajar a las orillas de la civilización a predicar era demasiado sacrificio. Posiblemente eso haya sido parte de los “afanes del mundo” (D. y C. 40:2) que hicieron que rechazara el convenio que había hecho.