Seminario
Lección de estudio individual supervisado: Doctrina y Convenios 24–29:30 (Unidad 7)


Lección de estudio individual supervisado

Doctrina y Convenios 24–29:30 (Unidad 7)

Material de preparación para el maestro del curso de estudio individual supervisado

Resumen de lecciones diarias de estudio individual supervisado

El siguiente resumen de los acontecimientos, las doctrinas y los principios que aprendieron los alumnos al estudiar Doctrina y Convenios 24–29:30 (Unidad 7) no está concebido para que se enseñe como parte de la lección. La lección que usted va a enseñar se centra en solo algunas de esas doctrinas y principios. Siga las impresiones del Espíritu Santo conforme considera las necesidades de sus alumnos.

Día 1 (Doctrina y Convenios 24–26)

Mediante el consejo que el Señor dio a José Smith y Oliver Cowdery acerca de cómo debían responder ante las adversidades, los alumnos aprendieron que debemos ser pacientes y soportar nuestras aflicciones porque el Señor está con nosotros. Cuando los alumnos estudiaron el consejo que el Señor dio a Emma Smith sobre su función en la Iglesia, descubrieron varios principios y eligieron concentrarse en uno de ellos que pensaron que podían aplicar en su vida. Por último, los alumnos estudiaron la declaración del Señor de que todas las cosas deben hacerse de común acuerdo en la Iglesia y reflexionaron sobre cómo pueden cumplir mejor su compromiso de apoyar a quienes han sido llamados y sostenidos para servir en su barrio o rama.

Día 2 (Doctrina y Convenios 27)

Cuando los alumnos estudiaron Doctrina y Convenios 27, aprendieron que al tomar la Santa Cena debemos recordar el sacrificio expiatorio de Jesucristo. También aprendieron que vivimos en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, que reúne todas las llaves y ordenanzas del Evangelio y las verdades de las dispensaciones anteriores. Para que podamos resistir el mal en nuestra época, se animó a los alumnos a ponerse toda la armadura de Dios.

Día 3 (Doctrina y Convenios 28)

Del consejo que el Señor dio a Oliver Cowdery, los alumnos aprendieron que, en la Iglesia de Jesucristo, los miembros no reciben revelación personal para dirigir a alguien que presida sobre ellos y que el Presidente de la Iglesia es la única persona que recibe revelación para toda la Iglesia. Sin embargo, podemos recibir revelación en beneficio propio y como ayuda para los llamamientos y asignaciones que recibamos. Los alumnos aprendieron también que los líderes de la Iglesia tienen la responsabilidad de corregir a quienes llevan a otras personas por el mal camino, y que en la Iglesia de Jesucristo todas las cosas deben hacerse con orden.

Día 4 (Doctrina y Convenios 29:1–30)

De lo que el Salvador enseñó acerca de la Segunda Venida y de los acontecimientos que tendrán lugar tras el Milenio, los alumnos aprendieron que quienes acepten al Señor estarán preparados para las pruebas y tribulaciones de los últimos días y recibirán la vida eterna. Esta lección también ayudó a los alumnos a entender que, debido a que Jesucristo expió nuestros pecados y es nuestro intercesor ante el Padre, podemos alzar nuestro corazón y alegrarnos.

Introducción

Esta lección permitió a los alumnos aumentar su comprensión de la importancia de tomar sobre sí toda la armadura de Dios. Conforme los alumnos aprendan acerca de cada pieza de la armadura de Dios, tendrán la oportunidad de evaluar la resistencia de su armadura y hacer los cambios que les inspire el Espíritu Santo.

Sugerencias para la enseñanza

Doctrina y Convenios 27:15–18

El Señor manda a Su pueblo vestirse con toda la armadura de Dios

Lleve a la clase algún tipo de equipo de protección como, por ejemplo, protectores para hacer deporte, gafas de seguridad, guantes sanitarios, un casco de construcción o un chaleco de protección. Pida a los alumnos que expliquen la finalidad del equipo y la manera en que protege a la persona que lo lleva puesto. Explique que estos objetos nos protegen físicamente, pero que el Señor nos dio consejos para protegernos espiritualmente.

Pida a un alumno que lea Doctrina y Convenios 27:15 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y busque lo que el Señor dijo que debíamos hacer para estar protegidos espiritualmente.

  • ¿Qué debemos hacer para protegernos espiritualmente?

  • De acuerdo con este versículo, ¿qué prometió el Señor a quienes toman sobre sí toda la armadura de Dios?

Escriba el principio siguiente en la pizarra: Si tomamos sobre nosotros toda la armadura de Dios, podremos resistir el mal.

  • ¿Por qué creen que es importante tomar sobre nosotros toda la armadura de Dios y no solo una parte?

Invite a un alumno a leer Doctrina y Convenios 27:16–18 en voz alta. Pida a la clase que siga la lectura en silencio y que averigüe cada una de las piezas de la armadura espiritual que necesitamos ponernos para resistir el mal. Invite a un alumno a hacer de secretario y escribir (o dibujar) en la pizarra las piezas de la armadura a medida que la clase las vaya mencionando. (Quizá desee indicar que el apóstol Pablo también enseñó acerca de toda la armadura de Dios [véase Efesios 6:11–17]).

Para ayudar a los alumnos a entender la importancia de la protección espiritual que se describe en estos versículos, divida la clase en grupos pequeños y asigne a cada grupo una de las piezas de la armadura. Dé a cada grupo una copia de la cita siguiente del presidente Harold B. Lee y la información y las preguntas siguientes acerca de la pieza de la armadura que se les ha asignado. Pida a los alumnos que trabajen en sus grupos para responder a las preguntas relativas a la pieza de armadura asignada y que se preparen para compartir sus respuestas con la clase.

Imagen
Presidente Harold B. Lee

“Tenemos las cuatro partes del cuerpo que el apóstol Pablo dijo que [son] las más vulnerables a los poderes de las tinieblas: los lomos, que representan la virtud, la castidad; el corazón, que representa nuestra conducta; los pies, nuestras metas u objetivos en la vida; y, finalmente, la cabeza, nuestros pensamientos” (Harold B. Lee, Feet Shod with the Preparation of the Gospel of Peace, Brigham Young University Speeches of the Year, 9 de noviembre de 1954, pág. 2).

“Ceñidos vuestros lomos con la verdad” (véase D. y C. 27:15–16):

El presidente Lee dijo: “Los lomos son aquella parte del cuerpo comprendida entre la última costilla y la cadera, en la cual pueden darse cuenta de que se encuentran los órganos vitales que tienen que ver con la reproducción” (Feet Shod, pág. 2). Ceñir significa ajustar firmemente con un cinto.

  • ¿Por qué creen que Satanás ataca nuestra pureza, virtud y castidad?

  • El conocer la norma de Dios sobre la moralidad, ¿cómo piensan que nos puede servir para permanecer puros, virtuosos y castos?

El estudio de las Escrituras nos ayuda a ceñirnos con la verdad y nos permite proteger la verdad y la castidad.

“La coraza de la rectitud” (D. y C. 27:16):

  • De acuerdo con el presidente Lee, ¿qué es lo que protege la coraza?

  • ¿Cómo creen que influye la rectitud de nuestro corazón (nuestros deseos) en nuestra capacidad para librar las batallas espirituales?

“Calzados vuestros pies con la preparación del Evangelio de paz” (D. y C. 27:16):

Tener los pies “calzados” significa llevar zapatos o alguna protección en los pies.

  • De acuerdo con el presidente Lee, ¿qué representan nuestros pies?

  • ¿Cómo ataca Satanás nuestros objetivos y metas en la vida?

  • ¿Qué nos ha dado Dios para “asirnos” a fin de que nuestros pies sigan avanzando por el camino de la vida hacia nuestras metas? (Véase 1 Nefi 8:24.)

  • ¿Cómo nos puede ayudar a vencer la tentación el mantenernos centrados en metas y objetivos de rectitud?

“El escudo de la fe” (D. y C. 27:17):

  • ¿Qué creen ustedes que significa “apagar todos los dardos encendidos [tentaciones] de los malvados”?

  • ¿De qué manera les ha escudado y protegido su fe?

“El yelmo de la salvación” (D. y C. 27:18):

  • Según el presidente Lee, ¿qué se protege cuando llevamos cubierta la cabeza?

  • ¿Por qué es importante que protejamos nuestros pensamientos?

  • ¿Cómo ataca Satanás nuestros pensamientos?

  • ¿Qué cosas concretas podemos hacer para proteger nuestros pensamientos?

“La espada de mi Espíritu” (D. y C. 27:18):

  • ¿De qué manera nos puede ayudar el Espíritu a vencer los ataques de Satanás?

  • ¿Qué ventaja nos da en nuestra lucha contra el mal el tener el Espíritu con nosotros?

  • ¿De qué manera nos ayuda la palabra de Dios a utilizar la espada del Espíritu?

  • ¿Qué pueden hacer para invitar al Espíritu a estar más presente en su vida?

Luego que los alumnos hayan aportado sus respuestas, lea la siguiente declaración del élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y pida a los alumnos que observen cómo nos ponemos la armadura de Dios y cómo la fortalecemos:

Imagen
Élder M. Russell Ballard

“Me inclino a pensar en la armadura espiritual no como una pieza sólida de metal moldeada al cuerpo, sino más bien como una cota de malla. La cota de malla consiste en docenas de pequeñas piezas de acero sujetadas una a la otra para permitir una mayor flexibilidad sin disminuir la protección. Por mi experiencia veo que no existe una sola cosa grandiosa que podamos hacer para ponernos la armadura espiritual. El verdadero poder espiritual proviene de numerosos pequeños actos entretejidos para conformar un tejido de fortaleza espiritual que nos protege y resguarda del mal” (“Be Strong in the Lord”, Ensign, julio de 2004, pág. 8).

  • ¿Cuáles son algunos de los pequeños actos que, al combinar su fuerza, nos ayudarán a protegernos de la tentación y el mal?

Invite a los alumnos a que revisen nuevamente las primeras líneas de Doctrina y Convenios 27:15.

  • ¿Qué actitud debemos tener al ponernos la armadura de Dios? (Debemos “ [alzar nuestros] corazones y [regocijarnos]”). ¿Por qué debemos tener esa actitud?

  • ¿Qué pasaje del Dominio de las Escrituras estudiaron esta semana que también nos aconseja que alcemos nuestro corazón y nos regocijemos? (D. y C. 25:13. Podría pedir a los alumnos que repitan juntos el versículo o lo reciten de memoria).

  • ¿De qué manera nos protege de Satanás el cumplimiento del mandato que se encuentra en Doctrina y Convenios 25:13 de adherirnos a los convenios con el Padre Celestial?

Pida a los alumnos que piensen en lo que han aprendido en la lección de hoy y dígales que elijan algo concreto que puedan hacer para ponerse mejor la armadura de Dios. Anímeles a anotar en una hoja de papel lo que vayan a hacer, de forma que puedan consultarla a menudo para recordar su compromiso.

Para finalizar la lección, invite a varios alumnos a compartir su testimonio de las verdades que se enseñaron en la lección.

Unidad siguiente (Doctrina y Convenios 29:31–50; 30–35)

¿Cuántos de los hijos de nuestro Padre Celestial fueron expulsados del cielo en la vida preterrenal? ¿Por qué fueron expulsados? ¿Qué significa “trillar a las naciones”? Los alumnos obtendrán las respuestas a estas preguntas en la siguiente unidad. También aprenderán acerca de miembros de los inicios de la Iglesia, a quienes se llamó a “trillar a las naciones por el poder [del] Espíritu” (D. y C. 35:13).