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Lección 159: Moroni 10:1–7, 27–29


Lección 159

Moroni 10:1–7, 27–29

Introducción

Moroni exhortó a los lamanitas y a todos aquellos que leyeran su testimonio a que preguntaran a Dios para que les confirmara la veracidad de sus palabras. Enseñó que Dios les manifestaría la veracidad del Libro de Mormón y de la realidad de Jesucristo por el poder del Espíritu Santo. Moroni también declaró que nos encontraría ante el tribunal de Dios, donde el mismo Señor confirmaría la veracidad de las palabras de Moroni. (Nota: Tal vez desee dejar tiempo al final de la lección para que los alumnos compartan su testimonio del Libro de Mormón. Para asegurarse de que tiene tiempo suficiente, seleccione, mediante la oración, aquellas partes de esta lección que serían de mayor beneficio para sus alumnos.)

Sugerencias para la enseñanza

Moroni 10:1–7

Moroni nos exhorta a que obtengamos un testimonio del Libro de Mormón y de Jesucristo

Antes de empezar la clase, dibuje en la pizarra un arco con una piedra clave (quizá desee tomar como referencia la ilustración que se usó en la lección 4). Empiece la lección haciendo referencia al dibujo.

  • ¿Cuál es el propósito de la piedra clave en el arco?

  • ¿Cómo se relaciona la piedra clave con el Libro de Mormón? (Si los alumnos necesitan ayuda para responder a esta pregunta, puede sugerir que lean la declaración del profeta José Smith en el sexto párrafo de la introducción del Libro de Mormón.)

Invite a los alumnos a leer en silencio el último párrafo de la introducción del Libro de Mormón. Antes de que lean, pídales que busquen tres verdades que una persona puede llegar a saber al obtener un testimonio del Libro de Mormón.

  • De la misma forma que un arco se mantiene en pie por la piedra clave, ¿qué otras partes de nuestro testimonio se fortalecen al obtener un testimonio del Libro de Mormón?

  • ¿Por qué es importante para cada persona el obtener su propio testimonio del Libro de Mormón?

Haga un resumen de Moroni 10:1–2 explicando que alrededor de 1.400 años antes de que el profeta José Smith recibiera las planchas de oro, Moroni concluyó el registro de su padre al escribir su exhortación final a aquellos que recibieran el Libro de Mormón en los últimos días. (Podría resultar útil explicar que la palabra exhortar significa animar o instar encarecidamente a una persona. Esta palabra aparece ocho veces en Moroni 10.)

Explique que Moroni exhortó a todos aquellos que recibieran el Libro de Mormón a que obtuvieran un testimonio de su veracidad y divinidad. Invite a los alumnos a leer en silencio Moroni 10:3–4, buscando frases que describan los requisitos para obtener un testimonio del Libro de Mormón mediante el Espíritu Santo. Podría sugerirles que marquen esas frases al ir descubriéndolas. A medida que los alumnos indiquen las frases que han encontrado, escríbalas en la pizarra. Entre las respuestas debería figurar lo siguiente:

“Leáis estas cosas”

“Recordéis cuán misericordioso ha sido el Señor”

“Meditéis en vuestros corazones”

“[Pedir] con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en Cristo”

Con el fin de que los alumnos entiendan mejor lo que se debe hacer para recibir un testimonio del Espíritu Santo de que el Libro de Mormón es verdadero, utilice las siguientes ideas para analizar cada uno de los requisitos que enseñó Moroni.

1. “Leáis estas cosas”

Moroni nos invitó a “[leer] estas cosas”, o a leer el Libro de Mormón. Invite a un alumno para que lea en voz alta el siguiente relato que explicó el élder Tad R. Callister, del Quórum de los Setenta, acerca de cómo una joven se benefició por haber leído el Libro de Mormón:

“Una joven de 14 años… dijo que había estado hablando de religión con una de sus amigas en la escuela. Su amiga le preguntó: ‘¿De qué religión eres?’

“A lo que ella contestó: ‘Soy de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, o mormona’.

“‘Conozco esa iglesia y sé que no es verdadera’, le dijo su amiga.

“‘¿Cómo lo sabes?’, le preguntó.

“Porque la he investigado’, respondió.

“‘¿Leíste el Libro de Mormón?’

“‘No, no lo leí’, le dijo.

“A lo que la dulce jovencita respondió: ‘Entonces no has investigado mi Iglesia, porque yo he leído cada página del Libro de Mormón y sé que es verdadero’” (“El Libro de Mormón: Un libro proveniente de Dios”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 76).

  • ¿Por qué leer el Libro de Mormón es la clave para obtener un testimonio de su veracidad?

  • ¿En qué manera leer el Libro de Mormón este año ha fortalecido tu testimonio del mismo y de las verdades que enseña?

2. “Recordéis cuán misericordioso ha sido el Señor”

Moroni enseñó que aquellos que leen el Libro de Mormón y desean saber de su veracidad deben “[recordar] cuán misericordioso ha sido el Señor” (Moroni 10:3). Explique que el reconocer y el recordar las ocasiones en que se manifiesta la misericordia del Señor puede ablandarnos el corazón y prepararnos para sentir la influencia del Espíritu Santo. Uno de los significados de misericordioso es compasivo. Invite a los alumnos a meditar por un momento cuándo han experimentado la misericordia o compasión del Señor hacia ellos o si la han reconocido en la vida de alguna persona a quien conocen.

Invite a los alumnos a compartir ejemplos de la misericordia del Señor en el Libro de Mormón que hayan sido significativos para ellos.

  • ¿Cómo piensan que recordar la misericordia del Señor puede ayudar a una persona a ser receptiva al Espíritu Santo y a recibir un testimonio del Libro de Mormón?

  • ¿Qué evidencia de la misericordia del Señor han visto en su vida?

  • ¿Cuáles son sus sentimientos al recordar la misericordia del Señor manifestada en su vida?

3. “Meditéis [la misericordia del Señor] en vuestros corazones”

Moroni enseñó que debemos meditar en el corazón la misericordia del Señor. Explique que el meditar las formas en que el Señor ha sido misericordioso con otras personas y con nosotros nos prepara para recibir la influencia del Espíritu Santo. Para ayudar a los alumnos a entender esto, invite a cada alumno a leer la siguiente explicación del élder Marvin J. Ashton, del Quórum de los Doce Apóstoles:

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Élder Marvin J. Ashton

“Los diccionarios dicen que meditar significa sopesar mentalmente, pensar profundamente en cuanto a algo, deliberar…

“Al meditar, proporcionamos al Espíritu la oportunidad de darnos impresiones y de dirigirnos. El meditar es un vínculo poderoso entre el corazón y la mente. A medida que leemos las Escrituras, recibimos una impresión en el corazón y la mente. Si usamos el don de meditar, podemos entender estas verdades eternas y darnos cuenta de cómo podemos incorporarlas en nuestras acciones diarias…

“Meditar es una búsqueda mental progresiva. Es un gran don para aquellas personas que han aprendido a usarlo. Descubrimos entendimiento, iluminación y aplicación práctica si usamos el don de meditar” (véase “Hay muchos dones” Liahona, enero de 1988, pág. 19).

  • Al estudiar el Libro de Mormón, ¿cuándo los ha ayudado el meditar a sentir la influencia del Espíritu Santo?

  • ¿Qué podemos hacer para meditar de manera más consistente al estudiar las Escrituras?

4. “[Pedir] con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en [Jesucristo]”

Moroni enseñó que si queremos recibir un testimonio de la veracidad del Libro de Mormón, debemos preguntarle a Dios “con un corazón sincero, con verdadera intención, teniendo fe en [Jesucristo]”. Explique que orar sinceramente y con verdadera intención significa que “[tenemos] la intención de actuar de acuerdo con la respuesta que [recibimos] de Dios” (Predicad Mi Evangelio: Una guía para el servicio misional, 2004, pág. 115). Considere compartir el siguiente relato, en el cual un hombre oró con verdadera intención para obtener un testimonio de la veracidad del Libro de Mormón:

“En ocasiones oraba para saber qué era lo correcto, pero era más un pensamiento pasajero que una pregunta sincera. Una noche decidí orar con ‘verdadera intención’.

“Le dije al Padre Celestial que quería conocerlo y ser parte de su Iglesia verdadera. Le prometí que: ‘Si Tú me haces saber si José Smith es un profeta verdadero y si el Libro de Mormón es verdadero, haré lo que sea que Tú quieras que haga. Si La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la Iglesia verdadera, la seguiré y nunca la dejaré’.

“No tuve una manifestación espectacular, pero me sentí en paz y me fui a la cama. Varias horas más tarde, me desperté con un pensamiento claro: ‘José Smith es un profeta verdadero y el Libro de Mormón es verdadero’. El pensamiento iba acompañado de una paz indescriptible. Me quedé dormido de nuevo, sólo para despertarme más tarde con exactamente el mismo pensamiento y sentimiento.

“Desde ese momento, nunca he dudado de que José Smith sea un profeta verdadero. Sé que ésta es la obra del Salvador y que el Padre Celestial contestará nuestros ruegos sinceros”. (Rodolfo Armando Pérez Bonilla, “Cómo lo sé”, Liahona, octubre de 2011, pág. 64).

Invite a los alumnos a escudriñar Moroni 10:4 y a identificar lo que Dios hará por aquellos que sigan el proceso que describió Moroni.

  • ¿Qué prometió Moroni a aquellos que busquen obtener un testimonio del Libro de Mormón en la manera que él indicó?

  • ¿En qué formas nos puede testificar el Espíritu Santo de la veracidad del Libro de Mormón? (Asegúrese de que los alumnos entienden que la mayoría de las revelaciones no se presentan de una manera espectacular. Si bien es cierto que algunas personas pueden tener experiencias espirituales impresionantes, la mayoría experimentará una sensación tranquila y sutil, como un sentimiento cálido y pacífico o de seguridad. Además, tal vez quiera explicar que, a medida que estudiamos las Escrituras, el Espíritu puede testificarnos de la veracidad de lo que leemos. Después, cuando pidamos saber específicamente en cuanto a la veracidad del Libro de Mormón, el Espíritu confirmará los testimonios que ya hayamos recibido.)

Invite a los alumnos a leer en voz alta Moroni 10:5–7. Pida a los miembros de la clase que sigan la lectura en silencio e identifiquen qué más prometió Moroni que podemos saber mediante el Espíritu Santo. Señale que Moroni 10:4–5 es un pasaje de dominio de las Escrituras. Si lo desea, anime a los alumnos a que marquen este pasaje de manera particular para que puedan localizarlo fácilmente.

  • ¿Qué podemos aprender de Moroni 10:3–7? (Los alumnos pueden usar diferentes palabras, pero todos deben reconocer el siguiente principio: Si pedimos a Dios con fe y con verdadera intención, podemos recibir un testimonio del Libro de Mormón y de Jesucristo mediante el Espíritu Santo.)

Invite a los alumnos a escribir en sus cuadernos o diarios de estudio de las Escrituras una meta de lo que harán para obtener un testimonio del Libro de Mormón o para fortalecerlo. Anímelos a aplicar el principio que enseña Moroni 10:4.

Moroni 10:27–29

Moroni testifica que nos encontraremos con él ante el tribunal de Dios

Pida a un alumno que lea Moroni 10:27–29 en voz alta. Pida a los alumnos que piensen cómo responderían a la pregunta que se encuentra en Moroni 10:27. Testifique que aquellos que han recibido el Libro de Mormón serán responsables ante Dios por la forma en que hayan respondido al respecto.

Deje suficiente tiempo al final de esta lección para invitar a los alumnos a compartir su testimonio del Libro de Mormón. Considere compartir su testimonio del Libro de Mormón. Asegure a los alumnos que a medida que continúen estudiando el Libro de Mormón a lo largo de su vida, su fe en Jesucristo y en su Evangelio aumentará.

Dominio de las Escrituras: Moroni 10:4–5

Los alumnos que memoricen Moroni 10:4–5 estarán mejor preparados para compartir el mensaje del Libro de Mormón con otras personas. Escriba el pasaje en la pizarra y pida a los alumnos que lo lean juntos en voz alta. Borre seis palabras y después pida a la clase que lo lea otra vez, completando las palabras que falten a medida que lean. Continúe este proceso hasta que la mayoría o todo el pasaje se haya borrado.

Comentarios e información de contexto

Moroni 10:3. “Meditéis en vuestros corazones”

Con referencia a Moroni 10:3, el élder Gene R. Cook explicó:

“Las últimas palabras del versículo ofrecen una importante admonición: ‘que lo meditéis en vuestros corazones’. ¿Cuál es el antecedente de ‘lo’, aquello que hay que meditar? Es: ‘cuán misericordioso ha sido el Señor con los hijos de los hombres, desde la creación de Adán hasta el tiempo en que recibáis estas cosas’. Debemos recordar cuán amoroso, providente, bueno e indulgente ha sido con nosotros nuestro Padre Celestial” (“Moroni’s Promise”, Ensign, abril de 1994, pág. 12).

Esta admonición cerca del final del Libro de Mormón de recordar y meditar la misericordia del Señor es un adecuado final a la declaración de Nefi de que: “Yo, Nefi, os mostraré que las entrañables misericordias del Señor se extienden sobre todos aquellos que… él ha escogido” (1 Nefi 1:20).

Además de meditar en la naturaleza misericordiosa del Señor, aquellos que leen el Libro de Mormón deben meditar las verdades eternas que descubren en sus páginas (véase la introducción al Libro de Mormón).

Moroni 10:4. El Espíritu Santo revelará la verdad del Libro de Mormón a quienes pidan a Dios “con verdadera intención”

El élder Dallin H. Oaks, del Cuórum de los Doce Apóstoles, comentó en cuanto a la exhortación de Moroni de que preguntemos a Dios con “verdadera intención” con referencia a la veracidad del Libro de Mormón:

“Moroni no prometió una manifestación del Espíritu Santo a aquellos que están buscando saber la veracidad del Libro de Mormón mediante razones hipotéticas o académicas, aun cuando lo pidan ‘con un corazón sincero’. La promesa de Moroni es para aquellos que estén comprometidos de corazón a actuar de acuerdo con la manifestación si esta se recibe. Las oraciones que se basen en cualquier otra razón no cuentan con ninguna promesa dado que no se hacen ‘con verdadera intención’” (Pure in Heart, 1988, págs. 19–20).

Moroni 10:27–29. Nuestra salvación depende de cómo recibamos el Libro de Mormón

El presidente Ezra Taft Benson hizo hincapié en la importancia del Libro de Mormón cuando extendió la siguiente exhortación a todos los miembros de la Iglesia:

“Hermanos y hermanas, les imploro de todo corazón que consideren con gran solemnidad la importancia del Libro de Mormón para ustedes personalmente y para la Iglesia colectivamente.

“Hace más de diez años hice la siguiente declaración acerca del Libro de Mormón:…

“‘Todo Santo de los Últimos Días debería hacer del estudio de este libro un empeño de toda la vida. De otro modo, está poniendo en peligro su alma, descuidando aquello que puede darle unidad espiritual e intelectual a toda su vida. Hay una diferencia entre un converso edificado en la roca de Cristo a través del Libro de Mormón, y que permanece aferrado a esa barra de hierro, y otro que no lo está’ (Liahona, agosto de 1975, pág. 45).

“Hoy día les reafirmo esas palabras. No permanezcamos bajo condenación con sus castigos y juicios, por el hecho de tratar ligeramente este gran y maravilloso don que el Señor nos ha concedido [Véase D. y C. 84:54–58] Más bien, obtengamos las promesas relacionadas con el atesorarlo en nuestro corazón” (“El Libro de Mormón: La [piedra] clave de nuestra religión”, Liahona, octubre de 2011, págs. 57–58).